Love Will Tear Us Apart.
Summary: En las épicas griegas solo los Héroes bajan al inframundo en busca de aventuras. Harry Potter ira para salvar a Draco Malfoy de la muerte. Drarry.
+¿Por qué esta tan fría la habitación?.
¿Por qué lloras en tu sueño?.
Todos mis errores visibles.
Una desesperación se apodera de mi.
El amor nos separara. Joy Division. +
Aquella noche. Cuando sus adoloridos llantos comenzaron a escucharse como un murmullo. La espesa neblina había rodeado todas las ventanas de la casa. Dejando casi cubierta la luz de la luna la cual se introducía etérea.
"No quiero morir…, aun no…" gimió la voz intrusa en la habitación.
Y Harry despertó con un sobresalto de la cama apuntando la varita en todas direcciones. Pero apenas podía ver la silueta de sus muebles. Aterrado encendió la varita y apunto hacia las sombras más grandes. Pero no había nadie ahí.
"No quiero morir…." Repitió la voz aterrada. Dolorida. "no quiero la oscuridad…"
"¿Quién esta ahí?" pregunto Harry en pánico total.
Los sorbidos del llanto hicieron una breve pausa, en la cual parecía que el extraño exclamaba mudamente su sorpresa.
"¿Potter?" pregunto la voz con debilidad.
"¿Qué esta sucediendo?" pregunto Harry con frustración.
Entonces el intruso golpeo el cristal del espejo. Y Harry dio media vuelta de inmediato, asi estuvo frente a frente con Draco Malfoy, cuyo rostro afectado y enrojecido por el llanto lo miraba confundido.
"Sácame…" fue lo que dijo el rubio. "Sácame" respondió con una nota mas de terror. "¿Dónde estoy?"
"Estas…." Dijo Harry mirándolo mas cerca. "Estas dentro de mi espejo…"
El rubio lo miro sorprendido, luego se arrojo en contra del cristal. Pero Draco choco irremediablemente con el. Este no cedió ante la fuerza de sus golpes, ni si quiera por que lo golpeaba con los puños.
Rápidamente Draco entro en un verdadero ataque de pánico. Haciéndose daño en el proceso.
"Trata de calmarte Draco…" dijo Harry tocando la superficie plana con admiración. "¿No recuerdas como has llegado ahí?"
"No" dijo Draco tallándose las lagrimas. "¿Por qué abría de aparecerme dentro de tu espejo?"
"Espero esto no sea una broma.." amenazo Harry. Lanzando todo tipo de hechizos que pudieran servir. Pero la mayoría se deshicieron con un leve rastro de magia.
"Es una emergencia, llama al ministerio" urgió Draco "No quiero estar aquí, la oscuridad… el dolor…"
"¿Cuál dolor?"
"El dolor…el dolor…" repitió Draco. Hundiendo su rostro dentro de sus manos. Luego, se sumergió en un llanto del cual Harry no lo pudo distraer.
+2+
"Mas vale que esto sea bueno…" amenazo el Auror que entraba a su habitación. "¿Y bien?"
"Ahí.." señalo Harry, luego cruzando los brazos y poniendo nerviosamente una mano sobre su mentón.
Varios Aurores mas entraron acompañados de un Sanador, y un Inefable. Durante largos minutos, los hombres parecieron examinar el marco y el cristal. Mientras murmuraban en tonos realmente bajos.
La chimenea de la sala se activo, de ella emergieron Ron y Hermione, apenas vestidos con una bata sobre la ropa de cama.
"Te importaría explicar ¿como es que Draco Malfoy esta dentro de tu espejo?" Pregunto Ron. Luego añadió con una sonrisa. "¿Viste mucho de el en ti durante la mañana?"
"Ron…" dijo Hermione con expresión desesperada. "Esto es realmente serio…"
Luego acercándose hacia Harry y tomándolo del brazo para que el bajara el oído. Ella dijo.
"Esto esta mal Harry" ella miro dudosa a los hombres examinando la habitación. "Malfoy podría estar en verdadero peligro…"
"¿Por qué?" pregunto el. Mirando en dirección del espejo. "Yo no lo he puesto ahí…"
"¡Harry!" reprimió ella, parecía que estaba apunto de decirle algo. Cuando los llamaron. Los tres jóvenes se aproximaron hacia la escena con recelo.
