Hola lectores y lectoras hace mucho que no publicaba nada, y pido disculpas si alguien esperaba algo más de mi mano, es por cosas de tiempo. Como estoy en último año universitario el pasar en limpio los fic de mi cuaderno al pc, hacer las correcciones y lo demás se me hace algo difícil de lograr pero he avanzado bastante algunos que tengo y aquí vengo a publicar este fic que espero sea de su agrado. Lo he hecho pensando con bastante respeto el tema así que espero no molestar a nadie.

Aviso: ni DBZ ni sus pj me pertenecen, yo solo escribo sobre ellos ;)

Desde ya gracias por leer :)


Él era su padre

Cap. 1: Cuatro años, Primavera

Él era su padre, bueno, eso pensaba cuando era un bebé, en su cabecita su hermano mayor debía ser como su padre. Cambiaba sus pañales, le limpiaba, bañaba, alimentaba, dormía he incluso le contaba fantásticos cuentos de héroes y monstros espaciales. Cuando mamá no estaba en casa, papá estaba siempre… pero no era su padre, lo comprendió cuando comenzó a comprender que "mamá" no era como se llamaba su madre, ella se llamaba ChiChi y el joven que cuidaba cariñosamente de él siempre era Gohan, su hermano.

Había otro hombre, quizá pensó podría ser su padre, solo quizá, pues siempre supo que era su abuelo sin embargo hay abuelos que son padres de sus nietos, aunque en su caso él hacia bien su papel de solo ser abuelo.

Goten miró a su hermano con admiración, siempre le admiraba, era su héroe, él sería como Gohan. Valiente, fuerte, cariñoso y buen padre… buen hermano. Una tarde a sus cuatro años jugaba en el interior de la casa con una esfera del dragón, no sabía por que guardaban esa esfera de 4 estrellas sobre aquel gracioso sombrero, así que se lo puso, era de su tamaño pero su cabello estorbaba.

- Mamá, córtame el cabello – dijo con una seña caminando con el sombrero en su mano izquierda, ChiChi le miró sorprendida dejando sus quehaceres.

- Pero hijo, ¿de dónde sacaste eso?- ella tomó el sombrero con nostalgia y limpiándolo un poco, luego miró la esfera y dio media sonrisa – esto ya no debería seguir aquí – dijo quitando la esfera del mismo

- ¡Mamá lo rompiste!

- Claro que no Goten – le regaló una sonrisa – solo que este sombrero me trae un muy amargo recuerdo… y además la esfera del dragón ya no debe estar allí, solo se perderá.

- ¿Esfera del dragón?– ChiChi caminó hasta la sala en donde busco un almohadón chino y lo dejó sobre un altar del mismo estilo, sobre este reposó a la esfera. Goten le miraba con muchas interrogantes.

- Esta esfera era de tu padre cuando niño, se la dio su abuelo Gohan y él se la dio a nuestro Gohan.

- ¿La esfera es como la del cuento que me dijo mi hermano? – ChiChi solo asintió, sabía que tarde o temprano los "cuentos" de Gohan comenzarían a ser parte de la realidad, ella había preferido que Goten solo recibiera así la información de tantas violentas luchas que con el tiempo notaría no eran cuentos. Goten miró a su madre volver a la cocina sin antes preguntar.

- Y mi papá ¿Qué me dejó? – ChiChi detuvo su caminar y en su rostro se marcó gran aflicción, en ese momento le daba la espada a su hijo pero tomó fuerzas y le miró dando una sonrisa forzada al nudo en la garganta que tenía, buscó en su mente que decirle, pensó inventar algo o de lleno decirle que su padre murió sin saber de él, pero aquello era algo que esperaba nunca comentar, pensó en ir de compras por aquel camión de plástico que tanto quería, e incluso pensó buscar otra esfera del dragón pero finalmente solo respondió "ya lo sabrás"

Goten miró a su madre irse y se quedó contemplando la esfera sentándose en el piso frente a esta. ¿Qué le había dejado su padre? primero imaginó aquel camión de plástico que tanto quería y luego en un juguete de madera que le había gustado anteriormente pero aquello ya lo tenía, era un regalo reciente de su abuelo. Miró la esfera con detenimiento aquello le daba más curiosidad que importancia, a él le importaba solo lo que Gohan le pudiese regalar y efectivamente esperaba un regalo de su parte. Antes de irse esa mañana a buscar algo de pescado le había dicho que le llevaría a un lugar especial, algo que sería solamente para él. Aquello ChiChi no lo sabía era un secreto de hermanos que se cumplió luego del almuerzo.

Gohan voló seguido de su hermano en la Kinton sobre las montañas durante varios minutos, el paisaje se dibujaba bajo ellos en hermosos colores, las montañas se habían llenado de verde vivo y algunos árboles florales mostraban su esplendor. Volaron pasando muchos kilómetros de rocas y riscos dejando atrás el verde del bosque hasta que finalmente entre las hendiduras de los riscos cerca de donde caía una pequeña cascada, se detuvieron. Había allí una hermosa y enternecedora pareja de dragones. Uno de ellos el más grande gruñó, Goten sonrió al ver la sonrisa de su hermano y tuvo fe de que no corría peligro.

