Disclaimer: Los personajes de card captor Sakura no me pertenecen. Esta historia la hago sin fines de lucro, solo como diversión.

"Mi segundo gran amor"

Después de haber sentido algo tan grande y tan intenso, creyó que jamás volvería a sentir latir su corazón tan fuerte, no podría volver a sentir a su cuerpo estremecerse tan solo con una mirada, su gran amor ya se había ido y jamás alguien podría ocupar el espacio que quedó destruido en el fondo de su ser... ¿o acaso estaba equivocada?

-Intentando olvidar...-

"esto duele..." era lo único que pensaba la castaña tras recordar con lágrimas en los ojos lo ocurrido minutos atrás...

-lo siento Sakura, pero esto ya no es lo mismo...- dijo el muchacho de ojos negros como la noche abrazando a la joven de dieciocho años que lloraba desconsoladamente con el rostro oculto en su pecho.

-¿por qué? ¿Por qué?- sollozaba ella.

-lo siento, en serio, pero ya nada puedo hacer, yo te quiero mucho, pero ya no es como antes, ya no es amor...- trataba de explicarle.

-Pero, pero todo lo que vivimos juntos, estos dos años... ¿acaso no fueron nada para ti?- preguntó separándose un poco para verlo a la cara.

-claro que significan mucho para mi Sakura- aclaró él limpiándole las lágrima que empapaban su bello rostro –pero, no puedo seguir con esto, me estaría engañando, te estaría engañando a ti, esto, nos guste o no, ya no es amor...-

-pero Kiyoshi... yo, yo aun te amo- dijo mirándolo con suplica –por favor... no me dejes-

-Sakura... esto no nos hace bien a ni uno de los dos, por favor, quedemos como amigos, es lo mejor...- sugirió acariciándole la mejilla dulcemente.

-¡Entiende que no puedo!- exclamó ella soltándose bruscamente de su agarre y volteándose para irse corriendo de allí dejando que las lágrimas cayesen sin cesar de sus orbes esmeraldas.

-¡Sakura espera!- fue lo último que escuchó la chica del chico que había sido su novio por más de dos años...

La lluvia azotaba fuertemente al parque pingüino, cosa que no le importaba mucho a la castaña que estaba sentada en uno de los columpios llorando amargamente, aún no podía entender como aquel amor se había apagado, ella insistió en que él estaba equivocado, pero sabía que no era así, sus ojos ya no le demostraban el mismo amor que hace un año atrás, cuando ella se entregó completamente a él, la persona que más amaba y aún ama, ya no sabía que pasaría con su vida, todo ella se había ido con aquel amor que él perdió, ya nada tendría sentido, por que él le dejó un vacío que no podría llenar con nada.

Sabía que si seguía allí se enfermaría, pero no quería ir a casa, allí habría muchos recuerdos, recuerdos que en un momento fueron muy felices, y ahora serían los más dolorosos al saber que ya no se repetirían. No podía ir con Tomoyo, ya que tendría que contarle todo lo sucedido y no podía, no quería revivir aquel dolor que sintió cuando él le dijo que ya no la amaba. Pero maldición ella todavía lo amaba como en un principio...

Sakura se sorprendió al dejar de sentir la lluvia sobre ella, al limpiarse los ojos, pudo observar un par de pies frente a ella –Disculpe señorita- dijo el desconocido, por lo que ella alzó la vista para poder mirarlo bien, encontrándose con un chico alto de cabellos castaños y ojos color miel –me podría decir donde... ¿se encuentra usted bien?- el chico se interrumpió al ver el estado de la chica frente a él.

-eh, si, si, no te preocupes- contestó ella con la voz algo ronca por tanto llorar, limpiándose torpemente el rostro con las manos.

-¿estas segura?- insistió él agachándose para quedar a su altura y poder verla mejor –se te ve algo triste...-

-no te preocupes, son solo tonterías...- trató de convencerlo ella.

-nadie llora por tonterías- refutó él –pero bueno, yo no soy nadie para exigirte que me digas nada, soy un completo extraño- le sonrió suavemente, para luego ponerse de pié y tenderle la mano –pero será mejor que vengas conmigo, si sigues aquí podrás pescar un resfriado-

-gra, gracias- susurró tímidamente la chica tomando su mano para ponerse de pie y sonriendo melancólicamente, quedando a poca distancia el uno del otro y pudiendo observar que él le ganaba en altura por lo menos por una cabeza.

-¡Sakura!- escucharon que de pronto alguien la llamaba. Por lo que ambos castaños dirigieron la vista al chico pelinegro que se encontraba empapado a unos metros más allá.

-Kiyoshi...- susurró ella entristeciéndose inmediatamente, cosa que noto inmediatamente su acompañante.

-Sakura, te estaba buscando, no, no es seguro que andes así sola, déjame llevarte a casa- dijo el muchacho acercándose a ellos, pero se detuvo al observar que el muchacho, al cual no conocía, abrasaba protectoramente a la muchacha.

-déjala, yo me preocupare de que llegue bien a casa- le dijo este.

-¿y quién eres tú?-

-Kiyoshi, por favor- habló ahora la chica asomando su cabeza por los brazos del chico –si en verdad quieres que esto termine bien, vete, necesito estar sola y pensar...-

-pero...- trató de acercarse más, pero el castaño se lo impidió.

-ya la escuchaste muchacho, será mejor que te vallas si no quieres que ella esté peor- le advirtió, por lo que el chico tan solo le dio una última mirada a Sakura y luego se fue.

