Desconsuelo.
(Palimpsesto)
Ryuichi estaba acostado sobre su cama espaciosa. Tenía el rostro afiebrado, pero sonrió a Tohma cuando éste entró al cuarto. El rubio se acercó a la cama y se sentó en el borde, sin saber bien qué decir.
—Estoy bien—se apresuró a asegurar el vocalista—. Noriko siempre exagera.
Ryuichi contuvo la respiración cuando el tecladista posó su mano sobre su frente y luego sobre sus mejillas ardientes y su cuello. Sintió alivio al percibir el contacto fresco.
—Tienes fiebre—constató sin mirarlo a los ojos—. ¿Te molesta que esté aquí?
—¡No!—exclamó enérgicamente y luego, más calmo—. Nunca podrías…—y su voz se apagó mientras mantenía sus ojos azules sobre la colcha que lo cubría—. Sólo que no quiero importunarte—finalizó débilmente.
—No lo haces—y le sonrió con una ternura extraña en él—. Hoy me quedaré contigo ¿está bien?
Ryuichi esbozó una sonrisa frágil y sus ojos brillantes se llenaron de lágrimas, pero Tohma no las vio o no quiso darse cuenta de ellas. Ágilmente se incorporó y se dirigió a la cocina para prepararle una sopa a su compañero. Mientras, en su cuarto, el vocalista se tapaba la boca con su puño para acallar los lamentos que pugnaban por escapar de su pecho. ¿Por qué el amor tenía qué doler tanto?. ¿Por qué Tohma no podía corresponderle?
Noche.
Tohma humedeció con un paño frío el rostro cálido de Ryuichi. Éste murmuraba su nombre frecuentemente y el rubio hacía lo que podía para tranquilizar a su inquieto compañero, sin embargo, cada vez que fijaba sus ojos en el rostro angustiado del vocalista, una dolorosa presión oprimía su corazón.
—Tohma—musitó el vocalista, pero esta vez tenía los grandes y brillantes ojos azules abiertos—, te quiero.
—Duerme, Ryu…
—¿Por qué no me crees?—y sus ojos nuevamente se inundaron de lágrimas—. ¿Por qué no puedes amarme como yo te amo?
—Ryu…
—¡Quiéreme!. ¡Ámame como yo te amo!
Los sollozos sacudieron su cuerpo débil y extenuado, y en esta noche, con el frío hiriente y la soledad abrumante, Ryuichi pareció para siempre roto e irrecuperable y triste, tan inmensamente triste. Tohma le asió la mano suavemente y entrelazó sus dedos, y le quiso en ese instante más que a nadie, pero sólo fue ese instante y Ryuichi lo supo.
Fin.
Nota de la autora: gracias por leer.
Siempre me ha gustado esta pareja y tenía ganas de escribir algo, y esto resultó. Quería una historia con un final feliz, sin embargo, no pude, porque para eso hubiese tenido que caracterizar a Ryuichi tal como es, y no sé hacerlo (eso de comportarse como un niño, de abrazarse a su peluche, etc.), por eso, lo caractericé enfermo. Ojalá alguien escriba sobre esta pareja, porque hay muy pocos fics de ella.
