Disclaimer: Los personajes pertenecen a S. Meyer. historia completamente original
Two Shot
Summary: Dicen que siempre hay una primera vez para todo... pues, yo viví cada primera vez como si fuera la ultima, lamentablemente no soy el protagonista de la historia de mi vida, pero hay una primera vez para serlo.
esta historia es Rate M puesto que contiene lenguaje grosero y unas escenitas se sexo... leerlo bajo su responsabilidad si eres menor de edad. y si te ofendes fácilmente, simplemente no lo leas, gracias por su comprensión.
Enjoy...
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-La historia de mi vida... - susurro apoyando mis codos en mis rodillas, suspiro y paso una de mis manos por mi cabello alborotándolo un poco más. Miro al piso y suelto el resto del aire - es muy corta, resumida en pequeños intervalos de tiempo.
-Cuéntame esos intervalos, entonces - murmura serio mientras anota en su libreta.
Me recuesto en el espaldar del mueble de cuero marrón, miro los cuadros de paisajes abstractos en la pared y recuerdo claramente el día en que todo inició. Me había dado cuenta hace un tiempo que mi vida fue monótona y neutra, aun sin saberlo viví en una constante rutina y en una jaula de oro que ella rompió.
6 años de edad.
-No te alejes mucho, cielito - escuché la voz de mamá y me detuve en el acto. Hice un puchero y bajé la cabeza. El lago estaba ahí, cerca de mí, a un par de pasos. Y mamá no me dejaba ir.
-Sí, mami - contesté sentándome en la grama del jardín. Papá le insistió a mamá en venir a la casa del lago un fin de semana, para salir de la rutina, no sé qué es eso pero me gusta venir, aunque mami no me deja acercarme al lago a jugar con los niños del campamento, dice que es peligroso.
Giré mi cabeza al escuchar un auto, era una camioneta, se paró al lado del carro de papá y de ahí bajó una mujer, no la conocía así que seguí sentado en la grama, jugando con mi pelota de fútbol, rodándola de un lado al otro. Escuché la voz de mamá saludando a la visita, se llamaba René, ahora si sabía quién era. René era una amiga de la infancia de mamá.
-y como está la pequeña princesa? - Dijo mi mamá con el mismo tono de voz con el que me hablaba a mí, una punzada de celos me golpeó, pero una linda risa de niña me hizo girar mi cabeza rápidamente encontrándome con la niña más bonita que había visto jamás. - Eddy, bebé. Ven aquí - Dijo mi mamá y me levanté de la grama para caminar hacia ellas.
-Dios! Estas enorme, la última vez que te vi aun no caminabas - Dijo René acariciando mi cabello. - te acuerdas de mí? - preguntó sonriéndome, negué lentamente. Solo sabía que era amiga de mamá.
-Amor, ella es tu madrina. Y ella, es su hija Isabella - me señaló a la niña que había visto de lejos, ahora era mucho más linda. Estaba al lado de René y me miraba fijamente con una sonrisa en sus labios, tenía un pantalón de jean corto y una camiseta negra con un osito blanco al frente, dos coletas en su cabello marrón y deportivas negras.
-Hola - le dije algo tímido, nunca había visto a otra niña que no fuera de la escuela.
-Hola, niño - contestó ella con voz alegre.
-Vamos, René. - Le dijo mamá a su amiga - bebé, se buen niño y juega con Isabella aquí. No te alejes. - me advirtió nuevamente y yo asentí.
-Diviértete, cariño - le dijo René a Isabella. Yo caminé y me senté nuevamente en la grama. Isabella se paró frente a mí y me vio jugar con la pelota.
-jugamos? - preguntó animada.
-ok, siéntate - le dije sonriendo un poco. Ella frunció el ceño.
-para qué? Es una pelota de futbol, hay que correr y patear - contestó mirándome extraño.
-mi mamá no me deja correr, y no puedo salir del jardín - contesté molesto guardando la pelota entre mis piernas.
-niño tonto. Como jugaras futbol? - preguntó burlándose.
-no se jugar futbol - contesté bravo. - y ya no quiero jugar contigo, mi mami se molesta si salgo del jardín.
-tu mamá no está viéndonos, niño feo. - dijo sacándome la lengua - ven, juguemos. Te enseñaré. - me levanté y ella me quitó la pelota - tienes que correr y quitármela.
-ok - sonreí y empecé a correr, ella salió del jardín hacia el terreno que da al lago y me detuve - no puedo salir del jardín. - protesté cuando ella jugaba en el terreno.
-tu mamá está con mi mamá, ven. - miré hacia la casa y no vi a nadie, puse un pie fuera del jardín y sonreí. Corrí detrás de Isabella y nos caímos un par de veces ensuciando nuestras ropas. - vamos al lago, hay que limpiarnos - dijo viendo sus manos llenas de tierra.
-no puedo ir al lago. Mi mamá se molesta - repetí mirándola ahora con miedo, si mi mamá me ve así me pegará.
