Hola a todos.

Esta es la primera historia que escribo sobre Harry Potter y la verdad es que me resulta extremadamente difícil desarrollar la idea que tengo en mente, de todas formas me esforzaré por darle realismo a los personajes y espero que os guste.

Se sitúa después del séptimo libro, cambiando ligeros matices y obviando el epílogo (horroroso en mi modesta opinión), pero intentando ser lo más fiel a los libros que me sea posible.

Sí, es la misma historia que subí hace unos días, pero es que estaba en un momento de máxima inspiración y se me vino una escena a la mente que no podía dejar de poner y como estoy poco instruida en esta página pues me he liado y he terminado borrando la historia anterior.


Disclaimer: Todos los personajes y lugares que aparezcan pertenecen a JK Rowling, y esto lo hago como mero entretenimiento, sin ganar nada a cambio.


Prólogo

Todo en esta vida tiene vorios puntos de vista, ya sea la política, la religión o la ética, pasando por el qué casa es la más adecuada para que entre tu hijo cuando empiece en Hogwarts, si pongo una coma aquí o es mejor allí, o si debería ser delito combinar el negro con el azul marino... y todas ellas, en un determinado momento, entran en conflicto. Hasta ahí todo está bien, es bueno que haya variedad de opiniones, ¡qué mundo tan aburrido si no! Otra regla universal es que todo el mundo quiere tener razón, ya sea porque realmente cree en ello o porque le conviene creer en ello, y nos esforzamos por conseguir que todo el mundo piense así.

Así es como surgió la última gran guerra que azotó al mundo mágico y parte del muggle. El ideal de la pureza de sangre como bandera de un bando, en el otro, la igualdad entre magos. Los primeros atacaron antes, los otros se defendieron como pudieron. En ambos bandos hubo víctimas, pero la historia la escriben los ganadores y los que pierden son siempre los malos, sin importar las historias que hubiese detrás de cada uno de ellos.

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Tras la caída de Voldemort gracias a la intervención del "niño que vivió", comenzaron las redadas y los juicios contra sus secuaces y se aplicaron castigos ejemplares contra todos ellos. La mayoría terminó en Azkaban, que a pesar de no tener ya dementores que la custodiaran, seguía siendo la cárcel más segura y tétrica que existía.

La familia Malfoy tampoco se libró de ser procesada, pero gracias a la inesperada declaración de Harry Potter, la condena de Lucius fue mucho más levo, y tanto Narcisa como Draco quedaron libres de pena, no obstante, no recuperaron la posición privilegiada de la que habían gozado en el ministerio. Draco debería volver a terminar su séptimo año a Hogwarts y Narcisa se hizo cargo de los negocios de su marido como mejor sabía. Se habían quedado en una situación delicada, puesto que después de haber convertido su casa en el cuartel general de los mortífagos durante algo más de un año y la poca confianza de sus antiguos clientes, los recursos de la familia se habían recortado considerablemente...

... ni que decir tiene de su posición social, daba igual a los chantajes a los que se habían visto sometidos durante la vuelta de Voldemort, lo único que importaba era la marca tenebrosa que tenían en su antebrazo izquierdo. Antes de la guerra, asistir a una fiesta en Malfoy Manor era equivalente a pertenecer a lo más selecto de la sociedad mágica, sin embargo ahora, el salón de fiestas de la mansión era un lugar más bien tétrico.

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Cuando las guerras se terminan, los vencedores se convierten directamente en héroes y los vencidos en villanos, pero verdaderamente, ¿cual es la diferencia entre ellos? Es muy difícil ser imparcial en este aspecto, todo el mundo tiene unos ideales e inmediatamente se posiciona en un bando u otro. Alejandro Magno, Marco Antonio, Atila... todos ellos fueron considerados héroes, pero también asesinos. Y si fuésemos realmente objetivos, nos daríamos cuenta de que la diferencia radica en qué lado te sitúes.

Los aurores, la orden del fénix... todos los que habían luchado para acabar con la amenaza que suponía Voldemort y sus secuaces habían vuelto cubiertos de gloria, pero entre todos ellos, sobresalían un trío de adolescentes que fueron la clave en la derrota del Lord Oscuro.

