Capítulo I
Eran las seis de la mañana y nuestro querido príncipe estaba empezando a despertarse para poder iniciar sus entrenamientos, cuando se levantó de la cama lo primero que vio fue a ella, a su princesa, a su Bulma. Una sábana estaba cubriendo su desnudez, habían pasado una noche maravillosa: cena romántica, Trunks había pasado la noche en casa de Kakarot durmiendo y una sesión de sexo desenfrenado, la noche perfecta.
Se dirigió al baño a darse una ducha matutina e ir a la cámara de gravedad a entrenar, mientras estaba corriendo el agua por su escultural cuerpo notó un leve dolor cerca de la próstata, no le dio importancia y siguió con su rutina normal.
¡Qué extraño! No sé por qué me duele… bah, no será nada importante pensó Vegeta
Dos horas después…
Vegeta había salido de la cámara de gravedad y se estaba dirigiendo hacia la cocina para desayunar junto a su bella esposa, sus suegros estaban de viaje y Trunks no volvería hasta la noche, así que tenían todo el día para estar juntos. Cuando llegó a la cocina, vio a Bulma preparar el desayuno, se acercó por detrás, la abrazó y le dio un par de besos en el cuello.
- Buenos días mi amor – dijo Bulma encantada de que Vegeta se mostrara así cuando no había nadie y disfrutando de los besos de su marido.
- Hmp… Buenos días – contestó Vegeta con un tono de voz extrañadamente amoroso, pero que sabía que a su mujer le gustaba que le hablara así cuando estaban solos. Bulma se giró sobre sí misma para darle un beso en los labios a su marido.
- Je je siéntate, el desayuno está listo – dicho esto, Vegeta se sentó rápidamente, tenía muchísima hambre.
Bulma sirvió el desayuno de los dos, pero ocurrió algo que ninguno de los dos estaban preparados para eso: en cuanto Vegeta olió el desayuno le dieron náuseas y ganas de vomitar pero se aguantó ya que no llegaba a tanto y no quería preocupar a Bulma. Probó la comida y comió algo, pero no la misma cantidad de siempre, esto a su mujer le extrañó muchísimo.
- Vegeta, ¿no te gusta? ¿está malo? Es tu desayuno favorito. – preguntó Bulma preocupada.
- No tengo más hambre, me vuelvo a entrenar. – y salió como alma que lleva al diablo.
- Pero… - no pudo continuar la frase porque su marido se fue rápidamente, pero le daba que pensar, tenía que averiguar qué le sucedía.
Cuando el príncipe llegó a la cámara de gravedad, se puso a pensar en lo ocurrido, era la primera vez que le sucedía algo así. De hecho llevaba varios días atrás encontrándose mal pero nunca hasta el punto de no poder comer como lo hacía normalmente.
"No sé qué me pasa, espero que Bulma no se haya dado cuenta, sino se pondrá muy insufrible y pensara lo peor… "pensaba Vegeta.
De momento, seguiría entrenando como si no hubiera pasado nada pero si seguía empeorando tendría que tomar medidas al respecto, pero de momento todo seguiría como siempre. Y así se dispuso a entrenar.
En el laboratorio de la Corporación, Bulma estaba dándole vueltas al extraño comportamiento de su esposo, no con respecto a ella, sino con respecto a la comida, Vegeta comía muchísimo como todos los saiyans y de una manera un tanto tosca aunque él al ser el príncipe tenía un poco más de modales, estaría vigilante al comportamiento de su marido estos días a ver que iba pasando.
Continuara…
Nuevo fic, tranquilos que el anterior fic no lo voy a dejar, sólo que quiero terminarlo en dos o tres capítulos más y estoy comiéndome la cabeza en cómo terminarlo. Paciencia, please. Vegeta no se encuentra bien, ¿qué le está pasando? Y Bulma, como no podía ser de otra forma, se dio cuenta. Dejarme vuestros reviews a ver que os parece.
