Pequeño oneshot navideño, espero que les guste y les deseo lo mejor en éstas fiestas. Muchos besos y mucho amor.
Disclaimer: Nada me pertenece, sólo la idea que verán a continuación. Personajes y locaciones provienen de la pluma mágica de JK Rowling y la saga de Harry Potter. Espero no violar ninguna norma de copyright con mi fanfic, ya que está escrito sólo por diversión y sin fines de lucro alguno.
~ La navidad perfecta.
"¡Papi papi ya despierta!"
Ahogó un bostezo, intentar dormir un poco más ya resultaría imposible. Siete en punto de la mañana y mientras se frotaba los ojos con dos de sus dedos, dos pequeños niños brincaban en medio de lo que parecía ser su cama y despertándolo tanto a él, como a su esposa.
Lily Evans.
"Vamos papi, vamos... ¡es hora de abrir los obsequios!" - apenas sentía una de sus manos, siendo arrastrada por una mota de cabello negro y largo, con delicados y rosados labios curvados en una sonrisa y sosteniendo las faldas de su camisón blanco, para no resbalar a través de las escaleras.
De pronto vivía en una acogedora cabaña, llena de risas de niños abriendo obsequios mientras que él y Lily, bebían un poco de chocolate caliente en el sofá. Un pequeño niño de quizá cuatro años con el cabello tan largo y aceitoso como el suyo, pero no se veía tan mal como en él. Papel brillante y de diversos colores, flotando por los aires y arruinando todo el trabajo que le había tomado empacar los obsequios.
Un colorido tren con muchas vías entre sus manos, que se construía por sí solo y silbaba a su alrededor, haciéndole reír. Muñecos de felpa, su hija al parecer los amaba y sus resplandecientes ojos verdes se abrían como platos al verlos.
Brillantes ojos verdes, ¿por qué tanto? Le recordaba al avada kedavra y no podía entender el motivo. No se estaba muriendo, ¿verdad? No recordaba más que haber despertado en aquella cama, de aquella pequeña cabaña y en aquel día de navidad, con Lily y sus hijos.
¿Acaso soñaba? ¿Moribundo, tenía un sueño imposible?
"¡Esta es la mejor navidad del mundo!" la dulce voz de su hija, idéntica a su madre en todo sentido y mientras corría en su dirección para abrazarlo y enseñarle sus regalos que él mismo había comprado, pero para no arruinarle la ilusión de que Santa existía, fingía sorpresa.
Recordaba los paseos por Hogsmade con su esposa, recorriendo tiendas y tratando de cumplir con la lista de deseos de sus hijos. Al menos con la mayor parte y exceptuando los unicornios y criaturas difíciles de encontrar.
La navidad perfecta, lo que más anhelaba en el mundo y al parecer se volvía realidad. Finalmente.
Una pequeña marca en el cuello, un poco de sangre perdida, pero no importaba realmente. A su esposa no le importaba vivir con la desagradable imagen de una cicatriz y tampoco a sus hijos. Finalmente podía vivir en un mundo donde no tomaran en cuenta sus defectos y errores.
Aunque hubiese tenido que morir bajo la mordida de una serpiente, para tener su navidad soñada.
N/A: Un pequeño drabble o como lo quieran llamar. Yo siempre creí que Severus se merecía una oportunidad para ser feliz. ¿Comentan lo que ustedes creen? Gracias.
