A simple vista no parecía un orfanato, es más, a sus ojos esa edificación daba la impresión de haber estado abandonada por años. Descuidado y sin vida, con altos matorrales y flores marchitas al frente, algo que tal vez había sido un jardín en un tiempo ahora complementaba la tétrica fachada. Y personalmente, Shindou Shuichi, pensaba que aquel lugar no era adecuado para mantener un montón de niños.
Se bajó del auto sin ganas, no había descansado casi nada después del agotador viaje de casi 18 horas desde Japón. Bostezó exageradamente y se acomodó el pesado abrigo. Una fría brisa le pegó desde el frente, revolviendo sus rosados cabellos y provocando a sus ojos cerrarse ligeramente.
Era tarde en la noche, muy tarde, aunque eso no le afectaba demasiado gracias al cambio de horario. Aunque estaba seguro que luego se lamentaría al no acostumbrarse, siempre que iban a América era lo mismo.
-Debimos aparcar más adelante, así no tendríamos que caminar hasta la puerta- Shuichi se dio la vuelta al escuchar aquella voz, un joven de cabellos rubios estaba a unos palmos de él, con un cigarrillo en la boca y una mirada que indicaba molestia en sus ojos dorados.
-K no quiso hacerlo, dice que los del orfanato son muy cuidadosos con los autos que se acercan a su propiedad-
-Claro, como si hubiese algo que cuidar en este lugar, más parece una casa del terror- el pelirosa sonrió ante el comentario del apuesto joven, la verdad tenía razón, la casa no era para nada bonita. Se acercó a su acompañante y tomó su mano cubierta por un grueso guante negro, el invierno estaba en su apogeo y vaya que hacía frío.
-Quiero entrar ya, hace mucho frío aquí- jaló ligeramente la mano entre la suya y el apuesto joven a su lado accedió a su petición, apagó el cigarrillo y se dejó llevar. Cuando llegaron al porche una voz los detuvo, cuatro personas les saludaban a unos pasos, sus otros acompañantes.
-Vaya que caminan rápido, yo que pensé que al menos tendrían la decencia de esperarnos- un muchacho pelinegro que llevaba a un castaño de la mano les sonrió pícaro, era muy parecido al rubio. El hombre que iba de su mano sonreía feliz mientras abrazaba con fuerza un conejo de color rosa con su brazo libre, sus ojos azules destellaban de emoción mientras contemplaba al chico de cabellos rosas.
-Shu-chan es malo, no ha esperado que Kuma-chan y Ryu-chan salgan del auto- el castaño dibujó un puchero y acercó el peluche a la cara de Shuichi.
-Lo siento Kuma-chan, Ryu-chan, es que hace mucho frió. Pero te prometo que nunca más te dejaré atrás- el rubio rodó los ojos fastidiado, era increíble que un adulto se comportara de esa forma y más lo era que su novio le siguiera la corriente. Jaló con ganas al de cabellos rosas y tocó el timbre, un suave "ring" se escuchó a lo lejos.
-Vaya, a ustedes si que los mandan a lugares fuera de lo común- el pelinegro que acompañaba al castaño elevó la vista hasta lo más alto de la construcción.
-No te quejes Tat-chan, en este lugar viven muchos niños que necesitan de nuestra compañía y…- su frase quedó al aire, en ese momento la puerta había sido abierta y una mujer había aparecido frente a ellos. Una anciana.
-¿Si?- los blancos cabellos de la desconocida iban alborotados y no particularmente amigable. Hasta podría decirse que los veía con aprensión y enojo, como si su mera presencia fuera una gran molestia. Al parecer no se esperaba esa repentina visita.
Shuichi fue quien la sacó de su sorpresa, se adelantó un poco y le habló el entusiasmo que lo caracterizaba.
-Buenos días, venimos por parte de NG Records a visitar a los niños- los cansados ojos de la anciana se posaron lentamente sobre el sonriente rostro del pelirosa, analizándolo. Y pareció servir de algo ya que después de un rato soltó una sonrisa y les cedió el paso.
