DRABBLE
LA DESPEDIDA
Sus ojos reflejaban todo el dolor y pesadez que le conllevaba esa decisión. Fue tan repentino que no tuvo oportunidad de discutirlo con él, solo una llamada de su padre y su vida cambio en un abrir y cerrar de ojos. Simplemente era tarde para lamentarse. Tarde, muy tarde.
¿Cómo se lo iba a explicar?
Tenía infinidad de excusas pero ninguna la convencía realmente, ya que lo amaba tanto que no soportaba la idea de mentirle y menos de esa manera tan hipócrita.
Llegó el taxi pero su cuerpo aun seguía en la entrada de la habitación, giro para poder recordar su rostro ya que no lo vería en mucho tiempo. Grabo en su mente su semblante tan apacible y relajado que denotaba la paz en la que se sumergía. La primera lagrima se deslizo sigilosamente por su mejilla. Cuanto lo iba a extrañar.
Dejo pegada una nota en la almohada que le correspondía a su lado y con paso lento pero firme avanzo.
––Adiós Ryuuji…
