Era un día soleado y caluroso, era justo en la mitad del verano, el cielo azul y las nubes blancas, pero no había silencio por las risas y gritos de unos niños que jugaban en el lago, competían para ver quien nadaba más rápido, desde lejos se notaba que eran muy buenos amigos, se veían como hermanos.
Cuando el cansancio llego a ellos, se sentaron en la orilla a reír un rato, discutían sobre quién era el ganador pero cada uno repetía que él había sido, hasta que uno de ellos cambio el tema, era un niño de cabello obscuro, ojos ámbar y hermosa sonrisa.
-Entonces Kurt cuando regresas a casa?
-No se Blaine, creo que una semana antes de regresar a la escuela…
Contesto el otro niño, él era castaños y ojos azules como el cielo y piel que parecía de porcelana.
Después los dos se quedaron en silencio hasta que Blaine decidió hablar.
-Eso es muy pronto, aun no te eh enseñado a montar caballo y no hemos terminado nuestra casa en el árbol…
-A mí me gustaría vivir aquí en el rancho pero a mi papá solo le gusta venir cuando son vacaciones
-De verdad te gustaría vivir aquí en el rancho? (Le pregunto Blaine a Kurt)
- Si! Me gustaría ayudar a tu papa en el establo, así como tú haces, cepillar a los caballos y también cuidar de las gallinas y las vacas, pero no de los cerdos (Los dos rieron)
-Entonces tengo una idea! Qué tal si nos apuramos a terminar la casa en el árbol y tú y yo vivimos ahí, así no tendrías que irte y podrías ir a la escuela conmigo!
-Eso sería grandioso, vamos a decirle a mi papa!
Los dos tomaron su ropa y se apresuraron a vestirse, Kurt tomo sus pantalones capri, una camisa de cuadros y un sombrero, también llevaba tirantes y un moño, él aunque era pequeño siempre se preocupó por lucir bien, a sus papas no les molestaba, de hecho les parecía gracioso así que siempre dejaban que escogiera el solo cuando iban de compras, un día en una tienda en el departamento para caballeros, vio unas corbatas de moño que le parecieron grandiosas, su mamá de inmediato noto que le encantaron y escogió una para regalarle, era azul marino con líneas rojas, después que se la enseño le dijo que ella había escogido esa especialmente para el así que soltó las demás que había escogió y se quedó con la que su mama le había elegido y desde ese día no se la quitaba; por otro lado Blaine solo tomaba unos jeans con un par de agujeros, una playera que fue de su hermano mayor pero se la había regalado y una gorra que le dio su papá el día de su cumpleaños, se podía notar quien era el hijo del dueño del rancho y quien era el hijo del señor que cuidaba la casa cuando los dueños no estaban, y a pesar de eso los dos niños se llevaban muy bien, y al papa de Kurt le gustaba que su hijo no fuera grosero con los demás.
Llegaron corriendo hasta donde estaba Burt, el padre de Kurt, descansaba junto a un árbol, pensaba en que sería de Kurt sin su madre, pensaba sobre quien le enseñaría a ser un ser humano, ser responsable, a tener valores, a ayudar a los demás, todo en lo que su mamá era muy buena.
La madre de Kurt había muerto al empezar el año, tenía 6 años con cáncer y al final no soportó una cirugía que le realizaron y fatalmente murió. Después de dos meses Kurt volvió a sonreír aunque ya no lo hacía como antes y eso le preocupaba a Burt, con tantos viajes de negocios, quien mantendría a su hijo como el tierno niño que su madre había dejado con su muerte.
A lo lejos vio que se acercaban los dos niños corriendo, de inmediato se dio cuenta que había sido muy bueno ir al rancho en las vacaciones, ese niño Blaine hijo del cuidador del rancho se veía muy amable y divertido y parecía ser amigo de Kurt, se dio cuenta que Blaine ayudaba a su hijo con la pérdida de su madre, de repente la sonrisa que tenía al ver a su hijo con su amigo se fue cuando recordó a su esposa.
-Dios! De que me sirve tener tanto dinero si ni siquiera tengo a mi familia completa!
Al ver que Kurt ya estaba muy cerca cambió su expresión para no ponerlo triste.
-Hola papi! –Buen día Sr. Hummel
-Hola hijo no te veía desde el desayuno y ya casi se mete el sol! Donde has estado? Y tu Blaine no me digas Sr. Hummel, solo dime Burt.
-Está bien "Burt" (el niño se sonrojo cuando lo dijo)
-Eh estado todo el día con Blaine como siempre, hoy después del desayuno fuimos a pescar y aprovechamos para nadar un poco, también le ayude un poco con sus deberes aquí en el rancho y de eso queríamos hablarte.
-Quieren? Los dos?
-Si! Bueno más yo pero Blaine también, quería decirte que me gusta mucho ayudar en el rancho y me gustaría vivir aquí, Blaine y yo podemos terminar la casa en el árbol y podríamos vivir los dos ahí y también puedo ir a la escuela con el! Que te parece?! Puedo?
Por un momento Burt se sintió muy triste, ahora su hijo quería dejarlo también, pero pronto cambio de pensamiento recordando que Kurt solo tenía 8 años y era solo una idea que tenía y que por supuesto no podía ser.
-Pero hijo, y tus juguetes en casa?, en la casa de la ciudad me refiero, tu ropa, tus libros favoritos, tu escuela y los amigos que tienes ahí, tu amiga Rachel de la clase de canto?
-Mmhh, tienes razón pero ellos podrían venir a vivir aquí también no?