Shuichi pasó primero, seguido muy de cerca de Yuki, los demás les siguieron al instante. Dentro la casa ya no parecía tan mala, es más, parecía bastante acogedora.
-Los niños no se encuentran, han salido a dar una vuelta con Lady Story- la anciana se mantuvo parada frente a una enorme escalera que estaba a unos metros de la puerta del frente. Entre sus manos llevaba lo que parecía ser una correa de perro.
-¿Lady Story?- Ryuichi se había acercada un poco a la desconocida, aunque aún sujetaba con fuerza la mano de Tatsuha.
-Ella es la dueña del orfanato, cada dos semanas los niños la acompañan a un parque que está a unos kilómetros. Como no les está permitido pasar más allá del perímetro de la casa esperan esta ocasión con ansias-
-En ese caso, si no es mucha molestia nos gustaría esperarlos. Aunque si usted lo prefiere podemos hacerlo afuera en los autos- una puesto pelirrojo dio un paso al frente y se posición a unos palmos de la anciana.
-No se preocupe joven muchacho, pueden esperarlos en la sala, aunque no sabría decirles a que hora regresaran-
-Esperaremos lo que sea necesario- la anciana le devolvió la sonrisa, un poco menos efusiva pero aún así agradable. Con un gesto de la mano les indicó que la siguieran y eso hicieron. Caminaron por un extenso pasillo que se ocultaba tras la escalera, la anciana los hizo pasar a la habitación más alejada de la puerta.
-Siéntanse como en casa, mandaré a una de las sirvientas con un poco de té y galletas.- la mujer se dio la vuelta y estuvo a punto de salir, pero fue detenida por la voz del pelirrojo otra vez.
-Disculpe, antes de que se vaya. Nuestro manager aún está afuera, debió atender una llamada y…-
-No se preocupe, lo traeré con un ustedes cuando esté listo- nadie tuvo tiempo de replicar más nada porque ella salió a una velocidad sorprendente a pesar de su edad. Cerró la puerta de un golpe tras de si.
-Que mujer más extraña, parecía una vieja loca o algo así- Tatsuha se dejó caer sobre un enorme sofá café que se encontraba en medio de la extraña sala, Ryuichi le imitó luego de un rato. Había un reloj antiguo a un lado de la ventana, uno de esos relojes de pie, algo que definitivamente le daba un toque elegante a esa habitación.
-No creo que tengan visitas muy a menudo, ya ves como el frente está desaliñado pero el interior parece más acogedor. Además el lugar está demasiado lejos de cualquier ciudad- el pelirrojo se acomodó en una silla de mecer junto al reloj, desde ahí tenía un vista bastante clara de la ventana. Afuera podía ver lo que parecía ser un jardincito desaliñado.
-La verdad a mi este lugar me da miedo, sea por fuera o por dentro. Se parece a esa casa que salió en la película que vimos en el avión, la que estaba embrujada y todo eso- Shuichi se acercó al pelirrojo y le tomó la mano con una expresión de terror en su rostro.
-Hiro, imagínate que nos torturan hasta morir y luego se comen nuestros restos como caníbales. Dicen que eso pasa mucho en América- su amigo no pudo más que soltar un carcajada ante semejante comentario, y claro, le siguieron las risas de Tatsuha y otro jovencito de cabellos verdes.
-Vaya Shindou-san, parece que otra vez se ha tomado muy en serio las películas de ficción- el pelirosa dibujó un puchero y se acercó al más joven del grupo.
-Pero Fujisaki, si tú viste como al final decían que eso en realidad había sucedido y que nunca pudieron atrapar al asesino, podría andar aún suelto por ahí- lo tomó de los hombros y lo comenzó a zarandear con fuerza para luego señalar el reloj.
-Además mira, ya casi es media noche- la verdad nadie se había fijado en ese pequeño detalle, aunque no era como si debiesen hacerlo, la mayoría consideraba eso de la medianoche sólo un cuento para asustar a los niños. Así que antes de que el pelirosa dijera nada más su amante lo interrumpió.