-y yo te dije que no nos miran. Eres un niño tonto y miedoso - comentó riéndose.
-no soy miedoso - repliqué haciendo un puchero molesto.
-si lo eres. No quieres ir al lago - se burló y con la rabia la empujé para que cayera al piso y corrí al lago. Ella rió fuerte y me siguió. Me quedé en la orilla y solo sentí el agua fría caerme desde la cabeza, Isabella me había mojado, me reí y empecé a mojarla a ella hasta que...
-EDWARD ANTHONY CULLEN - gritó mi mamá. Me tensé y el miedo me invadió.
-Estas en problemas - se burló Isabella.
Esa fue la primera vez que maltratéa una niña, la primera vez que rompílas reglas, la primera vez que sentíla adrenalina. Y esa fue la primera vez que me enamoréde una niña problemática.
8 años de edad.
-Lo siento, Bella. Yo también la quería mucho - susurré y la abracé. Ella lloró más fuerte, me empujó y salió corriendo escaleras arriba. - Bella! - llamé y cuando iba a subir mi madre me detuvo agarrándome el brazo.
-Necesita estar sola, pequeño. Déjala - musitó con voz triste. Negué mirando molesto a mi mamá.
-No! - exclamé soltándome bruscamente de su agarre - Ella no quiere estar sola - murmuré y corrí hasta mi habitación. La puerta estaba cerrada pero no tenía puesto el pestillo. Entré a mi cuarto, vi que estaba oscuro pero el reflejo de la luz del pasillo me dejaba ver a Bella llorando en mi casa. - Bella? - llamé desde la puerta.
-VETE - gritó y me tiró un portarretratos que estaba en mi mesita de noche, el cual esquivé rápidamente, estaba acostumbrado a que ella me lanzara cosas, tenía buenos reflejos.
-no me iré - tomé el portarretratos del piso y quité el polvo de la foto. Salíamos Bella y yo abrazados, sonriendo, fue nuestra primera foto de amigos en el lago. Dejé la fotografía en el buró y me senté en la cama, ella lloró más fuerte y sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas la abracé.
-por qué lloras? - me preguntó confundida. No dejé de abrazarla en ningún momento.
-por qué me pone triste el verte llorar - contesté y ella me miró fijamente - sé que extrañas a René, yo también, pero te prometo que no te dejaré sola.
-me lo juras? - preguntó con pocas lágrimas en sus ojitos.
-Palabra de explorador - dije levantando mi mano derecha. Ella sonrió y volví a abrazarla. - jamás te abandonaré ni te dejaré solita.
-Gracias, Eddy - nos quedamos un rato más abrazados hasta que Bella se quedó dormida. René había muerto de una enfermedad hace dos días. Hoy fue su entierro, Bella quedó huérfana por que no tiene papá, pero mi mami me dijo que René le dejó encargada a Bella. Creo que René en realidad le regaló a Bella a mi mamá y ahora es mi nueva hermanita.
Ese día fue la primera vez que llorépor una niña, la primera vez que le respondíde forma altanera a mi mamáy la primera vez que juréalgo de verdad.
13 años de Edad
-No es justo, Edward - Exclamó Bella viendo al rededor - todo el mundo tiene novio menos yo. - fruncí los labios y miré al rededor también. El patio del colegio estaba lleno de parejas, hoy era San Valentín y todos estaban dándose regalos, chocolates, flores y besos.
-yo tampoco tengo novia, Bells - farfullé mirándola de reojo.
-no tienes por qué no quieres, casi todas las niñas tontas están detrás de ti - masculló mirando al piso "pero no la tonta que yo quiero" pensé mirando hacia la fuente donde habían tres parejas dándose besitos.
-pero no quiero a esas niñas. - contesté molesto.
-entonces, si eres gay? - preguntó asombrada. En el colegio se corrió el rumor de que era gay porque no les hacía caso a las niñas.
-no soy gay - repliqué frunciendo el ceño.
-no es lo que dicen todos - murmuró mirando hacia otro lado.
-Bella, quieres ver que no soy gay? - pregunté más molesto, ella asintió. Miré a todas partes buscando indicios de algún profesor. Nadie. Puse mis manos a cada lado de la cara de Bella y la atraje hacia mí dándole un beso largo.
Esa fue la primera vez que beséa Bella, la primera vez que sentíque visitéel cielo, la primera vez que una discusión entre Bella y yo me dio buenos resultados y la última vez que me llamaron gay.
15 años de edad
-Edward tienes que fingir ser mi novio, Jacob no deja de acosarme - dijo rápidamente y en un tono muy bajo cuando se acercó a mí en la cafetería. La miré como si le hubiera salido un tercer ojo.
