Olvido
Porque te miro
verdaderamente
vives. Porque te amo
Vives entre mi vida
me respiras.
A veces el olvido es una forma
De estar dentro.
Y el amor no se nota.
Carlos E. Jaramillo
Oigo caer una madrugadora lluvia, ligera y tímida, la oigo caer y se me filtra en el alma, recuerdos invaden mi mente, el agua no puede lavar mi dolor, pero si lleva consigo este mi corazón, que se destroza cual espejo al caer de manos inquietas.
Llorar, no sé
Lágrimas he derramado ya, por la rosa de amor negada
Por tu recuerdo de inigualable olor
La lluvia no tiene memoria
Pero en mi mente aún existe un fantasma
Un fantasma de amor que se desgasta en el exilio
Tu flecha hirió mi corazón de muerte
Ahora
Grito tu nombre al viento
Hago preguntas
Y obtengo el dolor por respuesta
A veces, eres leve como una sola idea
Y otras real como la ráfaga de viento
Que se cuela por mi ventana
Inquieta, fugaz y verdadera
Quiero, deseo, anhelo
Que veas dentro de mí
Que puedas ver la clave de mi corazón
Para que vivamos nuestro sueño
Y podamos ver la felicidad vislumbrada en relámpagos
Pero sonrió con tristeza
Cuando choco con mi miserable realidad
Lo nuestro
Es un amor indeciblemente temporal
Que vive y se agota en la casualidad
Observó el reloj de pared que marca las 5 de la mañana, es viernes y aún sigo pensando que leer poesía no me hace tanto bien, pero por lo menos me ayuda a expresar lo que siento, hoy es mi último día en el colegio, si, hoy por fin es mi graduación, supongo que no fue tan malo estudiar toda mi vida en un colegio de monjas y exclusivamente para niñas, en ese colegio encontré de todo, amigas, diversión, problemas, personas horribles es decir mis profesores y hasta… un amor, por el que ahora me encuentro envuelta en la soledad con un hueco en el alma, tambaleándome a punto de caer, sumida en el dolor, con el corazón lacerado, envuelto en lastimeras vendas, pero cuando sus ojos, sus malditos y hermosos ojos me miran, me quito la vendas y muestro sin ningún pudor las heridas, las heridas, producto del adiós, de su indecible huella y de su boca que por un efímero momento me supo a gloria, siento dolor, rabia, el llanto se proclama victorioso y cae libre por mis mejillas, hoy he decidido no sufrir más, solo sufriré una muerte, una muerte de olvido.
Soy Serena Tsukino, tengo 17 años y esta es mi historia
Todo comenzó una mañana, en el Colegio Cristal de Plata, para mí no era más que un día como cualquier otro, profesores que regañan a las alumnas, charlas con mis mejores amigas, hacer rabiar a la inspectora, en fin, común y corriente.
Estaba lloviendo, nubes grises surcaban el horizonte de Tokio, los patios del colegio estaban mojados, producto de la lluvia, debíamos formarnos como todos los días, así que lo haríamos en los corredores, por primera vez había llegado temprano, mis amigas aún no llegaban, entre al aula varias de mis compañeras conversaban, no preste atención, hasta que llegó Minako Aino, mejor dicho Mina, nos conocimos desde pequeñas, somos inseparables, de mis cuatro mejores amigas, ella es para mí como mi hermana, llegué hasta ella y la saludé con un abrazo ,ella me respondió con un efusivo Hola Sere!, conversamos, nos reímos de tonterías, hasta que llegó el resto, la sirena sonó y salimos al pasillo a formarnos, no había nada de espectacular, lo mismo de siempre, la inspectora nos regaño diciendo que por indisciplina deberíamos quedarnos hasta tarde en el colegio, me quejé como las demás y nuevamente nos regañó, di una mirada rápida a mis maestros, todos eran viejos, aburridos y sin ninguna gracia, de pronto mi mirada se fijó en una persona que acababa de llegar.
