Hola queridos lectores de Fanfiction:
He querido incorporar esta historia que me ha traído de subidas y bajadas. Me queda claro que tal vez no sea del agrado de todos y que pueda llevar al lector a preguntarse el porqué la lee. Pero para mí es la favorita.
No es una historia fácil de digerir y habrá momentos en los que todos querrán tirar el ordenador por la ventana, pero a los que se queden les pido le den una oportunidad.
Por último quiero decirles que esta historia tiene su propia banda sonora. La canción principal es "Start Again" del grupo Red. Y cada vez que lo encuentre necesario les daré el nombre de la siguiente canción que tenga relación con la trama.
Saludos
Yaem (Dándole la última oportunidad a esta historia) Gy
Prólogo
El sueño
Un golpe. Un golpe directo al pecho, al cerebro. Un pánico que le estrujaba los músculos y le cerraba la garganta. El horror ante él. Matándole hasta el último rasgo de racionalidad.
El fuego. El fuego envolviéndolo todo, devorándolo todo y los gritos. Los gritos que le rompían los tímpanos y le desgarraban el corazón.
Ron Weasley miraba con espanto como el fuego maldito consumía la sala de menesteres llevándose todo lo que le mantenía vivo.
El sudor se le congelaba en la piel a pesar del infernal calor, el estremecimiento lo zamarreaba violentamente. Harry gritaba y corría hacia él. Sentía el dolor subiendo por su pecho hasta reventar en su garganta y escaparse por su boca.
-HERMIONE
Pero solo gritos venían del otro lado de la llamarada.
-HERMIONE
Gritos, nada más.
Y luego, el silencio y el crepitar de las llamas. El horror y la desesperación corriéndole por las venas.
-Hermione…- el susurro ahogado por las lágrimas. El fin. La muerte cayéndole sobre los hombros aplastándole.
Se agitó en las sábanas. Tenía el cuerpo bañado en sudor. Un sollozo le llenó la boca y de un salto abrió los ojos. Se sentó en la cama y se abrazó a si mismo. El frio de la noche comenzaba a calarle los huesos.
-Calma, ya pasó. Ya pasó- Una suave mano le acarició los cabellos humedecidos por el sudor.
Ron dio un salto en la cama y se giró hacia la voz. La oscuridad de la noche le impedía ver su rostro y con todas sus fuerzas exigía a sus ojos verla. Necesitaba verla, verla, abrazarla, besarla.
-Solo fue una pesadilla amor- Ella se acercó para que él pudiera verla al fin. - Todo está bien, tranquilo. Ven, ven recuéstate en mi pecho. Todo estará mejor-
El la vio y un tirón le sacudió el pecho… Ella lo arrastró a sus brazos y el se cobijó en ellos. Las lágrimas fueron cayendo silenciosamente por los ojos inmensamente azules del hombre y poco a poco el sueño volvía a dominarlo. Mientras, ella le acariciaba el rostro y los cabellos, besándole la frente de vez en cuando.
-Calma amor mío, Mañana será otro día y todo estará mejor.
Entre sueños Ron escuchó las palabras de la mujer que lo arrullaba en sus brazos. Pero nada estaría mejor. Nunca más estaría mejor. Pues al despertar y verla se dio cuenta que la pesadilla continuaba. Mas, sus caricias le calmaban y él necesitaba calmarse para poder resignarse una vez más-
Y de nuevo se preguntó porque el destino había sido tan cruel que al despertar lo había lanzado a los brazos y los consuelos de Susan en vez que a los brazos de ella, de su preciosa castaña.
Cada cierto tiempo volvía a vivir esa noche y siempre al abrir los ojos rogaba a Merlín que fuera Hermione quien le diera su amor y su arrullo. Pero nuevamente la realidad lo golpeaba cuando su mirada se encontraba con la azul de su mujer desde hacía tres años.
Así vivía su tormentosa vida Ronald Weasley, maldiciendo cada mañana que se le ofrecía llena de vida y esperanza. Para él, levantarse de su cama tenía un solo motivo. Perseguir y atrapar a todos los malditos que habían estado del lado enemigo y hacerles pagar por cada punzada de dolor que él había sufrido desde que ella se marcho.
