Visitando a mis amigos

Los pasos se oían como eco, uno tras otro martillando el cemento de la silenciosa callecita.

Era domingo, los habitantes del Valle Godric tomaban su semanal ciesta de la tarde. El susurro del aire batiendo los árboles y mezclando esencias florales era la única presencia.

Todo era tan reconocido por Sirius, las familiares casas, la calle milenaria, los pinos altos y frondosos, el viento calido de agosto que comenzaba a teñir levemente de naranja el cielo.

Sirius continuo con su paso lento, disfrutando de los recuerdos que allanaban su mente gratuitamente. Sonriendo ausente y con los ojos brillantes de alegría, aferrándose inconscientemente a eso, solo recuerdos.

El moreno termino frente a una descuidada verja inútilmente cerrada, golpeo un poco la oxidada puerta y esta se abrió levemente.

Camino oculto por las sombras incontinuas de los altos árboles. Sorteo diferentes obstáculos y salto de vez en cuando pequeños arbustos.

Así continuo hasta detenerse con la cabeza agachada frente a su pasado

-Hola Prongs, Lily- hablo con tono cansado, observando atentamente un par de pulcras lapidas blancas, donde se leían dos cuerpos. El primero a su izquierda decía con letra finamente tallada:

"James Potter 27/3/1960 – 31/10/1981"

a su lado y con la misma letra ordenada decía:

" Lily Potter 30/1/1960 - 31/10/1981"

Sirius continuaba con su mirada fija en las tumbas, su expresión ausente era la mezcla de todo lo que sentía en ese momento. Los recuerdos acudían a su mente rápidamente, confundiéndose entre risas, bromas, promesas, saludos, sueños inconclusos y una vida que pudo haber sido.

Una lagrima rebelde se desplazo lentamente por el demacrado rostro, surcando cicatrices y la descuidada barba, regresándolo a su realidad. Una realidad sin Prongs, ni Mooney, sin Lily, ni Hogwarts, sin los Merodeadores, sin sueños.

Volvió a sonreír sin alegría, melancólico. Dueño de recuerdos vacíos, era un frasco que conservaba momentos y eso le servia de alimento para seguir deambulando, luchando por una guerra que lo había despojado de todo.

De seguro ya lo sabes, pero Harry es igual a ti amigo, solo los ojos son diferentes, heredo esos ojos verde almendrado de Lily, esos de los que tanto me platicaste en Hogwarts… ah! Y tiene el mismo gusto que tu por las pelirrojas.

Se le escapo una risa a Sirius que poco a poco se fue apagando hasta terminar en la mirada ausente de siempre.

Cuídate hermano, nos veremos pronto. – Sirius se volteo y camino unos pasos, se detuvo unos segundos y alzo su mirada sobre el hombro – Te juro solemnemente que mis intenciones no serán buenas. – sonrió antes de seguir caminando.

Tras la primera tumba un hombre castaño de gafas sonrío como tantas veces, con aire travieso desapareció.