En un futuro un tanto distante del nuestro, una batalla de especies se lleva a cabo. La raza humana sucumbe ante el Imperio Irken, comandado por el Invasor Zim. La ruina cayó inevitablemente como lluvia sobre la Tierra, y los humanos se vieron convertidos en esclavos de los irkens. Años después, una resistencia comandada por Dib Membrana se encargó de darle una nueva luz de esperanza a la humanidad devastada. Así se inició una lucha intergaláctica que hasta el día de hoy continúa.

Dib pasó rápidamente de ser el líder de la resistencia a crear una dinastía. Su descendencia fue parte importante del avance de los humanos para recuperar su libertad, haciendo del apellido Membrana símbolo de inteligencia, astucia y poder.

—…Es por eso que ella es una desgracia para nuestro cuartel—dijo el Coronel sobre la niña de 12 años.

—No diga eso, Coronel. A ella sólo le hace falta práctica—respondió el padre de la niña.

—Adam, cuando tú tenías su edad, habías llegado al cuartel con los cadáveres de 20 irkens. Ella no puede ni siquiera atinarle al más enano de todos—El coronel sostenía una imagen de Skoodge.

—Vamos, ella sólo necesita tiempo. Ella es una niña más de ciencia, no de guerra.

—En la época en que vivimos, la guerra lo es todo. Si ella no quiere deshonrar a todo un linaje entero, será mejor que aprenda mínimo a disparar un maldito rifle.

Adam salió y encontró a su hija haciendo sus deberes de la escuela. Era un milagro que para los tiempos en que la humanidad se encontraba siguiera existiendo la educación. En una pequeña parte de la Tierra existía una ciudad muy a la Bregna... De hecho así se llamaba, todo gracias a Keef. Ahí todos vivían en relativa paz y armonía, a excepción de ciertos habitantes que eran elegidos para servir a su raza en el Ejército.

—Liv, cariño. Tenemos que irnos. ¿Estás lista?

—Nunca estoy lista, papá. ¿Y si vuelvo a fallar?—dijo la niña de cabello negro.

—No lo harás. Si te esfuerzas, esta vez lograrás infiltrarte en La Inmensa

Liv se preparó y subió a la nave que la ayudaría a infiltrarse en la nave insignia del Imperio Irken. Había tratado de entrar hace ya 4 meses, sin resultado alguno. Tal vez hoy podría ser su día de suerte. Después de revisar con más sigilo los puertos de acceso, finalmente logró encontrar un punto ciego en el cual lograría entrar. Pudo pasar en cuanto los guardias se distrajeron con una bomba de humo lanzada casi al vacío. Primer parte de la misión cumplida. Era hora de ejecutar la segunda parte del plan: Asesinar a la princesa.

Nadie de la resistencia la había visto antes, ni habían sabido de ella hasta hace poco. Se rumoreaba que ella llegaría al mando del Imperio en poco tiempo, dadas las reformas a la Ley Irken hechas por su padre. Entre las pocas cosas que sabían de ella, estaba la de ser clonada del Más Alto Zim, y que era muy parecido a él, aunque se diferenciaba fácilmente de los demás irkens.

Todos los irkens eran relativamente iguales, por lo que sería fácil reconocerla… A menos que seas Liv y sólo hayas visto irkens debido a las fotos del archivo principal. Por esto la joven sentía que fracasaría en la misión. Si lo hacía, el volver a entrar a la Inmensa sería más difícil, si es que no la mataban.

—¡¿Quién eres tú?! ¡Identifícate!—dijo una voz femenina al final del pasillo. Una joven irken, que curiosamente tenía cabello corto negro, vio a Liv, quien inevitablemente le lanzó un disparo, el cual no dio en el blanco debido al nerviosismo recurrente que surge al disparar cualquier arma. Siguió disparando hasta que vació sus municiones, disparándole a la nada. Después de esa patética muestra de puntería de la humana, la chica irken le dio un disparo con un sedante muy poderoso. Liv se desmayó al instante, y cuando despertó, tenía un vestido como de muñeca y se encontraba atada a una silla frente a una mesa, donde la irken se encontraba vestida de la misma manera. Se encontraban en una "Fiesta de té".

—Hasta que mi nuevo juguete despierta. ¿Cuál es tu nombre?

—¿Qué? Yo…

—Vamos, dime tu nombre o tendré que nombrarte yo misma.

—Liv, me llamo Liv.

—Mucho gusto, Liv. Yo soy Miz. Y desde ahora tú serás mi muñeca.

—Ey, un momento, ¿Muñeca? Yo no puedo ser tu muñeca…

—Vaya, entonces prefieres que te mate ahora mismo y sirva a mis amigos de la Academia tu deliciosa y dulce sangre en cajas con pajilla, y tu tierna y exquisita carne en bolitas con salsa—Miz se subió a la mesa con una enorme navaja, amenazando a Liv quien no podía defenderse de ningún modo.

—Está bien, seré tu muñeca. Pero, sólo por unas horas. Tengo que volver a mi casa.

Liv se topó con una niña del Imperio. Una extraña, aterradora y tonta niña del imperio. Tendría que aguantarla por cierto tiempo, claro, si es que ella accedía. Miz se quedó pensando. Finalmente habló.

—Trato hecho. Tú te quedas aquí unas horas, y mañana regresas a jugar. ¿De acuerdo?

—Está bien, aunque no creo…

— ¡Vendrás mañana a jugar o te mataré en este momento!

—Está bien, haré todo lo posible, pero baja esa maldita cosa ya.

—De acuerdo. —Miz era la niña más rara y cambiante que Liv había visto en toda su vida, aún para ser una irken. Se tuvo que resignar a seguir el juego, hasta que Miz cayó dormida después de unas muchas horas de "jugar". La humana aprovechó para irse de La Inmensa, y regresó como pudo a la nave que la llevaría de regreso a Bregna.

—Y bien, Liv. Reporte de la situación—El Coronel estaba listo para recibir el informe.

—Me descubrió una niñita irken. Afortunadamente es una idiota, y sólo me retuvo como si fuera un juguete. Aproveché que durmió la siesta para regresar. No hubo ningún rastro de la princesa en la nave.

—Al menos es un progreso—el Coronel se dio la vuelta y se fue. De acuerdo, podemos dar nuevamente esta misión como Fallida. Ahora sólo se preguntaba qué habría hecho esa niña al darse cuenta que se había ido.

Unas semanas después en el Kolegio Nacional de Bregna, se recibió a una alumna nueva. Era algo extraño recibir alumnos nuevos a este nivel del grupo, pero posiblemente haya sido alguna chica que servía en el ejército y fue destituida. Era lo más probable.

—Bien, reciban todos a su nueva compañera, Miz.


Esta historia data alrededor del 2010, escrita para un club Yaoi/Yuri de Invader Zim. Publico esto en ésta página para compartir la historia públicamente. Estoy editando sólo 'por encimita', por lo cual la historia tal y como la publico se encuentra intacta.