Te amo...
No me preguntes, porque no lo sabré. No intentes mirarme tratando de comprenderlo, porque no lo entenderás.
Ni yo mismo lo entiendo.
Solo sé que al conocerte me hiciste creer que el amor a primera vista existía.
Al verte, tan segura, tan vivaz y alegre. Provocaste que mi corazón latiera a tal magnitud que cada vez que te veo lo hace al mismo ritmo.
Me enamore...
Sin querer. Sin motivo... solo me enamore.
¿Por qué me enamore?
No hay respuesta.
¿De por qué sigo amándote?
Puedo darte miles de contestaciones.
Pero solo quiero que sepas lo esencial, que no es un juego, una broma, o cualquier cosa que te imagines. Mis sentimientos por ti son reales y tan grandes como el basto infinito.
Haría cualquier cosa por ti. Cualquier cosa que me pidieras. Hasta moriría por ti. Haría eso y mucho más si fuera necesario.
Lo único que no haría sería dejarte de amarte.
No importa cuánto rechaces mis sentimientos, no importa cuánto tiempo pase sin aceptarlos o si pasa toda la vida misma.
Yo te amare.
Como un gato masoquista, soñador y perseverante, como...
Un gato tonto.
Que no sabe rendirse y que lo intentaría una y otra vez con tal de que su dueña le de atención y cariño.
Te amo, Mi Lady.
No te imaginas cuánto.