Era un hombre alto, muy alto, no pasaba desapercibido, tenía cabello negro, tan negro como la noche, estaba mojado y su paso era rápido, de inmediato tomo su lugar junto con los demás profesores, nunca nadie había llamado nadie mi atención como ese hombre, mil preguntas se formaron en mi cabeza, veía a Mina hablar, pero no la escuchaba, solo lo veía, quién era? que hacía en mi colegio? Eran las preguntas que rondaban mi cabeza, de repente, una ráfaga de viento sopló en dirección a nosotros, era fuerte, bajé rápidamente mis manos a mi falda para que no se levante y al hacerlo vi como unos cabellos negros ondearon perfectamente con el viento, su dueño levantó la mirada y unos ojos impresionantes ,hipnotizantes, me miraron directamente, eran de un color perfecto, azul zafiro para ser exacta, su rostro era fuerte, su nariz perfecta, pero lo que más me cautivo fue sus ojos, mi corazón dio un vuelco, ese instante, perdurará por siempre en mi recuerdo, aunque sé muy bien que la memoria no suele a veces capturar la torturada belleza de un instante.
El tiempo se congeló y todo dejó de existir, por ese momento solo éramos él y yo, algo surgió, algo nació de esa mirada, se que suena difícil de creer y lo es aún más de explicar, solo sé que no todos los días, alguien de repente con una sola mirada, puede hacer que tu mundo de vueltas y contorsione tu ser.
El encantamiento se rompió, cuando la sirena que indicaba el inicio de clases sonó, había estado absorta en mis pensamientos, que no me había dado cuenta de nada de lo que sucedía a mí alrededor.
Tenía mis primeras clases con el profesor de matemática, un ser odioso, en ningún momento dejó de hacer su explicaciones sobre ecuaciones, valores reales, etc, mientras mi mente vagaba libre en el espacio del hombre de ojos azules, hasta que de pronto.
-Serena no has estado poniendo atención a mi clase!-
-Sí, lo he hecho-
-Perfecto, pasa a resolver esta ecuación de segundo grado y obtén el eje de simetría-
-Si-
Sonreí internamente, hice la tarea, claro que pude resolver el dichoso ejercicio y mientras el profesor me volvía a regañar y tomaba asiento el cambio de hora sonó.
-Oye Serena, pensé que te quedarías en blanco al igual que yo, mira! no he hecho nada-dijo sonriente Mina
-Si, jeje, ay no! Mina hoy es Lunes-
-y?-
-A esta hora nos toca computación con la profesora Mónica-
-Ash!-
-Si, ya sabes que no me llevo bien con esa vieja, estoy a punto de matarla, definitivamente ella y yo no congeniamos-
-Si, pero Serena eso es raro, ningún maestro te cae tan mal como ella-
-Son las cosas del destino, mejor iré al baño antes de que llegue, me acompañas?-
-No, mejor préstame la tarea de Mate-
-Okey, aquí está, pero cuidado, la vuelves a prestar, mira que el profe se cuenta cuando le copiamos-
-Si, si yo sé-
Al levantarme de mi asiento y pasar cerca de la mesa de los maestros, tomé el leccionario y revisé todo el horario, tendría dos tediosas horas de computación, luego el receso, era lo que más me encantaba, después literatura, física, filosofía y ciencias sociales. Le dí una rápida mirada, y me fije que en lugar del nombre Lic. Mónica Minamino, estaba el nombre de Ing. Darien Chiba, que raro pensé, no le di importancia y sin más me fui al baño.
Al regresar no encontré al profesor, por lo que pude respirar tranquila, Mina estaba concentradísima copiando el deber, Lita y Rei parecían que discutían sobre algún chico por su cara a si que no les presté atención, me senté y saque de la mochila mi libro favorito Veinte Años de Poesía y me puse a leer.
