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HELGA
La vida da mil vueltas y todo puede cambiar de la noche a la mañana, a veces es imposible poder detener el tiempo tal vez es porque todos querríamos hacerlo o regresar a donde empezamos.
Pero la realidad es que por esa razón debes de vivir día a día como si fuera el último instante de esta, porque nunca sabes lo que puede pasar o lo que pasara, no tienes la más remota idea de que momento será el ultimo respiro que darás hacia este mundo, ¿Cómo reconocer el ultimo respiro de tu vida? ¿Cuándo ni siquiera tienes idea de cuando fue el último antes de esta?
Los recuerdos no se van…la mente es poderosa y nada muere ni nada es para siempre, nada se pierde dentro de nuestro cerebro simplemente hay que saber el momento en cual encontrarlos.
H.G.P
Helga miraba melancólicamente aquellas calles de Hillwood, hacia un año que no lo pisaba, ahora que iniciaría segundo año de preparatoria volvía, había ganado un año entero para estudiar en Londres literatura y no le dolió tanto dejar a su querido Hillwood como ese día….aquel día.
Después de todo, no había tenido algo que realmente la detuviera a irse, en realidad hace mucho sentía que la habían liberado como si un peso de encima hubiera sido retirado pero simplemente no sabía que era ni entendía porque se sentía de aquel modo, tampoco era como si pudiera pensar tanto en ello, Bob y su madre no la dejaban sola, incluso estuvieron allá en Londres y Olga se fue sola a New York, triunfando como siempre en todo lo que se proponía, ahora era una gran actriz…típico de Olga.
Suspiro mientras miraba el brazo fuerte de su padre tomarla de la mano para bajar del automóvil ¿Cómo si estuviera enferma o algo? si había perdido recuerdos en su mente pero no era una idiota para caminar, estaba enferma pero de tanta hipocresía de sus padres e incluso de la misma suya.
-Hogar dulce hogar –Menciono Bob sonriéndole a la adolescente de 16 años quien solo le dedico una mirada de aburrimiento para después ingresar a su alcoba, no sabía que era pero desde aquella vez que él y ella acordaron eso…se sentía como si algo se hubiera quebrado…algo que los unía que ni siquiera sabía que era pero que ahora…estaba más que muerto.
Ese año fue duro…no solo porque Ar…él se había alejado totalmente de ella, sin importarle tratar de ser amable, no e incluso tuvo que soportar su novia, que para males de colmo ni siquiera fue Lila quien se suponía por lo que habían comentado era la que le gustaba desde hace años, no…y lo peor no fue la última ocasión que sintió esto.
La secundaria no fue mejor, Phoebe y Gerald eran excelentes compañías para ella porque se volvieron amigos, incluso Gerald era bastante agradable cuando se lo proponía o ¿La agradable era ahora ella?
Buen en realidad era que ahora se llevaban e incluso el apodo de Gerald regreso, cuando ambos escucharon ese apodo se sorprendieron e incluso la miraron con la esperanza de que hubiera recordado pero en realidad no, pero por una extraña razón le encantaba decirle cabeza de cepillo.
Claro que no siempre eran solo ellos, cuando no podía hacerles mal tercio prefería tomar la excusa de Lila, donde la pelirroja la recibía con una gran sonrisa y brazos abiertos, tan amable como siempre, le recordaba tanto a Olga, pero con el tiempo logro conocerla bien, no como antes, que no se tomó el tiempo según Phoebe le había comentado, donde solo la odiaba y si…pese a todo un tiempo la odio, por culpa de un rubio.
¿Qué paso con el rubio? Nada en realidad era como si no hubiera existido en su vida, aunque era muy literalmente era el único que no paso tiempo con ella para esperar con ansias que lo recordara y que fueran lo que fueron o lo que no fueron, en este caso no había nada.
Suspiro mientras subía las escaleras hacia su recamara, donde iba a acostarse pero… -¡Diablos! ¡Mama!
