Una sonrisa para ti

Autora: Tsubaki-11

ADVERTENCIA: Bueno, pues eso, que los personajes de Slam Dunk no me pertenecen (se pertenecen mutuamente ) y que es un fic yaoi, es decir relaciones hombre-hombre, así que si no te gusta... que haces leyendo?

Dicho esto, espero que disfruten

1. Obsesionado

Estaba cansado pero aún así, él continuaba, practicando día tras día sin descanso… hasta que su cuerpo le decía basta. Tenía que superara a sus rivales, tenía que convertirse en el número uno… tenía que ser el mejor!!!!!

Sin embargo sabía que aún era demasiado pronto, su cuerpo tenía un límite, pero algún día lo conseguiría y así superaría a su mayor rival!

Espera y verás Sendo… dentro de poco…- con estos pensamientos Rukawa volvió a coger el balón que había rodado cerca de sus pies.

Estaba en la cancha de cerca de su casa, en la que solía practicar todas las tardes después del instituto durante al menos 2 horas… Hacía poco que habían vuelto ha jugar un partido contra Ryonan y… habían perdido. Pero lo que más rabia le daba era la sonrisa que exhibía Sendo al darse la mano después del partido… era simplemente odioso, y no lo soportaba, aunque nunca dejaba ver nada a través de su rostro, por dentro estaba totalmente fuera de sí, odiaba perder, odiaba cansarse, odiaba a quien le había robado la victoria con una sonrisa celestial que le hacía caer en los infiernos… porque lo sabía, sabía que cada vez que exhibía esa sonrisa todo su mundo se detenía, no había ni el antes ni el después, solo él y Sendo y eso lo enojaba cada vez más porque no entendía que eran ese torrente de sentimientos que se agolpaban a las puertas de su corazón y de su mente derrumbando poco a poco esa indiferencia que se había apoderado de él durante todos estos años… si… odiaba a Sendo.

Después de caer rendido en el piso y no poder dar ni un paso más, Rukawa decidió que ya era hora de volver, miró su reloj, habían pasado 3 horas desde que empezó a practicar y no había descansado ni un minuto… era normal que estuviese cansado.

Se levantó y se dirigió a su casa estaba a pocos minutos andando así que llegó pronto y se dio una ducha. Mientras se duchaba pensaba en los movimientos de Sendo en el último partido, sus jugadas, intentando pensar como él para encontrar un solo punto débil, pero no los tenía; a su pesar tenía que reconocer que Sendo era perfecto en muchos aspectos, para empezar no había huecos en su defensa, sabía manejar al equipo dándole ánimos, tenía una técnica excelente y una resistencia asombrosa, a su lado él era solo un aprendiz.

Después de acabar de ducharse habiéndose reafirmado en su determinación, se preparó algo de cenar y puso la televisión. Vivía solo, había perdido a sus padres desde muy pequeño en un accidente de avión y lo habían criado sus abuelos, que conoció el mismo día del funeral. Sin embargo nunca estuvo cómodo con ellos porque eran una personas muy rectas que no aprobaban su futuro como jugador de básquet, así que en cuanto pudo, se puso a vivir solo manteniéndose con el dinero que había heredado de sus padres, los cuales tenían una pequeña fortuna ahorrada. Sus abuelos no se opusieron, viajaban mucho y un niño solo les traería problemas, además no se llevaban muy bien con sus padres, para ellos Rukawa era solo una carga.

Por esa razón había tenido que aprender a prepararse la comida, lavar, planchar (aunque mas bien estiraba la ropa por los dos lados haciéndola dos tallas más grandes ¬¬) y limpiar, porque aunque no lo parezca tenía una casa muy ordenada.

Pues después de cenar algo ligero y de poner la tele, como de costumbre, se durmió al instante. Para, al día siguiente seguir practicando.

Y así lo hizo, durante toda la semana continuó yendo a la cancha. Pese a que le habían dicho que no era bueno forzarse tanto, simplemente, no podía dejar de entrenar, cada vez que cerraba los ojos, solo veía esa sonrisa, cuando dormía, solo veía el rostro de Sendo y cuando practicaba lo driblaba una y otra vez queriendo que eso sucediera de verdad, queriendo poder ganarle y liberarse de esa obsesión, que no lo dejaba descansar.

Sin embargo, cada día se veía más cansado, unas ojeras estaban empezando a asomarse debajo de sus sesgados ojos azules, a parte, había empezado a sentir pequeños mareos y la vista se le distorsionaba de vez en cuando, incluso se planteó apalear a una chica que se le acercó con la intención de darle una carta de amor, a pesar de las ganas (y quien no tendría ganas de romperle los... ejem, ejem) lo único que hizo fue decirle que, por él, podía irse al infierno. Y lo más preocupante de todo era que ya no se dormía en clase, eso si, tampoco escuchaba al profesor, solo se limitaba a mirar por la ventana esperando acabar las clases para seguir practicando. El hecho de que no se durmiese no hacía que la aptitud del profesor hacia él cambiase, como no escuchaba era exactamente lo mismo que dormirse así que lo volvía a expulsar. En ese rato, Rukawa se iba al gimnasio pero no siempre tenía suerte y a veces estaba ocupado con lo que decidía irse a la azotea, allí podía pensar con claridad, siempre le habían gustado las alturas y le relajaban, era el único lugar donde dormía bien.

