Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a la bella de J. K. Rowling. Pero la historia es completamente mía. Habrán fragmentos del sexto libro ligados entre la narración.
Holaaa! Aquí estoy yo. Este es mi primer fanfic, pero debo aclarar que no es mi primera historia. Como dice arriba, habrán pedazos del Príncipe Mestizo, pero solo en los tres primeros capítulos. El resto es después de la guerra y post-Howgarts. Ámenme, no sean tan duros conmigo. Quieran tanto esta pareja como yo lo hago. Para todas aquellas personas que hayan leído el prólogo en el momento en que era puro código, lo lamento. Cometí el error de no volver a revisar el documento. En verdad, lo siento. Como recompensa les dejo el primer capítulo también.
Prólogo
¿Es posible llevar a cabo una misma acción millones de veces durante toda tu vida y, de un momento a otro, sentir que es la primera vez que lo haces, que toma un nuevo cariz?
Yo no solo pienso que sí, lo he vivido.
Nuestras vidas están llenas de primeras veces. La primera vez que abriste los ojos, La primera vez que lloraste. La primera vez que reíste, que hablaste. Tu primer paso, la primera palabra, tu primera varita y tu primera escoba. La primera vez que leíste una novela, el primer día de clases en una escuela nueva.
Pero existen situaciones específicas que haces infinidades de veces en tu vida y, aun así, llega un momento en el que todo cambia, todo trasciende. Un momento en el que comienzas a prestar atención a lo que haces y, no solo eso sino que también esa acción se convierte en algo importante. Comienzas a sentir que es la primera vez que lo haces; ese es el momento en el que las cosas cambian.
Un ejemplo de esto es la primera vez que Draco voló. Él comenzó a montar en escoba a los cuatro años, pero no voló realmente hasta que tuvo ocho años. Y es que en cuatro años, él solo sentía que estaba montado en una escoba que se elevaba del suelo y daba vueltas por el jardín de su casa, mientras su madre nerviosa vigilaba que nada le sucediera. Pero un día al elevarse del suelo, en una escoba más grande que la anterior porque ya no cabía en ella y no era capaz de seguir sosteniendo su peso, Draco sintió una ráfaga de viento azotarle el rostro y cerrando los ojos se dejó llevar.
Conocía ese jardín a la perfección, por eso no hizo mucha falta ver por dónde iba. Draco voló y aun estando dentro de su casa se sintió lejos de esta. No pesaban ni la indiferencia de su madre ni el desprecio de su padre, no pesaban su estatus de sangre ni la fortuna de su familia. En esa escoba, debajo de ese cielo azul, no era nadie más que él. Solo era Draco. Se sintió libre.
Esa fue la primera vez que Draco voló.
Otro ejemplo de primeras veces es la llegada de Hermione a Howgarts. Desde que cumplió los siete años había tenido que cambiarse de colegio repetidas veces debido a sus estallidos de magia, aunque ella no supiera que en realidad lo que hacía era magia, que venían después de algún ataque ofensivo e insultante de sus compañeros de clase. Siempre era la nueva, siempre al llegar del nuevo colegio el primer día su padre le preguntaba cómo le había ido.
Pero cuando bajo del Expreso de Howgarts el primero de septiembre de aquel año y subió luego a las barcas que los llevarían a través del lago negro, Hermione deseo poder hablar con su padre sobre la llegada a un nuevo colegio. Deseo contar a su padre su primer día en Howgarts porque sabía que estaba en un colegio en el que podía ser ella misma dado que todos allí serían unos raritos y no habría ningún niñito idiota que la insultara por hacer cosas que los otros no.
Hermione sabía que en ese colegio no sería discriminada, que sería aceptada por primera vez. Y eso la hacía feliz.
Cuando dos almas están destinadas a ser y a estar juntas, al destino no le importará nada que se interponga entre él y cumplir con su propósito.
Draco y Hermione experimentaran muchas primeras veces por caminos separados que marcaran como han de ser sus vidas, pero también vivirán primeras veces juntos que les ayudaran a forjar la vida juntos que desean tener para ser plenamente felices.