-Eres un baka Shuichi, eso pasó hace más de cuarenta años, de seguro el asesino ya murió, y sólo los niños pequeños le tienen miedo a las criaturas que salen a la media noche, no existen- Yuki jaló el brazo de su amante y lo sentó de un golpe junto a su hermano, el moreno sonrió al instante con picardía.
-Ni se te ocurra Tatsuha-
-Pero si yo no….-
-WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-
PUM
Todo se detuvo por un instante, entre el escalofriante grito que provenía de arriba y el fuerte sonido de algo que caía estrepitosamente sobre el suelo, se habían quedado sin habla. Shuichi había tomado repentinamente una mano del escritor mientras Tatsuha había abrazado con fuerza al otro cantante. Hiro había permanecido en la misma posición pero una mirada de profundo terror había aparecido en su rostro, Fujisaki se le había acercado unos pasos.
El silencio se interrumpió abruptamente, alguien suplicaba por algo, y era una voz conocida. Todos permanecían en completo silencio, tratando de asimilar lo que sucedía, pero es que había sido tan repentino…
-No…por favor…se que cometimos un error pero por favor no me hagas daño…te juró que haré todo que quieras…por favor…Lady Story estará aquí en unos minutos…por favor…- la anciana de la puerta, era ella, suplicaba entre sollozos.
-Dios mio…- Hiro casi cayó de la mecedora pero fue sostenido justo a tiempo por Fujisaki. Para ese momento Shuichi se había levantado de su asiento y corrido hasta estar al lado de su mejor amigo.
-Pero…por…Dios- el pelirosa estuvo a punto de soltar un grito, de no haber sido por la mano de Yuki que cubrió su boca lo habría dejado escapar.
-Por favor…por favor…llévatelo a él en mi lugar…- el escritor rodeo a su amante con el brazo libre, éste parecía a punto del colapso. Temblaba mientras sus pupilas dilatadas se mantenían fijas en lo que sucedía afuera. De pronto esa criatura de afuera fijó sus horribles ojos en las suyos y se paralizó al instante.
IT´S CLOSE TO MIDNIGHT AND SOMETHING EVIL´S LURKING IN THE DARK
UNDER THE MOONLIGHT YOU SEE A SIGHT THAT ALMOST STOPS YOUR HEART
YOU TRY TO SCREAM BUT TERROR TAKES THE SOUND BEFORE YOU MAKE IT
YOU START TO FREEZE AS HORROR LOOKS YOU RIGHT BETWEEN THE EYES,
YOU´RE PARALYZED
SE ACERCA LA MEDIANOCHE
Y ALGO MALVADO ACECHA EN LA OSCURIDAD
BAJO LA LUZ DE LA LUNA
VES ALGO QUE CASI TE PARA EL CORAZÓN
INTENTAS GRITAR
PERO EL TERROR ATRAPA EL SONIDO ANTES DE QUE LO HAGAS
TE EMPIEZAS A HELAR
MIENTRAS EL HORROR TE MIRA DIRECTAMENTE A LOS OJOS
ESTÁS PARALIZADO
Tatsuha mantenía a Ryuichi entre sus brazos mientras este trataba a toda costa de ver que era lo que sucedía, pero a juzgar por la mirada de los cuatro frente a la ventana, lo mejor era no dejarlo acercarse.
-K…el que está en el suelo es K…- Fujisaki sujetó con fuerza el brazo de su compañero pelirrojo y se tapó la boca con la mano libre. Hiro parecía incapaz de reaccionar ante lo que estaba viendo.
-K…- Ryuichi forcejeó con más fuerza y logró su cometido luego de golpear con algo de fuerza la entrepierna de quien lo sujetaba. Y al llegar frente a la ventana su expresión cambió abruptamente, de nuevo Tatsuha llegó a tiempo para evitar que gritara.
