Disclaimer: Ni Ouran Highschool Host Club ni Inuyasha me pertenecen y, ya saben, pertenecen a sus respectivos autores... yupi, yupi...
Capítulo 1: Comenzando por hoy eres un Host
"El instituto privado Ouran se define por, uno, familias prestigiosas, y dos, riqueza.
La gente próspera tiene mucho tiempo libre. Por lo tanto este Ouran Host Club trata que esos chicos atractivos que tienen tiempo ofrezcan hospitalidad a las señoritas encantadoras que también lo tienen y sacar provecho.
Es un juego elegante y único en este instituto de gente rica."
-"Como rayos llegué aquí?"
La chica suspiró, realmente frustrada. Con sus ojos color zafiro paseó por la habitación, haciendo que aumentara a cada segundo su deseo de que todo fuera simplemente un mal sueño...
(Comienzo del flashback)
Había pasado un año ya desde que su pozo de "vive pasado interactivo" se había cerrado, el que, si bien sonaba como un lugar divertido, lleno de florecitas, colores y cantos... Era un lugar de lucha eterna, sangre y experiencias cercanas a la muerte. Así como el cansancio extremo de cada día.
Pero, no hay que creer que una vez cerrado el pozo todo sería color de rosa, pues, la chica de cabellos azabaches se había puesto en entrenamiento con el gran señor eterno...
El gran señor era alguien que estaba involucrado en cada lugar en donde te encuentres, pues, puedes estar en la más humilde panadería y ten por seguro que quien posea la mayor parte de los derechos de los ingredientes del pan de tu mano será él... el presidente de Taisho Corporation.
Podrás verlo en todos lados...
Es el presidente de la compañía de computadoras más famosa del mundo...El entrenador oficial del ejército internacional...El espadachín más fuerte de la historia... una persona que nunca ha revelado su edad o alguna pista de su nacimiento o familia...
Nadie, excepto ella, sabía de su sangre demoníaca ni de su pasado.
Así es... El gran señor del Oeste... Lord Sesshomaru Taisho.
Así fue que Kagome Higurashi, miko y resurrección de Kikyo, protectora de la Shikon No Tama, se puso en un duro entrenamiento con Lord Sesshomaru como tutor con el fin de cambiar.
Días después, el señor Sesshomaru Taisho se percató de un pequeño detalle... tarde o temprano necesitaría de alguien que se adueñara de su gran negocio, un sucesor. ¿Y quién era más indicado que aquella persona a quien consideraba como hermana?
Aún así, había una simple condición puesta por el multimillonario...
Debería formarse en una academia de verdad, en un mundo paralelo en otras palabras...
La escuela de millonarios... Ouran High School.
~Días después~
-Kagome.
La chica miró al Señor Feudal con detenimiento, así como la prenda que llevaba en sus manos.
Para empezar, era extremadamente largo, milagrosamente ella podría llegar a caminar adecuadamente sin caer. Y su color... amarillo. ¿Realmente tenía que ser así? Es decir, ¿tal cual a una princesa inútil?
-Me rehuso.
Sesshomaru solo rió por lo bajo, lo sabía con tan solo mirar su expresión. Si algo era seguro, Kagome nunca cambiaría su opinión en cuanto se decidía.
-Está bien.
Justo y cuando las cosas parecían haberse vuelto normales, la vida le dió una vuelta totalmente inesperada. ¿Realmente las cosas anormales se volverían una rutina diaria, totalmente normal para ella?
-CRASH!- se pudo escuchar
Sin saber que podría haber pasado, corrió a toda velocidad. Aunque no quisiese admitirlo, en el fondo se preocupaba por quien había recibido el daño.
Se paró en frente a la gran puerta en dónde había oído el estruendo, un cartel a su lado decía "Tercera Sala de Música". ¿Había tantas salas de música en esta escuela?
En fin, con sus manos blancas tocó la puerta y realizó un pequeño movimiento, con la intención de moverlas.
Sin haberlo esperado, al abrir esa puerta Kagome Higurashi se encontró con...
-El florero de René era el objetivo de nuestra subasta en el instituto.-dijo un chico de cabello naranja claro peinado hacia la derecha y ojos ámbar.
-Eso no está bien.-dijo otro que lucía exactamente igual, solo que su cabello estaba peinado hacia la izquierda -Y pensábamos que podríamos haberlo vendido por 8 millones de yenes.