Burt rió mientras los dos niños sentían sus planes venir abajo.
-Hijo, las cosas no son así tenemos que regresar a nuestra casa.
Blaine solo escuchaba a Burt, a él le gustaría tener mucha ropa en su casa, muchos libros divertidos e ir a clases de canto, a él le gustaba cantar y su papa le estaba enseñando a tocar la guitarra, pero era todo lo que podía hacer, eran 5 hermanos, Blaine era el menor, y sus papas no podrían pagar todas esas cosas.
-Está bien papá, regresaremos a la casa de la ciudad, (respondió a su padre con un tono triste), -Pero por lo menos podemos quedarnos más tiempo?
-Tampoco es posible eso hijo, yo tengo que regresar a la oficina y tú a la escuela.
-Está bien, aunque a mí me gustaría ir a la escuela con Blaine…
-Lo se hijo solo que las cosas no pueden ser así por ahora, vayan a lavarse ya casi es hora de cenar, Blaine eres bienvenido a cenar con nosotros!
-Gracias Sr. Humm… perdón Burt!
Mientras caminaban dentro de la casa a lavarse los niños hablaban.
-Que mal que no te puedes quedar pero aún nos queda el resto del verano para divertirnos, bueno mientras yo termine temprano con mis deberes
-Pues sí, y no te preocupes yo te ayudare para que termines pronto y juguemos, quiero aprender a montar caballo!
-Ya te dije que yo te voy a enseñar!
-Promételo! También que terminaremos nuestra casa en el árbol!
-Te lo prometo!
Los niños siguieron divirtiéndose por el verano, pero pronto llego el día en que Kurt y su padre regresarían a la ciudad, tristemente Blaine ayudaba a Kurt a hacer su maleta, mientras Kurt le reclamaba que no le había enseñado a montar ni que habían terminado la casa en el árbol.
-Lo siento Kurt pero siempre que lo intentábamos ya estaba demasiado obscuro o iríamos a pescar o comeríamos helado o cualquier otra cosa y ya no nos dio tiempo…
-Lo sé solo bromeaba, lo importante es que regresare el próximo verano y podras cumplir tu promesa
Mientras Kurt revisaba que no olvidaba nada, vió que Blaine veía un par de zapatos de Kurt, eran negros y muy bonitos, se notaba que le gustaban, Volteo a los pies de Blaine y se dio cuenta de que los suyos estaban muy viejos, seguramente habían sido de alguno de sus hermanos mayores.
Kurt abrió una de sus maletas y saco todo de nuevo.
-Kurt que haces?
-Escoge!
-Qué?
-Escoge! Escoge lo que quieras, te lo regalo, también los zapatos, tu solo escoge!
-De verdad?! Gracias!... Pero espera… tu amas tu ropa, porque me la regalas?
-Porque tú eres muy especial para mí y se ve que te gusta, además cuando regrese a la ciudad mi padre me llevara de compras
-Gracias! Tú también eres muy especial para mí!
-Lo sé, pero apúrate que mi papa no tarda en llamarme para que nos vallamos…
Blaine rápidamente escogió, fue muy difícil pues todo estaba muy bonito pero finalmente escogió unos pantalones color gris, una camisa blanca, un cardigan azul marino, y un par de zapatos negros, Blaine se sentía muy feliz, jamás había tenido ropa tan bonita, y aunque no era nueva, el sentía como si lo fuera. Kurt lo vio y lo felicito, de verdad había escogido muy bien solo que parecía faltarle algo solo que no sabía que.
-Espera! Te hace falta algo
-Que cosa?
-Esto!
El castaño se quitó el moño que su madre le había escogido especialmente y se lo puso a Blaine.
-Listo! Y está completo!
-Pero espera… este es tu moño, tú me contaste que tu madre lo escogió para ti y por eso nunca te lo quitas, porque me lo das?
-Ya te dije tu eres muy especial para mí además mi mamita siempre me enseño a compartir y se enojaría si supiera que este moño te quedaba perfecto y yo no te lo di
-Muchas gracias Kurt! Te voy a extrañar mucho
-Y yo a ti Blaine!
Los dos niños se dieron un abrazo hasta que Burt llamo a Kurt, ya era hora de irse. Los niños bajaron y Blaine los acompaño al auto, ahí estaba su padre, James, Burt le decía que hacia un gran trabajo cuidando del rancho y James le decía que tenía muy buena ayuda con sus hijo, en especial con Blaine.
-Me imagino, Blaine es muy buen niño, ha ayudado más a Kurt este verano que los psicólogos con los que fue desde la muerte de su mama
-Lo siento mucho aun Sr. Hummel, la Sra. Hummel era muy buena persona ella y Elaine, (madre de Blaine), siempre platicaban sobre los niños mientras cuidaban las rosas que plantaban
-Si lo recuerdo, lo peor es que Kurt no solo perdió a su madre, de alguna forma me perderá a mí también, la próxima semana regreso a la oficina y estaré muy ocupado, algunos negocios no han estado muy bien y tengo que encargarme
-Espero que todo esté bien, yo mientras cuidare muy bien de su rancho
-Gracias siempre lo has hecho muy bien
Los dos adultos se despidieron con un apretón de manos mientras los niños, se abrazaban, Kurt subió al auto con su padre, el castaño bajo la ventanilla y mientras el auto avanzaba se asomaba para despedirse una vez más. Mientras Blaine veía el auto alejarse se entristeció, de verdad lo iba a extrañar demasiado, pero sabía que su hermoso amigo regresaría.