-Estás loca, Bella - bufé riéndome, mis amigos rieron al escucharme reír, bola de imbéciles, siempre siguiéndome en cualquier cosa que hago. Soy uno de los chicos más populares de la secundaria, por no decir el más popular, soy capitán del equipo de futbol, campeón de oro en Judo y boxeador callejero. El chico malo por excelencia.
Todo eso se lo debo a Isabella. Sin ella no hubiese sido el mejor esquivando jugadores viniendo hacia mí. Aprendí a recibir golpes sin sentir una mísera pizca de dolor gracias a todos los golpes que me ha dado Isabella desde los seis años. Y todas las patadas que me da dormida después de los ocho cuando murió René, desde entonces prometí no dejarla y duerme conmigo en mi habitación.
-No estoy loca, Edward - bramó agarrándome por las solapas de mi chaqueta del equipo de futbol, me jaló hacia ella haciéndome quedar a escasos milímetros de su cara, podía sentir el calor irradiando de su cuerpo, el dulce olor de su piel, la cercanía de sus labios. Estaba perdido. - Jacob no me deja en paz.
-No le bastó con la paliza que le di? - preguntó Garrett en tono burlón, Garrett era mi único amigo real en la preparatoria, el único que sabía que estaba enamorado de Bella desde siempre, el único que protegía a Bella cuando yo no estaba cerca, un amigo de verdad.
-Al parecer no - bramó Bella mirándolo a él, alternó su mirada entre Garrett y yo y sonrió. - Garrett, ya que Edward no quiere ayudarme, lo harías tú? - preguntó de manera angelical pero su mirada era picara.
-Bella, yo...
-No! - exclamé molesto. Sabía que Garrett le diría que no, él no me haría eso. Pero el solo hecho de que Bella le pida eso a él me hierve la sangre - maldita sea, Bella. - bramé levantándome de la mesa y agarré sus caderas y la apreté a mí - lo haré yo. No dejaré que nadie ponga un jodido dedo encima de ti - la miré fijamente a los ojos y ella sonrió de lado.
-Tu sobreprotección me abruma - susurró mirándome con asombro - me gusta hacerte molestar - dijo satisfecha.
-eso lo sé, me enteré de eso a los seis años - contesté con burla, Bella rió y aspiré todo el olor y el calor que emanaba su boca, menta y chocolate. Simplemente deliciosa, la miré... En realidad la idolatré de muy cerca. Me encantaban estos momentos íntimos con ella y aprovecharía cada uno al máximo.
-Hay viene Jacob - susurró y enredó sus dedos en mi cabello. Eso lo hacía cada noche de manera inconsciente mientras dormíamos, y cada mañana despertaba con una puta erección. Dejé que las sensaciones me envolvieran, pasé mis manos por su espalda y la atraje hacia mí.
-por qué estas huyendo de Jacob? Creí que lo había alejado de ti hace unas semanas - Dije confundido. Me recosté a la mesa y acosté a Bella en mi pecho, besé su cabello y bajé una de mis manos hasta el inicio de su trasero. Jacob miró hacia nosotros y sonreí altaneramente.
-Sí, lo alejaste, pero como hemos estado distanciados por tus prácticas y mis clases de Kapoeira, dio por sentado que estaba sola. - Bella bufó y miró hacia donde estaba Jacob observándonos - bésame - ordenó seria.
-Qué? - pregunté asombrado. Desde los trece años que Bella pensó que yo era gay, jamás la volví a besar. Lo deseo más que a nada en mí jodida vida pero ahora me toma por sorpresa.
-Bésame, maldición! - ordenó molesta, titubeé un par de segundos y metiendo mi mano en el bolsillo trasero de su pantalón, apreté suavemente su culo y la sentí estremecerse. Con mi otra mano tomé su nuca y después de oler su cuello y dejar pequeñas caricias con mis labios por su mejilla, la besé.
Jodido infierno! Si antes pensaba que besarla fue ir al cielo, ahora siento que estoy tocando el jodido paraíso con los dedos mientras me quemo en el infierno. Su sabor, su olor, sus suaves gemidos y sus manos jalando mi cabello. Maldición! Es una deliciosa tortura.
Pasé la mano que tenía en su nuca a su culo y la apreté más a mi cuerpo, sabía que Bella podía sentir lo excitado que estaba, jodido infierno! Me estaba restregando en su pelvis, en plena cafetería, y me importaba una mierda. Mordí su lengua y Bella jadeó dejándome saborear su calor, me estremecí, era deliciosa. Dejé sus labios empecé a dejar un camino de besos a su cuello, la mordí dejando una pequeña marca y lentamente con mucho esfuerzo, me separé de ella.
Bella no me miró, simplemente me abrazó y se recostó en mi pecho durante un largo rato. Mis "amigos" hablaban y reían entre ellos sin prestarnos la más mínima atención, Garrett me sonrió y alzó su pulgar en aprobación. Él más que nadie sabe cuánto la amo, y a pesar de que ella crea que es mi hermanastra, jamás dejaré de amarla.