El mundo mágico estaba de fiesta, por fin había vuelto la tan ansiada paz, y si Harry Potter ya se había sentido acosado antes, ahora era prácticamente imposible dar dos pasos sin que hubiese alguien que lo parase para saludarlo, darle las gracias, tomarle una foto o símplemente tocarlo, acoso al que también estaban sometidos, aunque era ligeramente menor, sus compañeros Ronald Wesley y Hermione Granger, que para colmo, después de reconocer su relación, eran la comidilla de toda la prensa sensacionalista y del corazón.

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Hermione se despidió de Ron con un leve beso justo antes de desaparecerse para ir a su casa, al llegar al salón lo primero que hizo fue quitarse esos tacones de aguja que llevaban destrozándole los pies desde el primer paso que había dado al salir de aquella chimenea.

– ¡Oh, por fin! – exclamó bajito.

Se tiró, lo más sigilosamente posible, en el sofá justo delante de la televisión apagada, sus padres deberían llevar horas durmiendo y no quería asustarlos, supuestamente esa noche la iba a pasar en casa de los Weasley.

Hizo un repaso mental de lo que había ocurrido aquella noche, había sido realmente agotadora, tanto física como emocionalmente, aún no se encontraba preparada para asimilar todo a lo que se había enfrentado en unas pocas horas.

Las cosas habían pasado demasiado rápido para asimilarlas, la victoria en la guerra, su relación con Ron, el funeral oficial de los caídos, las visitas a la tumba de Fred, Lupin y Tonks, las horas pasadas en la Madriguera intentando consolar a Molly, el verse casi todos los días en el periódico... y ahora había que sumarle los actos conmemorativos a los que se veían obligados a asistir por ser considerados héroes de guerra.

Después de la batalla de Hogwarts y de traer de vuelta a sus padres, había intentado pensar lo menos posible en lo que había pasado en el último año, tan sólo quería descansar y recuperarse de las heridas, tanto físicas como psicológicas. Tenía que ser fuerte, en esos momentos Ron necesitaba a alguien que lo sostuviera, y ¿qué clase de novia sería ella si no lo hacía? Así que se guardó todo e intentó seguir como si nada hubiera pasado.

Quizás por eso mismo había vuelto a su casa en vez de pasar el resto del verano con su novio, porque necesitaba desintoxicarse del mundo mágico y digerir todo un año de su vida, y ¿qué mejor sitio que con sus padres a los que había echado muchísimo de menos? Pudiese sonar egoísta, pero necesitaba aislarse para no volverse loca.

– ¿Hermione? ¿Qué haces aquí, cielo? – escuchó la voz adormilada de su padre desde las escaleras – creí que te ibas a quedar el resto del verano con los Weasley. ¿Te has peleado con Ron?

– No, papá – respondió, levantándose del sofá y recogiendo los tacones del suelo – sólo que esta noche he tenido una sobredosis de realidad y me he dado cuenta que necesitaba estar tranquila y pensar.

– Ha sido una mala época – Frank Granger se había ido acercando hasta su hija – pero ya verás que todo vuelve a la normalidad en poco tiempo – le dijo, dándole un abrazo.

– Siento haberte despertado, he intentado no hacer ruido, pero... – la voz se le quebró, cuánto necesitaba sentirse así de protegida entre los brazos de alguien, ser por una vez a quien consuelan... Cuánto había echado de menos a sus padres – Le he dicho a Ron que quería estar un tiempo con vosotros, que prácticamente no os he visto desde que volvisteis de Australia.

– Tranquila, pequeña – la consoló acariciándole el pelo.

– ¿Crees que soy una mala novia por no querer estar con él ahora que lo está pasando mal? – sollozó.

Frank le quitó los tacones a su hija y los volvió a dejar en el suelo, se sentó en el sofá y la hizo sentarse en su regazo, abrazándola como si fuese una niña pequeña.

– No te preocupes ahora por eso – susurró, limpiándole las lágrimas – necesitas descansar y seguro que él también lo comprende.

Hermione asintió con la cabeza y se rescostó en el hombro de su padre, mientras él le seguía acariciando el pelo y la cara como si fuera un mantra.

– Esta noche estás preciosa – susurró.