"Lo que sea que haya estado en su espejo. Se ha ido…" dijo el Auror con desesperación. "Puede volver a la cama con tranquilidad señor Potter…"
"Que irresponsable" se quejo otro Auror con un abundante bigote gris. "¿Sabe cuantas llamadas dejamos de lado para atenderlo?"
Harry miro hacia el espejo. Y efectivamente Draco no estaba en el. Su sorpresa era grande.
"¡El estaba ahí hace un momento!"
"No hay nada en el espejo Potter. Fue solo un sueño.." dijo el Auror encargado. "Ahora, debemos irnos…"
"¡No fue un sueño!" se quejo.
"Mire, ya nos tomamos la molestia de venir y examinar en medio de la noche. Si ve algo extraño durante los siguientes días, llene un reporte y entréguelo en el ministerio para que se le atienda en horas ministeriales, como a toda la gente."
"¡Pero!"
"Adiós…" sonrío el Auror.
Y todo el equipo se reapareció de inmediato. Harry quedo atónito mirando el vacío espejo. Y luego miro a sus amigos.
"¿Me creen, cierto?"
"No lo se…" dijo Ron tocando el espejo como si fuera una puerta. "¿Hay alguien ahí?"
"No te preocupes, Te creemos." Dijo Hermione, echando su propio vistazo del espejo. "Por eso Ron y yo decidimos pasar la noche aquí…"
"Oh gracias…" dijo Harry con alivio.
Pero Malfoy no volvió en toda la noche. No que sirviera de algo, por que Harry estaba tan perturbado con la visión dentro del espejo. Que ni si quiera había sentido sueño. Se había quedado en un estado de vigilia permanente mirando el techo de su habitación, y de vez en cuando al espejo.
Casi a las nueve de la mañana, cuando el sol estaba entrando plenamente a la habitación, se atrevió a cerrar los ojos y dormir por un par de horas. Finalmente, cuando emergió de su habitación a tiempo del almuerzo se encontró con Ron mirándolo nervioso.
"Hay noticias…" dijo frunciendo el ceño con seriedad. Ron casi nunca podía estar serio.
"¿Qué sucede?"
"Oh Harry…" dijo Hermione tapándose los labios como para ocultar la verdad.
"Escucha, tu no has tenido la culpa de nada" apunto Ron.
Y luego le paso la edición matutina del profeta que tenia la noticia impresa en una diminuta columna. Con una foto tan pequeña, que tuvo que pegar la nariz para mirar la escena.
"Draco Malfoy atacado y besado por Dementores"
Se sintió súbitamente mareado, sintió que quería vomitar en ese instante.
"Tu no tienes la culpa de nada" insistió Hermione.
"¿Qué significa esto?" pregunto confundido. No podía creer que Malfoy, el idiota arrogante. El estupido rubio había ¿Muerto?. ¡¿Cómo, si lo había visto anoche en su espejo?.
"Algunas personas aseguran que los espíritus pueden manifestarse ante las personas minutos después de su muerte como una despedida final…" dijo ella elaborando la historia como si lo hubiera leído en algún libro.
"¿Esta muerto y se vino a despedir de mi?" pregunto horrorizado.
La escena de Malfoy atrapado dentro de su espejo, su rostro confundido, abatido, temeroso, y la manera en la que había dicho que no deseaba morir.
"Básicamente no esta muerto" dijo Ron. "Si lo han besado, su cuerpo tiene vida, pero no alma.."
Rápidos pensamientos cruzaron por su mente.
"Pero en toda practicidad, Malfoy esta muerto ante el mundo…" termino Ron sentándose en el sofá.
"¡Pero yo lo vi anoche en mi espejo, me dijo que llamara al ministerio!…"
"Si lees la nota, sus padres llamaron al ministerio en el mismo instante en el que tu lo has hecho, han priorizado tu llamada, aun así Harry. No fue tu culpa, para ese momento Malfoy ya había sido besado, y si los Aurores hubieran llegado antes, de todos modos no hubieran podido hacer nada…"
"¿Por qué?" dijo con voz ahogada. "¿Por qué me busco?"