Esa fue la primera vez que toquésu culo, la primera vez que probéel sabor de su lengua y su esencia, la primera vez que Bella sintiómi erección, la primera vez que mordísu cuello y la última vez que Jacob se acercóa ella.
18 años de edad
-CABRÓN DE MIERDA! - me exalté cuando escuché su grito, era inconfundible. Esme me miró con los ojos como platos. Era normal escuchar a Isabella maldecir y blasfemar, pero Esme seguía sorprendiéndose por eso - VETE AL JODIDO INFIERNO, MALDITO PUTO BASTARDO - gritó nuevamente y luego escuchamos el azote de la puerta.
-Creo que está molesta - murmuró Esme metiendo la lasaña en el horno, hoy era el cumpleaños dieciocho de Isabella. Ella como excelente, dulce y amorosa "hermana" me hizo un pastel de cumpleaños cuando cumplí los dieciocho hace seis meses y me compró una botella de tequila la cual nos tomamos juntos en una fiesta privada en mi habitación. Ahora me tocaba devolverle el favor.
Lastimosamente no se cocinar una mierda, y mi querida madre me está ayudando. Isabella ama la lasaña y estoy preparándole una, en la mañana pasó el día con Esme de compras y había salido hoy en la tarde con James, un cabrón malnacido de la universidad, que le insistió en llevarla a comer por su cumpleaños, al parecer no salió bien, igual estaba tranquilo, ella pasaría la noche conmigo.
-Tú crees? - pregunté con burla mientras trataba de limpiar la cocina, Bella pasó como alma que lleva el diablo directo a su habitación. Ahora Bella y yo vivíamos en un apartamento cerca de la NYU, la casa de mis padres quedaba muy lejos y ambos acordamos estudiar en la misma universidad, Carlisle nos compró uno a unas pocas cuadras de este, mis padres nos visitaban constantemente.
-yo mejor me voy - Dijo mi madre quitándose el delantal, yo reí. A mamá no le gustaba estar cerca de Bella cuando estaba molesta, decía que tenía el carácter de su padre. Nunca lo conocí, en realidad, ni siquiera Bella lo recuerda, él murió cuando ella apenas tenía tres añitos, pero era muy amigo de mis padres.
-Le tienes miedo? - pregunté con burla.
-Sabes que sí, esa niña es volátil cuando se molesta - murmuró tomando su cartera, era verdad, un día Esme regaño a Bella por rayar una de las paredes de mi habitación, Bella le lanzó unas tijeras, apenas tenía nueve años. Pero desde que la conozco ha sido una rebelde que me ha metido en problema tras problema por sus ocurrencias. - te quiero, bebé. Saca la lasaña en una hora y Cuida de tu loca hermana.
-Sí, mami - fruncí la boca al escuchar esa palabra "hermana" Esme la empezó a decir cuando tenía nueve años. Ya Bella tenía un año viviendo con nosotros y como celopata poseso que soy vivía protegiéndola y alejándola de todos. Esme lo atribuía a celos de hermano, yo desde un principio lo llamé amor.
Me levanté del buró y despedí a Esme en la puerta, tomé una larga respiración y caminé a mi habitación, fruncí el ceño cuando no la vi, era extraño, ella vivía más en mi habitación que en la suya. Cerré la puerta y caminé hasta la de ella, sin siquiera tocar entré, no la vi en la cama, pero escuché el agua correr, estaba en la ducha. Salí de su habitación y caminé hasta el baño. Teníamos uno solo y debíamos compartirlo.
-Bella? - Toqué dos veces y esperé.
-Pasa! - exclamó con voz alta, se oía molesta pero por lo menos no estaba pagando su rabia conmigo. Por ahora. Entré al baño y el vapor del agua caliente me golpeó. Miré hacia la ducha y estaba vacía. Me giré y la vi en la tina, estaba llena de agua caliente sin espuma y ella estaba adentro. Tragué grueso y respiré antes de acercarme.
-Que pasó, Bells? - pregunté desviando la mirada mientras me sentaba a la orilla de la tina, "Maldición" el agua era extremadamente cristalina, se podía ver todo... Todo.
-el cabrón de mierda de James me llevó a "Portselao" la pasamos bien, tomamos vino con una deliciosa comida, se portó excelente.
-y cuál es el problema? - murmuré molesto. Ese hijo de puta no hace nada de gratis.
-Que luego fuimos al cine y empezó la parte en donde el hormonado insatisfecho sexual quiere algo más que un abrazo. - contestó indignada, me obligué a mirar a los ojos y solamente a los ojos para tratar de entenderla. Era fácil leer sus pensamientos y emociones solo con verla.
-tenías que atenerte a eso, yo te lo advertí. Ese tipo es un crack en cuanto a conquistar mujeres, lo sé, Bella. - murmuré resignado, Bella es muy terca y hace las cosas como le venía en ganas.