-¿Qué ocurre cariño? ¿Estás bien amor? ¿Te sientes mal? ¿Llamamos al médico?
-No Miriam ¡¿Qué demonios le hiciste a mi cuarto?!
Estaba totalmente distinto a como lo recordaba hace un año, ahora tenía una linda recamara de princesa…realmente era de princesa, la cama había cambiado y tenía cortinas que la cubrían, una lámpara de noche que hacia juego con el color rosa de la cama (rosa pálido) su pequeña mesita de noche había sido sustituida por un hermoso tocador que estaba al lado de la cama, de color rosa con lila, un escritorio y tocador nuevos donde había cuadernos listo para usarse, para que ella llenara de palabras como lo hacía desde hace tiempo, en realidad Phoebe decía que anteriormente lo hacía pero que le daba algo de pena aceptarlo, debía aceptar en un principio tuvo la manía de esconderse así como de espiar a Arnold pero ahora…ahora ya no la sentía tanto.
-Oh cariño, es una sorpresa de bienvenida de mi parte para que te sientas totalmente como en casa
-Miriam, te lo he dicho…detesto el rosa… ¡Es para niñas!
-Mi amor que cosas dices…eres una niña, mi pequeña dama, mi pequeña señorita debo decir
Helga rodo los ojos fastidiada ¿para qué molestarse? Aun no entendía ¿Por qué se fastidiaba? Sus padres demostraban con devoción su amor por ella y además no la dejaban sola, tal vez era eso, que la estaban asfixiando demasiado y ella no sabía cómo enfrentarlo cuando eran tan buenos ¿Por qué siempre fue así no? Seguro que sí.
-Bien como sea… -Murmuro apresurándose hacia su nuevo tocador -¿Y el buro de noche?
-Lo tire a la basura, ya era viejo y por eso deje este otro –Señalo uno que estaba al lado de la cama sosteniendo la lámpara. –Pero no te apures guardamos todo lo que había dentro, está en tu closet y tus objetos personales están en el baño cariño.
-Si…claro gracias mama
Miriam Pataki salió para que ella pudiera acomodarse, pero está en vez de quedarse ahí se acercó su pequeña mochila donde estaba una carta…carta que…ese día.
FLASH BACK
Arnold Shortman de casi quince años la miraba con algo de vergüenza pero a la vez con una amable sonrisa mientras se acercaba, pensó que no iría a despedirla como los demás, pero este llego solo que más tarde o tal vez…esperaba que todos se fueran.
-Helga
-Pensé que no vendrías –Murmuro la joven pero pronto se corrigió –Quiero decir es que…bueno tu sabes zopenco todos vinieron y…
-Tranquila Helga, solo quería…quería que esto fuera en privado
-¿Privado? –La rubia se sonrojo sin saber, durante esos cuatro años estuvo observándolo en silencio, sabía perfectamente bien que el rubio le gustaba, no se consideraba realmente enamorada de él, porque Arnold había mantenido su distancia como lo prometió pero si le gustaba era apuesto, su cuerpo estaba cambiando pero era para mejorar, había visto fotografías desde niños hasta ahora y sabía que Arnold era perfecto simplemente, se sonrojo aún más al pensar en cómo su cuerpo cambio.
-Si bueno no quería que mi novia se diera cuenta de esto e interpretara mal las cosas –Dolor, no sabía porque pero le dolía y esta era su tercer novia y se llamaba Jenny otra materialista niña que pensaba ser adulto antes de terminar la secundaria.
-Ah…pues no te hubieras molestado Arnoldo –Arnold abrió los ojos sorprendido, en los cuatro años no había escuchado a Helga decirle por sus apodos de antes pero tampoco era que hubieran cruzado muchas palabras ni grandes conversaciones, en realidad eran simples saludos por cortesía, aun así sintió su corazón latir con fuerza y se maldijo.