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO- la mujer grito justo antes de ser lanzada con una fuerza inconcebible contra una especie de cobertizo a unos metros de donde se encontraba, al instante K corrió la misma suerte pero éste fue lanzado junto a la enorme van negra de la que era dueño.
-¿Qué…es esa cosa…?- el moreno aún tenía al cantante de cabellos castaños abrazado contra su pecho mientras el rostro de éste se cubría con lágrimas.
-No lo sé…será mejor que salgamos de este lugar antes de que se de cuenta de que estamos aquí- Yuki volteó al pelirosa con algo de brusquedad y se encontró con sus pupilas nubladas por las lágrimas.
-Escúchame Shuichi, no sabemos que demonios pasa aquí pero quiero que te serenes y me sigas ¿entiendes?- el chico asintió a duras penas y se aferró con fuerza a la mano del rubio, negándose a dar la vuelta nuevamente y encontrarse con esa cosa frente a ellos.
-Tatsuha…- el monje casi cargó a Ryuichi para ponerlo de pie y dio un jalón al brazo del anonadado pelirrojo, quién parecía no salir aún del shock.
Corrieron hasta la puerta por donde había entrando a la habitación, para su desgracia la anciana le había puesto seguro y era imposible abrirla desde adentro. El escritor maldijo por lo bajo y soltó a su amante para buscar alguna otra salida.
-Parece que la única forma de salir es la ventana- Hiro se había recompuesto casi por completo y se encontraba recostado contra la pared al lado de la puerta, su mirada parecía vacía.
-No podemos hacer eso, ¿qué acaso no viste ese monstruo o lo que fuera?- Tatsuha comenzó a aporrear la puerta con fuerza mientras Ryuichi se mantenía sentado en el suelo.
-Parecía…una persona…una persona desfigurada…como en la película- Shuichi sostuvo un brazo del moreno para que dejara de golpear la puerta, él lo observó con curiosidad.
-Esas…son tonterías…eso sólo era una película nada más…sólo una película- Fujisaki se cubrió la cara con ambas manos, lucía más desesperado que nunca, la verdad, ninguno de sus compañeros lo había visto en estado antes.
-No tenemos otra opción, tendremos que salir por la ventana y tratar de esquivar a esa…cosa de afuera- Yuki se acercó de nueva a cuenta a la ventana.
-Ah..ya no se encuentra afuera…- todo volvió a la calma y el silencio, por un breve instante todos los ahí presentes pensaron que tal vez aquel episodio había sido un producto de su imaginación. Pánico colectivo tal vez, o era que luego de ver la tonta película en el avión y observar la tétrica fachada del orfanato habían caído en un momento de demencia…
Pero sus dudas irracionales fueron interrumpidas por un repentino estruendo, como de algo que se quiebra o es quebrado. Cuatro pares de ojos giraron en dirección al sonido para encontrarse un par de brazos gigantescos sujetando con fuerza el frágil cuerpo de Shuichi.
Los ojos del pelirosa se abrieron a más no poder y al instante comenzó a luchar para zafarse del fuerte agarre, pero era imposible, quién lo sujetaba poseía una fuerza sobrenatural.
Antes de que ninguno pudiese ayudarlo una de las enormes manos fue a parar a su cuello y lo siguiente que supieron era que el cantante había sido jalado hacia afuera.
Shuichi sintió el suelo en su rostro, tosió tratando de recuperar el aire pero no tuvo tiempo de pensar mucho, porque una sola cosa pasaba por su cabeza "huir".