-Lo sé. Pero insistió tanto que le dije que sí. Sabes que es lo peor? - la miré esperando su respuesta - el muy maldito me llevó a un Motel - la rabia que estaba a miles de kilómetros de aquí me invadió enseguida, apreté los dientes y gruñí, nadie tenía el derecho de tocar a Bella, mucho menos de llevarla a la cama. Desgraciado malnacido.
-lo mato - sisee entre dientes levantándome de la orilla de la tina. De que lo mataba hoy mismo lo mataba.
-No! - sentí la mano de Bella agarrarme el brazo cuando caminé a la puerta - Edward, no. - escuché en su voz ese tono de súplica - sé que eres capaz, sé que puedes darle su merecido, sé que me defenderías hasta la muerte, pero no lo hagas - pidió tratando de apretar mi brazo, seguía de espaldas a ella pensando las mil maneras de matar a ese jodido gigoló.
-Dame una maldita razón para no hacerlo - bramé entre dientes. Bella aflojó su agarre y poniendo su otra mano en mi hombro me giró.
Miré sus ojos llenos de súplica y miedo, miré sus labios entreabiertos, su cuello, su clavícula llena de pequeña gotitas de agua, miré sus hermosos senos, llenos y firmes, sus rosados pezones duros por el frio, miré su abdomen plano y terso, mojado por muchas más gotas de agua, vi su monte de venus, depilado, terso... Hermoso. Sus torneadas piernas, sus candentes curvas. Ella no se tapaba, me dejó mirarla, sin pudor, sin miedo. Me faltó el aire. Me faltaba coraje. Me faltaba valentía.
-no quiero que te haga daño - susurró con la voz rota y se lanzó a mi abrazándome, estaba en shock. Yo no tenía camisa, solo tenía un jean y mis zapatos. Podía sentir sus duros pezones rozándose con mi pecho. Su mejilla en mi hombro y sus brazos alrededor de mi cuello. Había dicho que cada pequeño momento que Bella me brindara, lo aprovecharía al máximo.
Pasé mis manos por sus caderas hacia su espalda baja acariciando toda la piel a mi paso, junté mis manos en el inicio de su hermoso culo y deje reposar mis manos en sus nalgas, apoyé mi barbilla en su cabeza y aspiré su delicioso aroma. La apreté un poco más a mi cuerpo sintiendo la fricción de sus pezones y reprimí un gemido, que para mi sorpresa, Bella no reprimió.
Ella se separó un poco de mi dejándome esa hermosa vista de su rostro y sus pechos, ella acarició mi mejilla pidiéndome con la mirada que no me fuera, que no la abandonara. Jamás rompo una promesa, aun la recuerdo, "jamás la abandonaré" mantengo mi palabra, soy un esclavo más a los pies de mi hermosa Bella.
-mi corazón late como loco. No vuelvas a asustarme así, no vuelvas a tratar de irte - pidió con suplica - siente mi corazón - tomó mi mano llevándola a su seno izquierdo - no vuelvas a hacer eso. Promételo - pone mi mano en el seno, no por encima de él. Aun así puedo sentir sus rápidos latidos, pero es lo que menos importa. Su seno está en mi mano, es suave, firme, y delicioso. Lo apreté débilmente y Bella jadeó un poco, era exquisita, pero no era mía.
-lo prometo - jadee con la voz algo ronca.
Esa fue la primera vez que casi rompo mi promesa, la primera vez que vi a Bella desnuda, la primera vez que sentísu cuerpo desnudo rozando con el mío, la primera vez que toquésu seno. La segunda vez que prometíjamás dejarla.
19 años de edad.
-Edward? - escuché que Isabella me llamaba.
-En la cocina! - alcé la voz para que me escuchara, Emett y Jasper, mis amigos desde que entré a la universidad habían venido a visitarme y a desvalijar la cocina. Pasamos el día viendo el futbol, los dos eran fanáticos y estaban en el equipo de futbol conmigo en la universidad. Mis mejores amigos, inclusive puedo incluirlos con Garrett.
-Bella, hermosa. Hola - saludó Emett mirando a mi hermosa chica. Isabella hoy había ido a la piscina privada del country club al que pertenece la familia con Rosalie y Alice, sus amigas de facultad para no estar con nosotros. Venía con una pequeña falda de jean muy corta y un top negro, los tirantes de su bañador rojo sobresalían por encima del top.
-Hola, Emett... Hola, Jasper - saludó mi chica. Al igual que Garrett. Jasper y Emett eran muy sobreprotectores con Bella y sus dos amigas. Solo a ellos podría confiarles la seguridad de Isabella con los ojos cerrados. La quieren como a una hermana y eso me tranquiliza.
-Hola, Bellita - Dijo Jasper, miró hacia la entrada buscando algo o alguien. - y Rose y Alice? - preguntó confundido.
-Rose está en su casa, creo que un tal Royce iba a visitarla y Alice se fue con Riley a la facultad de arte, creo que él necesitaba una musa para su proyecto final - murmuró ella entrando a la cocina para abrazarme.
