Adieu
El viento comenzó a mecer suavemente sus castaños cabellos mientras se mantenía con la mirada fija hacia la Dama de Hierro, quien, imponente, dominaba la Ciudad Luz.
A pesar de haber regresado varías veces, pues era su ciudad favorita, Lita no había tenido las agallas de confrontar el pasado, y deshacerse, de una vez por todas, de todo el resentimiento que le tenía a su sempai, quien veinte años atrás le había jurado amor eterno cuando solo era una joven de veinticinco años.
Una lágrima rodó por sus mejillas.
Ya no quería seguir en lo mismo, ella no lo merecía, ni su esposo e hijos. Y no es que hubiera sido infeliz. Al lado de Andrew, tenía toda la felicidad y el amor que siempre buscó, pero el fantasma de su sempai la había atormentado todos esos años.
Por eso estaba ahí, como lo tenía que haber hecho desde la primera vez que dejó París, dispuesta a soltar el pasado de una vez por todas.
Caminó hacia las verjas que impedían asomarse desde lo alto de la terraza del Trocadero, siempre con la Torre Eiffel mirando cada uno de sus movimientos, y ahí lo encontró, oxidado por el paso del tiempo, aquel candado que pusieron una noche de julio, antes que él partiera, dejándola sola, con sus ilusiones rotas.
La castaña se agachó, tomándolo entre sus dedos. Aún tenía grabadas sus iniciales.
La mujer cerró los ojos, inspirando profundamente, para después abrir su pequeña bolsa y sacar unas pequeñas llaves.
No sabía por qué las había guardado, pero aun las tenía, recordándole aquel engaño.
Hábilmente, abrió el candado, descolgándolo del lugar y lo empuñó fuertemente cerca de su pecho.
Guardándolo en su bolso, bajo la escalinata del Trocadero y atravesó los jardines en dirección al rio Sena.
Lita alcanzó el puente Iéna, situándose frente al afluente, dispuesta a acabar con los recuerdos.
- Sabes, hace mucho tiempo debí haber hecho esto – dijo, tomando el candado entre sus dedos – pero creí que al continuar mi vida, iba a poder olvidarte.
En ese instante, lo arrojó a las turbulentas aguas.
- No es que te ame, más bien, es el odio que siento por ti lo que no me dejaba vivir. Pero ya no más. Hoy te digo adiós para siempre, hoy me libero del resentimiento que te tengo, aquí donde todo comenzó, decido que termine.
La mujer cerró sus ojos, sintiendo como si por fin se quitara un gran peso de encima. Aspiró profundamente, dejando que el aire limpiara su alma.
- Sabía que te encontraría aquí – escuchó, mientras unos fuertes brazos la rodeaban.
- Andrew, no te oí llegar.
- ¿Estás bien?
- Mejor que nunca – respondió, con una sincera sonrisa.
El rubio le dio un dulce beso en la frente.
- Vámonos, la ópera está a punto de comenzar.
Tomando la mano de su esposo, Lita se alejó del lugar, dejando que su pasado por fin se hundiera en las aguas del río Sena.
Fin
Que tal Bombones! Cómo estan? Feliz año nuevo!
Pues ya estoy de vuelta por aquí y les dejo este drabble que espero les guste. Está basado un poco en una experiencia personal y creo que es la mejor manera de cerrar ciclos y empezar otros, y más ahora que estoy a unos días de regresar a mi casa.
Me despido Bombones, no sin antes desearles un excelente inicio de año, que todos sus proyectos puedan llevarse a cabo y les mando un cálido abrazo.
No se olviden de pasar por la página en Facebook, me encuentran como Gabiusa Kou y por nuestro grupo, Constelación estelar!
Besos estelares! :*
