Hola! Aquí un nuevo fic! No es el que prometí para Navidad, pero decidí en tener 3, si, 3! En progreso! Este tengo las ideas muy definidas, y ya bastante ordenados los capítulos, por lo que espero subirlo más rápido. Espero les guste! El primer capítulo siempre será mas cortito, ñeñe xD. Nos vemos!

Aviso: Este Fic tendrá escenas sexuales, es parte principal de la trama ¡Está advertido!

Aviso 2: Inspirado en la canción "Price Of Company" de The White Tie Affair. Si la escuchan ( o leen) entenderán para donde va el fic xD.

Aclaración:Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Hiro Mashima. Solo los uso para hacer cosas cochinas, ñacañaca.


"Natsu y Lucy"

Natsu Dragion se acomodó en su asiento y suspiró por quinta vez en ésa media hora ¡La reunión había sido eterna! Siempre trataba de que se conversaran los puntos acordados, pero no faltaba la persona que aprovechaba la instancia para platicar de otros temas concernientes al trabajo, y eso le costó más que mal una hora ¡Una hora!

Era en éstos momentos en que se preguntaba por qué le interesó el mundo empresarial, con toda esa gente tan tramposa.

-Buen trabajo Dragion, el Gerente de Lamia Scale acaba de llamarme para decir que le convenció la oferta-

El joven se enderezó y respondió cordialmente con un asentimiento de cabeza a su jefe, parado frente al umbral de su oficina.

-Me alegra que haya ido todo bien, Jefe-

El hombre alzó una ceja azulada.

- Dime Sr. Fernández si gustas, el que me digan Jefe me hace sentir más viejo.-

Natsu asintió nerviosamente.- C-Claro, Sr. Fernández.-

-Sólo queda una hora de trabajo, puedes retirarte si quieres, Lucy ha dicho que pareces enamorado con tantos suspiros.- El Sr. Fernández vio como el chico se sonrojaba furiosamente y trató de aguantarse la risa.

-L-Lo siento, no pensé que la molestaría.- Le dijo muerto de vergüenza.

-No, no la…-

-¡Sí que lo hace!- Interrumpió una voz, y seguido de ésta, apareció una despampanante rubia al lado del Sr. Fernández con una expresión de molestia. Natsu tragó grueso.

-Se-Señorita Ashley.-

La chica le sonrió con superioridad.

-¿Qué hay Dragion?-

El Sr. Fernández miró a la chica con reprobación y ésta sólo hizo un puchero.

-Trata de ser más formal en horarios de trabajo Lucy ¿Quieres?-

-Entonces dile a tu Jefe de Relaciones Públicas que deje de exhalar tan fuerte por la boca, me desconcentra.-

Natsu veía como se hablaban tan informalmente entre ambos, y se sintió fuera de lugar. Todos sabían que Lucy Ashley era amiga de hace tiempo de Erza Knightwalker, la intimidante Jefa de Recursos Humanos de la empresa, y también flamante esposa del Gerente , Jellal Fernández, por lo que tenía algunos privilegios, como el llevarle la contra.

-Lo que digas- Sintió que ahora dirigía su atención a él- No quiero volver a escucharte Dragion ¿Oíste?-

Solo asintió vehementemente hasta que la chica desapareció de su visión.

Jellal le sonrió en disculpa.

-Siento eso, sabes cómo es-

-N-No se preocupe Sr. Fernández.-

-Como te dije, puedes irte si quieres, nos vemos mañana.-

Natsu asintió y Jellal se retiró de la oficina. Suspiró del alivio, pero se tapó asustado la boca y quedó mirando la pared a un lado suyo, temiendo que Lucy apareciera destrozando la muralla para reprenderlo.

Uno, dos, tres segundos, y nada.

Ok, quizás exageró. ¡Pero es que era escalofriante!

Se abrazó a sí mismo y empezó a ordenar su mesa para irse a su querido apartamento. Checó los últimos correos y vio su agenda para el día de mañana. Nada importante.

Cogió su maletín y salió de la oficina, y cuando estaba poniéndolo cerrojo a la puerta, miró de reojo al cubículo de al lado, donde la atractiva y bruta Lucy Ashley se encontraba concentrada contestando llamadas telefónicas. El diseño de la mesa permitía que pudiera ver sus largas y blancas piernas cruzarse y descruzarse, y en uno de sus movimientos vio como ella posaba una de sus manos para acariciarse el muslo, y subir lentamente, llevándose su apretada falda negra con ella.

Natsu se sonrojó. ¡Podía verle las bragas! Oh no, oh no. Con algo de miedo subió la mirada al rostro de su colega, sólo para ver la tan conocida sonrisa seductora de Lucy.

-¿Te gusta lo que ves Dragion?-

Asintió con rapidez, pero al momento negó, avergonzado. Aquí estaba Ashley otra vez, gastándole sus bromas.

-Y-Ya me voy, adiós señorita Ashley.-

-Es mejor que cubras tu entrepierna, eh- Le dijo divertida.

Natsu bajó la mirada y si se podía, su rostro se volvió aún más rojo. Se puso el maletín delante del pantalón y a paso rápido se retiró hacia el ascensor, rogando que nadie lo haya visto.

¡Siempre era lo mismo! Ashley mostrándole la ropa interior, rozando a propósito sus prominentes pechos con su brazo, agachándose frente a él para recoger las cosas que ella mismo tiró, y diciéndole cosas en segundo sentido. ¡Un año ya desde esta tortura! Y por si no fuera poco, lo trataba mal.

Reconocía que al principio se sentía alagado, y llegó a pensar que ella estaba interesada en él, pero después de unos días entendió que ella sólo estaba jugando con él, provocándolo. ¡Vamos!

Salió del ascensor ya más calmado, y con normalidad se dirigió a su auto, que no era un deportivo ni mucho menos, pero para él era espectacular.

Entró, dejó el maletero en el asiento del copiloto y se abrochó el cinturón. Su mirada nerviosa cambió a una más seria y puso a encender el motor. Y mientras salía del estacionamiento del edificio, se preguntó lo mismo que todas las tardes cuando salía del trabajo.

¡¿Por qué diablos tuvo que enamorarse de la fácil de la empresa?!


¿Me aman? Yo sé que si c: Espero leer sus opiniones! Nos vemos o/!