-QUE? - dijeron ambos al mismo tiempo mientras yo abrazaba a Bella y le daba un beso en el tope de su cabeza.
-me voy - bramó Emett tomando sus llaves para correr a la puerta.
-nos vemos - dijo Jasper segundos después para seguirlos.
-En verdad Alice será musa? - pregunté sorprendido, ella no era una chica tímida pero tampoco era de las que posaba para cualquiera.
-No. Necesitaba que se fueran para hablar contigo. - dijo separándose de mí, se veía nerviosa y algo asustada.
-Qué pasa? Estas bien? - pregunté acercándome a ella, la acorralé entre el refrigerador y mi cuerpo mientras que con mis manos tomaba su cara y la miraba fijamente.
-Sí, estoy bien - contestó pero desvió la mirada - tengo... Tengo que decirte algo - titubeó un poco y me miró.
-qué cosa? Porque estas tan nerviosa? Alguien te hizo algo? - pregunté más ansioso, si algún bastardo la tocó lo mato.
-No, en realidad no. Es que... - me separó de ella y caminó a la ventana que tenía el comedor, miró el paisaje durante un momento - no sé cómo decírtelo - susurró bajando la cabeza. Me acerqué a ella y la abracé por detrás. Posé mi barbilla en su hombro, mis manos en su vientre y mi pene duro en su espalda baja.
-Sabes que puedes decirme lo que quieras, Cariño - le incité hablándole suavemente al oído - entenderé lo que pase. - ella suspiró y dándose vuelta me miró a los ojos.
-Soy gay. - Dijo convincentemente sin apartar su mirada.
-Qué? - jadeé dejando salir todo el aire de mi cuerpo.
Esa fue la primera vez que sentíque mi mundo se derrumbó, la primera vez que una erección desaparecióinstantáneamente, la primera vez que mi corazón se rompió. La primera vez que supe que la perdísin haberla tenido.
22 años de Edad.
-CORRE, JASPER, CORRE! - grité entre asombrado y sonriente.
-No es así. - me dijo Emett riéndose mientras golpeaba mi brazo - es CORRE, FORREST, CORRE! - gritó hacia Jasper y ambos reímos a carcajadas, era gracioso ver a Jasper, mi Quarterback, huyendo del hermano mayor de Alice, Sam, el tipo le llevaba un buen rato siguiéndolo. Es casi del mismo porte de Emett y solo esperaba la oportunidad perfecta para matarlo.
Y sí que la había conseguido, Sam había encontrado a Jasper comiéndose a Alice en el campo de futbol detrás de las gradas, ellos eran novios desde hace unos pocos meses, pero mi corredor, Sam, no lo sabía... Hasta hoy que terminó la práctica. Alice estaba gritando como loca detrás de Sam y este a su vez corría detrás de Jasper por todo el campo mientras que Emett y yo nos encontrábamos en las gradas riéndonos de Jasper.
-Hola, chicos. - dejé de mirar a Jasper para mirar a mi hermosa chica. Bella hoy vestía una falda negra corta, muy corta, de polcas, unas botas militares negras y una camiseta blanca holgada donde mostraba su brasier en algunas partes, sus hermosos pechos firmes aguantados por ese brasier fucsia y su cabello suelto en ondas.
-Hola, bebé - Saludé a Bella dándole un beso en la mejilla mientras ponía mi mano en el inicio de su hermoso culo.
-Hola, Bells - Le dijo Emett revolviendo su cabello.
-Hola, Emy - le contestó mi hermosa chica - Edward, quiero presentarte a alguien - murmuró Bella sonriéndome. Mi sonrisa desapareció cuando me percaté de que había una chica cerca de nosotros. Cuando Bella me dijo que era gay, pasé casi una semana sin hablarle, tratando de asimilar ese hecho y tratando de blindar mi corazón para poder estar cerca de ella sin echarme a llorar, la amo más que nada y saber que la perdí sin tenerla, fue difícil.
-Quien? - pregunté tratando de aparentar tranquilidad.
-Ella es Tanya - señaló a la rubia con cuerpo de infarto que vestía un pantalón de mono negro, zapatos deportivos blancos y una camiseta ceñida blanca - mi novia. - Dejé de mirar a la chica para ver a Bella.
-Tu... Novia? - preguntó Emett y vi que tenía una excelente cara de póker, Emett y Jasper también sabían que amaba a Bella más que a nada, así que esto le ha caído de sorpresa, solo yo sé de su "gaysidad"
-un placer conocerte... Tanya - mascullé su nombre al final y me obligué a forzar una amarga sonrisa. Una cosa era saber que Isabella fuera gay, pero una muy diferente que me presente a una "novia". Maldita sea, bastante difícil fue mantener alejado a cada maldito hombre de ella, como demonios la mantenía alejada de las mujeres?