El curso era un caos, aún no llegaba la profesora, algunas escuchaban música, era de Sin Bandera, la letra decía mucho, era de lo más trágica Que Lloro, sin duda era una buena canción- espero que eso nunca me suceda a mí- pensé había tanto ruido que no podía concentrarme, otro grupo reía carcajadas, mientras otras se contaban las últimas noticias, era inútil leer así, dejé mi mente en blanco y a ella llegaron unos ojos azul zafiro. De repente tocaron la puerta, todas tomaron sus lugares y Molly abrió la puerta, lo que esta reveló cuando se abrió me dejó sin aire.
El hombre de hermosos ojos estaba ahí parado, en la puerta de mi curso, era más alto de lo que pensé, pero no por eso dejaba de ser menos atractivo.
-Disculpen, este es 3ro de Ciencias Básicas- esa voz, fue la más varonil, que había escuchado antes y debo decir que me impacto
-Si-contestó como ida Esmeralda y eso me molestó
-Bien- entro con paso firme denotando su carácter, dejó su maleta en la mesa y se volteó a nosotras
-Buenos días-
-Buenos días! Profesor- respondimos todas más que gustosas
-Mi nombre es Darien Chiba, y seré su nuevo profesor de Computación, la Lic. Mónica ahora trabajará con primaria-
Qué bien me dije a mi misma, por fin la suerte estaba de mi lado, aunque la cercanía de ese hombre me ponía demasiado nerviosa.
-Son dos horas, así que nos presentaremos, lo haré primero yo y luego lo harán ustedes para conocernos, me dirán su nombre, edad, que es lo que más les gusta y lo que más detestan -
-Empecemos, mi nombre es Darien Chiba, tengo 25 años, me encanta el chocolate y detesto la impuntualidad.-
Una a una se fue presentando, estaba nerviosa y casi era mi turno
-Mi nombre es Minako Aino, pero todos me dicen Mina, tengo 17 años, me gustan los videojuegos y lo que más odio en mi vida son las matemáticas- miraba atentamente cada movimiento de él y en ese momento sonrió de lado, casi me muero.
-Mi nombre es Serena Tsukino-dije mirándolo directamente a los ojos, y por un instante pareció que él se mostraba interesado, o a lo mejor fue un truco de mi imaginación- tengo 17 años, lo que más me gusta son los helados y detesto la mentira-
Hice un esfuerzo sobrehumano para no desmayarme y por lo visto lo había logrado
-Bien, ahora empezaremos con los Sistemas de Programación-
-Ay no!- dije en voz alta olvide decir que lo que más detesto es computación
Las siguientes dos horas estuvimos entretenidas con los ejercicios que él nos planteaba, pero yo estaba más interesada en mirarlo y cada vez que levantaba mi cabeza sus ojos se encontraban clavados en los míos, el tiempo se terminó en un abrir y cerrar de ojos, cuando se despidió su última mirada fue para mí y me sentí feliz.
Así transcurrió los meses entre miradas y sonrisas cómplices, recuerdo muy bien cuando estuvimos juntos en el salón de computo.
-Ay! No me sale!- dije por demás frustrada, ya no había nadie, hasta a Mina le salió el ejercicio y solo a mi no me salía es injusto
-Serena? Que sucede?-
-Lo siento, es que no puedo- dije avergonzada
- Déjame ver- dijo él acercándose, su perfume se impregno en mis fosas nasales, desde ahora Diesel era mi fragancia favorita, tenía mi mano en el ratón y mi mirada fija en el monitor no tenía el valor para regresarlo a ver, pero la curiosidad me ganó y voltee.
Cuando lo hice de inmediato sus ojos, como siempre pasaba se encontraron con los míos, pero esta vez había algo en ellos que no podía descifrar, sin dejar de mirarme movió su mano al ratón y se encontró con la mía, cuando sentí el roce de su piel, mis terminaciones nerviosas se sobresaltaron fue como un paso de corriente eléctrica.
Su mano no se apartó de la mía, en lugar de eso parecía acariciarla levemente, me rendí ante esa caricia y naufragué en esos ojos de mar.
