El Traje Nuevo de Lord Voldemort
Bueno
antes de que empiece a relatar esta historia les voy a decir como están las
cosas en el mundo mágico.
Primero Voldemort no esta
muerto, y no fue derrotado, más bien ha ganado esta dura batalla contra
nosotros los magos "buenos" y en estos momentos Voldemort esta dominando la
población mágica y es lo máximo, es supremo y todas esas estúpidas cosas, que
he tenido que decir después de lo que me paso.
Soy Harry Potter el chico
que vivió, y quieren saber porque? Quédense hasta el final de mi relato,
Aclaración: estoy narrando porque soy un chico curioso que sabia lo que tenia
que hacer y cada tarde me iba al
castillo a espiar con mi capa invisible.
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Hace muchos años (N/A:
claro eso paso hace no mucho) vivía (N/A: porque después de lo sucedido se
murio no de un infarto si no de otra cosa... lean no mas) un Lord que no
pensaba más que en estrenar trajes y túnicas, y gastaba toda su fortuna (N/A:
bueno la que obviamente le robo a todos los magos) en comprar talas carísimas.
El revisar a sus Dementors, ir a el Knockturn Alley o volar en luna escoba en
los campos de Quidditch, le interesaba solamente porque podía lucir sus
túnicas. A toda hora se las cambiaba, y así como de cualquier Supremo se decía
corrientemente: "Esta en el Ministerio", de él se decía siempre: "El Lord esta
en su guardarropa".
La ciudad en la que vivía
era muy alegre (N/A: bueno así dice aquí, podría decirse que era muy alegre
hasta que el comenzó a gobernar) y la visitaban muchos muggles. Un día se
presentaron dos muggles que haciéndose pasar por hechizadores, dijeron al Lord
(N/A: solo lo digo aquí ¬¬* un estúpido Lord) que sabian hechizar la tela más
fina que alguien pudiera imaginarse, y que el traje hecho con ese material,
tenia la virtud de hacerse invisible para todos aquellos que eran indignos del
cargo que ocupaban o para los que solamente eran estúpidos. (N/A: como Draco, y
todos esos, aunque no se puede negar que son bellos, físicamente, pero igual
son estúpidos ¬¬ bah..., además no soy gay)
-Será una túnica admirable
– dijo el Lord – Si yo me lo pongo descubriré cuales son los hombres de mi
nuevo imperio mágico que son indignos de su cargo y podré distinguir entre
inteligentes y necios. Caramba! Quiero que me hagan al momento un traje con
túnica y todo de esa maravillosa tela.
Y anticipo una enorme
cantidad de galeones a los estafadores para que se pusieran a trabajar sin
tardanza. Estos montaron dos telares y fingían trabajar muuucho. Pedían grandes
sumas de galeones para comprar la seda más fina y las más preciadas perlas,
pero se guardaban todos esto y trabajaban junto al telar, donde no había nada,
hasta muy entrada la noche.
-Me gustaría saber como va
mi vestido – pensaba el Lord. Pero al acordarse de que quien fuera indigno del
cargo que ocupara no podría verlo, se atemorizo y prefirió mandar a otro a ver
como iban las cosas.
-Mandare a mi honrado
Ministro – Se dijo el Lord – Mi Ministro Cornelius Fudge, él podrá juzgar la
calidad de la tela, porque es inteligente y nadie ejerce su cargo con más
competencia. (N/A: Bueno el tipo no es que sea inteligente, es un estúpido
~_~*).
Más tarde...
-Bendito sea Dios! –
exclamo para sí santiguándose y abriendo mucho los ojos – No veo nada – pero no
quiso confesarlo en alta voz. Ese era el Ministro.
Los dos estafadores le
rogaron que se acercara y les diera su opinión sobre aquel admirable genero y
el tono de sus colores. Señalaban los telares vacíos y el pobre anciano abría
los ojos como un desesperado y no podía ver nada porque no había nada que ver.
-Dios del cielo! Pensó –
Como es posible que sea tan estúpido. Nunca me lo hubiera imaginado, y no
quiero que nadie lo sepa. Seré indigno de mi cargo?!. No puedo confesar que no
puedo ver la tela.
-Que le parece? – pregunto
un hechizador, al ver que movía la cabeza.
