Key of Twilight.

Log In 00: Passion/Sanctuary.

*Clang* *Clang* *Clang* *Swiissh*

"¡Muevete!"

"¡Nunca!"

*Clang* *Swiissh*

¿Por qué tuvo que terminar todo asi?

Las espadas chocaban una y otra vez, la fuerza colocada detrás de cada tajo era suficiente para entumecer las manos de sus portadoras, pero ninguna de las dos estaba dispuesta a ceder terreno. Perder no era una opción, no si querían proteger a aquella persona que amaban.

¿Por que tengo que luchar contra mi mejor amiga de esta manera?

Apretando sus dientes fuertemente, la mortal danza continuo durante unos momentos más, esquivando la punta de espada lanzada hacía tu corazón para inmediatamente lanzar tu propio golpe cuya única intención es la de separar la cabeza del cuerpo de tu oponente.

¿Por qué no lo entienden?

"¡AYASE!"

*¡CLANG!*

"¡Kgh!"

Finalmente, ambas guerreras quedaron trabadas en un bloqueo, ambas empujando sus espadas con todas sus fuerzas, tratando de sobrepasar la defensa de la otra y a la vez luchando por no dejar caer la suya.

"Kirino, detente por favor. Ya no más."

La pelinegro miro a los ojos a su amiga, sintiendo su propia fuerza menguar un poco al ver la intensidad que había detrás de ellos. Ayase lo sabía, Kirino nunca se daba por vencida en algo que ella había decidido lograr. La única persona capaz de lograr que esa chica cediera en algo que amaba era su hermano mayor.

Y Kousaka Kyousuke se había ido...

"Ugg… ¡MUEVETE!"

*Swiissh*

Con una fuerza surgida desde lo más profundo de sus sentimientos, Kirino fue capaz de romper el bloqueo de Ayase, botando la espada de la pelinegro varios metros a la distancia y dejándola completamente vulnerable. Dando un giro con su amplia espada para tener aun mas poder detrás de su impacto, Kirino lanzo un tajo hacia su desprotegida amiga.

*CLANG*

Sin embargo, su golpe fue detenido al último instante, cuando una larga barra de metal se interpuso en el camino de su arma.

"¡Tu!"

La castaña grito totalmente asombrada. Por la esquina del ojo fue capaz de ver a otras dos chicas acercándose, una de ellas con un gran libro en sus manos, su boca murmurando unas palabras mientras su cuerpo se rodeaba de un aura color celeste. No era posible, ¡Ellas no tenían por qué estar aquí!

"¡Rue Kruz!"

La castaña tuvo que dar un gran salto hacia atrás, esquivando por muy poco un torrente de burbujas que salieron disparadas hacia ella con la misma velocidad que una bala lo haría. Kirino cayó torpemente debido a lo sorpresivo de ese ataque, pero recupero su equilibrio al instante, mirando con intensidad a las personas que acababan de llegar.

"Ustedes… ¿Por qué?"

Pregunto en un susurro, sus dientes apretándose fuertemente. Podía derrotar a Ayase ella sola, una Blade Brandier no sería rival para ella, pero enfrentarse a estas personas era algo totalmente diferente.

¿Por qué se interponían en su camino de esa manera? ¿Es que no entendían que solo quería verlo de nuevo? ¿Que deseaba traerlo de vuelta al igual que ellas?

"Tch. Como siempre, eres bastante problemática, ¿no es así?"

La chica del libro hablo, su ropaje negro ondeando suavemente al compás de su larga melena del mismo color. Unos ojos color carmesí la miraron, aunque su tono de voz era bromista, sus ojos decían que la chica estaba cautelosa.

Shadow Warlock, alias Kuroneko, nombre real Gokou Ruri.

"Ayase-chan, ¿Estás bien?"

"Si, gracias, nee-san."

De cabello castaño corto y lentes, la chica simple se acerco a su amiga. En su mano derecha cargaba un gran báculo de madera, en su izquierda sujetaba la espada que hacía poco había logrado arrancar de las manos de la Blade Brandier.

"Es bueno saberlo."

Le dijo con una sonrisa amable, entregándole la espada para después mirar en dirección a donde Kirino se hallaba, sus ojos mostrándose preocupados.

Harvest Cleric, alias Manami, nombre real, Tamura Manami.

Blade Brandier, alias Ayakiri, nombre real Ayase Aragaki.

"Kiririn-shi, por favor detén esto de una vez."