- Él es el Gran dragón, es mi amigo desde que era niño.

- Wauuu, ¡tienes un amigo dragón!

- Ajá, pensé en traerte aquí cuando nos volvimos a encontrar, el Gran dragón ya está realmente grande JAJAJAJA - Gohan soltó una carcajada al sentir al dragón lamer su cara como en antaño con una sonrisa en su mirada, el animal era enorme y volaba cansinamente al lado de Gohan dejando en la guarida del risco a una dragona amarilla que también sonreía amistosa con sus rojos ojos.

- ¡Wouw mira Gohan tienen huevos! – Goten señaló asombrado

- Así es, jajaja ya basta Gran dragón – El animal volaba a su lado acariciando su gran cabeza contra el cuerpo del adolescente Gohan quien casi perdía equilibrio en su vuelo mientras abrazaba su cara acariciando sus cuernos con cariño. Goten aprovechó el instante para acariciar al animal y mirar a su hermano Gohan en tal tierna relación con aquel ser. Su hermano era genial, pensó, en ese momento Gohan le tomó en brazos y le sentó sobre el dragón. Aquella tarde sería un gran recuerdo que atesorar y mientras el día pasaba y el sol cambiaba de dirección Goten se convencía más de lo genial que era Gohan, el día pasaba lento entre las historias que este le contaba del gran dragón y su propia infancia.

Luego de aquella aventura los días seguían tranquilos, él tenía hasta ahora una buena infancia, lejos de las batallas que le podían hacer un rebelde como decía su madre pero no de los entrenamientos. Pues su madre le había hecho entrenar de vez en cuando a pesar de su corta edad.

- Los tiempos han cambiado – decía al practicar – debes saber algo de artes marciales a tu padre le hubiese gustado – continuaba antes de darle un golpe de puño – claro que no debes olvidar tus estudios – finalizaba siempre recalcando lo importante de aquello.

Goten se sonreía frente a aquello, su madre era como su padre, quizá algo complejo de explicar, pero en esos entrenamientos así lo sentía. Le gustaba demasiado aquel entrenamiento, era como si a su pequeño cuerpo le gustase de manera excesiva sacar aquella energía que le traía de hiperactivo casi todo el día. De alguna manera perseguir dinosaurios, animalitos y acompañar a su abuelo o a su hermano por la pesca eran formas de sacar su energía pero no era suficiente por lo que constantemente realizaban alguna actividad deportiva en casa o salían de paseo al bosque como aquel día.

El pequeño Son corría por los mismos caminos que su madre y su padre habían caminado hacía mucho tiempo junto a Gohan, ahora esos caminos se mantenían intactos solo cambiaban sus caminantes, Gohan y ChiChi seguidos de Ox Satan quien llevaba lo necesario para un día de picnic y una ronca risa animando el momento. Todos seguían al pequeño Goten que jugueteaba con todo lo que volara, se arrastrara o caminara por su campo visual. El pelinegro volteó llamando a su hermano a unirse al juego, quien le entregó a su abuelo una mochila llena de libros de estudio para aprovechar el día de campo que harían. Inmediatamente dejó aquella responsabilidad salió tras su hermano.

- ¡Tengan cuidado por favor Gohan! – dijo ChiChi en voz alta mientras los dos Son corrían a toda velocidad perdiéndose de vista.

- ¡Hermano! Mamá me dijo hace unos días que papá te dejo una esfera del dragón – Goten habló sonriendo mientras pasaban unos juncos, Gohan recordó que su madre le había contado lo sucedido sin saber aún que hacer, entonces se sintió algo nervioso, él tampoco sabía bien que decirle era solo un joven de 15 años y hablar de su padre algunas veces se le hacía incómodo.

- Es la esfera de cuatro estrellas – dijo buscando salida al tema

- Es cierto la miré mucho, y está muy bonita y… oye – Goten dio un salto quedado sobre una roca en medio de un rio colindante, el pequeño mantenía magistralmente el equilibrio mirando a su hermano con ojos bien abiertos – ¿así que es verdad ese cuento que me dijiste del dragón?

- Claro que sí – Gohan saltó cerca suyo volando al instante y sintiendo alivio de que el tema fuese en esa dirección.

- ¡Genial, Cuando vea a Trunks le contaré sobre Shen Long!

- Jajajajaja quizá hasta lo sabe, ya vámonos que mamá nos espera, ven aquí - le tomó en sus brazos montándolo sobre su hombro izquierdo, Goten sonrió aferrándose a su cuello sentándose en su antebrazo al momento que volaban. Le gustaba viajar en la kinton pero más aún en los brazos de su hermano pues le daba una sensación de seguridad y alegría intensa, pero esa alegría despertó una duda que nunca antes había tenido.