-igualmente, Edward - murmuró con un pequeño tono de burla que me supo muy amargo, Bella se zafó de mi agarre y tomó la mano de Tanya.
-iremos a casa, invité a Tanya a comer. Te espero para la cena? - me preguntó dulcemente.
-hamm... Sí, claro - contesté apretando los dientes. Mientras pudiera hacerle el mal tercio y alejar un poco a la jodida rubia de ella... Lo haré.
Esa fue la primera vez que Isabella me presentóuna pareja, la primera vez que odiéa una rubia, la primera vez que desconfiéde todas las mujeres alrededor de Bella. La primera vez que sentía celos de una mujer.
25 años de Edad.
-Vamos, cariño. Solo un rato - le pedí poniendo esos ojitos de gato suplicante que Alice me había enseñado a hacer. Ella me miró un poco preocupada mientras fruncía los labios.
-y si ella está ahí? - preguntó preocupada.
-Tranquila, amor. Bella no está en casa. - tomé sus manos y le di un beso en ambas - te prometo que no te hará nada. - le sonreí dulcemente.
-Debes prometerlo, Edward. La última vez que estuve aquí, Bella casi me clava un cuchillo en la espalda, literalmente - murmuró molesta.
-primero me lo clava a mi antes de que te haga algo, lo prometo - besé sus suaves labios y ella suspiró.
-Está bien, Cullen. Solo lo hago porque te quiero - le sonreí satisfecho y saqué las llaves del apartamento para entrar.
Conocí a Emily una día que fui a buscar a Bella a una de sus clases, salía muy tarde y me dijo que no la dejara sola. Me llevé una sorpresa cuando llegué a la sala de ingeniería y ella no estaba, solo estaba Emily, tratando de armar un extraño motor, Bella me escribió en ese momento diciendo que se había ido con Tanya, esa perra bastarda siempre interfiriendo en mi camino.
Me quedé con Emily y empezamos a salir como amigos. Un mes después nos hicimos novios, ella era hermosa, dulce, cariñosa, atenta pero sobretodo no era rubia, odiaba a las rubias, cuando se la presenté a Bella, esta hizo un berrinche y hasta un par de tazas me lanzó, y cuando traje a Emily a casa la semana pasada, Bella salió de mi habitación y la vio. Casi la mata, odiaba a Emily y no sé por qué razón.
Abrí la puerta del apartamento y dejé pasar a Emily primero, había salido temprano del hospital y ella estaba libre, "gracias a Dios por los jueves libres" pensé feliz, eran pocas las veces que podíamos vernos. Empecé a trabajar, en realidad, aún era interno en el hospital local, me faltaban dos meses para mi licencia pero hoy tuve mi día libre y decidimos pasar el tiempo juntos, además, tenemos dos meses de novios. Tenía que compensárselo.
-Vez! Sin rastros de Bella - Le dije cerrando la puerta, ella suspiró y se giró hacia mí, rodeó mi cuello con sus brazos y me besó. No había tenido intimidad con Emily, ella siempre buscaba la manera de meterse en mis pantalones desde hace un mes pero, no quería, no lo veía correcto aun.
-te quiero, Edward. No sabes cuánto - susurró en mis labios. Sonreí y dejé un suave beso y mordí su labio inferior.
-yo también te quiero, Emy. - le devolví el beso con mas pasión. Qué demonios! Jamás he estado con una mujer con la estúpida excusa de que mi primera vez sería con Bella. Han pasado diecinueve años de espera. Al demonio, debo resignarme, Isabella jamás será mía.
-creo que estoy logrando mi cometido - gimió apretando mi pene erecto por encima del pantalón. Gruñí sintiendo una descarga de placer y mordí su cuello haciéndola gemir.
-Vamos a mi habitación - Dije sin soltarla, seguí besándola mientras caminábamos, toqué su senos, su abdomen, su culo y me sentí excitado "quien me dijo que no podría disfrutar de otra mujer que no sea Bella" al diablo Isabella, algún día debía superarlo.
-Edward! - me separé de Emily rápidamente y me tensé al escuchar la voz cargada de ira de Isabella.
-Hay Dios - susurró Emily escondiéndose detrás de mí. Sabía que temía por su vida.
-Bella, que pasa? - pregunté haciéndome el desentendido. Ella si podía andar haciendo quien sabe que cosas con Tanya, pero yo no puedo ni siquiera besar a mi novia?
-Necesito hablar contigo - murmuró seria, miró a Emily y frunció la boca con molestia - Emily - murmuró en un saludo desdeñoso.
-Bella - susurró Emily detrás de mí.
-De que quieres hablar? - pregunté serio, esta situación ya me estaba molestando.
-Podrías... Irte, Emily? Necesito hablar a solas con Edward - pidió increíblemente cortés, cosa que me sorprendió.
-Sí, claro - Me giré hacia mi chica y le sonreí.
-Prometo recompensarte - susurré y le di un beso en los labios - te quiero, amor.