´CAUSE THIS IS THRILLER, THRILLER NIGHT
AND NO ONE´S GONNA SAVE YOU FROM THE BEAST ABOUT
STRIKE
YOU KNOW IT´S THRILLER, THRILLER NIGHT
YOU´RE FIGHTING FOR YOUR LIFE INSIDE A KILLER, THRILLER
TONIGHT
PORQUE ESTO ES DE MIEDO
UNA NOCHE DE MIEDO
Y NADIE VA A SALVARTE
DE LA BESTIA A PUNTO DE ATACAR
SABES QUE ES DE MIEDO
UNA NOCHE DE MIEDO
LUCHAS POR TU VIDA
EN UNA NOCHE
ASESINA DE TERROR, SÍ
-Lindo…lindo niño…- escuchó la distorsionada voz como en un sueño, su cabeza giró en dirección a aquel que lo había atacado. Un grito murió en su garganta mientras luchaba por ponerse de pie. A lo lejos lograba captar otras voces, debían ser las de Yuki y los demás, sólo esperaba que al menos ellos pudiesen huir sin problemas.
Gateó lejos del gigante y hasta ese momento fue consciente del agujero en la pared del frente, así era como había logrado entrar a la casa. Concentró entonces toda su energía para poder llegar a esa salida, suponía que en campo abierto tenía más oportunidad de escapar, era rápido después de todo.
Claro, su atacante no iba a hacerle las cosas fáciles. De pronto se agachaba para tomar sus piernas y regresarlo al interior de la casa, pero una luz de esperanza llegó con el sonido de un disparo. K se encontraba de pie junto al agujero, con un arma en alto y un hilo de sangre corriendo por su sien.
El pelirosa no desaprovechó la distracción del extraño ser y valiéndose de agilidad logró pasar entre las enormes piernas. Su corazón amenazaba con salírsele del pecho cuando sintió dos goterones carmesí caer sobre sus brazos, era la sangre del gigante.
Rezó a todos los dioses habidos y por haber para que lo salvaran, que ese disparo hubiese dado en un órgano vital, o lo que fuera que pudiese detener a ese ser deforme. Logró ponerse en pie y corrió por el pasillo, la adrenalina corría por sus venas en enormes cantidades.
Al fin logró llegar al pie de las escaleras, frente a la puerta de salida que se abría de par en par ante sus ojos y se extrañó con que estaba desolado, ¿qué acaso Yuki y los demás seguían en aquella salita? Dudó por un momento, se debatía entre la idea de regresar y comprobar que hubiesen podido escapar o salir por la puerta y esperar a que se encontraran afuera esperándolo.
Pero antes de que tomara una decisión la puerta se cerró con brusquedad, sin razón aparente y sin nadie que lo provocara. El pelirosa se lanzó contra la inanimada superficie maderosa sólo para comprobar que estaba cerrada sin remedio. Giró la cabeza en todas direcciones, pero se vio atrapado de nuevo, sus únicas opciones eran regresar o subir las escaleras y esperar que pudiese encontrar algún modo de escapar.
-Dios mío- cerró los ojos con fuerza, eso debía ser un sueño, tal vez aún se encontraba en el avión y la película le había causado esa horrible pesadilla.
Pero no podía ser, en ese momento fue consciente de que algo arrastraba los pies en su dirección, debía ser ese horrible gigante. Contuvo las lágrimas y optó por la única opción viable a ese punto, subir por las escaleras y esperar escapar de alguna forma.
YOU HEAR THE DOOR SLAM AND REALIZE THERE´S NOWHERE LEFT TO RUN
YOU FEEL THE COLD HAND AND WONDER IF YOU´LL EVER SEE THE SUN
YOU CLOSE YOUR EYES AND HOPE THAT THIS IS JUST
IMAGINATION
BUT ALL THE WHILE YOU HEAR THE CREATURE CREEPIN´ UP
BEHIND
YOU´RE OUT OF TIME
OYES EL PORTAZO
Y TE DAS CUENTA DE QUE NO TIENES ESCAPATORIA
SIENTES LA MANO FRÍA
Y TE PREGUNTAS SI VOLVERÁS A VER EL SOL
CIERRAS LOS OJOS
Y ESPERAS QUE TAN SOLO SEA TU IMAGINACIÓN
PERO EN TODO MOMENTO
ESTÁS OYENDO LA CRIATURA DETRÁS DE TÍ
HA LLEGADO TU HORA
Yuki observaba boquiabierto como aquel ser o lo que fuera había tomado un trozo enorme de madera y lo había tirado en dirección a la pared. Fue consciente entonces que debía haberlo echo para librarse de la persona que le disparó. Pero él sólo pensaba en una cosa, Shuichi…
-Debemos salir de aquí, mientras está distraído podemos salir por la ventana- la voz de Hiroshi lo regresó por un momento a la realidad, por el agujero en la pared podía ver la parte baja del sobrenatural cuerpo que había arrastrado a Shuichi fuera.