-¡¿8 millones de yenes?!-exclamó la otra persona de lentes y cabellos oscuros, que sudaba por todos lados.
Pudo reconocer enseguida quién era, Haruhi Fujioka de 16 años. Era muy conocida por ser la persona que entró a la escuela siendo una "plebeya", como ellos le llamaban. Aún así no le gustaba nada de lo que hacían, quizá, porque en el fondo podía entender lo que sentía.
-Sobre lo de pagar esto...
-¿Puedes?-dijeron ambos gemelos al unísono con un tono de burla en sus voces -¿Alguien que no puede comprarse un uniforme diseñado?
¿Acaso eran todos idiotas? Parecían no haberse percatado de su existencia. De cualquier modo, observó como un chico de gafas se acercaba a un rubio de ojos azules violáceos, el más estúpido aparentemente.
-¿Qué hacemos Tamaki?
-Cuando estés en Roma haz lo que dicen los romanos, si no tienes dinero, trabaja por ello. Comenzando por hoy eres...¡el perrito del Host Club!
Fue en eso que Kagome cayó en la cuenta...dijo "el perrito" y no "la perrita"... Ella era una mujer, miraran por dónde la miraran.
Pudo ver como la chica palidecía, por eso en contra de sus propios impulsos, se adelantó unos pasos.
-No pueden ser tan idiotas.- Todos la miraron sorprendidos ante su aparición estelar, había tenido razón en su teoría. Nadie la había visto
Tenía los ojos azules zafiro, que imponían miedo a toda persona que viera, que encajaban perfectamente con el uniforme azul claro que llevaba. Sus cabellos negros como la noche estaban totalmente sueltos. Parecía un chico realmente, pero no le importaba en absoluto.
-Higurashi-san!-dijo Haruhi
-¿Ese chico está en su clase, verdad?- dijo el de gafas a los gemelos
-Sí, pero no habla nunca.-dijeron.-Es muy frío.
Suspiró, por alguna razón se había hecho famosa. Pudo ver a Tamaki correr hacia ella, con rostro destellante, tal cual como un niño pequeño... solo que este tenía 16 años.
-Así que tu eres Kagome Higurashi, el heredero de la compañía del gran multimillonario Sesshomaru Taisho, ¡¿cierto?! ¿Por qué no te unes al Host Club?
-¿Host Club? ¿Y qué ganarían con tenerme a mí?- preguntó confundida
¿Qué era el Host Club? Ni idea, pero no sonaba muy bien de todas maneras. A sus espaldas pudo sentir un tecleo, del cual supuso que provenía de aquel chico tan frío de gafas.
-Según mis datos... Hoy es tu primer día aquí y ya tienes más de 20 clubes de fans con 1.245 fangirls en cada uno...
Eso la dejó algo impactada, pero fue hábil a la hora de disimularlo. ¿Cómo tenía tantas fangirls siendo que ella era una simple chica? De cualquier manera, con aquello pudo confirmar que aquel club no traía algo muy bueno en sus manos. Comenzó a caminar hacia la puerta, con la intención de abandonar aquella extraña situación que ella misma se había envuelto.
-Espera, ¿no te importa la deuda de Haruhi?- le dijo el frío -Si nos ayudas, la deuda bajará y se podrá liberar antes.
Miró hacia Haruhi, su rostro tenía una mezcla de esperanza, pena y negación a la vez. Kagome, en cambio suspiró. Debía mejorar ese defecto, debía dejar de ser una debilucha de blando corazón.
-Trato hecho.
(Final del flashback)
-Hoy te he hecho una tarta. ¿Quieres probarla?- dijo una chica
El Rey del Host Club tomó su mentón con delicadeza y lo elevó hasta el punto de que sus vistas se fusionaran. El susurro tan sensual provocó el sonrojo en la doncella.
-Si permites que me la coma.
-Oh, Tamaki-kun...
La Host suspiró, realmente frustrada. Con sus ojos zafiros paseó por la habitación, haciendo que aumentara a cada segundo su deseo de que todo fuera simplemente un mal sueño del que pronto iba a despertar.
-"Cómo rayos llegué aquí?"-pensaba-"Es definitivamente el descendiente de Miroku!"
-Hey, Kagome-kun... ¿En qué pensabas?