-¿tu novio?- le preguntó el hombre sin dejar de abrasarla ya que sentía como aún se estremecía por el llanto.

-Mi ex-novio- corrigió ella bajando la mirada –él, él ha terminado conmigo hace unas horas...-

-uh, lo siento- le dijo él suavemente –pero bueno, será mejor que te lleve a tu casa, por que al igual que él no creo que sea bueno que andes así sola-

-no, yo no quiero ir a casa, allí esta mi hermano, y no quiero que me vea así-

-bueno, eso es un problema, por que no quiero dejarte aquí, ya sé, vente conmigo, te tranquilizas y luego te llevo a casa ¿Te parece?-

-pero ¿no seré una molestia?- cuestiono separándose al fin de él

-no lo creo, aunque eso sí, tendrás que indicarme como llegar al departamento de mi primo por que no soy de aquí- dijo sonriendo.

-pero ¿y tu primo? ¿No se enojara si voy?- preguntó ella preocupada.

-no lo creo, se ha ido a estudiar a Inglaterra y me dejo su departamento, así que de todos modos no se enterara-

-pero...- la chica iba a alegar nuevamente, pero fue interrumpida.

-ya deja, no habrá problema y punto, además tampoco pienso hacerte nada malo- dijo tomándola de la mano y obligándola a avanzar con él hasta el auto que tenía aparcado en la entrada del parque.

-gracias- le dijo tiernamente ella sonriendo, para luego subirse al auto con él –oye...- dijo al rato desconcertada –si venías en auto, ¿por qué te has parado en el parque?-

-bueno, necesitaba pedir indicaciones, y tú eres la única persona que andaba por las calles con esta lluvia- comento con una sonrisa sin quitar la vista del camino, por lo que no noto el leve sonrojo que se formó en las mejillas de la chica –así que... si me puedes decir como llegar a esta dirección me harías un gran favor- dijo entregándole un papel donde estaba una dirección anotada, a la cual ella le indico como llegar.

-muchas gracias- sonrió la castaña una vez dentro del departamento mientras el chico le entregaba una toalla para que se secase, dándose cuenta en ese momento de un pequeño detalle –por cierto ¿cuál es tu nombre?- le pregunto mientras una pequeña gota caía por su nuca.

-Shaoran Li- le contestó él divertido –tú eres Sakura ¿no?- la muchacha asintió –bien Sakura, ponte cómoda, iré a ver si tengo algo de ropa que puedas ponerte para que te quites esa mojada-

-pero, no- quiso decir ella, pero el joven ya se había ido, volviendo rato después con una camisa y unos pantalones para hacer deporte -gracias- susurró mirando el piso –no se como agradecerte todo esto... ni siquiera me conoces y haces todo esto por mi y...-

-ya Sakura- la paró Shaoran poniéndole una mano en su mojado cabello –yo necesitaba ayuda para encontrar la dirección, tú para aquel problema que tuviste, ¿qué mejor que ayudarnos mutuamente?- le sonrió –pero ahora ve y cámbiate para que no te resfríes-

-si- la chica sonrió ya algo más animada y fue a cambiarse, volviendo rato después con la camisa amarrada a la cadera para que no le quedara como vestido y los pantalones arrastrándolos por el piso. En tanto Shaoran la esperaba en la sala de estar con una tasa de té caliente.

-no sabía como te gustaba, así que te traje el azúcar- le indicó entregándole un pequeño frasco que contenía el polvo blanco.

-gracias- dijo ella tomándole y echándole un poco a su té.

-ya deja de agradecer Sakura- rió él –pareciera como si fueras lo único que supieras hacer-

-esto... yo...- balbuceo ella apenada.

-ya Sakura, solo bromeaba- le sonrió sentándose junto a ella al tiempo que le desordenaba el cabello salpicando agua por todas partes.

Ya había pasado media hora de eso y el silencio reinaba en aquella habitación, no era un silencio incomodo, pero hacía que Sakura dejara volar su mente a los recuerdos de su relación con Kiyoshi, recuerdos que en estos momentos eran sumamente dolorosos, aquella escena hizo que recordara las primeras semanas de su relación con Kiyoshi, cuando se sonrojaban con tan solo tomarse de la mano, eran tan inocentes en ese tiempo. Sonrió melancólicamente mientras las lágrimas seguían cayendo por su rostro. Pero a pesar de toda aquella inocencia, sabían ya, que se amaban como no podían amar a nadie más. Tan grande fue su amor, que se entregaron el uno al otro a los pocos meses de relación. Y ya no pudo más, tantos recuerdos la obligaron a dejar salir ahogados sollozos, los que no calló cuando sintió los brazos de aquel desconocido rodearla para consolarla. No lo entendía, él no la conocía, pero aun así estaba junto a ella, confortándola, sin preguntarle siquiera el por qué del término de su relación, sin exigirle que le explicara algo. Solo estaba allí. Haciéndole compañía a pesar de no conocerla.