Más tarde en el entrenamiento...

- Rukawa tendrías que pensar un poco antes de actuar, se te nota muy cansado, tal vez deberías irte a casa a descansar, sabemos que te has estado esforzando mucho, pero creo que esto ya es demasiado- Ryota había notado los cambios experimentados por Rukawa en los últimos días y estaba preocupado: a parte de que era el mejor jugador que tenía, no quería que se lastimara, después de todo era un buen chaval.- no creo que sea bueno entrenar tanto.

- Tranquilo, estoy bien, solo un poco...

- Cansado. Y no es bueno que entrenes en estas condiciones, podría darte algo y estar ingresado y eso sería fatal para el equipo, así que como tu capitán te ordeno que te vayas a casa a descansar!

...- Rukawa no dijo nada, simplemente cogió su cartera, su bolso y desapareció. Sin embargo no se fue a casa, sino que se dirigió a la cancha para practicar: si no podía con el equipo, entrenaría solo.

Así que estuvo entrenando durante cuatro horas: driblar, encestar, tiro de tres, entradas, clavadas...lo probó todo, pero después del último tiro de tres que realizó sintió que las piernas le flaqueaban y que la cabeza le daba vueltas, así que tuvo que sostenerse contra la reja del fondo para no caer.

otra vez esos mareos... tal vez si que necesite descansar... no, no puedo! Tengo que seguir practicando!... aunque cada vez son más seguidos...

Mientras se estaba recuperando se le acercó una persona que le tendió una botella de agua, al principio no la vio y hubiese sido mejor no verla.

- Vaya Rukawa, no esperaba verte aquí- delante de él, con cara de sorprendido se encontraba la última persona que quería encontrarse: a Sendo.

-...

- Me habían dicho que había una cancha aquí cerca y he venido a ver que tal estaba.

-...

- Veo que estas tan hablador como siempre- Sendo volvió a exhibir una de sus sonrisas y Rukawa intentó no mirarle a la cara pero las fuerzas le volvieron a fallar y casi se cae cuando perdió el equilibrio suerte que Sendo lo sujetó- tendrías que tener más cuidado: pareces agotado y tal vez no sea bueno que estés entrenando tan duro. Si quieres puedes beber un poco de agua...

Sendo acompaño estas palabras con un tono preocupado mientras trataba de ayudar a Rukawa, pero este por su parte, se soltó en seguida y sin decir nada cogió su bolso y se comenzó a ir, cuando estaba casi fuera de la cancha le dijo:

- No necesito tu ayuda ni tu preocupación, estoy bien. Si estoy agotado o no es solo asunto mío. Tu preocúpate de tu suerte en el próximo partido.

Sendo estaba acostumbrado al tono de Rukawa y no le impresionó que le hablase así, después de todo Rukawa lo consideraba su rival. Sin embargo corrían rumores de que un jugador muy bueno del Sohoku se entrenaba cada día en esa cancha y que practicaba muchas horas seguidas cada tarde, Sendo quería ir a ver si de verdad era Rukawa o no, después de todo estaba preocupado: sabía que la fatiga era un mal síntoma que podía acabar en hospitalización si no se detenía antes... y él no quería que a Rukawa le pasase eso.

- Pero es que de verdad que se te ve cansado, además ese mareo que has tenido ahora puede ser algo grave, sería mejor que te acompañase a casa no vaya a ser que te pase algo...

Rukawa ni se molestó en contestar¿como se le ocurría pensar en la idea de acompañarlo a casa?, no quería que Sendo hiciese nada por él ni que se preocupase, después de todo nadie lo había hecho hasta ahora. Así que se iba a marchar, solamente quería salir de ahí y darse una ducha para tranquilizarse porque otra vez sentía esas emociones recorrer su cuerpo, pero al girarse notó que todo le daba vueltas: lo vio todo de colores difuminados y borrosos, los pies le fallaron, no sabía donde tenía que pisar... la cabeza empezó a dolerle mucho... oyó el pitido de algo que parecía una moto... y de pronto notó que su espalda chocaba contra algo frío y duro, lo último que oyó fue a Sendo gritando su nombre.

Pues aquí el final del primer capitulo, la verdad es que es mi primer fic largo de Salm Dunk así que no sé como me ha quedado... por eso cualquier sugerencia felicitación, tomatazo o lo que sea me ayudará a mejorar...

Así que por favor... dejen reviews!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!