Volvió a la realidad con aquellas palabras, no tardó en recordar que estaba junto a cuatro clientas. La verdad era que no dejaba de preguntarse cómo se había envuelto en semejante problema. Rápidamente, dijo lo primero que se le vino a la mente, sonriendo cálidamente como siempre solía hacer.
-Solo estaba pensando en lo lindas que son...
Si, patético. Pero, al parecer, aquello había dado sus frutos. Aún no comprendía como alguien que parecía prácticamente una banana se sonrojara como una manzana y gritara como una descabellada. ¿Así era la vida de los ricos?
-¡Aw! ¡Kagome-kun es tan lindo!- gritaba una de ellas
-¡Su sonrisa es tan luminosa!
Mientras, ella reía nerviosa.
-¡Probaré esto!
Giró su cabeza solo para ver a Tamaki rodeado de personas, sosteniendo algo como un trofeo...no podía creerlo. Aquel frasco, si no se equivocaba era nada más y nada menos que... café...
-¿Es en serio?
Ante esto, escuchó como Haruhi suspiraba, al tiempo que la mandaban a hacer café. Kagome la siguió, con la intención de ayudarle. No pudo evitarlo, su sonrisa provocó el grito de todas las clientas... o casi todas.
-Tamaki-sama está perdiendo el tiempo. De ningún modo el café favorito traído por un humilde plebeyo satisfará su gusto.
-¿Huh?-dijo Haruhi
-Lo siento, hablaba sola- le dijo con una sonrisa, falsa a su parecer.
Kagome la miró, haciendo que la duda se plantara en la misma. ¿Se había congelado del frío o del miedo? Daba igual, no podía evitarlo. Sentía en el fondo un poco de aprecio hacia aquel grupo de individuos llamados plebeyos, de los cuales había pertenecido hace muy poco tiempo.
-¡Adelante!-dijo Kagome, radiante
La sonrisa tan esperada hizo que cada chica presente se estremeciera ante ella. Era tan natural, brillante y tan delicada que casi parecía femenina.
Rápidamente, Kagome se volteó percibiendo la mirada chocolate que estaba sobre ella. Haruhi sonrió nerviosamente antes de continuar con otros asuntos, a pesar de lucir pasmada por algo desconocido.
-¡Hikaru!
-¡Kaoru!
Ella observó la escena y giró la cabeza rápidamente, sumamente pálida. Tosió un poco antes de continuar con su camino. No se lo esperaba...
¿Para colmo habían homosexuales?
Algo le decía que no debía mirar más, ahora parecía que alucinaba. Pestañeo una vez, dos. La imagen no desapareció.
-¿Haninozuka? ¿Morinozuka?- dijo confundida- ¿Qué?
Ambos giraron sorprendidos. El rostro del más pequeño de iluminó mientras saltaba hacia ella, dándole un abrazo demoledor.
-¡Ka-chan!
-¡Que no me llames Ka-chan!
Intentó luchar contra la fuerza del chico, pero fue inútil. De cualquier manera, se lo esperaba un poco. El gran chico rió en silencio, cosa que la sorprendió de sobremanera.
-¡Detestable!-pudo escuchar
Pudo ver como Tamaki palidecía, ante las palabras sinceras de Haruhi. Él se sentó en el rincón más lejano de la habitación, como si invitara a su alma a escapar de su cuerpo.
-Lo siento, me llegó un poco al corazón.- le mintió
Sin dar más reparo, el alma volvió junto al color en su rostro. Lamentablemente, comenzó a hablar y hablar otra vez.
-¡Ya veo! ¡Entonces deja que te enseñe más técnicas!
Kagome solo pudo suspirar, ante su rápida recuperación. Afortunadamente, Honey la soltó permitiéndole caminar hacia allí, en dónde ambos gemelos hablaron.
-Aunque le enseñes lo básico para ser un Host...
-...En su caso, ni siquiera aprueba el criterio básico de la estética, verdad?
Los ojos de cada uno se abrieron al ver detrás de las gafas que ahora Hikaru llevaba en sus manos. Tamaki empujó a ambos gemelos, mirándola con detenimiento antes de chasquear sus dedos.
-¡Hikaru, Kaoru!-dijo él
-¡Si!
Rápidamente, la pobre Haruhi se vio siendo arrastrada por ambos clones demoníacos. Por otro lado, una cansada Kagome se dedicó a caminar, volviendo con sus clientas tan escandalosas... todo era realmente genial.