Ya no sabía cuanto tiempo tenía la muchacha de estar llorando en sus brazos, pero la verdad no le incomodaba para nada, ya hace un rato que se había calmado, pero no se había movido ni un centímetro de su posición. –Sakura- la llamó suavemente, pero no recibió respuesta –Sakura- volvió a intentar, pero al mirarla, se dio cuenta de que esta estaba durmiendo. Con cuidado y sin que esta se diera cuenta la recostó en el sofá y la tapó luego con una manta que había ido a buscar a su habitación. Pobre chica, se notaba que la estaba pasando muy mal... sus pensamientos se vieron interrumpidos de pronto por el sonido de un teléfono que no conocía, buscando un momento lo logró encontrar dentro de uno de los bolsillos de la chaqueta que traía la chica –eh, Sakura- la llamó suavemente para que despertara, pero no había caso. Miró la pantalla del celular "Tomoyo" leyó, no tenía idea de quien podía ser, pero no le quedaba nada más que hacer que contestar, quizás era de su familia y estaba preocupada.

-¿alo?- contestó algo nervioso.

-Alo ¿Kiyoshi eres tú? Por suerte, por un momento pensé que...- escucho a una chica hablar rápidamente.

-no, espera, espera- la paró él rápidamente –yo, yo no soy Kiyoshi, yo...-

-¡qué! Entonces me equivoque al marcar, disculpa-

-no, no, si Sakura está a mi lado- se apresuró a aclarar –es solo que está durmiendo y...-

-¿pero está bien?- lo volvió a interrumpir la chica al otro lado del teléfono- ¿le ha pasado algo? ¿No le habrás hecho algo tú?, por que si es así te aseguro que te las veras conmigo-

-no te preocupes, ella esta bien, es solo que cuando la encontré estaba algo alterada, así que la traje a mi casa para que se tranquilizara, pero no te preocupes, que aparte de un resfriado no creo le pase nada más-

-OH gracias a dios, me preocupe tanto cuando ya pasaban dos horas de la hora a que habíamos quedado juntarnos, muchas gracias- dijo Tomoyo mucho más relajada.

-bueno, no, no hay problema. Aunque no sé si ahora pueda llegar a su casa... está totalmente dormida- dijo el chico viendo como la pequeña castaña seguía profundamente dormida.

-no te preocupes, yo llamaré a su casa para avisar- dijo ella alegremente –por favor cuídala mucho ¿si?-

-claro no te preocupes-

-muchas gracias, ah, y ¿cómo es que te llamas?- le preguntó.

-Li. Li Shaoran- contestó el. Para luego despedirse de la muchacha y colgar la llamada. Bueno, al parecer la chica se quedaría a dormir en su casa y seguramente amanecería toda adolorida si se quedaba en el sillón, así que decidió caballerosamente dejarla dormir en su cama, mientras el investigaba si había una habitación para invitados o debería dormir en el sillón.

Cuando la recostó en la cama no pudo evitar quedarse un rato mirándola dormir y ver como inconscientemente seguía botando lágrimas por aquel tipo que tanto amaba –Kiyoshi- la oyó susurrar tristemente, al parecer, la había afectado demasiado esa ruptura...

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

-¡AHHHHHHHHHHHHH!- escuchó de pronto un grito de no sabía donde que provocó que se cayera del sillón donde estaba durmiendo, quedando más adolorido de lo que ya estaba.

-auch- se quejó sobándose la cabeza –Sakura- dijo luego acordándose de la castaña que se había quedado a alojar en el departamento -¿Sakura estas bien?- le pregunto a esta que estaba sentada mirando todo a su alrededor algo desconcertada una vez llegó a la habitación donde esta estaba.

-¡Shaoran gracias a Dios!- dijo ella mirándolo aliviada -¿dónde estoy?- preguntó.

-estas en mi habitación, no te preocupes- le sonrió el muchacho de ojos miel acercándose –ayer te quedaste dormida, así que te traje aquí-

-¡qué! Oh, cielos, no avise en casa, mi hermano se molestará- se preocupo la chica al recordar aquel pormenor.

-no hay problema con eso, ayer llamo Tomoyo, creo, dijo que ella se encargaría de llamar a tu casa-

La castaña suspiró más calmada –Gracias Shaoran- le sonrió –me has ayudado a que todo esto sea más pasable-

-ya te dije que no te preocupes Sakura, ahora vamos a desayunar ¿vale?-

-si- la chica se puso rápidamente de pie para dirigirse a la cocina –pero me dejaras a mi prepararte unos ricos omelet de desayuno en compensación por todo lo que has hecho por mi- dijo comenzando a saltar más animada a la cocina, pero paró a mitad de camino ya que se tropezó con el pantalón que le quedaba grande y quedó tumbada en el piso.

-¡Sakura!- exclamó preocupado Shaoran yendo rápidamente en su auxilio -¿estas bien?-

-eh, si, si no te preocupes- dijo ella levantándose con la cara totalmente roja, en parte por el golpe y por la vergüenza –yo, iré a la cocina- rápidamente se fue de allí, dejando a un Shaoran bastante sorprendido. Cualquiera que la viera ni se imaginaria todo lo que había pasado. Admiraba a esa muchacha, era muy fuerte para poder soportar todo lo que le pasaba.

El muchacho caminó sonriente a la cocina, pero su sonrisa se esfumó al ver a su invitada apoyada en el refrigerador con lágrimas en los ojos mirando la pantalla de su celular que no paraba de sonar, preocupado se acercó y tomo el celular de sus manos, ganándose una entristecida mirada departe de la ojiverde. Al ver la pantalla pudo ver el nombre de su ex-novio escrito junto a un corazón, lo que hizo que frunciera el seño.

-yo, yo, no quiero contestar- le susurró ella abrazándose a él.

