Capítulo 1

Abrió los ojos, sumida en un desconcertante y extraño estado de sopor. Sorprendida por la cegante luz del sol, se vio obligada a volver a cerrarlos con un quejido de insatisfacción. Se concentró en que sus ojos se habituaran a la luz a través de la filtración de sus párpados. Era raro ver como todo tenía un matiz rojizo bajo la fina piel, acostumbrada a la oscuridad absoluta que daba cerrar los ojos.

Se concentró en el perfume silvestre del campo, la sensación del césped contra su pie y el canto de los grillos en la distancia.

—Como sigas relajándote así, te volverás a quedar dormida princesa —comentó una voz burlona. Su voz sonó tan cerca de ella que casi había sentido la calidez de su aliento en su oído.

Se sobresaltó, levantándose de su lecho de hierba y mirando a alrededor con los ojos abiertos de par en par. Buscó por todas partes la procedencia de esa voz, pero no había nadie. Estaba sola en aquel extenso prado. Frunció el ceño, confusa. ¿Se lo habría imaginado? Esa voz le resultaba tan familiar...

Se palmeó el rostro, tratando de despejarse. No tuvo mucho tiempo de serenarse, observando el verde lugar, solo interrumpido por un pequeño y cristalino riachuelo, cuando un chico pasó por delante de ella a todo correr. Marinette se levantó de un salto, sabiendo que reconocería ese cabello dorado en cualquier parte.

—¡Adrien!

Su grito no valió de mucho porque Adrien, con su largo abrigo blanco ondeando tras de él, siguió su camino mientras exclamaba preocupadamente "Por todos los prodigios, ¡qué tarde es! Me voy, me voy, ¡qué tarde llego! ¡Me voy, me voy!"

Marinette, demasiado extrañada por la actitud de Adrien, salió corriendo tras él.


¡Hola a todos, lindas flores!

Y aquí vamos con un proyecto nuevo de Miraculous Ladybug. Llevaba un tiempo separada del fandom, principalmente desde que terminé Sin Aire que me dejó papilla, pero, ¡he vuelto!

Advierto que este proyecto será mucho más relajado que Sin Aire. Y probablemente tenga mucho menos sentido, pero, ¡bueh!, pasemos un buen rato en el loco país de las maravillas en el que se ha metido Marinette.

Me gustaría agradecerle a #MiraculerLectora por todo su apoyo en su página de facebook. De forma inconsciente e indirecta sus palabras me animaron a convertir una idea repentina en un nuevo proyecto. También a DragoViking, puesto que su ayuda y apoyo me ha supuesto un gran incentivo para sacarla adelante.

En fin, con esto y un bizcocho, ¡nos leemos pronto!