Hola de nuevo, pues bien, tercer fanfic del SECMHFY. Pues, ahora no tengo mucho que decir mas que espero que les guste la historia, que para los que se comunican conmigo en msn no podré conectarme en un tiempo pero si podré dejar reviews, mandar mensajes, etc. Ah claro, además de que esta serie es propiedad de Ciro Nieli. Bueno, pues no los entretengo mas, nos vemos/leemos, se cuidan.

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Capítulo 1: ¿Por qué me abandonas?

La oscuridad de la gruta era abrazadora. Humedad, silencio, desolación y muerte era lo que rodeaba todo el lugar. El chillido de los pequeños y peludos murciélagos resonaba por las paredes de roca, acompañado por los golpes de las suelas del muchacho que corría desesperadamente en busca de una salida.

Detrás de él corría un pequeño mono robot color negro y con ojos amarillos. Aprendiz y maestro huían por su vida siendo perseguidos muy de cerca por las terribles fuerzas de su cadavérico enemigo.

-¿Ahora que hacemos, Antauri?- preguntó el muchacho.

-No desesperes, estoy seguro de que el resto del escuadrón nos está esperando- contestó el mono.

El chico miró su reloj de mano con la finalidad de ver cuánto tiempo les quedaba. Eran las doce con diez minutos, únicamente les restaban cinco para llegar a su destino. El plan consistía en que el escuadrón mono tendría que llegar a un punto estratégico para recoger a su líder y al mono negro.

La puntualidad era precisa en esa ocasión puesto que lugar estaba a punto de estallar. Si no salían de ahí cuanto antes sería muy difícil hacerlo después.

-No vamos a lograrlo- exclamó el chico.

-Claro que si, el poder primate nos guiará- contestó Antauri.

El muchacho asintió mientas veía de reojo a los peligrosos soldados calavera siguiéndolos de cerca. Los soldados en sí no le preocupaban, podía vencerlos fácilmente si se lo proponía. El ser que lo llenaba de terror era aquel que creaba todo rastro de maldad en el universo, el perverso Rey Esqueleto.

Finalmente llegaron hasta el sitio al cual pretendían. Era el cráter del volcán donde se encontraban, un volcán activo a punto de hacer erupción. En la parte superior flotaba una nave lo suficientemente péquela para entrar fácilmente ahí pero bastante grande para llevarlos a todos.

Al verlos, la nave tripulada por Sprx, Gibson, Nova y Otto bajó preparándose para recibirlos.

-¡Pronto, sube!- le gritó Antauri a su joven aprendiz.

El niño obedeció y subió a la nave una vez que esta se acercó lo suficiente. Era el turno de Antauri pero su escape fue frustrado por un grupo de esqueletos que se abalanzó sobre él.

-¡Antauri!- gritó el niño.

-¡Olvídense de mí!, ¡solo váyanse!- gritó el mono negro.

-¡Nunca!, ¡no voy a dejarte aquí!- exclamó el joven saliendo de la nave y corriendo a auxiliar a su maestro.

El resto del escuadrón intentó detener al muchacho pero les fue imposible. Antauri por su parte luchaba fieramente con sus garras fantasma pero no fue hasta que su aprendiz llegó con él cuando logró liberarse.

Los soldados esqueletos fueron destruidos y una nueva oportunidad de escape se abrió con eso.

-Vamos, Antauri- dijo el chico ayudando al mono a levantarse.

Estaban por regresar a la nave cuando una risa siniestra se escuchó en todo el lugar. Sabían de quien se trataban era el Rey Esqueleto. El maléfico monarca apareció entonces frente a ellos mirándolos con crueldad.

-Jajajajajajaja, son míos ahora- rió el rey.

El muchacho inmediatamente se colocó en posición de ataque dispuesto a defender a Antauri a cualquier costo. Se moría de pánico pero eso no lo detuvo, su maestro era mucho más importante que cualquier otra cosa.

-Sube a la nave, Antauri- dijo el niño.

-No sin ti-

-Tranquilo, solo lo voy a distraer un momento. Iré detrás de ti- dijo el muchacho.

-De acuerdo- respondió el mono comenzando a dirigirse a la nave mientras que su pupilo enfrentaba al rey esqueleto. El joven era hábil y fuerte pero sabía que debía actuar rápido, el rey esqueleto era mucho más poderoso que él.

Antauri llegó hasta la nave y subió a ella. Luego se quedaron mirando hacia donde el líder del escuadrón peleaba valientemente. En ese momento, todo el lugar comenzó a temblar y la temperatura se elevó de golpe, el volcán estaba por estallar.