-tranquila, yo me encargo- dijo sonriéndole tiernamente, para luego mirar serio el celular y contestar, pero antes de que pudiera decir algo, ya estaban hablando desde el otro lado.

-Sakura, hasta que me contestas, te he estado llamando desde hace rato ¿Dónde estas? He llamado a tu casa pero el pesado de tu hermano me ha dicho que no estabas allí, sé que no debería estar llamando, pero ayer me quede preocupado cuando te deje con ese sujeto, Sakura, a pesar de todo yo te sigo queriendo mucho, no quiero que te pase nada y...- parloteaba rápidamente Kiyoshi hasta que Shaoran lo interrumpió.

-yo no soy Sakura- dijo seriamente

-¿Qué? ¿y dónde está ella? Si acaso le hiciste algo yo...-

-ella esta bien, solo que en estos momentos no te puede atender-

-¿Por qué? Dile que necesito hablar urgentemente con ella, no quiero que esto termine así...- explicaba él.

-entonces debiste de tener más cuidado con tus palabras, ella no quiere hablar contigo ahora- seguía contestando paciente el joven, pero sin quitar aquel tono serio de su voz.

-Pero yo la quiero, por eso no...-

-pero ella te ama- lo interrumpió Shaoran –y si en verdad quieres que esto acabe bien deja de intentar llamarla por que ella esta destrozada y debe estar tranquila hasta que asimile bien lo que ocurrió-

-pero yo...-

-Adiós- lo cortó él dejando luego el aparato sobre el mueble que tenia junto a él y se dedicaba a consolar a la castaña que tenía en brazos –calma ya verás que pronto olvidaras todo esto y lograras salir adelante- le susurraba tranquilamente.

-pero, es que yo lo amo Shaoran ¿Cómo puedes olvidar a alguien que amas con todo el corazón? A él le entregué los momentos más importantes de mi vida y él, él ahora me dice que ya no me ama como antes ¿Cómo es eso posible?-

-No lo sé Sakura. Solo estoy seguro que ese tipo es un idiota por dejar libre a una mujer tan tierna y hermosa...- dijo sin dejar de mirarla a sus llorosos ojos verdes, para notar luego el sonrojo de ella.

-esto... gracias- susurró, lo que hizo que el muchacho reaccionara a lo que había dicho y se pusiera más rojo que tomate maduro.

-¿lo último lo dije en voz alta?- preguntó poniéndose nervioso, por lo que la chica asintió risueña –yo, yo, disculpa, no quise-

-no te preocupes Shaoran, gracias a ti, esto se esta haciendo mucho más fácil de manejar de lo que creía- sonrió abiertamente, mientras él le limpiaba las marcas que habían dejado las lágrimas –ahora prepararé unos ricos omelet para desayunar-

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

Un mes después

Hace un mes que Sakura y Shaoran se habían conocido, y desde ese día en que él la había consolado a pesar de ser una completa desconocida que no se habían vuelto a ver. Ninguno sabía más del otro que sus nombres y donde vivían, ya que después de que Sakura se calmara Shaoran la fue a dejar a su casa.

Ahora la chica se encontraba con su amiga Tomoyo en una heladería, pero no reía, tenía la vista perdida como todo el último mes desde que Kiyoshi la dejó.

-vamos Sakura, no te puedes pasar toda la vida así, ya veras que luego encontraras a un hombre mucho mejor que Kiyoshi- trataba de animarla la pelinegra mientras que veía a su amiga jugar distraídamente con su helado.

-no lo creo Tommy, no creo que mi corazón vuelva a latir tan fuerte a como lo hacía cuando estaba con él, jamás podré volver a amar a alguien- le contestó cabizbaja la castaña tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir.

-pero Saku- trató de decir la chica, pero se cayó al ver como su acompañante se ponía de pie. -¿a dónde vas?- preguntó.

-iré al baño un momento, espérame aquí- le contestó ella comenzando a caminar rápidamente sin mirar al frente, por lo que no se dio cuenta de que había alguien al frente, con quien chocó –Yo, disculpa- dijo levantando la vista, para encontrarse con unos sorprendidos ojos color miel -¿Shaoran?-

-¿Sakura?- se sorprendió el también, ya que no esperaba encontrársela allí -¿estas bien?- le preguntó luego al notar el estado de tristeza que le demostraban sus ojos.

-si, son solo tonteras- contestó ella sonriendo melancólicamente mientras se limpiaba las lágrimas que amenazaban con salir.

-la vez pasada me dijiste lo mismo y no se resulto ser una tontera- dijo él suavemente tomándola del mentón para verla a la cara -¿qué ocurrió ahora?-

-solo más de lo mismo- contestó ella abrazándolo y recargándose en su pecho, mientras unas pequeñas lágrimas se dejaban caer por sus mejillas hasta llegar a la playera del chico., el cual solo se limito a abrazarla por varios minutos, hasta que ella misma se separó limpiándose el rostro –disculpa Shaoran- le dijo algo apenada –las únicas veces que nos hemos visto, termino llorando encima de ti…-

-no te preocupes Sakura- le sonrió él –el ser tu pañuelo para las lágrimas tiene su recompensa al verte sonreír- le dijo, provocando que la chica se sonrojara aun más, pero al fin y al cabo, sonriendo –y… a todo esto, ¿qué haces aquí?- preguntó curioso.

-vine a tomar helado con una amiga, Tomoyo, con la que hablaste el otro día- contó -¿y tú?-

-bueno, yo… me perdí- dijo él algo ruborizado.