"Creo que Malfoy vino a buscarte para pedir ayuda. Quizás el tenia fe en que pudieras salvarlo, después de todo, ya lo habías hecho antes…" Dijo Hermione.
"¿Qué soy el pararrayos de los necesitados?" Dijo enojado.
Principalmente por que Ron y Hermione lo conocían perfectamente para saber que en efecto, Harry sentía una culpa grañidísima creciendo dentro de el. Una rabia desquiciada de no poder hacer nada. Por haber fallado en ayudarle en ese breve y aterrorizante momento en el que Draco suplicaba por su vida.
Era como revivir los instantes antes de la muerte de Sirius, cuando se había reído, y luego caía en un segundo através del velo de lo desconocido. Había sido demasiado rápido, y no había podido hacer nada.
Impotencia, era el sentimiento, y nunca pensó que lo sentiría de nuevo. No cuando la guerra había terminado. Cuando ya no había motivos para sentirlo.
"Pobre…" murmuro Ron mirando la imagen en el periódico. Era Malfoy, acostado sobre una cama, mientras los Aurores revisaban la coraza viva que había dejado atrás después del beso.
"Sus padres tienen que saberlo…" dijo de inmediato. Afligido por que también hubiera querido que Malfoy dijera algo revelador, una despedida final. Un mensaje que el pudiera transmitir.
Pero solo había dejado expresado su miedo.
"A pesar de todo, creo que tienes razón…" dijo Hermione asintiendo.
"Si, es terrible, solo era un idiota, nadie merece morir por ello…" dijo Ron con el ceño fruncido.
Después del final de la guerra, Ron había adquirido una nueva y profunda madures. El haber perdido un hermano tenia mucho que ver en ello.
"Quiero ir solo…" dijo. "El me vino a buscar a mi"
"¿Estas seguro?"
"Si…"
+3+
Los Malfoy ahora vivían en una casa victoriana cerca del támesis. Tan cerca que el ruido de los botes se escuchaba con claridad dentro de las paredes de la casa.
No había sabido como presentarse, así que había decidido al final, vestir el traje que había usado en el funeral del tío Vernon, siete meses antes, cuando el hombre había sucumbido por fin a un infarto fatal. Así de sorpresiva siempre era la muerte. Tío Vernon había estado gritando en su oficina, y luego se había ido.
No había sido la guerra, ni los disgustos provocados por Harry. Ni los de Dudley, o las exigencias de Tía Petunia. Había muerto colérico dentro de su oficina en un día cotidiano.
Entro a la casa sintiendo nervios, no estaba seguro de cómo seria tomada su presencia. Pero entonces el Elfo domestico lo llevo a una habitación abarrotada de formales personas en túnicas negras.
Y luego, mirando más de cerca. Tuvo que tragar saliva con esfuerzo ante la horrible visión. Draco Malfoy estaba tendido sobre un altar cubierto de flores. Tantas flores que parecían una composición de color y textura infinita. Con su cuerpo rompiendo la armonía. Pálido, casi inerte. Pero el se fijo que su pecho respiraba lentamente. Estaba rodeado de coronas mortuorias a pesar de todo. Y se sintió terrible.
Dio una ultima mirada al cuerpo de Draco, y decidió perderse en la siguiente extensión del salón que estaba incluso mas abarrotada de personas, y se perdió entre el monocromático negro.
La casa estaba muy quieta a pesar de todo. Los invitados hablaban en voces bajas y consideradas. Y luego, casi al final, muy alejados del cuerpo de su hijo. Se encontraban Lucius y Narcissa Malfoy, mirando el estático retrato de Draco en un marco en la pared.
"Err…señora Malfoy…" dijo quietamente.
Ambos voltearon a mirarle como lo que era, un intruso en un momento tan intimo. Sus rostros contraídos en total disgusto.
"Potter…¿Vienes a burlarte?" pregunto Lucius frunciendo el ceño. "Será mejor que te marches, no eres bienvenido.."