-No…Shuichi está afuera y…- sintió como lo jalaban del brazo con brusquedad, se encontró con los desorbitados ojos de Tatsuha.
-No hay tiempo Eiri, primero debemos salvar nuestro pellejo antes de salvarlo a él. Así que lo mejor es salir de este maldito lugar y llamar a la policía- el rubio negó obstinado, tal vez porque sabía que estaban a decenas de millas del pueblo más cercano y que los inútiles policías no llegarían a tiempo…
Sin embargo, antes de que ninguno pudiese siquiera intentar escalar la ventana, ésta se cerró de golpe. Es más, escucharon decenas de sonidos iguales alrededor de la casa, cómo si toda salida posible hubiese sido sellada de pronto.
Los cuatro ahí presentes se miraron entre si asustados, y fue Tatsuha quien comenzó a golpear la ventana como loco. Pero por alguna razón desconocida, aquel vidrio parecía ser demasiado resistente y el moreno no había provocado ni un mínimo rasguño en él.
Yuki comprendió, fuera como fuera, esa visita al maldito orfanato estaba destinada a terminar en tragedia. No estaban ahí para cuidar a niños huérfanos, estaban ahí para ser el alimento de ese superdesarrollado y bestial hombre.
Recordó las palabras que habían salido con una voz fuera de este mundo "lindo…lindo niño…" Shuichi estaba en peligro y si no podían salir de ahí al menos tenía que encontrarlo y protegerlo como fuera posible.
-Eso no servirá de nada Tatsuha, será mejor que salgamos de aquí y busquemos otra salida, esa cosa debió haber entrado de alguna forma- Hiro fue el primero en reaccionar a sus palabras, jaló a Fujisaki del brazo y le lanzó una determinante mirada a Ryuichi.
El latoso cantante tomó el brazo de Tatsuha y éste dejó de luchar contra la ventana, iban a seguir las instrucciones de Yuki, no tenían nada que perder, estaban atrapados de todos modos.
-Ese…hombre…o lo que sea ya no está ahí- Suguro señaló el agujero en pared y todos fueron conscientes de ello, definitivamente aquel ser había ido detrás de Shuichi.
-Vamos- el escritor fue el primero en atravesar el agujero, su cabeza giró en todas direcciones, comprobando que el gigante había desaparecido pero que el loco manager de su amante yacía sobre el suelo a unos metros de él.
-K…- Hiro salió detrás del rubio y corrió a asistir a su manager, el americano sangraba por la cabeza y estaba inconsciente. La pared detrás de él se encontraba intacta.
-¿Cómo entró?- Ryuichi se inclinó también sobre el americano mientras Tatsuha y Fujisaki miraban a todos lados.
-No lo se, pero será mejor que lo llevemos lejos de este lugar, no podemos dejarlo solo- Yuki suspiró, sabía que llevar a K inconsciente sólo les quitaría tiempo, pero no podía quejarse porque la idea de dejarlo ahí era estúpida.
Pero mientras ellos levantaban al rubio algo extraño sucedió, como si hubiesen tenido suficiente, la casa comenzó a temblar. Todos se sostuvieron como les fuera posible, sin embargo las paredes parecían cobrar vida y sin poder evitarlo fueron separados por enormes planchas de madera. Yuki sólo atinó a tomar el brazo de su hermano quedando ambos del lado más cercano al pasillo, que llevaba de regreso a las escaleras.
Tatsuha rabió, por supuesto, Ryuichi había quedado atrapado sin escapatoria del otro lado y eso no le causaba la menor gracia.