-¿otra vez?- rió animada Sakura –cielos, se nota que no eres de aquí, ven acompáñame que le digo a Tomoyo si te podemos llevar a donde sea que tienes que ir- le propuso tomándolo de la mano y llevándolo hasta la mesa donde se encontraba Tomoyo esperándola.

-no, Sakura, no es necesario, puedo pedir indicaciones, en serio yo…- trataba de decir el castaño, pero la muchacha no le prestaba atención.

-Tomoyo- llamó Sakura a su amiga, la cual sonrió al verla llegar más animada, pero luego miró extrañada al sujeto que la acompañaba, ya que no lo conocía.

-Sakura… ¿quién es él?- le preguntó bajito, tratando de que Shaoran no la escuchase.

-¡ah! Es cierto, no los presente- dijo Sakura golpeándose en la frente por su torpeza –veras Tomoyo, él es Li Shaoran, el chico que me ayudo el otro día ¿recuerdas?- presentó, por lo que recibió un asentimiento de parte de la amatista –Shaoran- se dirigió ahora al muchacho –ella es Tomoyo Daidouji, mi prima y mejor amiga-

-un gusto señorita Daidouji- dijo el muchacho haciendo una leve reverencia.

-El gusto es mío Li- le contestó la chica sonriendo.

-bueno Tomoyo…- habló nuevamente la castaña –yo, quería saber si podíamos llevar a Shaoran a donde sea que va, ya que se perdió-

-¿y a donde tienes que ir Li?-

-a la librería, tengo que comprar unos libros- contestó Shaoran derrotado. Al parecer, no le quedaba más que aceptar su ayuda.

-pues bien, de allá somos entonces- sonrió la chica de cabellos largos poniéndose de pie.

-Iré por los refrescos- dijo sonriente la de ojos verdes dirigiéndose al puesto de bebidas, dejando a sus amigos sentados bajo la sombra de un árbol.

-muchas gracias Li- escuchó de pronto el chico que le hablaba la prima de Sakura, por lo que dejó de ver como se alejaba la castaña y miró a su acompañante algo desconcertado –gracias por estar con Sakura-

-¿por qué lo dices?- preguntó él aun sin entender bien por que le agradecía.

-porque Sakura ha estado muy triste este mes por su ruptura con Kiyoshi, pero cuando está a tu lado está siempre sonriente, se nota que tú le haces bien- explicó la muchacha sonriéndole agradecida.

-Bueno, yo no sé, yo solo…- trató de decir él, mirando como la chica ya venía de vuelta con 3 botellas e la mano.

-no tienes que explicarme nada Li. Da lo mismo lo que hagas, si ella es feliz-

-¿de qué hablan?- preguntó Sakura al llegar junto a ellos.

-nada interesante Sakura, solo le contaba a Li que la próxima semana comenzamos con nuestro último año del instituto- dijo sonriente Tomoyo disimulando su anterior conversación.

-¡Es cierto!- exclamó la chica –se me había olvidado completamente- suspiró, para luego volverse a mirar al único varón presente –cuéntame Shaoran ¿tú cuando entras a lo que sea que estas estudiando?- preguntó curiosa, mientras les entregaba sus refrescos.

-entro la próxima semana también- contestó él recibiendo su refresco –y vine de intercambio a estudiar medicina- explicó.

-¿de intercambio?- repitió la amatista -¿no eres de aquí?-

-no, vengo de China- contó él –allá me asignaron una beca para alguna universidad de Asia, y como mi primo tenía un departamento aquí, decidí venirme a Tomoeda-

-valla, no lo sabía- dijo Sakura mirando con interés al chico.

-claro, si apenas y nos hemos visto pequeña- dijo él molestándola mientras le revolvía el cabello.

-¡hey! Ya deja- alegó ella apartándole la mano –además eres tú el que no me ha ido a visitar-

-pero si tú también sabes donde vivo, así que eso no es una excusa- le contestó él mirándola sonriente.

-bueno, entonces tú lo has dicho, así que luego no alegues si aparezco un día de estos en tu casa e interrumpo algo- dijo ella haciendo como si no le interesara para luego sonreírle de vuelta a su amigo.

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

El reloj despertador comenzó a sonar ruidosamente en la habitación del último piso de aquella casa, pero ya no era necesario de que siguiera, ya que la dueña de aquella pieza ya estaba levantada con su uniforme puesto mirando hacia la nada.

-¡Sakura apaga esa cosa!- escuchó de pronto el grito de su hermano, con el cual reaccionó y apagó el aparato. Llevaba los últimos días así, perdida en su mundo, debido que hoy ya era el día en que debería caer bruscamente a la realidad al reencontrarse con Kiyoshi en clases, luego de todo un mes de vacaciones en el cual lo evito cada vez que este la llamaba o la iba a ver a su casa con la intención de quedar como amigos, o al menos fue así hasta que Toya lo encarará para que dejara de molestar y él se resigno a que luego de lo que vivieron, ser amigos era casi imposible.

Sakura suspirando se puso de pié y se fue a lavar la cara para borrar de ella los restos de lágrimas que había estado botando hasta hace poco y luego bajar a la cocina donde se encontraba su hermano preparándole el desayuno –buenos días- lo saludo desanimada.

