El aroma a café recién hecho impregnaba el aire dentro de las oficinas del equipo Alpha, en un día de trabajo era común escuchar el ruido de los teléfonos, el sonido de la televisión encendida y las conversaciones de los que trabajaban ahí, Jill Valentine la única mujer del equipo se encontraba sumergida en una montaña de carpetas con notas adhesivas, había sido una semana agotadora, días de mirar fotografías, revisar y llenar informes de un caso que se negaba a ser resuelto, era su segunda taza de café y todavía no eran ni las 11 am, se sentía cansada, frustrada por trabajar en un caso que al parecer no tenia salida, vio el calendario y se dijo a sí misma
Al menos hoy es viernes, en unas horas descansaré de esto- dijo viendo el desorden que estaba sobre su escritorio
De repente entre todo el alboroto que reinaba en el lugar escuchó la voz de su compañero que llegaba a la oficina, levantó la mirada y vio a Chris Redfield entrar con un refresco en la mano y una carpeta en la otra, se quedó viéndolo desde que entró hasta que tomó su lugar a cuatro escritorios del suyo, él le dirigió una mirada y la saludó inclinando ligeramente la cabeza, ella le respondió el saludo de igual manera y continuó trabajando.
El ambiente de trabajo era agradable, y aún mas los viernes, ya que por la noche se reunían todos los compañeros en el bar de Pete, era una vieja costumbre que tenían y Jill a pesar de ser mujer siempre los acompañaba aunque algunas veces terminaba siendo de taxi de algunos de ellos.
Jill se encontraba revisando de nuevo unas fotografías, era la quinta vez que las miraba cuando sintió un aroma de aftershave que le resultaba familiar, levantó la mirada y vio a Chris tomar una silla y sentarse delante suyo
¿Cómo vas con el caso?- le preguntó
Sigo revisando las declaraciones de los testigos pero ninguno aporta nada nuevo, estoy pensando que tal vez sea mejor que los interrogue yo misma, pero necesito autorización del capitán y ahora se encuentra de licencia- le dijo
¿Qué hay de las fotografías?-
Las comparé con los objetos encontrados y hacen falta algunos de ellos, el detective que llevaba el caso dice que envió toda la evidencia, pero no confío en ese hombre-
Te ves cansada- le dijo en tono suave
Lo estoy, pero ya es viernes y tendré el fin de semana para olvidarme de este caso, por cierto ¿Vas a ir al bar esta noche?- Jill le preguntó
Claro que si, Barry y los demás no me lo perdonaran, van a celebrar el cumpleaños de Joseph
Es verdad, su cumpleaños fue el martes pasado ¿No?-
Relájate Jill, luces estresada, ya ni siquiera recuerdas lo que sucedió hace unos días-
No te burles de mi Redfield, existen personas como yo que tienen que esforzarse mas si quieren conservar su trabajo- le dijo en tono de broma
Yo solo digo que te tomes las cosas con mas calma- le dijo sin dejarla de ver a los ojos
En ese momento se acercó Brad rompiendo la magia del momento
Chris tenemos que irnos, el equipo está listo-
Está bien, vamos- dijo Chris levantándose
Entonces ¿Te veo en el bar?- le dijo Jill
Claro- le contestó con una sonrisa
Chris salió de la oficina con Brad y Jill se sintió mas relajada, últimamente le costaba mas trabajo ocultar cuanto le afectaba estar cerca de Chris, y es que últimamente había dejado de verlo como un amigo, sabía que si en la oficina se enteraban de sus sentimientos sería objeto de burlas por parte de todo el equipo, los muchachos a excepción de Chris que era el mas reservado del grupo la llamaban "nuestra chica", y le hacían insinuaciones en tono de broma invitándola a salir o declarándole su amor pero todo era parte del ambiente de compañerismo que tenían.
Pasaron las horas, hasta que finalmente llegó la noche, Jill fue directamente a los vestidores a cambiarse de ropa, tomó su bolso y sus llaves y se dirigió al bar de Pete. Todos estaban en la mesa de siempre, Barry fumando un habano, Joseph y Brad jugando a los dardos, estaban también algunos miembros del equipo Bravo como Kevin y Kenneth que estaban conversando con Barry mientras bebían una cerveza. Jill se sentó en la mesa y se acercó Forest Speyer también del equipo Bravo a conversar con ella, pasaron los minutos y se dio cuenta que Chris no llegaba, eso era extraño ya que él era puntual con sus compromisos, esperó cerca de una hora hasta que todos se reunieron en la mesa y dos meseras se acercaron con cervezas y un pastel de cumpleaños, justo antes de que comenzaran a cantar "Feliz Cumpleaños", Jill les dijo
¿No vamos a esperar a Chris?
Él no va a venir, me llamó antes de venir aquí, parece ser que algo surgió y se disculpó- dijo Barry
No lo sabía- dijo Jill
Festejaron el cumpleaños de Joseph, esta vez Jill no tuvo que llevar a nadie, salió del bar y en lugar de tomar un taxi, decidió caminar, justo antes de irse se acercó Brad a ella
¿Segura que vas a estar bien?, ¿No quieres que alguno de nosotros te acompañe?-
Voy a estar bien no se preocupen, nos vemos el lunes chicos y no beban mucho- les dijo con una sonrisa
Salió del bar y caminó por las calles del centro de la ciudad, la mayoría de los negocios ya se encontraban cerrados a esa hora, no dejaba de pensar en la razón por la cual Chris no fue al bar esa noche, caminó varias calles hasta que vio el auto de él estacionado frente al "Bella Italia", un restaurante gourmet muy costoso, se ocultó detrás de un árbol en la acera frente al lugar, no tuvo que esperar mucho para ver salir a Chris con una mujer rubia muy guapa, Jill sintió que el corazón se le rompía y aún mas cuando la mujer en cuestión se despidió de él con un abrazo y un breve beso en los labios.
Jill salió de su escondite hasta que Chris se subió a su auto y se fue del lugar, ella tomó un taxi y fue directo a su departamento. Esa noche el dolor y los celos no la dejaron conciliar el sueño, muchas cosas vinieron a su mente, quizá si le hubiera hablado de sus sentimientos antes, si hubiera intentado conquistarlo en lugar de solo ser una amiga mas, no podía cerrar los ojos ya que la imagen de él con la mujer rubia la perseguía en sueños.