"No, vengo a presentar mis respetos por su perdida. Quiero decir, los hijos entierran a los padres, no los padres a los hijos…"
Narcissa rompió a llorar con amargura. "Esto no es un funeral…"
"Lo se…" dijo Harry incomodo. "Pero aun así han perdido a Draco…"
Y eso rompió a Lucius quien llevo una mano para ocultar las lagrimas de sus ojos. Hubo un largo silencio entre ellos. Harry se tambaleo inquieto en sus talones.
"He venido a presentar mis respetos" dijo quietamente. "Yo no quería que muriera…"
"Lo se…" dijo Narcissa entre lagrimas. "Lo salvaste del fuego…"
Harry asintió. "Nunca fuimos amigos, y no creo que eso hubiera cambiado, pero de todos modos lamento que esto sucediera…"
"Si has hecho el camino hasta aquí, bien podrías quedarte…" murmuro Lucius.
"Gracias…" luego, decidiendo que necesitarían un tiempo para reponerse antes de que les contara la historia. Se retiro hacia una de las sillas vacías en los extremos de las paredes. Y se sentó deseando poder encender un cigarrillo.
No reconocía a muchos de los visitantes. Pero vio a los compañeros de casa de Malfoy, sentados en un sofá, demasiado quietos y taciturnos, mirando através del salón hacia el cuerpo de Malfoy en el altar del salón contiguo.
Paso una hora en ese opresivo silencio, mirando todos los detalles de la habitación, hasta que sus ojos recayeron en el retrato de Draco. Se inclino hacia un lado, hacia una señora muy anciana y le pregunto.
"¿Por qué el retrato no tiene vida?"
Ella lo miro como si fuera un idiota, y luego dijo con voz irritada. "Por que el chico no esta muerto, ningún retrato cobra vida si el mago esta vivo…" luego la bruja puso una cara abatida y dijo. "Sin embargo ese es un retrato que nunca se moverá…"
"¿Por qué no?" pregunto confundido. Mirando con el ceño fruncido el retrato.
El marco era dorado, y representaba a Draco, no muy alejado de su edad actual. Sus ojos grises no le hacia justicia a como habían sido en vida. Y luego se reprimió por que en serio, este no era un funeral.
"Nadie que haya sido besado regresa como retrato…" dijo la bruja con finalidad.
Ella le dio una última mirada, y se levanto de su asiento, dejándolo solo de nuevo con sus pensamientos.
Dio un larga mirada hacia el cuerpo acostado del otro lado, y decidió acercase a mirar por que la gente lo hacia y parecía correcto. Se levanto, limpio sus sudorosas manos en sus pantalones de vestir, y se paro lo mas cerca que el pesado arreglo de flores alrededor del cuerpo le permitieron.
Y ahí estaba Malfoy acostado, lucia tan pacifico. Pero no el sentido mortuorio. Lo mismo habían dicho de tío Vernon en el funeral. Y a Harry no le había parecido en absoluto de esa manera, el rictus había sido tieso de forma antinatural.
En cambio, Malfoy lucia realmente dormido. Su pecho se levantaba despacio y luego caía en otra exhalación lenta. Estaba pálido, y demasiado quieto. Y en ese instante, se dio cuenta que no sabia que había sucedido con el durante los largos meses después de la guerra.
No más allá de los costos de reparación que habían llevado a la familia a mudarse a una no menos ostentosa casa y sin embargo mucho más pequeña que la mansión Malfoy. De ahí le había perdido la pista, y luego pensó que de todos modos no tenía que seguir estadísticas sobre las acciones de Malfoy. Por que después de todo, la guerra había terminado, y se suponía que todos debían seguir con la vida sin molestarlo más.
"¿Por qué me has buscado a mi?" le pregunto quietamente.
Espero por un instante que Malfoy se levantara de su lecho. Que gritara indignado, que lo ofendiera. O que simplemente fuera como su ultimo encuentro en el salón comedor de Hogwarts. Cuando había estado sentado entre sus padres, luciendo abatido, cansado y débil.
Pero no, Draco seguía imperturbado entre las flores. Y reconoció, que no sabia que pasaba después. ¿su cuerpo viviría siempre en esa horrible existencia?.
