Bella POV.
Feliz, suspiré y olí el maravilloso olor de Edward. Tenía su cabeza apoyada en la mía, y de vez en cuando el suspiraba también. Estábamos muy cómodos en el sofá, viendo a mi querida Reneesme dormida en otro sillón, pero la paz nunca duraba mucho tiempo.
_¡¡BUEN DÍA GEEENTEEEEEEE!! – Gritó Emmet entrando en la sala con sus brazos llenos de bolsas. Qué lindo (nótese el sarcasmo), la familia llegó del centro comercial.
Nessie se despertó toda alborotada. Y no la culpo, en diez kilómetros se debió escuchar el grito de mi querido y tonto hermano. Pero una enorme sonrisa de instaló en su cara cuando Jacob entró al lugar con un par de potes de helado. Edward y yo gruñimos al mismo tiempo.
_Oooh, bueno! Alguien está de mal humor! – Dijo Alice entrando después de él.
Me limité a rodear los ojos. Pero mi pequeña hija ya estaba comiendo helado de frutilla con Jake a su lado. Tenía la apariencia de una chica de trece u catorce años. Tenía un largo cabello lleno de ondas como las mías, pero con su toque cobrizo "Edwardiano". Sus ojos chocolates y piel casi vampirica le quedaban a la perfección, aunque igual que mi yo humano se solía ruborizar mucho.
¿Mi situación actual? Londres es fabuloso, nos mudamos hace como dos meses, cuando las clases comenzaron, aunque solo Nessie iba al colegio, dado que ahora apenas crecía por día. Alice todavía era esa loca por las compras y salía casi a diario al centro comercial. Mi hija tampoco era su fan número uno en ese tema. Teníamos una casa prácticamente igual a la de allá en Forks, el cual estañaba mucho. Jacob, al ser el imprimado de Nessie (siempre que me acuerdo me enojo), venía con nosotros a todas partes. "Supuestamente" Carlisle tenía dos hijos gemelos, Rosalie y Jasper, y Edward y Alice eran adoptados. Yo y Nessie éramos sobrinas de Esme. Y Jacob (quien no se veía mucho por suerte) solo era un amigo de la familia.
¿Una novedad? Jasper está más callado que lo usual, lo que decía que algo malo se aproximaba me contó Edward, cuyas sospechas eran aún peores dado que él le bloqueaba la mente con temas de la guerra civil.
_Vamos, Jazz, dime de una vez, qué sucede? – Le volvió a presionar mi pequeña hermana duendecilla. El simplemente negó con la cabeza. Edward frunció el ceño.
_Okey, estoy muy aburrido, y como Rose me prohibió nuestros juegos – Guiñó un ojo, lo que me hizo estremecer – juguemos a un juego familiar!!!
_No, Emmet, ya sabes lo que pasó la última vez… - Murmuró Nessie.
_Oye, algún día me van a decir que le hiciste a Rosalie para que te quitara tu placer? – Pregunté todavía curiosa. Edward solo negó fuertemente con la cabeza.
_No quiero que te traumatices… - Entendí la indirecta.
_Jacob, Reneesme! Vayan a dar una vuelta en el bosque, no se, si tienes hambre caza Nessie.
Ellos protestaron, pero les miré amenazadoramente. Salieron casi corriendo por la puerta trasera.
_Eres tan linda cuando te enojas… - Me ronroneó al oído mi marido.
_No me distraigas Edward, qué pasó Emmet? – Pregunté tratando de no caer en su trampa.
_Oh, pues, en realidad es una tontería… - Alcé la ceja- Bueno, bueno! Cuando hace dos días ustedes fueron de caza, estábamos por, ya sabes no?, y me puse una peluca rubia larga y unas botas, e imité a Paris Hillton…
_Y a ti se te da cuando están por…. Imitar a una rubia???!! – Pregunté dándole la razón a Rosalie.
_NOOO! POR DIOS, ERES UNA MAL PENSADA! – Dijo él divertido – Estábamos por hacer karaoke. Y que se yo… Se ve que pensó que era una burla de ella y desde entonces no me habla.
_Se te ocurrió pedirle disculpas, aunque sea totalmente tonto ya que no hay que perdonar? – Preguntó Jasper.
Emmet lo pensó un momento y corrió hacia el primer piso. Edward rió y se escuchó un "AL FIN VIENES A DISCULPARTE!", pero se empezó a escuchar cosas, emmmh, no tan lindas y Alice gritó:
_Por favor, estamos aquí abajo! – Y los ruidos cesaron.
Nosotros cuatro nos empezamos a reír descontroladamente. Pero Jasper se calló casi al instante que empezó volviendo a un estado serio. Edward puso cara de sorpresa pero no pude hacer nada, aún con mis reflejos y vista de vampiresa no me lo vi venir…
