Hacía siglos que no publicaba nada. En fin, mi vida ha estado bastante agitada y mi musa muy perezosa estos meses, hasta que ayer, en 15 minutos, me salió esto. Sí, fue uno de esos "flashes" que hay que aprovechar al momento porque sino se pierden, y este fic se escribió prácticamente solo. Éste es el primero de una colección de nueve drabbles sobre Yamato Ishida de una tabla que pedí en el foro de Duelo Literario. Puede que haya incoherencias u OoC, pues ya he dicho que el drabble se escribió prácticamente solo. Espero que os guste.
Situado dos años después de Adventure, un año antes de 02.
Vacaciones
El chico no pudo menos que asombrarse ante la cantidad intimidante de desorden en la habitación de Yamato. Por el cúmulo de prendas que había esparcido por el suelo, la cama o incluso el escritorio, él habría creído a su amigo si le dijese que no utilizaba los armarios para guardar ropa. Avanzó con cautela, esquivando pantalones, latas de refresco vacías y una vieja guitarra, hasta llegar a los cajones donde el rubio rebuscaba entre papeles algo que se resistía a ser encontrado.
–Juraría que la metí aquí –aseguró Yamato, insistiendo en revisar la monaña de papeleo hoja por hoja.
–Por el evidente amor por el orden que demuestras, podrías haberlo guardado dentro de un calcetín –repuso su compañero, sentándose junto a él.
-No digas tonterías, Taichi –el chico desechó un par de partituras musicales que su amigo miró con curiosidad y agarró una pequeña postal colorida, escrita con hiriente tinta rosa fosforescente. La blandió orgulloso frente al castaño mientras le espetaba un "¿Ves como estaba aquí?".
–Por favor, yo nunca he asegurado lo contrario –aseguró Taichi. Contempló la foto de la postal: era una vista del Nueva York nocturno, con millones de lucecitas brillando con más fuerza que las estrellas. Al dorso había escrito un mensaje de caligrafía redonda y suave y, adjuntada con pegamento, la foto de una castaña que conocía muy bien.
–Es la postal de Mimi –se extrañó el castaño– ¿Esto era lo que querías enseñarme?
–Es de cuando se fue de vacaciones. A Nueva York –afirmó Yamato.
–Sí... ¿Qué pasa?
–Joder –replicó el rubio, cogiendo una lata cercana, sorprendentemente, llena–, Taichi, lleva cuatro meses de vacaciones.
El chasquido de la anilla de la lata se oyó en lugar de la respuesta que el chico esperaba de su compañero. Aquél silencio hizo que el refresco se detuviese en su mano. Sus ojos azules buscaron, ansiosos, la mirada del castaño, claramente preocupado.
–Yamato... –el tono de voz de su amigo provocó que, sin darse cuenta, apretase con más fuerza la lata que sostenía en su mano– ¿es que ella... no te lo ha contado?
Y es que yo siempre he visto a Mimi como el tipo de chica que nunca querría que sus amigos se preocupasen. no sé si se entiende la idea del fic ù.u
Los drabbles, al menos de momento, no van a tener conexión entre sí. Van a ser meras "escenas perdidas".
Se agradece cualquier tipo de comentario, adulación, flame, crítica desgarradora o lo que queráis n.n
¡Saludos y feliz Navidad!