"Pobre chico…" murmuro alguien a su izquierda, ni si quiera había notado que otra persona se había acercado a mirar. "Tan joven, escuche que fue horrible…"
"¿Qué sucedió?" pregunto por fin. Por que la nota en el profeta había sido tan corta y diminuta que no incluía los motivos. No le parecía de buen gusto preguntárselo a alguien que cociera a Malfoy de manera mas intima.
"Oh…atacado por Dementores, eso escuche…" murmuro el mago con el ceño fruncido. "Siguen libres, ¿sabes?; Me parece que fue en las ruinas de Avebury"
"¿Qué hacia ahí?" pregunto Harry
"No fueron buenos meses para el. Iba a encontrar consuelo en la magia del lugar. Muy curativa, eso dicen. Pero entonces, lo rodearon de inmediato, no tuvo oportunidad de pelear, creo que su varita nueva no le funcionaba. También escuche decir que no sabia lanzar el encantamiento Patronus…"
Harry metido en silencio, la culpa sobre sus hombros se acento como una tonelada. Pensó que el extraño sentimiento de perdida del no-funeral comenzaba a afectarlo, por que aun sabiendo que Malfoy nunca había sido su amigo. La garganta apretada quería llorar por su no-muerte.
"Sigue siendo terriblemente triste, ¿verdad?" dijo el hombre volteando a mirarlo. "Único heredero, reconozco que ahora todos tenemos una oportunidad en la fortuna de la familia…"
"¿Es familiar?" pregunto Harry con curiosidad.
"Primo segundo de la línea del abuelo Abraxas. Tendrían que morir unos cuantos primos mas para tener mi turno, debo admitir…" dijo el hombre con una sonrisa. "No creo que nos conozcamos, pero me parece familiar…"
"No, lo siento, soy un conocido de Draco…"
"Oh, lo siento entonces. Realmente lo siento, después de todo era un chico en verdad. Uno muy cansado. No debió de ser de esta forma…"
"¿Qué sucede ahora?" pregunto frunciendo el ceño.
"¿Con su cuerpo?" Harry asintió. "Bueno, es probable que su padre lo termine, no tiene caso mantenerlo vivo cuando sabemos que nunca volverá…"
Un sentimiento de angustia lo abatió de nuevo. No podían hacerle eso. De alguna manera, con Draco respirando en el altar. No parecía lógico. Había vida en su cuerpo.
"Permiso, esa de ahí es mi prima Lora, me gustaría decirle unas palabras antes de regresar a Noruega…" El hombre miro a Draco unos minutos, le acaricio la mano con un gesto casi cariñoso. Y el hombre se marcho, perdiéndose entre las personas.
"Pero no estas muerto aun…" murmuro al cuerpo. "Y yo te vi anoche en mi espejo…"
Negando quietamente, regreso al salón continuo, y se sentó en la silla que había abandonado. En ese momento, reconoció a otro chico de la casa de Slytherin que había sido unos años mas grande que ellos, el entro en el salón, su rostro lleno de lagrimas que parecía no poder contener.
Volteo la mirada al instante hacia sus rodillas. Aun que este no era un funeral, parecía terriblemente igual a uno. Una gran despedida al cuerpo aun vivo, antes de que le quitaran la vida.
Los funerales en realidad le afectaban demasiado, en especial el de Fred. Nada lo hacia sentirse tan mal como recordar el funeral de Fred.
Finalmente, cuando decidió que no tenía caso el estar presente. No había podido hacer nada para salvar a Malfoy de nuevo. Lo habría hecho de inmediato de haber sabido que estaba sucediendo. Pero había pasado tan rápido, había estado profundamente dormido. Y los meses de preocupación de la guerra lo habían sumergido en la seguridad de que todo estaba bien.
Se levanto quietamente del asiento. Dio una última mirada al cuerpo. Y se marcho de inmediato, sintiendo que no tenía derecho a inmiscuirse en el duelo.
+4+
El lunes en la mañana trato de volver al entrenamiento Auror como si el fin de semana no hubiera pasado del todo, se sentía cansado de dos noches de sueño intranquilo. El departamento había estado solo, como siempre, pero eso no lo detuvo de mirar por largo tiempo el espacio detrás de su propio reflejo en el espejo del baño después de lavarse los dientes.