-¡Ryuichi!- apaleó la pared con ganas y sin ningún resultado, su hermano lo detuvo antes de que siguiera cometiendo estupideces.
-No puedes romper esa pared sólo con tus golpes, lo mejor será tratar de buscar una salida y ya luego veremos como reunirnos- muy a su pesar el pelinegro aceptó, no había forma de atravesar esa pared.
-Busquemos a Shuichi entonces, debió haber corrido a la puerta principal- ambos asintieron de acuerdo y comenzaron a andar rumbo a las escaleras. Cada uno con preocupaciones distintas.
Shuichi caminaba sigiloso entre el pasillo, hacía un rato había visto como su perseguidor subía por las escaleras con lento paso. Tal vez su altura lo hacía ir despacio, al menos ese era un punto a su favor.
Aunque las cosas no pintaban bien arriba, esa casa era enorme, y no se había atrevido a subir más a pesar de que las escaleras indicaban que existía un tercer nivel. Había optado por tomar el lado derecho luego de subir, un enorme pasillo interminable era todo lo que sus ojos captaban y todas las puertas que probaba estaban cerradas.
Desde hacía un buen rato que no escuchaba sonido alguno, a excepción del aire sibilante en el exterior y las ramas de los árboles moviéndose en compás. Su corazón latía con fuerza, y tenía una herida sangrante en su brazo derecho, algo que debió haber pasado cuando el gigante lo sacó tan bruscamente de la salita. Además la sangre de ese ser sobrenatural escurría también por sus brazos.
-Linda…linda muñequita…juega…juega…conmigo- se paralizó de pronto, no había sido su imaginación, estaba seguro que de haber escuchado un infantil vocecita.
Su mano inconscientemente se había posado sobre el pomo de una puerta, la giro al tratar de enderezarse y cayó de trasero sobre el suelo de la habitación que acababa de abrir sin querer. Su corazón bombeaba sangre con fuerza, y es que se había dado cuenta que la vocecita de antes provenía de ese lugar precisamente.
-Linda…linda muñequita…juega…juega…conmigo- volteó con el rostro aterrorizado y su garganta se secó al contemplar al dueño de la voz, era un niño pequeño que se inclinaba sobre una figura inerte sobre el suelo.
Había sangre, por todos lados, en los labios, en la cara, en el rubio cabello, en sus manos y su cuerpo. Ese pequeño devoraba por pedazos a la inerte figura, una oleada de horror atravesó entonces el cuerpo de Shuichi, justo cuando los ojos sin pupilas del niño se posaban sobre él.
Se levantó a toda velocidad, la adrenalina parecía haber aumentado en cantidad, si es que eso era posible, y cerró la puerta con una fuerza que no sabía poseía. Corrió de regreso a la escalera, olvidándose por completo del gigante que lo había atacado en primer lugar.
CAUSE THIS IS THRILLER, THRILLER NIGHT
THERE AIN´T NO SECOND CHANCE AGAINST THE THING WITH
FORTY EYES
YOU KNOW IT´S THRILLER, THRILLER NIGHT
YOU´RE FIGHTING FOR YOUR LIFE INSIDE OF KILLER, THRILLER TONIGHT
PORQUE ESTO ES DE MIEDO
UNA NOCHE DE MIEDO
Y NADIE VA A SALVARTE
DE LA BESTIA A PUNTO DE ATACAR
SABES QUE ES DE MIEDO
UNA NOCHE DE MIEDO
LUCHAS POR TU VIDA
EN UNA NOCHE
ASESINA DE TERROR, SÍ
Llegó al inició del graderío y un grito fue suprimido por un par de manos conocidas, el aroma que le llegó con la ráfaga de viento le era familiar. Sus ojos se llenaron de lágrimas sin querer y observó como Yuki lo jalaba con fuerza al lado izquierdo, entraron en una habitación abierta y cerraron de golpe. El gigante los había encontrado de nueva cuenta…