-Solo tenías que escribir end- me dijo suavemente- así correrá el programa-
-Gr…Gracias- dijo en tono poco audible
-Serena…te gusto-dijo de pronto acercando su rostro al mío
-S..Si- respondí sincera
-A mi también-dijo tomando con su mano mi mejilla, cerré los ojos y pero el maldito timbre toco sacándonos de nuestra burbuja
-Por Dios!-dijo visiblemente alterado-que hice!
-Darien-lo llame por su nombre- no tiene nada de malo, que importa si nos gustamos, somos libres de vivir lo que sentimos.
-Puedes retirarte- dijo mostrando confusión en su voz y por primera vez no volteó a verme
-Adiós Darien, piénsalo bien, yo te quiero y no estoy dispuesta a negarlo, lo que siento por ti es verdadero, se que suena extraño pero siento que nos conocemos desde antes, como si fuera en nuestras vidas pasadas, no niegues que tu también lo sientes, lo he visto en tus ojos, solo permítete este sentimiento, no me lo niegues - dije nerviosa
-Esto no está bien Serena-
-Claro que está bien! A nadie se le prohíbe querer, amar-
-No Serena tú no entiendes, yo…no puedo-
-No puedes o no quieres-
-Quiero, pero tú aún eres muy joven y …-
-Me quieres?
-Yo…-me miró con ojos llenos de dolor- prometo responderte todo pero no ahora
-Yo Darien te quiero, es más, es tan fuerte lo que siento, que no me importa jugármelas todas por esto-
-Serena…-
-No digas nada, piénsalo- me acerqué a él, me paré en puntillas y le bese la mejilla- Adiós Darien
Adiós Serena-
Me sentía como en las nubes, nunca me había sentido así, no podía negar que yo sentía algo especial por él y al parecer yo no era la única él también estaba enamorado pensé, sonreí, quien hubiera pensado que después me estrellaría y el dolor se haría presente.
Días más tarde, me lo encontré en el salón de computo, me acerqué a saludarlo y su fría mirada me congeló
-Buenos días Darién- dije dudosa
-Buenos días, señorita Tsukino, que se le ofrece- escuché bien me llamó señorita y no Serena?
-Te sucede algo?
-No, estoy ocupado en mi Trabajo, pero ya que está aquí necesito hablar con usted-
-Dime-
-Señorita, lo que paso aquí hace algunos días, no debe trascender, usted es mi alumna y yo su MAESTRO, esa es nuestra única relación, no quiero que se malinterpreten las cosas-
-Pero…-
-Pero, nada he sido muy claro, yo no siento nada por usted, lamento que haya malinterpretado las cosas-
-Darien- dije al borde de las lágrimas, su declaración me dolía
-Le ruego que no me llame por mi nombre eso es muy personal, y usted y yo no tenemos nada- dijo serio
-Porque?- dije y una lágrima rebelde y solitaria bajo por mi mejilla
-Lo siento, yo no puedo corresponder tus sentimientos-
Me sentía vacía, abrí mi corazón, le mostré que mi amor era sincero, para qué? Para luego mentirme decirme que no me quiere, después de confesármelo, no, seguro estoy soñando
-Algún día, encontrarás alguien más joven que cumpla con tus sueños-
-Ya lo encontré pero al parecer el no quiere formar parte de ellos-
-Señorita Ts…-
-Sabes, no te pedía nada, solo que aceptes que me amas, conoces que no me gustan las mentiras, si esa es tu decisión la respetaré-
-Yo…-
-Calla, no digas nada, ninguna palabra alivia un corazón roto, Darien yo verdaderamente te amo a ti, pero si no estás dispuesto a reconocerlo, tal vez mis sueños contigo, fueron solo eso sueños, que quedaron flotando en el vacío
-S..-
-Adiós, Darien…mejor dicho Profesor, siento haber sido tan tonta por creer en usted y revelar mi amor, ha escuchado alguna vez que el amor verdadero es aquel que nunca se revela, así permanecerá mi amor, intacto, hasta que se canse ya de dolerme, te juro, que te olvidaré, no recordaré nada de ti, ni tu nombre y esta será la última vez que hablemos, como te dije respeto tu decisión y en cuanto a mí no te preocupes yo me encargo de olvidarte.
