Gwen se revolvió el cabello al salir de la habitación de Mello ¡¿es qué siempre tenía que arruinarlo todo? Ella le quería dar una sorpresa y ¡zaz! Resulta que justo aparece con una crisis por inanición de chocolate ¡buen Dios, que ese chico no pudiera vivir sin su dulce! Dio un portazo magistral y se dirigió enojada a los jardines del orfanato.

-Gwen... bah! No importa – dijo el rubio abriendo la puerta

Cerró descuidadamente y se acostó en su cama ¿qué pasaba con esa chica? Cada día más loca... en ese momento su puerta se abrió dejando ver una cabellera pelirroja.

-Mello ¿qué fue ese ruido?

-Gwen otra vez con sus niñerías se enfado porque le dije que me dejara comer chocolate en paz

-Sí que eres... pobre chica

-Ah claro yo soy el malo ahora – bufó Mello

Matt negó con la cabeza y cerró la puerta para salir a buscar a la castaña, normalmente esta aparecía en los jardines después de una discución con el rubio.

Mietras en los jardines la castaña estaba observando a un albino que se había sentado en su banca predilecta.

-Disculpa... ¿te importa si me siento contigo?

El albino negó con la cabeza y aliviada Gwen se sentó, miro sus zapatos y derramó un par de lágrimas... lo más sorprendente es que el albino le habló,

-Tu eres la novia de Mello – afirmó

-Ex novia de Mello – dijo ella entre susurros

-Ya veo...

Extrañamente eso le gustaba, estar allí con ese chico que decía muy poco, a salvo de Mello y de si misma, en silencio, un silencio enorme y acogedor.

-Me llamo Gwen – dijo ella al fin y Near alzó la vista

-Near – fue todo lo que dijo

-Fue un placer conocerte... Near

Dicho eso se levantó y caminó en dirección al orfanato, era la novena vez que tomaba esa desición, ojála que esta vez Matt no fastidiara sus planes... en fin, se dio prisa, tenía un par de cosas que hacer antes de despedirse del resto del mundo...

Matt se asomó al jardín y vio con disgusto que el único que estaba allí era Near, el chico brillante al que Mello odiaba, de mala gana se acercó.

-Oye, ¿has visto a Gwen?

El albino miró los ojos (gafas) de Matt y la mirada era una llena de suspicacia.

-Ella vino... a despedirse

Matt abrió mucho los ojos y salió pitando...

-Gwen... ¿en dónde te metiste?