A su manera
No lo comprendía y realmente ni siquiera estaba interesado en comprenderlo pero era horriblemente molesto que no pudiese sacar de su cabeza a ese estúpido herbívoro.
Aunque pensándolo fríamente era uno de los pocos herbívoros cuya existencia merecía la pena considerar, después de todo era fuerte y la fuerza era una de las cualidades que Hibari apreciaba mas que nada, por eso había permitido que ese molesto ser pasease a sus anchas a su alrededor.
Incluso en ese preciso momento su incansable charla salía de su boca a una velocidad que el moreno nunca pensó que una persona pudiese tener, el solo se limitaba a intentar dormir apoyado en una de las paredes de la azotea del instituto mientras el obseso del beisbol relataba todas y cada una de las cosas que se le venían a la cabeza. Aunque a Yamamoto le hubiese gustado alguna respuesta por parte del guardián de la nube el hecho de que le permitiese estar a su lado sin tener una de sus tonfas fuertemente clavadas en su garganta era más que suficiente.
Tenían una relación extraña, no podía decirse que fuesen una pareja pero tampoco que fuesen totalmente indiferentes el uno del otro. Yamamoto disfrutaba de la silenciosa compañía de Hibari y Hibari…. Bueno le permitía acompañarle, lo que ya era demasiado para el.
A pesar de todo al guardián de la lluvia le hubiese gustado saber algo más a cerca de lo que pasaba por la mente del otro respecto a él. Durante un momento se le quedo mirando fijamente en silencio, la ausencia del ruido llamado palabras que normalmente salía sin parar de la boca del otro llamo la atención del presidente del comité de disciplina que se molesto en abrir los ojos para comprobar si aun seguía ahí.
Por un momento le observo y alzo una ceja, no había experimentado nunca esa clase de sensación y debía admitir que eran molesta. A pesar de que esta no se comparaba con la emoción que sentía ante luchar contra un adversario fuerte podía incluso acercarse y eso le molestaba realmente.
Notaba como algo había cambiado en la actitud de Yamamoto y frunció el ceño, esa actitud le molestaba no era propia del herbívoro que había llegado a tolerar. Con brusquedad agarro la camisa del otro atrayéndole hasta dejar sus caras a pocos centímetros.
-Deja de poner esa cara Yamamoto Takeshi o te morderé hasta la muerte- esa débil sonrisita no era la respuesta que Hibari quería obtener y el siempre tenia lo que quería.
Los ojos del guardián de la lluvia se abrieron sorprendidos por el roce de sus labios, pero enseguida los cerró con fuerza sintiendo el dolor en su labio inferior. El sabor metálico de la sangre lleno sus sentidos, definitivamente la compañía de Hibari era muy peligrosa. Cuando el mayor le soltó pudo comprobar como no solo su boca estaba cubierta de sangre, pero eso al moreno no parecía importarle, más bien disfrutaba de lamer la sangre que manchaba sus labios.
Después de esta abrumante acción el guardián de la nube volvió a tumbarse, esta vez sobre las piernas del maniaco del beisbol. Una sonrisa se formo en los labios del menor, Hibari era difícil de entender, pero al fin y al cabo también sabia demostrar "cariño" a su manera.
FIN