-Oh! Es muy triste Kagome-kun!-exclamó una clienta
-¿En serio fuiste separado de todos tus amigos?-dijo una a punto de llorar
-Bueno, no de todos pero...- dijo con una triste sonrisa -Pero los más importantes me fueron separados y...quizá nunca los vuelva a ver...
Gracias al hecho de que Tamaki les había obligado a juntar cien clientas, ella se vio obligada a entrar en tal escena. Por el rabillo del ojo notó que lágrimas corrían por los rostros de cada una de ellas.
-¡Pero no tienen que llorar!- exclamó -No quiero estén triste por esto...
Pudo notar en cada una de ellas un tono diferente de rojo en su piel, a pesar de que sus intenciones no fueron para nada amorosas. Sonrió, con su llamada "Sonrisa Brillante", haciendo que los gritos volvieran.
"-Haruhi, serás un Host. Si tú y Kagome consiguen cien clientas cada una, ¡tu deuda desaparecerá!"
Justo en el momento en el que estaba a punto de comprobar cómo le iba la chica, un ruido se escuchó en la sala. Un horrible estruendo que no dejó a nadie apartar la vista de tal terrible escena.
-¡Haruhi-kun de repente se ha vuelto violento!-exclamó la chica
Analizó con detenimiento la escena. La mesa arrojada a un lado, Haruhi con un rostro de gran sorpresa, sobre una chica, una clienta para ser exactos.
"-Tamaki-sama está perdiendo el tiempo. De ningún modo el café favorito traído por un humilde plebeyo satisfará su gusto"
No podía ser cierto, o si? Otro recuerdo se aproximó a su mente.
"-¡Hey, Haruhi! ¿Qué haces?
Kagome miró con gran incógnita a la chica, la cual lucía sus piernas tan empapadas como las de Tamaki. Ella sonrió nerviosamente mostrando su cartera.
-Se me cayó.
Kagome la miró con extrañeza... ¿una cartera se caía por si sola?"
Sin perder tiempo, corrió hacia el lugar, en dónde los gemelos les arrojaban agua a ambas chicas.
-¡¿Qué se supone que están haciendo?!-gritó enojada la clienta.
-Lo que te mereces.-respondió Kagome, fríamente.
Luego de responder, comenzó a marcar un número en su teléfono móvil. Luego de unos minutos, sonrió complacida.
-Qué descortés- dijo Tamaki -Lanzaste la cartera de Haruhi al estanque.
-¿Cómo? ¿Hay alguna prueba?-dijo nerviosa
-La hay, de hecho.- dijo Kagome desde atrás
La de cabellos azabaches se acercó, mostrando un vídeo que tenía en su teléfono. Allí posaba la misma chica, arrojando algo a un estanque. La cámara se acercó, mostrando claramente que era una cartera.
Para más sorpresas, otro video se reprodujo. En este, la misma protagonista del vídeo anterior hablaba con Haruhi. En cámara lenta se pudo apreciar en detalle como la de vestido amarillo empujaba la mesa, y la atraía hacia ella. Como consecuencia, Haruhi caía encima de ella.
Ante la mirada atónita y la evidente pregunta, Kagome señaló a su derecha en dónde una cámara de seguridad posaba. Su sonrisa se manchó de malicia.
-Deberías saber a quién pertenece el sistema de seguridad. Solo te digo que no te conviene enfrentarte conmigo, Kagome Higurashi, o te estarás enfrentando al multimillonario más famoso de este mundo: Sesshomaru Taisho-sama.
A pesar de sus intentos, la cliente intentó pronunciar una palabra, en vano. Tamaki procedió, terminando la sentencia.
-Haruhi no es ese tipo de chicos.-terminó
Con lágrimas en sus ojos, la chica comenzó a correr en dirección contraria. Su derrota había sido demasiado humillante.
Por otro lado, Tamaki se volteó hacia las novatas, señalándolas con su dedo índice.
-¡Ah! ¡Les informo que el castigo por causar tantos problemas es conseguir mil clientas cada uno!
Esto era el fin. ¡¿Mil?! ¡¿Solo por una clienta loca?! ¡No sobreviviría!
-Haruhi, eres una chica?
La pregunta de Tamaki resonó, mientras la cortina del cambiador se cerraba. Era evidente que la pregunta llegaría algún día.