-OH! Muy bonita... un
encanto! – dijo el viejo Cornelius, mirando a través de los anteojos – Que
modelo! Y que colores!. Le diré al Lord que estoy muy satisfecho de su trabajo.
-Nos alegramos de que le
haya gustado – Dijeron los estafadores. Y le dieron los nombres de los colores,
con explicaciones sobre el modelo. El viejo Cornelius los escucho muy atento
para poder repetirle al Lord lo que decían. Y así lo hizo.
Entre tanto los muy
imbéciles pidieron más dinero para comprar más seda y piedras preciosas. Se
quedaron con todo sin poner una hebra en el telar, pero continuaron trabajando.
Después de unos días el
Lord mandó a otro honrado cortesano, que lo llamaremos honrado Deatheater
Mcnair, a ver como iban las cosas y si
habían terminado de hechizar la tela. Al igual que el viejo Ministro Fudge, el
Deatheater miro remiro, pero no pudo
ver nada, porque no había nada que ver.
-No le gusta? – le
preguntaron los estafadores, mostrándole y explicándole la calidad del modelo
imaginario.
-No tengo un pelo de
estúpido – pensó el Deatheater – Entonces debo ser indigno de mí cargo, pero no
lo confesare. Y elogió la tela y hablo de la satisfacción que le producían
aquellos colores y la elegancia del modelos.
Luego... mucho más
luego...
-Si – dijo al Lord – es
algo admirable.
En la ciudad no se hablaba
de otra cosa que de la famosa tela y el mismo Lord quiso ir a verla al telar.
Con una comitiva selecta en la que figuraban los dos consejeros: Lucius Malfoy
y Bartemius Crouch, si el mismo solo que algo feo, no estoy diciendo que en
algún momento era bonito, reencarnado así como lo hizo Voldemort, entiendan es
difícil buscar personajes malos después de que J.K. los mata en los libros,
THANKS GOD ella no me ha matado a mi pues si no quien les contaría esta
historia.
El Lord y sus consejeros
fueron a ver a los estafadores, que hacían como si de verdad estuvieran
hechizando la tela con toda su alma.
-Verdad que es magnifico?
– dijeron los estafadores – Ve Maestro que modelo y que colores? Y señalaban el
telar vacío, imaginando que los otros verían el tejido.
-Que... carajos... es
esto? – pensó el Lord – No veo nada en absoluto. Es horrible. Seré acaso
estúpido (N/A: Eh.. Siii J) o indigno de mi imperio mágico(N/A: Eh... También)? Esto sería los más
espantoso que podría sucederme.
-Si, muy bonito – dijo
Lord Voldemort – merece mi mayor aprobación – e inclinándose muy satisfecho,
examino el telar vacío con detenimiento, para que no se dijera que no veía
nada. Todos los de la comitiva miraban y remiraban y, aunque no podían ver ni
más ni menos que los otros, decían como Lord Voldemort:
-Muy bonito! – y todos le
aconsejaron que estrenara el traje en un solemne desfile que se haría pronto.
-Es magnifico,
excelente!!! – corrió de boca en boca, y todos se mostaron contentos. Lord
Voldemort concedió a los dos estafadores la Cruz de la Orden por Servicios
Comunitarios al Imperio Mágico y el título de Tejedores del Ministerio de
Magia. Algo que obviamente no existía.
La noche anterior al
desfile, los dos estafadores estuvieron trabajando toda la noche con más de 16
antorchas encendidas. La gente puedo observar la actividad que desplegaron para
terminar a tiempo el nuevo traje de Lord Voldemort. Fingieron hechizar las
telas y demás, hasta que por fin dijeron:
-El nuevo traje de Lord
Voldemort esta listo.
El Lord entró al taller
con todos sus acompañantes y los dos granujas levantaron primero un brazo y
después otro, como si sostuvieran algo diciendo:
-Miren los pantalones!
Vean la túnica! Miren las zapatillas!. Son tan finos como una telaraña. Caen
como si no se llevase nada, pero ahí esta su gracia.
-Es verdad! – decian los
cortesanos. Pero no veían nada, porque no había nada que ver.
-Dignese Maestro quitarse
la ropa que lleve – dijeron los granujas – y tendremos el honor de ayudarlo a
vestir su nuevo traje ante el espejo.