No hubo más apariciones de Malfoy. Probablemente nunca le volvería a ver. Y ese para su desconcierto, un pensamiento deprimente. Malfoy había sido una constante en su vida desde los once años. Se habían visto diariamente por seis. Y luego el había visto a Malfoy através de las visiones de Voldemort durante la guerra. Como si en realidad nunca hubieran parado de verse.
Y después durante estos meses que parecían tan surreales después de la guerra. Siempre había existido el mismo pensamiento en su mente. Malfoy y el se encontrarían tarde o temprano en una sociedad tan reducida y habrían resumido sus vidas. Mientras estuvieran vivos, sus caminos se cruzarían. Era lo único realmente cierto sobre el futuro.
Solo que ahora Malfoy no tenía alma, y su cuerpo moriría. Y nunca, nunca mas.
Fue en ese momento, sentado en su cubículo, que la realidad lo golpeo tan duro que amenazaba con asfixiarlo. ¡Malfoy se había ido!, ¡Draco esta…esta muerto!.
No habría más estupidos encuentros en la estación del tren. Ni insultos gritados en medio de Callejón Diagon, Hogsmeade, o cualquier otro lugar. Y se sintió defraudado. Quería llorar de ira. De desesperación.
Decidió volver a casa por que esto lo estaba afectando demasiado. La culpa lo quería comer vivo. Y en la tarde, cuando Hermione fue a verlo. Y el trato de explicarle. Ella dijo simplemente.
"Es tu cosa por salvar a la gente, Harry. Es obvio que te sientas impotente. Pero es muy tarde ahora para Malfoy, y no debes sentirte culpable por lo que le ha pasado. Estas cosas pasan todo el tiempo. Si yo tuviera un accidente mañana en la ducha, no estarías ahí para salvarme, y debes reconocer que los accidentes ocurren y que no puedes hacer nada para detenerlos…"
"¿Y piensas que diciéndome que puedes morir mañana, me hará sentirme mejor respecto a Malfoy?" pregunto irritado.
"Creo que necesitas cerrar este capitulo de la guerra" dijo ella preparando el te sobre la estufa. "Quizás si hicieras algo por Malfoy dejaras de sentirte culpable"
"No puedo hacer mucho por un cuerpo vacío…"
"Es verdad. Pero puedes iniciar una tonta búsqueda para aclarar su muerte. Encontrar a los dementores libres. Aun que podría ser extremadamente peligros, mejor olvida que dije eso."
"Es una gran idea" dijo el emocionado. "Alguien tiene que hacerlo de todos modos, encontrar a la banda de Dementores, incluso si no puedo pelearlos a todos, encontrarlos es básicamente el principal problema de por que no los han atrapado."
"Bueno, pero debes prometer que no lo vas a intentar"
"Lo prometo…" dijo el con una sonrisa.
Y casi no quería que Hermione se fuera, por que tontamente tenía temor que ella tuviera un accidente en la ducha, y no verla más. Pero se dieron un abrazo de despedida y la dejo ir.
+5+
Su intranquila mente, se despertó de inmediato esta vez. El sueño ligero con el que había estado dormitando, se desvaneció y estuvo enfrente del espejo en dos largos pasos.
El shock no era menor al de la primera vez. Pero ahora había en el fondo una verdadera desesperación que lo hizo sentir un temor tan terrible, tan doloroso que solo era igual al de Draco encerrado dentro de su espejo.
"¡¿Qué esta pasando?" gritaba Draco mirando las esquinas del marco del espejo como buscando la salida.
"¡Tranquilo, tranquilo, tienes que explicarme!.." dijo Harry con desesperación. Puso ambas manos sobre el reflejo.
"Tengo miedo, esta oscuro, tengo miedo…" repitió Draco temblando.
"¿Qué es lo que recuerdas?" pregunto nervioso. La adrenalina bombeando en sus venas.
"Oscuridad. Una oscuridad inmensa, dolor, y frío; esta helado aquí. Tengo miedo Potter, no quiero morir…, no quiero, no quiero…"
"¿Qué hacías en Avebury?, ¿Recuerdas lo que sucedió ahí?"
"No lo se…no se…" dijo Draco apretándose la cabeza.
"Por favor, tienes que recordar…"
"Fui a ver las runas impresas en las piedras de Avebury, fui por que me sentía desesperado, quería olvidar la guerra…"
"¿Sabes que sucedió esa noche?"