-Perdóname-
Salí de ahí con mi corazón a cuestas, me costaba respirar, que lo perdone?, después de romper mi corazón, mis ilusiones y mis ganas de vivir, el me dijo que me quería y ahora niega todo, se que de ahora en adelante las cosas no serían iguales.
Para que no te vayas tan de prisa
de mi memoria que te amó y contigo
lo que en tiempo y espacio te recuerda,
solo tengo mi voz que diga y diga
con más nostalgia cuanto más sin fuerza
tu imagen convalezca del olvido.
Solo queda mi voz debilitada
Tratando de salvar para el oído
Lo que fuera canción-que bien cantada-
En la edad del amor y del deseo
Carlos E. Jaramillo
Una nueva semana y con ello una nueva clase de computación, él llegó como siempre puntual, no levanté la mirada, simplemente no podía hacerlo, teníamos que entregar la tarea, me levante y sin mirarlo le entregue el insulso papel, me senté y las dos siguientes me concentré en hacer lo que nos pidió sin regresar a verlo, me dolía, pero ya todo estaba dicho, no había vuelta de hoja, pero mi corazón me pedía a gritos que le dijera cuanto lo amo.
No quería estar cerca de él, pero el estar lejos me causaba mucho más dolor, diario lloraba con un dolor punzante en mi corazón, me encontraba herida y nadie podía curarme.
La Semana del Estudiante llegó y con ello el concurso de Poemas, no tenía nada que perder, lo había perdido todo, desde ese fatídico momento, mis ojos perdieron vida y los ojos de aquel ser que alguna vez hicieron que soñara, me resultaban hirientes, él no perdía oportunidad para hablarme, y como siempre mirarme, yo con mi dolor y la promesa de respetar su decisión lo evitaba, era lo mejor, al menos para mí.
Me inscribí y el turno de leer mi poema llegó estaba frente a un auditorio repleto, podía distinguirlo a él, quería que escuchase, esto era para él.
Olvido
Por: Serena Tsukino
Con firmes palabras
Te digo: ven te extraño
Extraño tu presencia
También tu risa, tus palabras
Y tu manera de mirarme a lo lejos.
Permaneces quieto, inmóvil
El recuerdo de ese día fatal nos desune
Y ahora me sumerjo en el
lento río del olvido.
No podemos regresar
Me he perdido
Nos perdimos
Hemos olvidado el camino
Que nuestros corazones
dejaron cuando nos separamos
Nos encontramos muertos, desnudos
Con el dolor de mis ojos suplicantes te digo
Te maté
Y yo también muero en el olvido
Yo te maté llorando
Mi corazón se secaba por el dolor
Mis ojos se hicieron temerosos
Al verte y no reconocerte
Entonces que hare?
La luz nos hallará desnudos en la sombra
del infinito olvido
Los ojos no harán más que parpadear
Los labios no harán más que preguntar
Entonces que hare?
Buscar una respuesta
Para que!
Cuando todo se ha olvidado
Para saber no sirve la tristeza
Ahora esa es mi única compañía y consuelo
Cuando estés en olvido
Te reconoceré ¿por qué señales?
Sacudiré el polvo de mi memoria
Te podré reconocer?
No tengo repuestas
Ahora lloro
Por el sí
Por el no
Por el nunca sabré
Lloro por el olvido
Lloro por la mentira
Y me levanto de las cenizas
De este corazón
Para decirte
Ya no te recuerdo
Ahora estás en el olvido
Al terminar de leer miré directamente al ser dueño de mi corazón, de mi dolor, fuente de mi inspiración, sus ojos se mostraban heridos, no me importo, quería verlo sufrir, como yo lo había hecho, mi poema ganó, mis amigas estaban eufóricas, no tenía ánimos para nada salí, dirigiéndome al baño, me miré en el espejo, mis ojos estaban rojos por las lágrimas no derramadas, cuando levanté la mirada ahí estaba él con lágrimas en los ojos, no podía creer lo que veía.
