Este fic participa en el Reto de Apertura "Mi personaje favorito" del Foro Mentes Criminales: Unidad de Análisis de Conducta

Los personajes pertenecen a la CBS y a Jeff Davis

Mi ángel en el cielo

Se pasó parte de la noche dando vueltas en la cama, sin poder dormir. Todavía recordaba la sensación de angustia y pérdida que había sentido cuando dispararon a Reid, cómo se había confundido de nombre y cómo pensó que iba a perder a otra persona a la que quería. Por eso, tras la conversación con Rossi en el coche, lo había decidido, no quería perder también a la única familia que le quedaba por dedicarse únicamente a su trabajo. Bastante habían sufrido ya.

Le envió a Hotch un mensaje en el avión, mientras su mente volvía una y otra vez a su pequeño. Lo echaba tanto de menos...Habló con James al llegar a casa, le contó lo sucedido, lloró en sus brazos y él estuvo de acuerdo con ella en la decisión que había tomado.

Miró a su derecha, y vio a James plácidamente dormido, y por un momento, sintió una punzada de envidia. Ella no podía dormir, y no dejaba de darle vueltas a sus recuerdos. Sabiendo que no podría volver a conciliar el sueño, decidió levantarse. Se cubrió los hombros con una manta y miró hacia la cama por última vez.

Sin hacer ruido para no despertar a su marido, cerró la puerta con cuidado, y se encaminó a la habitación de invitados del final del pasillo. Abrió el armario y de puntillas, quitó varias cajas de las zona de arriba, hasta encontrar la que estaba buscando.

Se ciñó un poco más la manta, y conteniendo un suspiro, abrió la caja. Allí estaban todos los recuerdos de Ethan, todas las fotos, todos los dibujos, todas las pequeñas cosas que había guardado desde que su pequeño hijo había nacido. Su primera ecografía, el primer mechón de pelo, su primer diente...y todas las cosas que una madre orgullosa guarda de su hijo. También el diario que ella misma había escrito desde que se había enterado que estaba embarazada, y los álbumes llenos de fotos de los tres. Habían sido una familia perfecta y tan feliz...

No se había dado cuenta que las lágrimas rodaban por sus mejillas, hasta que nublaron su vista por completo. Había pasado mucho tiempo desde que había perdido a Ethan, pero lo echaba de menos igual que el primer día. Todavía pensaba a veces en qué era lo que se lo había arrebatado, pero no le gustaba torturarse de esa manera.

De vez en cuando, y aunque le doliera en el alma, necesitaba abrir la caja de Ethan y recordar a su pequeño, después se sentía mejor. Sabía que su hijo la protegía desde allí arriba, que la miraba y la cuidaba. Se limpió las lágrimas, recogió las cosas y cerró la caja. Porque aunque doliera, la vida continuaba.