-y yo a ti - susurró sonriéndome. Pasó cerca de Bella y salió rápidamente del apartamento. Suspiré con molestia y caminé hasta la sala, me senté en el sofá y esperé a que Bella se acercara y hablara. Había dejado ir a Emily, tenía una puta erección doliendo como los mil demonios y si esto fue una burda excusa barata, explotaré, mi paciencia no da para más.
-habla, Bella - ordené cuando ella quedó parada frente a mi sin decir una palabra - no me hagas perder el tiempo. Has corrido a Emily, otra vez. Si no dirás nada, me voy. Tengo mejores cosas que hacer con Emy - Bramé levantándome del sofá. No sé de donde me salía tanto coraje pero ya estaba cansado de ser su esclavo y hacer su jodida voluntad.
-Edward - llamó cuando casi salía de la sala. - lo siento - susurró. Me detuve en seco y me giré.
-Que dijiste? - pregunté con asombro, Bella jamás se había disculpado por nada en la vida.
-Mira, sé que me he portado como una perra brabucona desde siempre y que te jodí la vida cuando me conociste, pero eres la única persona en quien confío, te quiero más que a nadie en este mundo, y... Lamento ser tan mala. - bajó la mirada y suspiré. Diablos, no puedo estar molesta con esta chica.
-Tranquila, bebé - susurré acercándome a ella. La abracé apretándola a mi pecho y le di un beso en la cabeza - yo también lo lamento - solté el aire y apreté un poco más a Bella - pero has cambiado, eres diferente y ahora que también intento tener una relación... La dañas. – le reproché tratando de no sonar molesto.
-Lo sé, es que... Estoy nerviosa por una cosa que me pidió Tanya y... He estado molesta y no sé qué hacer! - exclamó soltándose.
-qué cosa te pidió? - pregunté confundido mientras ladeaba la cabeza.
-quiere... - se detuvo un momento, me miró fijamente y suspiró - Tanya quiere hacer un trio... Contigo.
-Qué? - pregunté sorprendido. - por qué?
-Es que... Aún no hemos hecho... Eso! - dijo tímidamente mientras se sonrojaba. Me sorprendí enormemente. Jamás pensé que Bella aun fuera virgen. - y estoy nerviosa.
-y... Que tengo que ver yo en todo eso? - pregunté con asombro y confusión.
-Ella dice que... Quizás necesito que alguien de confianza esté conmigo. Ella pensó que tú habías sido mi primer hombre. Quizás, si me ayudas en esto... Podré ser menos tímida en ese asunto. Quiero estar con Tanya pero me da miedo. - bajó la mirada y silbé lento y largo.
-eso sí que me toma por sorpresa. - murmuré dándole la espalda. Mi sueño de la vida, el anhelo y mi mayor deseo. Ser el primer hombre en la cama de Bella, uniendo la fantasía de tener a dos mujeres en mi cama... Será que Dios está premiándome todo lo malo que he pasado en mi jodida y amarga vida?
-lo harás? - preguntó abrazándome por detrás. Me dio un beso en la espalda y pasó sus manos a mi abdomen y me apretó - eres el único hombre en quien confío, el único que me ha visto desnuda, el único que me ha tocado, solo tú puedes ayudarme. Por favor?
-Bella... No sé - murmuré debatiéndome internamente. Si lo hago, seré el hombre más feliz de la tierra, pero todo podría volverse incomodo entre nosotros, y cuando la haga mía, la estaré reclamando como mi propiedad, no dejaré que ni siquiera Tanya la toque, y eso es un problema - el sexo vuelve las cosas difíciles.
-no lo será - insistió, me dio la vuelta y tomó mi cara entre sus manos - solo a ti podría entregarme, Tanya está dispuesta a aceptarlo. Por favor?
-Podría... Podría pensarlo primero? - pregunté con voz ronca mientras daba un par de pasos hacia atrás, era mucho para asimilar ahora mismo. Ella acortó la distancia entre nosotros rápidamente y me abrazó.
-Solo en ti confío – susurró y se separó de mí con sus ojitos llenos de temor. – si decides decir que si, estaremos esperándote en el Hilton el sábado en la noche, la reservación estará a mi nombre. – suspiró y se obligó mirarme ya que mientras hablaba no lo había hecho. – te quiero, Edd.
-ok – susurré aun en shock y sin preámbulo alguno salí del apartamento.
Esa fue la primera vez que me proponían un trio, la primera vez que quería abrazar a la bruja de Tanya por esa idea, la primera vez que tomé en serio una relación, la primera vez que pensaba antes de aceptar una proposición de Bella. La primera vez que ella me ofrecía lo que más anhelaba.
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Holaaaaaa... hasta aquí llega la primera parte de este Two Shot. si les ha gustado, díganmelo saber... si quieren que publique la segunda parte también, me gustaría saber cual es su opinión. besiiitooooos. :)