-Olvido, yo no quiero olvidarte-
-No importa profesor, solo es un poema- dije secándome furiosamente las lágrimas
-Serena…- dijo visiblemente herido
-No me diga nada, tengo que irme-
Iba a salir, cuando una fuerte mano agarró mi brazo y me aprisionó entre la pared y su cuerpo, mis labios fueron asaltados por el causante de mi dolor, sus labios me sabían al mejor dulce, eran tiernos, traté de resistirme, no quería llorar, pero fue inútil, lágrimas bajaron por mis mejillas, no deseaba que ese momento terminara, enredé mis manos en su suave cabello negro, mientras el limpiaba mis lágrimas con su dedo, su legua acariciaba la mía y yo me sentí morir, la falta de aire se hizo presente y se separo de mi, mi boca picaba, quería tener sus labios otra vez donde correspondía, sobre los míos.
-Si me vas a olvidar por lo menos, a mí me quedará el recuerdo de tus besos-
-Tú lo decidiste así-
-Yo…-
-Tú que! Darien deja de hacerme sufrir, ya no puedo más- dije y lágrimas espesas bajaron por mis ojos
-Lo siento-
-Lo sientes? Me destrozas el corazón y me dices lo siento, Darien tu me amas?
El movió su cabeza negando, yo me quede inmóvil, no quería escuchar más de él, se quedo parado mirando al suelo, no había más que decir
-Darien, recuerda mi poema Cuando estés en olvido, Te reconoceré ¿por qué señales?-
-Serena, espera yo t…-
No me quede a escuchar más, lo había dicho una vez más no me amaba, que diablos hacía yo rogando por su amor.
Tiempo Presente
Estaba recibiendo mi diploma de graduada, todo el grupo nos dimos un gran abrazo, cuando a lo lejos pude distinguir unos ojos, que hace tiempo no veía
Flash Back
-Sere, adivina- dijo Mina
-Que-
-El professor Chiba renunció!-
-Qué! Porque?-
-No se sabe, pero el hecho es que no va a volver-
Ese día no pude contener mis lágrimas, corrí y me encerré en el baño a llorar mi desgracia, se había ido, me había dejado sola, yo lo amo y él se fue, se que él no me amaba pero me bastaba verlo, aunque sea de lejos, ahora yo con que me quedo con el dolor.
End Flash Back
Recuerdo, que lloré mucho, y por más que intenté no lo olvide, ahora al volver a ver esos ojos, que me enamoraron, recuerdo la pregunta que le hice Cuando estés en olvido, Te reconoceré ¿por qué señales?- la respuesta es simple, nunca podré olvidarlo, y yo podría reconocerlo en un mar de gente por sus ojos, los que me enamoraron, los que me hicieron sufrir, los que tanto amo y los que aún añoro, solo espero que algún día nuestros caminos se crucen y cuando eso suceda nunca más nos separemos es el deseo más ferviente de mi adolorido corazón
FIN
Notas de la Autora
Hola esta es una historia, que se me ocurrió mientras escuchaba una canción, sé que no he podido actualizar Apuéstale al Amor, pero lo haré pronto, como lo dije me quede sin internet buahhh( Gissa llorando a lágrima suelta) esos malos de la compañía dijeron que lo iban a arreglar pronto, ojala lo hagan, téngame paciencia( Gissa con los ojitos del gatito de Sherk), gracias a todas las lectoras, apóyenme con esta pequeña historia.
Es un fic triste lo sé, pero es una historia narrada solo por Serena, si quieren leerla desde la perspectiva de Darien, solo díganme, ahhh, por cierto, los poemas, son de Carlos Eduardo Jaramillo un gran escritor ecuatoriano, jejeje, los otros poemas el del inicio y olvido, son de mi autoría jejeje, no sean malas, el sentimiento al escribir este fic era fuerte, así que me decidí.
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Les mando muchos besos y abrazos desde Ecuador, yo mientras seguiré en mi mundo lírico, teniendo a mi pareja favorita como principales actores. ^_^
