Los personajes de la Trilogía Millennium, no me pertenecen.


Café y bollos.

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Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist.


El sonido de la ducha usada, el champú con olor a hierbas, el jabón que se resbalaba por su cuerpo flaco, sonrió de forma tosca cuando se sumergió en la tina, la cabeza en lo hondo, el agua acaricio su rostro pálido.

Lisbeth se acarició la parte de los pechos con el jabón, estrujo su pelo negro con sus dedos y resoplo.

Al fin libre, sin tener que esconderse de los hijos de puta que fueron la policía con ella. Ya no tendría que aparecer en la noticias donde los titulares decían que era una lesbiana metida en una secta y que asesino a los amigos de Mikael. Suspiro y salio de la tina envolviendo su cuerpo con una toalla blanca.

Puso el televisor y empezó a rebuscar en su nevera algo para llevarse a la boca, soltó una maldición cuando no vio nada.

El timbre sonó haciendo que diera un ligero respingo, entrecerró los ojos. Solo una persona sabía esa dirección, apretó con mas fuerza el nudo de la toalla y miro la puerta, camino hacia ella y la abrió.

Mikael Blomkvist estaba parado con una sonrisa en los labios en puerta, Lisbeth alzó la ceja y luego suspiro.

"Hey" saludo Mikael todavía con la sonrisa en los labios, Lisbeth gruño.

"¿Que quieres?"

"¿Quieres café?" preguntó alzando la mano para mostrar una bolsa de papel marrón con dos café expresos.

Lisbeth lo miro con recelo y luego abrió más la puerta para que entrara, vio como Mikael miraba su nevera y luego negaba.

"Creo haber llegado en el mejor momento" apuntó con una risa.

"Iba a ir a comprarme algo para picar" mintió.

"Lo siento" se disculpo abrupta mente, Lisbeth le miro y cerro la puerta para estar más cerca de él.

"¿Por qué?"

"No lo sé, pero cuando una mujer esta enfadada es mejor decir que lo siente"

"Sabio chico" se burlo Lisbeth.

"En serio, Lisbeth. Siento lo que hubiera echo para que te enfadaras conmigo"

"Ya no importa" gruño. "¿Trajiste algo más que cafés?"

"Si, bollos. ¿Quieres?"

Le mando una mirada seria y luego le quito los bollos, empezó a comerlo con lentitud.

Comiendo en su salón desordenado, viendo la televisión y las últimas noticias donde era ella la protagonista Lisbeth sonrió bajo el halo de oscuridad que profesaba su rostro sombrío.


N/A; La primera vez que escribo algo de este grandioso libro que leí, me encantó tanto que busco con anhelo fics de ellos, pero no los pillo, lástima. Sé que esto no es como el final y todo, sin embargo me gusto como quedó, tal vez fue una petición mía para que acabara así.