-¡Date prisa!- gritó Antauri.

El muchacho comprendió la situación y le dio al rey esqueleto un golpe en la mandíbula que logró desorientarlo momentáneamente. Una vez hecho esto comenzó a correr de vuelta a la nave.

Lamentablemente junto con el chico, un enorme montón de lava también inició una carrera hacia el escuadrón. Los monos miraban alterados como la incandescente explosión se movía más rápido que el muchacho.

-¡Tenemos que quitarnos de aquí!- gritó Gibson.

-¡Pero él aún no nos alcanza!- dijo Antauri.

-No va a llegar. Solo hay que esquivar la lava y regresamos por él- dijo Sprx.

El muchacho no había escuchado esta conversación y solo pudo ver como la nave donde viajaba su amado escuadrón se alejaba de él.

-¡Esperen!, ¡por favor!- gritó prensando que lo estaban dejando a su suerte.

Cuando el niño llegó hasta su destino la nave ya se había alejado y un río de lava pasaba frente a él. Por desgracia, desde el ángulo donde estaba no se lograba apreciar la magnitud de la erupción que había obligado a su equipo a dejarlo.

-¡Antauri!, ¡chicos!- gritó el joven con los ojos llorosos. No podía creer que en serio lo hubieran abandonado.

El rey esqueleto por su parte se había recuperado y ahora reía con maldad. Ni siquiera planeaba seguir atacando, el muchacho se notaba demasiado triste y decepcionado.

-Jajajajaja, esto demuestra que el bien nunca retribuye. Míralos, tus amigos te han abandonado- decía el rey.

-No…no…no- susurraba el muchacho sintiéndose desolado.

-Así es, te abandonaron y ahora estás indefenso, jejejeje, ahora eres mío- sonrió el rey esqueleto apuntándole al joven con su cetro.

El niño comenzó a llorar en silencio y dio media vuelta dándole la cara a su enemigo. Lo sabía, era su fin y para colmo su adorado escuadrón lo había olvidado.

-Adiós, niño- terminó el rey esqueleto mirando a su resignada víctima.

Desde la nave, Antauri podía ver con claridad como el rey esqueleto estaba a punto de liquidar al chico. Entonces la desesperación se apoderó de él.

-¡Tenemos que regresar por él!, ¡lo va a matar!- gritaba Antauri.

-Imposible, la nave no lo resistirá- explicó Gibson.

La siguiente visión fue demasiado perturbadora para todos los monos, en especial para el de color negro. El rey esqueleto acababa de lanzar un mortal rayo color rojo, el cual dio de lleno en el pecho del niño. A pesar de la distancia, Antauri pudo ver con claridad como la expresión del chico perdía vitalidad luego del impacto.

Sabía de sobra que ese ataque era letal, nadie que lo recibiera podía sobrevivir. Ahora solo le quedaba observar como su aprendiz, ahora muerto, caía frente a su enemigo.

-¡Nooooooo!, ¡Keith!- gritó Antauri.

Unas manos humanas empezaron a mover a Antauri para hacerlo despertar de su pesadilla en ese momento. El mono negro se levantó sobresaltado y sudando frío, entonces comprendió que todo había sido un mal sueño.

A su lado se encontraba Chiro, su actual aprendiz y líder, mirándolo con preocupación.

-¿Estás bien?- preguntó Chiro.

-Si… solo fue… un sueño- contestó Antauri.

-¿Seguro?-

-Claro, en seguida voy con ustedes- contestó el mono.

Chiro pareció aceptar la explicación y salió de la habitación sonriéndole a su maestro. Justo en ese instante Nova entró y se dirigió a Antauri para asegurarse también de que estaba bien.

-¿Un mal sueño?- preguntó.

-Si, bueno, no precisamente… un recuerdo- contestó.

-¿De qué?-

-De él… de Keith- dijo Antauri.

Nova puso una expresión de suma tristeza entonces y le colocó una mano en el hombro a su compañero.

-También lo extraño, pero debes dejar de culparte por eso- dijo –Después de todo ahora tienes a Chiro-

-Lo sé, y eso es lo que me preocupa… ya perdí a un aprendiz, no quiero que a él le ocurra lo mismo- dijo Antauri.

-Creo que es hora de contarle-

.No, aún no es el momento… No estoy listo aún para decirle que…- dijo Antauri con dificultad -…que… antes que él hubo otro elegido. Y que yo lo maté-

Continuará………