- Gohan, la Kinton es mí ¿verdad? Porque tú también la usas… entonces ¿no es mía?– Gohan sonrió y su mente trabajó a prisa, era inteligente, demasiado para un chico de su edad pero aquello le favorecía y en esta ocasión le ayudaba, aquella era la respuesta que necesitaba sobre lo conversado con su madre.

- Yo la uso, pero era de papá… Él te la dejó a ti Goten – Gohan no sintió pena de crearle ese recuerdo, no sintió que fuese una mentira pues realmente Goku hubiera querido que fuera para Goten.

- ¡Qué!- gritó emocionado – ¡Mi papá me dejo la nube! - sus ojos brillaron emocionados. No había pensado que algo que le dejase su padre le haría tan feliz pero así era. Se aferró a Gohan dándole un abrazo de alegría y cerró sus ojos intentando imaginar a su padre regalándole la Kinton, apretó más sus ojos intentando crear en su mente aquella imagen pero no lograba visualizarlo ¿cómo habría sido? ChiChi le dijo una vez que era igual a él y había visto una que otra fotografía que reafirmaba el hecho de que su cabello era igual en ambos, sin embargo su carácter no lo podía imaginar, ¿habría sido amable y divertido como su hermano? O más bien habría sido serio como el Sr. Piccolo, o quizá era como su tío Krillin, él lo consideraba un tío más que un amigo, bueno lo era también, pero aquella clasificación de tío le quedaba mejor a pesar de nunca habérselo dicho.

Krillin le agradaba, cuando iba a su casa siempre llevaba a Marron y los tres jugaban largas horas hasta que el guerrero ponía sus manos en los bolsillos y comenzaba a platicar con su madre, su abuelo o Gohan. Él y Marron siempre jugaban extensamente aquello le agradaba, la niña a pesar de ser muy pequeña y no hablar nada, reía y disfrutaba de sus juegos cosa que era mejor cuando estaban con Trunks ya que los dos cuidaban de ella actuando como sus hermanos mayores. Esperaba su padre fuese como Krillin amable y tranquilo, más no podía vislumbrarlo. Aquello, pese a todo, no le angustiaba tenía a Gohan, su hermano. Goten sonrió aferrándose a su hermano al momento que aterrizaban, apenas tocó el suelo corrió donde ChiChi con una sonrisa.

- ¡Mi papá me dejo la Kinton! – ChiChi sonrió mirando a Gohan quien le guiñó un ojo

- Que bueno que Gohan te lo contó.

- Así es mamá y cuando veníamos se me ocurrió una idea muy buena ¿vamos a ver a Trunks? Por favooor ¿sí?.

- Pero que cosas dices Goten, recién comenzaremos nuestro día de campo y ya te quieres ir a otro lugar- ChiChi le entregó un sándwich de los que traía, mientras Gohan saludaba a su abuelo y se sentaba.

- Pero mamáaaa – dijo Goten haciendo un puchero mientras se tiraba de estómago sobre una manta en el césped y mordía el sándwich.

- Mañana pasaremos a ver a Bulma, pero hoy estamos en un día familiar.

- ¿Mañana?... ¡Sí, vivaaaaa!- el pequeño dio un salto quedando sentado mientras terminaba su merienda y se hacía con un poco de jugo – Oye mamá y podemos ver a Marron también, así jugamos los tres y… – en ese instante vio que Gohan alzaba la mirada y se ponía de pie al momento que saludaba.

- Hola Sr. Piccolo que bueno verlo – habló emocionado.

- Hola Gohan

- Sheñor Piccolosh Hoolaaash – dijo Goten con la boca llena de manera alegre salpicando trocitos de pan.

- No hables así – ChiChi le corrigió limpiando su boca mientras volteaba a ver al que se acercaba – Hola Piccolo – dijo en un tono amable pero algo duro.

- Hola

- ¿Qué tal si te quedas con nosotros? – invitó Ox Satán afable

- No, gracias solo vengo a saludar a Gohan.

Goten les vio alejarse un poco y volar, en ese momento comía unas brochetas que se le hacían insuficientes para su apetito. Miraba a su hermano y a Piccolo conversar e incluso reír, algún día él sabía que volaría como su hermano y seria parte de aquellas conversaciones de padre e hijo. Sabía instintivamente que para Gohan, aquel namekusei era como su padre pues le respetaba, admiraba y quería, tenía sentimientos que se expresaban a un padre y que Goten también albergaba pero hacia su hermano. De alguna manera era Gohan su modelo de padre. El pequeño sonrió frente a su lógica pues él no solía pensar tanto aquellas cosas, les quedó admirando mientras terminaba de comer, finalmente Gohan se despidió y aterrizó para disfrutar con la familia.

- Hermanoo yo quiero ser igualito a ti cuando sea más grande – habló emocionado al verlo aterrizar, Gohan rió junto con su madre y su abuelo antes de acariciar su cabeza y unirse al picnic, miró el brillo en los ojos de su hermano y le regaló una sonrisa firme.

El día de campo continuó entre risas y paz, la tierra vivía en paz.

Continuara…