Levy corría por los pasillos del consejo sosteniendo un manojo de papeles intentando encontrar a Gajeel sin mucha suerte hasta el momento y es que se le había notificado que él tenía una misión ya que al parecer Gajeel no era lo suficientemente responsable como para ir a preguntar si tenía alguna misión próxima.

No, Gajeel Redfox no era así.

El día se le había antojado tan largo por culpa del moreno que prácticamente sentía la cabeza comenzar a palpitar hacia el inminente dolor de cabeza que estaba segura comenzaría pronto. Y es que todo había ido mal desde el comienzo; Solo al despertar tuvo una pelea con su antiguo compañero de gremio con quien ahora vivía, ya que , según el, ella era demasiado pequeña como para vivir sola ya que cualquier ladrón se metería a su casa pensando que ella era una niña, salió enojada del lugar pasando monumentalmente del desayuno que un Gajeel aun molesto le había puesto en la mesa, y es que una de las cosas que más le molestaban del Redfox era que no parecía importarle realmente estar enojado con ella, pues incluso después de la pelea más fuerte, este se había encargado de asegurarse que estuviera bien.

Y es que Gajeel no era una mala persona, solo un poco... complicado.

Suspiro recordando cómo solo llegar sus subordinados corrieron a su encuentro ofreciéndole café, masajes, llevar sus cosas, etc. hasta que la puerta volvió a ser abierta por un Gajeel malhumorado quien con solo mirar a aquellos hombres que la rodeaban los hizo huir despavoridos a pesar de que hubiese gente de su unidad ahí y es que era bien sabido para todos que Gajeel no respondía muy bien cuando se trataba de gente alrededor de Levy.

-¡Levy-senpai! - Un chico llamado Polo quien estaba en el escuadrón de Gajeel se acercó corriendo a ella sosteniendo un folder clasificados con "privado" en el frente.

Genial, más trabajo.

-Buenos días, Polo - Detuvo su rápido andar intentando controlar su respiración agitada y el sonrojo de su rostro después de haber corrido tanto. Después de todo no quería verse de alguna manera alterada ante sus subordinados -¿Puedo ayudarte en algo?

El chico no pudo evitar sonrojarse un poco ante la belleza de la Council.

Porque algo que todos sabían es que Levy McGarden era hermosa, inclusive aunque no pareciese ser consciente de ello. A base de amabilidad, dulzura, compromiso y simpatía, la pequeña chica se había ganado el corazón de muchos miembros del consejo.

Inclusive el de Jura - San quien ahora parecía haber tomado a la pequeña hada como su hija o aprendiz. -Yo...yo... vine a traerle unos papeles de parte de Jura-san.

-¡Oh! Debe ser el informe de la próxima misión de Gajeel.

El chico se acercó nervioso hacia ella, lamentablemente ese nerviosismo lo traiciono logrando que tropezara con sus propios pies y cayera sobre la pequeña hada. -¡AH!

Se quejó un poco intentando procesar que había pasado mientras el nervioso chico se disculpaba.

-Enana.

Un escalofrió recorrió su espalda ante el tono sombrío con el que Gajeel dijo aquel apodo.

Mierda.