-¿y este milagro de tenerte aquí tan temprano?- preguntó el pelinegro, volteándose a verla, preocupado. Para darse cuenta de lo que había estado haciendo. –Estuviste llorando- dijo suavemente acercándose a ella y tomándola de la barbilla para poder mirarla a los ojos. –aun no entiendo por que te empeñas en seguir pensando en él Sakura… deberías de olvidarlo y seguir con tu vida, ese mocoso no merece que estés como estás por él- la abrazó.

-lo sé Toya. Pero no lo puedo evitar… por más que intento quitármelo de la cabeza sigue aquí… sobre todo ahora que se acerca el momento de volver a verlo- gimió aguantando las lágrimas que querían salir.

-tranquila Saku…- trató de calmarla el chico –yo sé que serás fuerte para enfrentar esto, y en todo caso, si te llegas a sentir muy mal me puedes llamar y te iré a buscar a la escuela ¿OK?-

-si gracias Toya- sonrió la castaña separándose de él, mientras se limpiaba los ojos, para luego dirigirse a tomar desayuno y salir minutos después en dirección a la escuela.

El viaje en si fue tranquilo, en el que Sakura se preparando mentalmente para contarle de partida a sus amigas que había terminado con Kiyoshi para que no la atosigaran con preguntas de por qué ya no estaba con él. Además para prepararse a verlo después de más de un mes de estar evitándolo. Fue en ese momento que vio un pequeño cartel puesto en uno de los árboles que rondaban la calle por la cual iba, al acercarse a verlo, leyó que era sobre el festival que hacían todos los años en el templo de la ciudad para esta época, lo cual le trajo a la mente nuevamente los momentos que había vivido con Kiyoshi en ese lugar, para luego sacudir bruscamente la cabeza, no se podía permitir seguir pensando en él, no si en verdad quería olvidarlo.

Al llegar a la escuela la encontró casi vacía, lo que le causó un gran alivio por no tener que comenzar con los interrogatorios tan rápido. Lentamente se dirigió a su salón, que como toda la escuela, se encontraba vacío, así que sin mucho más que hacer se fue a sentar su puesto, recostándose en su mesa mientras dejaba volar su imaginación en espera de la llegada del resto de sus compañeros.

Poco a poco el salón se fue llenando de estudiantes, pero ni uno de ellos era de principal importancia para la castaña, que se permitió seguir en su estado de ensoñación tan solo dándole un "buenos días" a todo aquel que pasaba por su lado. Permaneció así durante varios minutos más, hasta que una voz conocida se hizo presente en el lugar.

-buenos días Sakura- la saludo la voz, por lo que ella se levantó sobresaltada.

-Kiyoshi…- susurró la muchacha al verlo delante de ella dándole una tímida sonrisa.

-¿cómo te encuentras?- le preguntó él suavemente temiendo a que en cualquier momento pudiera escaparse. Llevaba todo aquel mes desde que decidió terminar con su relación tratando de comunicarse con ella para que no lo odiara por el término de la relación y pudieran volver a ser los amigos que eran antes de esta. Por ese mismo motivo era que ahora intentaba ser lo más amable posible para que ella no se arrancara nuevamente y pudieran hablar.

-yo… esto, bien…- contestó la chica desviando la mirada mientras los recuerdos volvían a su mente.

-¡Sakura!- escuchó que de pronto la llamaron logrando que desviara sus pensamientos del muchacho y se dirigiera a su prima que acababa de entrar al salón y ahora se dirigía rápidamente a donde estaba ella –gracias a dios estás aquí. Fui a buscarte a tu casa para que nos viniéramos juntas y Toya me contó que habías salido temprano. Y la verdad que viniendo eso de ti me asuste demasiado, ya que es bastante raro y tuve miedo de que pudieras haber hecho una locura-

-pero Tomoyo que cosas dices- contestó la castaña sonriendo levemente aun algo shockeada por la presencia de su ex-novio -solo, me desperté temprano y quise ir a pasear un rato al parque antes de volver a la realidad- se excusó sin mirar ni por un segundo a Kiyoshi.

-Sakura yo…- quiso hablar el muchacho, pero fue interrumpido por el profesor que entraba al salón y los mandaba a todos a sentarse.

...

-¿estas segura que estas bien?- preguntó por enésima vez la pelinegra a su prima. Ya había terminado el primer día de clases y con mucha suerte Sakura había podido evitar a Kiyoshi sin notarse muy obvia, lo que la hacía notarse muy tensa. Y lamentablemente Tomoyo debía comenzar a quedarse desde ya a las prácticas del coro por un campeonato que tendrían pronto y no podría acompañar a Sakura hasta su casa para asegurarse que llegara bien.

-si, no te preocupes Tomoyo, lo he soportado mejor de lo que creía, llegaré bien a casa- trató de calmarla su prima sonriéndole tenuemente.

-hay Sakurita…- suspiró –por esta ves te creeré pero prométeme que cualquier cosa me llamaras-

-claro Tommy no te preocupes- le dijo la ojiverde para luego despedirse y comenzar su camino de vuelta a casa, sin imaginarse la escena con la que se encontraría a la salida de a escuela.

La puerta de entrada esta totalmente despejada exceptuando por una pareja de estudiantes de último grado que se encontraban abrazados. Sakura no les dio importancia, al menos no lo hizo hasta que reconoció al chico de cabellos negros que poco a poco se fue acercando a la muchacha hasta besarla. Era Kiyoshi.