El emperador se lo quito
todo (N/A: les puedo asegurar que era grotesco) y los pillos se dispusieron a
vestirlo prenda por prenda, mientras él se miraba en el espejo, volviéndose de
un lado a otro.
-OH! Que bien le cae! Que
elegante! – decían todos – Que modelo! Y que colores! Es maravilloso! Magnifico
vestido! Y bla... bla... bla todas esas estúpidas adulaciones, ya me
enferman!!! ˇ_ˇ.
-En la puerta le esperan
los Dementors con los que debe ir al desfile Maestro – dijo el jefe de
ceremonias Amos Diggory.
-Estoy dispuesto – dijo el
Maestro – Verdad que me cae admirablemente? – y se detuvo nuevamente ante el
espejo, para mostrarle a la gente que veía sus atavíos.
Los chambelanes Vincent
Crabbe y Gregory Goyle (N/A: obviamente los padres de los brutos que estudian
conmigo) se doblaron hasta el suelo e hicieron como si sostuvieran la cola de
la túnica entre sus manos, porque no querían exponerse a que el publico creyera
que no veian nada.
El Maestro se incorporó al
desfile y todos los que veían desde la calle o desde las ventanas exclamaban:
-Que vestido tan
maravilloso, etc... me estoy aburriendo de tantas adulaciones ~_~.
Nadie quería que los demás
supieran que no veian nada, para que no creyeran que eran estupidos o incapaces
para el cargo que desempeñaban.
Hasta que...
-Pero si no lleva nada
puesto O.o! – dijo un chico, era yo por supuesto.
-Santo Dios! Oyeron lo que
dice este inocente chico? – Dijo Dumbledore que estaba cerca de Harry, es decir
cerca de mí.
Y se produjo un gran
alboroto.
Todos – O.O, No lleva nada
puesto... Un chiquillo dice que no lleva nada!
-Va desnudo! – terminó por
gritar todo el pueblo.
-Esta como Dios lo ha traído
al mundo – grito Fred, y George – Sii desnudito.
-Fred, George Shiiiist, cállense – dice la Sra. Weasley.
-Ja ja ja ja ja ja ja –
todo el pueblo reía.
Voldemort es eso me mira y
grita:
-Potter me las vas a pagar
y bla... bla... bla... (N/A: no recuerdo lo que me dijo pero fue algo asi)
Más tarde...
Mucho más tarde...
Luego, luego...
Se podría decir:
Días después...
De verdad muuuuuuchos días
después de eso...
Era miércoles y Voldemort fue a mi casa una noche en la que yo
esta durmiendo junto a mis padres (N/A: no en la misma habitación, sino en la
misma casa) y pues obvio quería matarme, pero mi padre se interpuso y de un
solo hechizo puff lo mató, en eso recuerdo los gritos de mi madre y los mios
también, de pues de mi padre siguió su camino y fue a donde yo estaba.
Por ahí estaba yo solo e indefenso,
como un pelmazo, en eso antes de que me diera su hechizo mi madre me abraza y
le empieza a gritar a ese idiota que me dejara y que la matara a ella, el no le
hizo caso alguno dijo una palabra... y de repente ella, mi madre que me había
estado abrazando todo el tiempo y me había dado el poder del amor, estaba ahí
tirada en el piso con una mirada aterradora en su rostro. Yo comenze a llorar y
a gritar de la angustia (N/A: no por gay) y Voldemort me apunto con la varita y
dijo unas palabras: Abada Kedabra y oops hubo un silencio rodeado por
una luz verde y de repente logre ver por entre la luz ahí estaba Voldemort
había perdido sus fuerzas y yacía tirado en el suelo, indefenso. O.o
Desde ese día mi vida
cambio la gente me llama Harry Potter el chico que vivio, y las reencarnaciones
de Voldemort han querido matarme en todos mis años de colegio, pero lo que ha
logrado es debilitarse más, además mis amigos me han ayudado mucho.
Fin
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Bueno ese es todo el ff espero que les haya gustado
por favor dejen sus Reviews, son todos bienvenidos
Por:
Gwen_Malfoy
Basada en el cuento para
niños El traje nuevo del emperador de Hans Christian Andersen y los
personajes de J.K. Rolling, Harry Potter, etc. Y claro obviamente esos
personajes no me pertenecen pero si así fuera uff ^_^ cuanto haria con esos.