"Yo…" murmuro Draco negando con la cabeza, "no…no recuerdo que paso, estaba invocando las runas, y luego desperté aquí, en la oscuridad, ¡no quiero volver a ella!"
"Cálmate. Estas aquí conmigo. Concéntrate en mi…" dijo Harry decidiendo que seria algo terrible el decirle lo que había sucedido. No quería alterarlo más.
Draco abrió los ojos y volteo a mirarlo. Tenía el horror impreso en el rostro. Pero entonces, Harry palmeo de nuevo el espejo. Y puso su mano en el centro.
El rubio hizo lo mismo, y por un extraño momento, sus manos estuvieron alineadas, pero no hubo contacto, el vidrio estaba entre ambos, separándolos. Pero pareció calmar a Draco lo suficiente.
"Todo va a estar bien.." dijo con convicción y no certeza.
"No quiero morir…" repitió Draco. Ese era su mantra más insistente.
"Y no te dejare morir…, te lo prometo Draco."
Sus labios se elevaron en una cansada y triste sonrisa. Luego, su rostro volvió al pánico.
"El frío me envuelve de nuevo…" anuncio mirando hacia su espalda. Como buscando una amenaza.
"No tengas miedo Draco, voy hacer todo por sacarte de ahí. Pero necesito tiempo para investigar que ha sucedido en Avebury y como has llegado hasta aquí. Prométeme que Haras todo lo posible por volver a verme…"
"Lo hare…" dijo Draco con resignación. Y luego, lagrimas cayeron por sus ojos. Y su cuerpo tembló y sus dientes castañearon. "frío..Es…muy frío…"
La imagen se desvaneció, dejándolo solo con su reflejo. Su corazón palpitaba en su garganta tan duro, que sus oídos estaban ensordecidos por el sonido. Tumb, Tumb, Tumb.
Una gota de sudor frío se escurrió por su nuca. Las palmas de las manos le temblaban y se congelaban con la humedad en ellas. Pero tragando saliva forzosamente, se calzo los zapatos y se coloco una chamarra desesperadamente.
Luego, se quedo quieto de nuevo oyendo el terrible silencio del departamento. Su mente alterada ideaba planes, planes cada vez más idiotas, y más extraños. Pero ninguno parecía la solución.
Se apareció en un instante. Y cuando estuvo en medio de una carretera cubierta de escarcha y miro el campo que se extendía debajo de la cuesta de la colina. Que entendió que se había aparecido en medio de la carretera de Avebury. En una aparición a ciegas que era suficientemente peligrosa. Pero no le importo.
Aun con esa desesperación en el pecho. Salto la baya de contención y corrió colina abajo. Y luego durante un kilómetro entero en dirección de las ruinas.
El dobladillo de su pijama esta humedecido por culpa del rocío del pasto. Y su pecho jadeaba aire helado.
Y no sabia que estaba esperando encontrar. Pero sintió una enorme decepción. Por que los monolitos estaban solos, imperturbados por la luz tenue de la luna.
No había nada misterioso, ni extraño. Todo estaba tan muerto. Y no había señales de Draco. La desesperación que lo había traído fue sustituida por la decepción de no encontrar respuestas. Y se quedo ahí plantado durante un tiempo indeterminado.
Trato de leer las runas, pero era un inútil en ello. Y finalmente, su cuerpo se congelo con el aire fresco del alba que súbitamente se pinto en el horizonte del campo ingles.
Primero violeta, luego un rojizo pintado con amarillo. Volteo su mirada llena de lágrimas hacia la luz. Y se quedo ahí. Bañado por los rayos del sol.
Continuaraaaa.
Tengo un par de meses con esta historia guardada. Es otro de esos raros gustos que me doy de vez en cuando.
Uno de esos gustos de Marihuana, Morrisey y Joy Division combinados con mi depresión psicópata.
Y la verdad es que las cosas en mi vida van como un tren a la destrucción. Por eso aproveche mis sentimientos para terminar este fic y publicarlo.
Mi mayor deseo en el mundo. Que le den una oportunidad, es una historia que vale la pena leer hasta el final.