-Bueno…yo solo quería darte un obsequio
-¿Obsequio? –La rubia dejo de lado lo demás y lo miro con algo de ansias
-Sí, creo que te servirá pero –Extendió la bolsa –No lo abras hasta que estés en el avión
-De…acuerdo pero…
-No me preguntes –Comento el rubio bajando la mirada –Helga lamento todo esto pero… sé que encontraras lo que perdiste porque en realidad nada está perdido
Helga no comprendió nada pero sonrió sin saber porque –Gracias Arnold –Murmuro confundida pero feliz porque pensó que tal vez pero este cambio de inmediato su postura
-Bueno Geraldine espero que te vaya bien –Dijo algo frio y educado –Aprovecha esa beca tal vez te den una más para pasar toda la preparatoria allá ¿No?
Eso dolió, no quería que volviera ¿era eso? ¿Por qué diablos tantas incógnitas? Tantas preguntas sin respuestas, tantas respuesta sin coherencia.
-Gracias Shortman –Dijo esto último alejándose con una mirada llena de rencor y de odio pero al dar la vuelta sintió un vuelco al corazón ¿Por qué?
Al mirarlo lo pudo observar melancólico pero cuando se percató de que lo miraba este desvió la mirada y se fue lo más pronto posible.
¿Qué diablos le pasaba a Arnold Shortman?
END FLASH BACK
-¿Qué quisiste decirme con esto Arnold? –Se preguntaba, aunque tal vez fuera una broma o algo porque en todo ese año ella no supo nada de él y este tampoco escribió pese a tener amigos en común, con quienes de echo dejo de salir él para no incomodarla suponía, pero eso solo le dolía pero…¿era solo porque le gustaba?
Observo el pequeño objeto que había venido en el paquete junto con un cuaderno donde había comenzado a escribir hace un poco menos de un mes.
El objeto tenía una piedra verde esmeralda era bonita y era discreta para llevarla en el cuello o en su dedo tal vez pero ella había decidido colgárselo de vez en cuando como ese día.
-¡Helga pequeña tus amigas vinieron y también Gerald!
-¡Voy papa!
Suspiro mirándose un momento en el espejo, pero después vería como acomodar de modo que le gustara su habitación por ahora…debía ir con sus amigos para distraerse un rato, lo necesitaba y debía dejar de pensar en Arnold y en todo lo que conllevaba esto…su pasado, un pasado que no había recuperado del todo, menos lo relacionado con él, pero que estaba dispuesta a recuperarlo algún día, pero esta vez trataría distinto a ese joven con cabeza de balón porque ahora quería respuestas y las quería ya mismo.
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ARNOLD
Una pelinegra observaba desde la cama de la habitación de su novio a ese joven de dieciséis años que estaba absorto en sus pensamientos como era costumbre. –¿Arnold?
El joven no la miro ni siquiera estaba consciente de la presencia de la chica que había estado tratando de llamar su atención, bajándose un poco la blusa más de lo que ya mostraba. Pero ahora no sonreía seductoramente ahora estaba enojada.
-¡Arnold!
El rubio se percató de que alguien le hablaba y fue cuando miro a la joven que estaba frente a él, en su cama, donde le miraba molesta y observaba que tenía el tirante hasta mitad de su hombro dejando más al descubierto su pecho.
-¿Qué ocurre?
-¡¿Cómo qué ocurre?! Te estoy hablando y no me prestas atención, es muy poco amable de tu parte Arnold
-Lo lamento Rhonda, estoy algo…distraído
-¿Enserio? –Pregunto sarcásticamente
Arnold suspiro algo aburrido, realmente estaba fastidiado de las actitudes de Rhonda, mirando con fastidio se puso de pie abotonándose la camisa que la pelinegra seguramente antes de que comenzara a dejarse llevar por sus pensamientos sobre…seguro ella lo había hecho mientras no estaba prestando atención.
-Perdón Rhonda pero quiero…quiero estar solo.