Por último, la persona que detuvo su golpe, de cabello azulado pálido y lentes en espiral, su filosa guadaña jamás dejando su posición de batalla, lista para ser usada en caso de que las negociaciones no terminaran de manera pacífica.

Flick Reaper, alias Saori vageena, nombre real Makishima Saori.

"Todas sabemos que estas preocupada por Kyousuke onii-sama, pero debes calmarte un poco por favor."

Sus palabras eran relajadas, pero cautelosas, ella más que nadie sabía que la chica frente a ella no estaba en el mejor estado mental, la desaparición de su hermano hacía cuatro meses había sido un duro golpe para todos, pero si a alguien le afecto más que a nadie, fue a Kirino sin duda.

No… Ellas no lo entendían…

"¿Qué me… detenga, dices?..."

La voz de Kirino se escucho lenta y afilada, causando que las cuatro chicas se pusieran tensas de inmediato.

Ellas no sabían lo que se sentía al haberlo perdido de esa manera, ellas no entendían el dolor de verlo irse así. Aquella ultima sonrisa seria una maldición que la perseguiría hasta el final de sus días.

"¿Qué trate de calmarme?..."

La chica levanto la mirada, sus iris azules brillando de ira ante las palabras de su amiga. Su amplia espada se levanto en ese momento, sus manos apuñándola tan fuertemente que el roce de sus guantes contra el metal era audible a la distancia.

"¿Cómo podría calmarme? ¿Cómo puedo simplemente detenerme? Aniki…"

Sus manos se apretaron aun más y las chicas alistaron sus armas, sabiendo que la confrontación era inevitable ya.

"Aniki me está esperando… Él está solo… esperando porque lo encuentre…"

Lagrimas comenzaron a caer desde sus ojos mientras sus dientes se apretaban hasta que comenzaron a rechinar. Un aura color oscuro empezó a rodearla mientras algunas burbujas negras surgían desde el suelo a su alrededor.

Ella no tenia opción alguna ya, tampoco deseaba tenerla. Solo tenía una meta, un único propósito, traer a Kosaka Kyousuke de nuevo a su lado.

"¿¡Cómo me pides que me detenga!?"

Kirino se lanzo hacia la más cercana de ellas, la Flick Reaper, su velocidad siendo mayor que durante su batalla contra Ayase.

Y si para eso tenía que luchar contra sus amigas y destruir con sus propias manos el vínculo que las unía…

"¡APARTATE DE MI CAMINO!"

Así lo haría entonces.

Con ese único grito de advertencia, la dura batalla comenzó.

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Buen día.

Aparesco despues de mucho tiempo de inactividad estrenando historia nueva. A todos aquellos que estan esperando la contunuación de mis otras historias les pido una disculpa de la forma mas sincera por tremendo retraso. No pondre excusas, no las tengo realmente. No hubo enfermedad, tampoco problemas en casa o laborales. Lo que si hubo es que soy akiba de corazón y se me ocurrio la grandiosisima idea de ver los animes de la saga .Hack/. Es una historia excelente, se las recomiendo ampliamente, mas para aquellos que recientemente vieron Sword Art Online y quedaron muy entusiasmados con eso de los MMORPG. .Hack/ es toda una obra de arte.

Ahora, mi retraso no fue por ver los distintos animes y peliculas de esta saga, si no por verlos y despues pensar "Ah, seria genial tener aventuras así en linea." Asi que ahi me ven descargando y probando varios MMORPG. Estuve probando uno y otro hasta que finalmente llegue al temido World of Warcraft. Para cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, ya tenia un Elfo de sangre al nivel 70 y un Huagren al 40, ademas de que habían pasado 5 meses desde que toque mis historias...

Asi que por amor al fanfic (y a mi bolsillo, por que la suscripción en verdad es cara a largo plazo) decidí volver a usar mi tiempo en continuar mis historias.

En fin, volviendo a la historia, este fanfic es una especie de crossover entre "Ore no imouto ga konnani kawaii wake ga nai" (Mi hermana menor no puede ser tan linda.) y la antes mencionada saga .Hack/. A pesar de eso, debido a que solo conosco la historia en base a los animes, mangas y peliculas (nunca he podido conseguir los juegos), me tomare muchas libertades a la hora de desarrollar la historia, asi que fans de corazón de .Hack/, por favor no me maten.

Bien, esta historia apenas comienza. Como es mi costumbre coloco el prólogo y en un par de horas subire el capitulo uno. Espero que sea de su agrado. Cualquier comentario o critica siempre es bien recibido.

Hasta luego.