Feferi nunca me besó. Pero de verdad hubiera querido que lo hiciera.

Hubiera dado muchas cosas para que sus labios rosas se pegaran contra mis moradas protuberancias carnosas. Estaba esperando el momento en que al fin podríamos conservar la especie de los que tienen la sangre tan alta, tan real.

Esperaba que su rosa pudiese mezclarse con mi morado en un acto de amor sagrado que lograría fusionar carne y sangre, que sus manojos de cabello cafés se arrastrara por todo mi pecho desnudo, que sus cuernos bailaran con el contoneo de sus caderas, que solamente su boca se abriera para recibir mi lengua ansiosa. No esperaba nada más. Todo ella era lo que quería. Si no era ella, no sabría que más hacer. Por vivir es que peleo. Con ella, me haría más fuerte.

Quería que fuésemos Rey y Reina. Que gobernáramos el océano con toda la fuerza que nos hace lo que somos: realeza.

Que matáramos a todos los hijos de puta que viven en la tierra para poder hacer de este planeta un lugar poblado de pura realeza.

Quería con toda mi alma que funcionara, de verdad.

Pero, algo no me dejo acercarme más. Si esperaba que ella lo hiciera…pues hice mal, algo no le gustó…algo…salió mal.

Porque se alejó de mi un día, con bromas estúpidas dijo que lo mejor sería estar lejos el uno del otro.

Maldita sea.

A dónde más iría esa zorra.

Con quién más iría la puta.

Yo soy el mejor partido que existe de entre la bola de trolls incompetentes, basura, sangre baja.

¿Con quién más, entonces, se atrevería a enredarse?

No era posible. Estuve días arrepentido, triste, frustrado. Ni siquiera un beso me dio. Ni en la mejilla, ni en la maldita mejilla.
Me di cuenta, que la verdad es que nuestra relación se quedó en la mirada, en la pura pupila. En sonrisas forzadas y saludos de lejos.

Con quién más…

El pensar en posibles acompañantes hacía que mi estómago se retorciera por puro desprecio. No. Esa ya no era mi princesa, ya no era mi Feferi, ya no podía ser con la que quería aparearme, con la que quería revolverme por completo. Se había convertido en una cualquiera.

Feferi me había rechazado y pisoteó todo mi ego para escupirme en la cara.

Desprecio, ahora te desprecio Feferi. No puedo esperar a verte muerta.

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Pero al final del día, cuando cuelgo la capa y me quito las gafas…recuerdo que Fef fue la primera… la única.

Decidí rendirme ante el dolor y guardarme las lágrimas para mi mismo. Porque soy un imbécil y un patán que lo único que quería era ser querido por alguien que no le importaba mucho el color de la sangre. Y por eso duermo solo. Porque cuando el desprecio te domina ni perdón se te puede salir de la garganta sin hacer una mueca.

Hubiera querido que funcionara, Fef.

Cuánto siento no ser algo que podrías amar.

Pero, supongo entonces que la soledad me sienta más a mi. Tal vez la soledad está hecha para los que viven por el mar, como yo… Tal vez en ella, encontraré lo que me falta: lo que tu querías.


N/A:

Un PoV de Eridan sobre su relación con Feferi, no es la gran cosa. En serio, no lo es.

Pero siento simpatía por el personaje de Eridan, siento que su soledad lo mata por dentro porque no es lo que en verdad quiere. Eso creo...

En fin, son las tres de la mañana... así que me despido.

Espero que les haya gustado.**~Review~**

Homestuck fans hispano-hablantes...UNITE!