-Biológicamente, sí.
La cortina se abrió nuevamente mostrando el único uniforme que quedaba. Aquel amarillo, largo y de princesa, había que admitir que le quedaba bien de todas formas. Tamaki, por otro lado, gritaba sin cesar palabras sin sentido.
-La situación ha cambiado de una manera muy interesante.- comentó Kyouya
-Así es.- dijo Kagome sonriendo -Pero Tamaki-senpai es muy lento e idiota, hay que admitirlo.
(Personas que lo sabían desde el principio)
-Eso es cierto.- coincidieron ambos gemelos
-¡Tama-chan es muy lento!- exclamó Honey
-Sí.- dijo Mori, hablador como siempre
(Personas que se dieron cuenta en el proceso)
-Ah, pero senpai, estuviste genial en ese momento- dijo Haruhi sonriendo
-¿Ah?- Tamaki apenas pudo vocalizar
Colocó la palma de su mano en su cara completamente roja, probablemente por verla con poca ropa recientemente, aunque fuera por accidente.
(Idiota que no lo descubrió hasta el final)
-¿Tal vez esto sea un comienzo hacia el amor?- preguntó Kyouya
-Quién sabe...- dijo Kagome. Quién lo sabría. Quizá, esos dos podrían ser pareja. Después de todo, ella era mujer.
A propósito, ¿sabrían algún día que había otra chica entre ellos?
-¡Kagome-chan!
Ante la voz de los dos hermanos molestos, Kagome bajó la taza de café. Les habló calmadamente, tratando de ocultar su impaciencia.
-Solo no me llamen Kagome-chan. ¿Qué desean?
-¡Nada, Kagome-chan!
¿Eso era en serio? ¿Solo estaban aquí para molestar? Comenzó a temblar ligeramente, a causa de su rabia contenida.
-Entonces... ¿qué hacen aquí?
-¡Molestarte, Kagome-chan!
Genial, simplemente genial.
-Hikaru... Kaoru...
Ahora eran los dos Hitachiin los que temblaban. La chica se giró, con su mirada tan luminosa como terrorífica.
-Si no se van de mi vista... Me temo que sus vidas no durarán mucho.
Pudo ver como ambos se deslizaron rápidamente por el respaldo de la silla, desapareciendo de su vista. A los pocos segundos, pudo oír a Tamaki hablar
-¿Y los resultados?
Los Hitachiin suspiraron, recordando la terrible experiencia que les había hecho pasar
-Esto, Tono...-dijo Hikaru
-Creo que le viene bien el Tipo De Miedo.-dijo Kaoru, con un pequeño tinte de alegría en su voz
¡Eso era ridículo! Kagome continuó, tomando otro trago del café de plebeyos
-¡Buen traba...!- iba a decir Tamaki hasta que fue interrumpido
-Pero, Tamaki-senpai.- intervino Haruhi -¿Eso no hará que las chicas se alejen en lugar de que se acerquen?
Ninguna idea, ¿eh? Continuó con su trabajo, sonriendo a sus clientas de vez en cuando, provocando sus posteriores gritos y desmayos.
-¡Oh! ¡Kagome-kun!- se escuchó decir a una chica -Tienes una sonrisa tan luminosa...
-No tienes un tipo de Host, ¿verdad?- le dijo otra chica
-Esto... no, creo- dijo Kagome
-¡Entonces serás el Tipo Luminoso!- exclamó una
Pudo escuchar la sorpresa de todos mediante un sonoro "¿Eh?". Ella sonrió, con su sonrisa genuina, hacia sus compañeros. Se estremecieron.
-Así que soy el Tipo Luminoso, ¿eh?
Continuó, aceptando su nueva identidad. Mientras escuchaba a Kaoru hablar con Kyouya, al borde de las lágrimas.
-Creo que sería más adecuado el Tipo Oscuro, ¿no?
-Aún así, creo que el Tipo Luminoso es el más conveniente.- comentó, sin dejar de escribir en su libreta. -Se hará más famoso así, además de generar más ganancias.
Fue así como Kagome Higurashi se convirtió en el Tipo Osc... es decir, en el Tipo Luminoso.
Las cosas se estaban volviendo más interesantes.
Mi primer fanfic! Quiero agradecer a mi beta, menai-akira0110, que me ayudó mucho con esto. Te amo!
Y a ustedes gracias por leer!