Sakura sintió como de un momento a otro su corazón se hizo añicos nuevamente. ¿De que servía estar evitándolo todo el maldito día si finalmente cuando lo veía el estaba de lo mejor besándose con otra chica sin una pizca de remordimiento por estar con otra a tan solo un mes de haber terminado una relación de años. Y lo pero de todo es que aquella era la única salida de la escuela y debería pasar por alado de ellos para poder irse.

Sakura aguantando las ganas de llorar y cerrando los ojos para no ver más la escena comenzó a correr hacia fuera de la escuela, pero al no ver bien por donde iba chocó levemente con Kiyoshi, pero lo suficientemente fuera para que él se diera cuenta de su presencia de el estado en que se encontraba.

-¡Sakura!- exclamó el muchacho al verla partir corriendo. Miró a la chica con la que se encontraba la cual luego de un asentimiento le dio permiso de ir por ella. -¡Sakura espera!- comenzó a gritarle mientras la seguía, pero ella simplemente lo ignoraba i seguía con su carrera -¡Sakura por favor escúchame!- le dijo alcanzándola finalmente y tomándola de la mano para que se volteara a verlo. Encontrándose con su fino rostro cubierto de lágrimas.

-¡¿cuál es la idea de seguirme Kiyoshi!?- exclamó exaltada la castaña -¿es que no puedes entender me hace mal verte! Si en verdad quieres que todo termine bien por favor deja de insistir- hipó. Mientras era abrazada por el pelinegro –ya es bastante con verte todos los días y soportar verte como te besuqueas con aquella chica, que probablemente era la culpable de que ya no sintieras lo mismo ¿no?-

-no hables estupideces Sakura- dijo Kiyoshi tratando de mirarla a los ojos, pero ella los esquivaba –cuando yo termine contigo aun no sentía nada por ella, todo esto ocurrió mucho después-

-¿y tú crees que te podré creer después de lo que vi?- preguntó enojada la ojiverde al fin separándose de él –además ¿para que te desgastas dándome explicaciones? En verdad Kiyoshi, lo mejor que podrías hacer en estos momentos es alejarte de mi hasta que deje de amarte. Así ni uno de los dos sufrirá innecesariamente- termino de decir Sakura dándose la vuelta para comenzar a caminar.

-¡pero Sakura...!- exclamó el muchacho pero fue ignorado.

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

Shaoran llegó agotado a su apartamento. Acaba de finalizar su primer día en la universidad de Tomoeda y para variar se había perdido de vuelta a su departamento, por lo que llegaba una hora más tarde de lo que debería ser. Aliviado de llegar al fin al piso de su departamento, Shaoran se mentalizó para llegar a echarse una buena sienta, pero su idea fue descartada solo segundos después al encontrarse con una persona sentada frente a su puerta.

-¡Shaoran!- exclamó Sakura al verlo llegar y lanzándose a sus brazos para llorar allí libremente.

-Sa, Sakura…- se sorprendió el castaño al tenerla allí frente a él. -¿qué ha ocurrido?- preguntó preocupado.

-Yo.. yo, disculpa por haber venido sin avisarte Shaoran…- comenzó a decir la castaña sin mirarlo a la cara- pero no tenía a quien más acudir- sollozó.

-no te preocupes eso no tiene importancia- le dijo Li haciéndola pasar a su departamento –ahora solo cálmate y explícame lo que ocurrió- le pidió mientras le entregaba un vaso de jugo y se sentaba junto a ella en el sofá del living.

-es Kiyoshi de nuevo…- contó la castaña sin atreverse a mirarlo a los ojos- hoy… lo, lo vi besándose con otra chica- sollozó apoyándose nuevamente en el hombro de Shaoran mientras las lágrimas volvían a surcar su rostro- sé, sé que esto no debería afectarme, que es normal que el rehaga su vida… pero, no puedo- hipó – no puedo evitarlo, aún me duele que ya no me ame, que este con otra…- comenzó a llorar escondida en el pecho del muchacho.

-Sakura…- susurro este abrazándola.

-es que… es que, no puedo, no puedo hacerme la idea de que me halla olvidado, mientras yo aun no puedo ni pensar en olvidarlo, yo… yo aun lo sigo amando como el primer día…- sollozó –aún no sé como olvidarlo-

-primero que nada- dijo Shaoran separándose un poco para verla a la cara –debes calmarte, ya has llorado mucho por ese infeliz que no supo quererte como lo mereces- le limpió suavemente las lágrimas que aun recorrían su rostro mientras ella asentía lentamente intentando calmar las lágrimas que luchaban por salir, pero por alguna razón al estar con Shaoran olvidarse de Kiyoshi por el momento y soportar su dolor, era mucho más fácil. –y luego comeremos algo, porque este ha sido un día bastante agitado y tengo hambre. Y ya luego nos preocuparemos con la terapia para sacarte de la cabeza a ese muchacho, para que así vuelvas a ser tan sonriente como antes- le sonrió.

-Gracias Shao- sonrió ella también dándole un beso en la mejilla al muchacho por lo que este se sonrojo levemente sin que ella lo notara –y discúlpame por llegar así de la nada, ni… ni siquiera te avise… quizás tenias algo que hacer y yo…-

-no te preocupes Sakura- le sonrió el muchacho poniéndose de pie –de todos modos los únicos planes que tenía para hoy en la tarde era dormir, pero si gustas los puedo cambiar por una rica pizza a domicilio-

-¡Pizza!- exclamó la castaña sonriendo feliz mientras se ponía rápidamente de pie olvidando ahora sí todo lo referente a su ex-novio -¡me encanta la pizza!- sonrió acompañando al castaño hasta el teléfono para pedir el alimento, pero mientras Shaoran estaba en eso, el teléfono celular de Sakura comenzó a sonar, por lo que la castaña fue rápidamente a contestar – ¿alo?- dijo sin mirar el identificador de llamadas.