-Arnold de nuevo lo haces –La joven se levantó con algo de molestia pero a la vez con tristeza –¿Aun no me perdonas, cierto?
Este hizo una mueca de disgusto –Sabes que eso no es lo que…
-Arnold claro que si, creí que estos años…bueno que ya había quedado en el olvido
-¿Enserio? –Arnold enarco una ceja de disgusto pero trato de controlarse –Mira Rhonda no quiero hablar sobre esto y creo que es mejor que te vayas….además quiero estar solo
-Arnold
-No –Rhonda tomo de los hombros al rubio quien de inmediato la separo –No hagas eso…entiende que quiero estar solo
-Arnold por favor…muchos quisieran que yo la más hermosa y popular de la prepara…
-Si es así entonces ve con ellos, yo no soy nadie y no te estoy atando de manos para que no lo hagas, tú eres libre
Rhonda miro con molestia al rubio pero no hizo más que gruñir por lo bajo y darse media vuelta –Bien pero esta conversación no termina
-No comprendo la insistencia de esto que está claro
-Lo hablaremos cuando estés más tranquilo, cariño –Le dio un beso tierno en sus labios antes de volver a dirigirse a la puerta –Chao guapo
Arnold rodo los ojos y después saco un pequeño relicario de su pecho en forma de corazón para después proceder a abrirlo y ver en esta una rubia que le sonreía con ternura, con dulzura, claro que esa foto no sabía que la estaban tomando pero lo agradecía como siempre, eran esos dulces momentos tiernos y agradables donde ella se mostraba como era.
Suspiro melancólicamente –Helga… -Susurro mientras tomaba con más fuerza el relicario -¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no te dije algo? ¿Por qué?...morí cuando te fuiste…creo que me estoy volviendo loco.
Dejo caerse lentamente en la cama dejando caer todo el peso y dolor que sentía desde hace un año, aunque en realidad era hace más tiempo…desde que paso aquel accidente en esa fiesta…y también en…después de San Lorenzo creyó que todo volvería a la normalidad pero nunca paso.
-Geraldine –Susurro el rubio sonriendo tiernamente –Mi hermosa Cecile cuanto te extraño
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Lejos de ahí se encontraba otra familia llegando a Hillwood, un joven bajo del automóvil que se había estacionado en una pequeña casa de color café y pintoresca, sonrió un poco al ver las calles, aspirando el aire.
-¿Te gusta Alex?
-Claro mama
-Qué bueno porque estaremos como bien sabes una larga temporada aquí
-Lo se madre
-Mañana iremos a la preparatoria de…
-Puedo ir solo –El joven de cabello azabache y ojos azules le miro con fastidio y después ingreso a la casa, llevaba jeans y playera negra. –Como si realmente necesitara de alguien –Murmuro sonriente al ingresar a la casa.
Un hombre miraba esto desde lejos y solo sonrió maliciosamente –Perfecto.
Hola queridos lectores
disculpen por subirlo hasta ahorita
pero este es el nuevo fic del que les hable el jueves continuación de AMNESIA espero que les guste este primer capitulo
y bueno les doy el fic ganador que comenzaran las aculizaciones el dia de mañana :D
mil gracias a todos por sus hermosos reviews que me inspiran a seguir escribiendo dia a dia :D
saludos
FIC GANADOR ES HECHIZOS DE AMOR ;D
hoy los votos valen triples :D
HECHIZOS DE AMOR 0%
ENTRE EL AMOR Y EL ODIO 0%
LA LUZ EN TU MIRADA %0
HELGA CENICIENTA 0%
MISMOS PADRES 0%
EL RENACER DE NUESTRO AMOR 0%
ADOLESCENCIA 0%
RESCATAME 0%
EL DIARIO DE ARNOLD 0%
UNA PROMESA DE AMOR 0%
VERDAD O RETO 0%
LA VIDA DE LOS SHORTMAN 0%
hermoso domingo ;D noche y lunes jejeje ;D
saludos