Hermione sonrió justo antes de quedarse dormida, Frank la llevó en brazos hasta tumbarla en su cama, la arropó con las sábanas y le dio un suave beso en la frente.

– Dulces sueños, mi niña – murmuró justo antes de salir de la habitación cerrando la puerta.

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El Profeta, 17 de Agosto de 1998.

¿Y vivieron felices?

Anoche se celebró la primera de muchas fiestas en conmemoración a la caída definitiva del que-no-debe-ser-nombrado en uno de los nuevos locales que se han abierto en el Callejón Diagón. Fiesta muy esperada en la que se dieron medallas de la Orden de Merlín Primera Clase a todos los que lucharon en la guerra, haciendo mención especial a los caídos, por los que se guardo un minuto de silencio como signo de respeto.

Fue una fiesta repleta de emociones y a muchos de los asistentes se le saltaron las lágrimas en algunas ocasiones, como fue el caso de Molly y Arthur Weasley, que seguramente estarían recordando con emoción la pérdida de su hijo Fred Weasley en la batalla de Hogwarts.

También hay que resaltar el lujo que rodeaba a todos los asistentes, trajes y vestidos de etiqueta hechos por los grandes diseñadores desfilaron por el local adornado para la ocasión y el grupo de música "Las brujas de Macbeth" amenizó la velada.

Como no podía ser de otra forma, asistieron las principales personalidades de la política, empezando por el actual ministro de magia, Kingsley Shacklebolt, que fue el encargado de otorgar las medallas, y de la sociedad mágica. Como no podía dejar de pasar, también estuvo el "Trío Dorado", que salieron un momento a la calle a saludar a los miles de magos y brujas que se habían congregado a la puerta del establecimiento con la esperanza de ver por unos segundos a sus héroes.

El trío llegó vía red flu, primero Harry Potter, vestido de estricta etiqueta, justo detrás llegó Ronald Weasley de la mano de Hermione Granger, confirmando así los rumores que existían sobre un posible noviazgo entre los susodichos. La muchacha llevaba un precioso vestido palabra de honor rojo de seda y no soltó la mano de su ahora novio en toda la fiesta como muy bien podemos observar en la foto de la derecha.

Ambos parecían una feliz pareja, incluso ella lo estuvo consolando en los momentos más duros en los que se mencionó a los caídos (no olvidemos que uno de ellos fue uno de sus hermanos mayores), pero ¿serán sinceras las caricias de la chica o será una treta para llamar más la atención? No olvidemos que la muchacha se ha relacionado únicamente con personas famosas, tales como Viktor Krum o Harry Potter, ambos en su cuarto curso de colegio, y fuentes fidedignas dicen que sigue carteándose con el búlgaro.

Según las propias declaraciones de Harry Potter, hechas a una servidora después de preguntarle por sus amigos, "ellos están muy felices juntos y yo lo estoy por ellos", pero pude notar el matiz nostálgico en su voz, tal vez recordando los tiempos en los que la morena le daba su cariño a él.

¿Cómo terminará esta historia? Esperemos que pese a todo, este encantador trío no se separe y sigan tan amigos como hasta ahora.

Rita Skeeter.

...

El muchacho estaba ensimismado mirando la foto que acompañaba el artículo.

(Pie de foto: A la izquierda el famoso Harry Potter saludando al ministro Kingley Shacklebolt, a la derecha, Hermione Granger de la mano de Ronald Wesley en actitud acaramelada).

Si era sincero consigo mismo, debía reconocer que la chica estaba realmente guapa, parecía que habían desaparecido todas las penurias que había pasado durante la guerra en esos pocos meses. Recordó la última vez que la vio, sucia y despeinada, con alguna que otra herida, en los pasillos de Hogwarts, pero sobre todo, en lo que se fijó, era en lo delgada que estaba, reflejo de todo lo que habría pasado mientras huía de sus perseguidores y buscaba lo que fuera que estaban buscando antes de enfrentarse al Lord Oscuro.

Volvió a fijarse en la foto, viendo cómo se daban arrumacos, con la mano siempre entrelazada, e hizo una mueca de asco.

– ¿Qué lees, Draco?

– El estúpido artículo de Skeeter sobre la fiesta que hubo anoche – el chico miró a su madre mientras doblaba el periódico y lo tiraba de cualquier manera sobre la mesa.