-¿¡DÓNDE DEMONIOS SE SUPONE QUE ESTAS SAKURA KINOMOTO!?- se escuchó el gritó de su hermano al otro lado del teléfono.

-To… Toya…- dijo algo nerviosa al escuchar a su hermano, mientras Shaoran la miraba algo extrañado mientras colgaba el teléfono, iba a pedir la pizza después ya que necesitaba saber con que la querría la castaña –Co… ¿Cómo estas?-

-¡POR EL AMOR DE DIOS SAKURA, NO TE VALLAS POR LA TANGENTE DIME AHORA DONDE ESTAS! ¡YA VAN A SER LAS 10 DE LA NOCHE Y NO HAS DADO SEÑALES DE VIDA!- comenzó a alegarle.

-yo, esto, Toya cálmate por favor- trató de explicar ella –verás… estoy en casa de un amigo, yo…-

-¿¡un amigo!?- exclamó Toya interrumpiéndola –sakura, quiero que te vuelvas inmediatamente a casa o iré yo mismo a buscarte-

-¡qué! Pero Toya…- trató de alegar pero su hermano ya había colgado.

-¿Qué ocurrió Sakura?- preguntó Li preocupado al ver la cara de consternación de su amiga -¿hubo algún problema?-

-no, solo, yo… tendremos que dejar lo de la pizza para otro día, debo volver a casa o mi hermano de alguna forma vendrá para acá y te destripara vivo…- suspiró.

-auch, eso suena doloroso- comentó cómicamente el lobo ocultando la decepción que le generaba el perder aquella oportunidad de estar con Sakura. –así que será mejor que te valla a dejar a tu casa para que llegues a salvo- se ofreció.

-no, no es necesario Shaoran, ya sé como irme de aquí a mi casa y no es tan lejos-

-de todos modos Sakura, no quiero que nada malo te ocurra, es para no preocuparme- insistió el muchacho. Por lo que a la chica solo le quedó asentir e ir por su mochila para dirigirse luego al auto del castaño.

El viaje fue en silencio, ya que cada uno de los muchachos iba perdido en sus pensamientos. Por un lado estaba Sakura que pensaba que excusa podría darle a su hermano por su tardanza y no haberle dicho donde estaba, y al parecer lo mejor que podría hacer sería contarle lo que realmente sucedió, aunque ello trajera consigo una buena bronca por no haberle avisado a él como se lo había prometido. Y por otra parte estaba Shaoran, que intentaba descifrar lo que estaba surgiendo en su interior al estar con Sakura, sabía que algo dentro de sí estaba cambiando a pesar de conocerla hace poco más de un mes y haberla visto unas 3 veces en aquel tiempo, no podía dejar de pensar en ella y velar por su bienestar. Tampoco podía evitar sentirse diferente con ella, querer apoyarla en todo aquel dolor que estaba sufriendo y tampoco se podía negar a si mismo de que ya varias veces había llegado a imaginar ser él quien lograra sacar a aquel muchacho de la cabeza de la castaña. Pero aun no comprendía… ¿es que acaso se podría haber enamorado de aquella chica en tan solo un mes? ¿con tan solo haberla visto un par de veces?...

-Shaoran ya hemos llegado- avisó de pronto la flor de cerezo sacando al muchacho de sus pensamientos –muchas gracias por traerme- le sonrió.

-no te preocupes Sakura, ha sido un placer- le sonrió de vuelta el muchacho.

-es que, verás… este Sábado habrá un festival en el templo Tsukimine y… bueno, yo siempre he ido con Kiyoshi… -su mirada se ensombreció un momento al decir aquel nombre pero luego volvió a su brillo normal al volver a mirar a Shaoran- y no pensaba ir este año, pero… me gustaría que tú me acompañaras, será como una forma de agradecerte todo lo que has hecho por mi, además creo que será una buena forma de empezar mi terapia- rió.

-me parece una excelente idea Sakura- aceptó el chino –pasaré por ti el sabado a las 8 para que vallamos, ahora será mejor que entres a tu casa antes de que tu hermano se siga preocupando y recuerda que cualquier cosa puedes llamarme…-

-si, muchas gracias Shaoran, eres un angel- dijo sakura antes de darle un corto beso en la mejilla al muchacho y bajarse del auto.

Shaoran en tanto, aun algo sonrojado, espero a que la muchacha entrara a su casa antes de volver él a la suya para liar con aquellos pensamientos que le atormentaban en la cabeza…

o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o0o

Holaa :) después de mucho tiempo, vengo ha hacerles entrega de este nuevo fic que tenía en mente, en un principio iba a ser un one-shot, pero en vista de que me alargué he decidido dividirlo en dos partes, por lo que subiré la segunda apenas la termine de escribir aunque ya tengo la gran mayoría pensada, pero debo advertirles también que no creo que la actualización sea muy pronto ya que aparte del estrés del ultimo año del colegio me he metido a un curso de calculo en la universidad que me ocupara bastante tiempo… pero haré lo posible por traerles pronto la siguiente entrega con el final de este pequeño fic

Bueno, ahora me despido, espero que les haya gustado el fic, dejen reviews :)

bye