Simplemente cuentos

Los clásicos cuentos de "amor" que nos han hecho leer de niña, en la mayoría de casos siempre han iniciado con un: Érase una vez, hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, entre otros, lo cual ha generado que imaginemos que ese mundo irreal se pueda dar en la vida real, creando fantasías utópicas que generan que esperes a tu príncipe azul.

Pero conforme vas creciendo, te das cuenta que esas historias no tienen nada que ver con la vida real, que los cuentos siguen siendo fantasías, pero que sobre todo la realidad siempre puede superar a la ficción

Cuando inicias una historia de amor, siempre una de las partes es la que da el primer paso, a veces se preparan – y hasta ensayan- para decir las palabras propicias en el momento dado, y muchas veces en el momento los nervios pueden más y terminas diciendo cualquier otra cosa menos las que has ensayado, pero el fondo siempre es el mismo: ¿Quieres ser mi enamorada?, ¿Me gustas mucho desde hace tiempo, quieres empezar algo conmigo?, o simplemente ¿Estoy enamorado de ti, quieres iniciar una relación conmigo? Entre tantas otras cursilerías más.

¿Pero qué pasa si tu relación no empieza así? Qué pasa si tu relación empieza con un: ¿No la vamos a cagar? ¿Qué pasa si tu relación empieza con un veremos qué pasa? ¿Qué pasa si tu relación empieza con tu "mejor amigo"? ¿Qué pasa si tu relación empieza con tu "mejor amigo" que tiene enamorada? ¿Qué pasa si tu relación empieza con tu "mejor amigo" que tiene enamorada y tú estás casada?

Lo peor que puede pasar es que te enamores, porque a las finales SI la terminas cagando...no digo la terminan porque eres TU la única persona que decide el destino que quieres tomar y porque a las finales los dos son los protagonistas antagónicos de una novela en donde pretenden ser las víctimas.

Mi historia no empieza así, mi historia no es convencional, mi historia empieza totalmente distinta…

Soy administradora de profesión, tengo 26 años y soy casada desde hace 4 años, sí, me case muy joven, pero junto a mi esposo decidimos iniciar nuestra aventura que con el paso del tiempo se fue tornando un poco – por así decirlo – monótona.