– Sigo pensando que deberías haber ido – comentó Narcisa haciendo caso omiso de la mueca que había puesto su hijo – dirás lo que quieras, pero tú los ayudaste a escapar de aquí cuando los cogieron, y también les salvaste la vida en esa sala de Hogwarts, el propio Potter lo dijo.

– Sí, claro, lo que me faltaba ahora es asistir a esa estúpida fiesta... – la mujer hizo una mueca al oír al chico expresarse de esa manera – … a esa insulsa fiesta, ¿te parece mejor? – Narcisa asintió – pues eso, a esa insulsa fiesta y soportar las miradas de rencor o compasión de toda esa gente, prefiero encerrarme en mi habitación y clavarme agujas bajo las uñas.

– ¿Y qué decía el artículo sobre la fiesta? – comentó para cambiar el rumbo de la conversación.

– Casi nada, a esa Skeeter lo único que le gusta es el cotilleo, y mientras más melodramático lo ponga mejor, sólo habla del noviazgo de la ratona y la comadreja – respondió el muchacho haciendo un mohín – Granger y Wesley – añadió al ver la cara de desconcierto de su madre – ni que importara mucho las razones ocultas que tiene ella para estar con ese.

– Es una lástima, otra familia de sangre limpia que se pierde... – dijo en un suspiro.

– ¿Todavía sigues con esa tontería?

– Cielo, el hecho de que nunca he apoyado ni el exterminio ni la esclavitud de los muggles y los magos hijos de muggles, no significa que los considere iguales a nosotros.

Hubo un momento de silencio, en los que cada uno estuvo ensimismado en sus pensamientos.

– No tengo ganas de hablar de ese tema ahora – comentó echándole un último vistazo a la foto y dándole la vuelta al periódico, mientras cogía una tostada para desayunar.


Bueno, esto es algo que me estaba rondando por la cabeza desde hace tiempo, y ahora ha cobrado forma, por eso mismo lo he escrito antes de que se me olvide. Pero quiero dejar claro que las continuaciones pueden tardar muchísimo, ahora mismo estoy de exámenes y editando otra historia que tenía casi terminada, así que no tengo mucho tiempo y quiero hacer bien las cosas (o lo mejor que pueda hacerlas), por no decir, y los que me conozcan de otras historias lo sabrán, que soy tremendamente inconstante a la hora de actualizar las historias y lo mismo actualizo dos veces a la semana que me paso meses sin hacerlo.

También quería decir que va a ser una historia romántica sobre cómo nace el amor entre Draco y Hermione, pero no olvidemos que ellos se odian, da igual el aractivo físico que tengan cada uno de ellos, no hay ningún tipo de atracción física ni de tensión sexual (por lo menos por ahora). Draco es un tío inteligente, guapo y elegante, pero también frío, distante, egoísta, egocéntrico y racista, se ha dado cuenta de que él no es un asesino ni disfruta causándole dolor a la gente, pero el "reformatorio" lleva tiempo. Por otra parte, Hermione es una chica guapa, pero no un bellezón, preocupada por sus estudios, no por su aspecto físico y enamorada de Ron (lo cual es importante). ¿Qué quiero decir con esto? Que no va a haber flechazo, él tiene que cambiar para aceptar que se enamora de la chica "sangre sucia" por excelencia, ella tiene que desenamorarse de Ron y redescubrir a Draco (de ahí el título del fic) y para eso tengo que darle tiempo, por lo que la historia va a ir lenta, no va a haber beso en el segundo capítulo, tampoco tengo en mente una historia de mil capítulos, no os asustéis.

Este ha sido un capítulo un poco raro, más bien introductorio (de ahí que sea el prólogo), prometo que en los siguientes no se me va a ir tanto la pinza y no voy a poner más opiniones personales ;p para situar un poco al lector sobre la situación de los personajes principales. Creo que he hecho a una Narcisa algo más comprensiva y más "humana" de lo que es en el libro, pero como en ellos no desarrollan mucho su personalidad y lo que sale de ella podría estar condicionado por el miedo, me he dado el lujo de ponerla un poco a mi antojo.

Espero que os haya gustado lo poco de historia y siento estas notas de autor interminables, pero quería dejar claros esos puntos.