¿Qué pasaría si la única forma para eliminar al mago más peligroso de la tierra debes matar a una persona inocente?

Espero que les este gustando el fanfic y lo sigan leyendo. Aun no lo termino pero ya tengo algunas ideas en la mente para que se vuelva más interesante. Así que no desesperen si no lo actualiza muy seguido, pero si dejen review ya que de lo contrario voy a creer que no les gusta y lo voy a dejar incompleto.

LUZYOSCURIDAD

La aldea había sido deshabitada tan rápido que algunas casas aún tenían sus puertas abiertas y sus televisores o radios seguían prendidas como esperando el regreso de sus dueños. No había luz, el sol no se atrevía a ingresar y siempre estaba con neblina. Los pocos aldeanos que lograron sobrevivir no lograban entender, ni explicar como una aldea tan bella y llena de alegría se transformó en un lugar tan sombrío como un pantano. La mayoría se mudo a la aldea continua, y al ser acechados por la curiosidad de sus nuevos vecinos decidieron contar la historia, ninguna de ellas se acercaba a la verdad, pero todas coincidían en un punto: la llegada de los extranjeros, aquellos que habitaron la vieja casa de la colina, la hechizada como todos la llamaban; nadie los vio llegar, nadie los vio salir, pero una mañana la casa estaba habitada. Los nuevos dueños eran extraños desde su forma de vestir hasta sus costumbres, pero cada día llegaban más y el sol se negaba a alumbrarlos, primero cayó la neblina y luego, la oscuridad se extendió a toda la aldea, los aldeanos que vivían cerca comenzaron a desaparecer sin explicación, sus casas seguían intactas, no había signos de robo, ni de homicidio; pero lo peor fue cuando la neblina se hizo más espesa y cubrió toda la aldea, la que llevó a la desesperación y al suicidio a muchos. Al terminar sus relatos siempre lo hacían con la misma frase: "El dueño es el mismo diablo, que se cansó de habitar en el infierno y viene a castigarnos por nuestra malas acciones, el juicio final pronto se llevará a cabo".

La chimenea alumbraba perfectamente todo el gran salón, se podía observar todo con claridad desde la pequeña mesa circular que estaba en el centro hasta el gran sofá y sillón, cerca de la pared. El sillón era ocupado por un hombre alto y delgado como un esqueleto, con unas manos grandes como arañas blancas agarrando su varita, observando y sonriendo a la chica echada en el sillón. La chica tenía unos diesicéis aproximadamente, tenía el cabello largo y oscuro como la noche, totalmente diferente al color de su piel, sus ojos eran rojos fríos e inexpresivos como los del hombre sentado en el sofá. Vestía una túnica azul y jugaba con una muñeca que tenía un solo ojos, escuchando todo lo que decía el hombre arrodillado en la alfombra, quien se negaba a alzar la cabeza y verla, hablaba pausado como esperando que ella lo interrumpiese en algún momento, su cuerpo temblaba de vez en cuando haciendo que la chica riese. El hombre terminó de hablar y espero agachado que le ordenasen retirarse. Pero no fue así la chica tiró la muñeca y se sentó en el sillón lentamente, dirigiendo su mirada al hombre que se negaba a verla.

Te pedí que la mataras, no que me dieras una agenda detallada de su ingreso al país – dijo sonriente.

- No estaban solas.

- ¿Quién las acompañaba?

- No pude ver su rostro.

Fuiste con seis mortífagos más y no pudieron hacer nada con un solo hombre y ni siquiera la heriste – el mortífago levantó la mirada por uso instantes y luego la bajó rápidamente – veo que acerté. – Volvió a sonreír – ¿por qué evitas mi mirada?, me tienes miedo – no hubo respuesta – puedes irte y dile a mi madre que deseo verla.

El mortífago salió rápidamente de la sala sin ver atrás.

Veo que aún no te gusta como te mira – dijo Voldemort.

Me tiene miedo y me odia, ya no nos sirve, padre – sonrió como una niña y camino hacia él - puedo matarlo, por favor.

Voldemort sonrió, una mujer de cabello negro brillante y espeso con parpados caídos ingresó y se arrodillo ante ella.

Necesitó que me hagas un favor, Bella, – dijo la chica acercándose a ella - mata a Rodolphus.

- Pero, él… es mi esposo, Illirya.

Illirya le sonrió mientras la veía directamente a los ojos, Bella también sonrió, y comenzó ha hablarle al oído.

Tú harías cualquier cosa por mí, ¿verdad, madre? – Bella estaba viendo el vacío, como ida – elimina a Rodolphus, es por tu bien o no te has dado cuenta de cómo mira a tu hermana, ten en cuenta que ella esta sola ahora, además a tocado sucias muggles antes de venir aquí, puedo olerlo y estoy segura que tu también. Mátalo y te sentirás mejor.

Illirya regresó a su sillón y comenzó a jugar con su muñeca mientras Bella salía con una sonrisa en su rostro y su varita en su mano. Luego de unos minutos se vio una luz verde por la ventana, Illirya le sonrió a su padre y tocó una campanita, luego de unos minutos apareció Peter.

Desea algo, señorita – dijo arrodillándose ante ella.

Búscame la dirección de Potter creo que ya es tiempo de hacerle una visita, pronto darán las doce campanas y será treinta y uno de julio, el hechizo estará roto en cualquier minuto, no dejaré que esa loca llegué y arruine tu regalo, papá – Peter se levantó – espera, búscame un abrigo también, no quiero resfriarme.

Peter salió rápidamente a buscar las cosas que le pidieron.

No creo que sea buena idea – le dijo Voldemort – ella llegará y aún no tienes todos tus poderes.

- Mejor, estoy segura que la llevará con ella, así también tendré la oportunidad de traerla a aquí.

- Lleva a alguien contigo.

- Preocupado, no lo creo, no te preocupes tu vida esta a salvo conmigo.

Peter ingresó con el abrigo y se lo dio a Illirya, ella le sonrió a él y a su padre y salió de la casa.

- Que tres mortífagos la sigan, nada debe pasarle.

Si, amo – respondió antes de salir.

No se preocupe, amo, la niña no puede ser derrotada, ni su hermana tiene su poder, mi niña fue educada para matar y nadie puede impedírselo – dijo una anciana que entro por la otra puerta.

- Aún así, es demasiado valiosa como para arriesgarme.

- Es bueno que el amo se preocupe por la vida de su hija, o debo decir por su vida. Ella jamás perderá, ni esa amiga de muggles puede dañarla. Recuerde, ese viejo ya no existe y sus marionetas corren y se esconden desde entonces, es imposible que alguien trate de detenerlo, el mismo Ministro lo sabe, ya verá que pronto nos cederá todo su poder y podrá eliminar a esos asquerosos muggles. – Voldemort sonrió – Los magos de otros países, sus antiguos súbditos, ya saben de su llegada y están listos a acatar sus ordenes, el mundo esta a su merced y nadie puede hacer algo para detenerlo. Pronto podré vengar a mi aldea ¿verdad, mi amo?

- Por supuesto, nadie te detendrá, tendrás a los asesinos de tu gente para que hagas con ellos lo que desees.

Gracias, amo – se puso su capa - voy a cuidar a la niña, nadie lo hace mejor que yo.

La anciana salió del salón con una sonrisa en sus labios, dejando a Voldemort con sus propios pensamientos.

Continuará….