Disclaimer: Los personajes de CCS no me pertenecen, son de la propiedad exclusiva de CLAMP. Hago esto sin fines de lucro, únicamente por mera diversión.
Esta historia participa en el Reto Mayo "Primer amor" del Foro Comunidad Sakuriana.
-Primer Beso-
Syaoran Li se arrojó sobre la manta acomodada sobre el césped. Había tenido una tarde bastante interesante con Sakura Kinomoto, la chica que siempre lo sorprendía.
Se preguntarán, porqué digo esto. La verdad, es bastante simple.
Li no era un ejemplo de buenos modales o amabilidad, solía estar involucrado en peleas, prefería saltarse las clases para ir a beber, tenía regularmente el ceño fruncido y odiaba a las niñas mimadas del instituto de señoritas de la ciudad. A todas, menos a Sakura.
La había conocido por casualidad, un día de otoño cuando tenían 5 años. Fue allí mismo, en el parque del Rey Pingüino, cuando sus familias se encontraron en el picnic que se organizaba en la ciudad. Él le había arrojado tierra y ella se había vengado arrojándole un pastel de chocolate. Entonces supo que ella era especial. De eso, habían pasado once años.
Sí, Sakura podía ser dulce, amable, responsable, buena compañera, dedicada y altamente sociable. Siempre sonreía y amaba los deportes. Pero, a pesar de eso, ella siempre supo como devolver una buena broma. Eso era lo que lo volvía loco. Literalmente.
No supo en que momento dejó de ver a Sakura como un amigo y descubrió que era una chica, una muy hermosa, por cierto.
Quizás fue cuando el sol dejó de calentar tanto y empezó a correr la brisa helada que anunciaba el cambio de estación, mientras caminaban a casa luego de ir por ella al instituto. Quizás fue cuando un as de luz iluminó su largo cabello haciéndolo ver más hermoso que las hojas amarillentas a punto de caer. O cuando lo oyó reír al saltar sobre las hojas secas. O ahora, mientras corría persiguiendo un perrito en medio de los colores otoñales haciéndola ver frágil y delicada.
Se recostó sobre la manta deseando que ella se acercara un momento a él.
Sakura se detuvo y buscó con la mirada. Lo encontró tendido en el lugar donde habían acordado. Suspiró. Ella lo adoraba, ¡por Dios que lo hacía! Lo hizo desde la primera vez que lo vio, a pesar de que él le hubiese arrojado tierra. Ahora más que nunca.
Se acercó hasta quedar a su lado y se sentó sin decir una palabra. Él se enderezó al sentir su presencia junto a él. Uno junto al otro, llenos de amor para entregarse y sin atreverse a hacerlo.
El viento hizo que ella se estremeciera y él, caballerosamente, le calzó su chaqueta en los hombros.
En ese momento dio igual que estuvieran en el parque o que las hojas secas comenzaran a dispersarse sobre la manta.
Él la miró.
Ella lo miró.
Un beso.
O dos.
Abrazados, se besaron bajo el farol que acababa de encenderse. Su primer beso. El más dulce de todos.
Podían sentir el viento frío que avisaba que el invierno llegaría pronto, pero eso no importaba, porque aún había hojas amarillas en los árboles y el otoño se había convertido, de pronto, en el mejor momento de sus vidas.
Nota de la Autora
Bueno, este es mi reto. Espero que les haya gustado y que hayan disfrutado. Muchas veces me senté a escribirlo, pero siempre terminaba por salirme del tema. Ojalá que con este si haya dado en el clavo.
Gracias por pasarse por mi historia y saludos a mi querida Comunidad Sakuriana, su co-moderadora se despide hasta el próximo reto.
