¡Hola, mis amores!
Volvi con un nuevo fanfic, y se que dirán "PATATA, ESCRIBE COSAS DEL DESTINO O MUERE" pero no desesperen, casi lo termino el capi, me faltan unas 1000 palabras
Se preguntaran de donde surgio este, bueno, tenía la idea hace mucho, y surgió que la hermosura de SoulxPhantom me dijo que su página haría un evento y lo escribí para ella :3 así que va para vos hermosa, preciosa, adorada (?) te hamo Soul.
Así que va dedicado para ella :3 y para todas las chicas hermosas que me ayudaron a elegir entre mis ideas, acá está (?) le pregunté a un montón de gente, y todos dijeron lo mismo, y yo como "Oc, escribo y ya (?)"
Bueno, nada mas que decir
¿Lemon? Claro, mas adelante (?)
Les dejare leer.
Una noche más
Una más de esas frías y húmedas noches en los callejones, pero no esta tan mal ¿Verdad?
No esta tan mal necesariamente, ya que por lo menos tengo compañía y un cuerpo a mi lado que respira acompasadamente, al mismo que me refugiaba entre su mullido y voluptuoso pelaje.
¿Qué somos?
Vagabundos, Errantes, criaturas sin hogar que ves todos los días en las calles. Somos animales abandonados en los fríos callejones, luchando por sobrevivir un día más cada día, aunque no sepamos exactamente para que.
Solo somos nosotros contra el mundo. Eren y Yo somos nuestra compañía mutua, y mientras estemos juntos yo lo protegeré, como confío que él me protegerá
Aunque somos una combinación muy extraña de un perro y un gato. Un cachorro de pastor alemán cruce con Labrador, de tonos cafés, abandonado por no ser puro hace dos años solamente. ¿Yo? Yo ni siquiera tengo raza, y probablemente el cruce que tenga sea de las menos conocidas, total las únicas razas de gato que logras distinguir son los siameses, los persas, los Toyger y los RaggaMuffin. Solo soy un gato completamente negro de pelo corto, no muy grande. En contra de cualquier felino, la limpieza para mi es fundamental, por lo que el agua no es algo que me moleste realmente.
Eren me protege cuando me intentan atacar, ya que aunque sea todavía un cachorro, sigue siendo un perro grande y de considerable tamaño, además de amenazante, aunque solo yo conozco su lado más dócil y de perrito que se lanza de panza, entregándose completamente.
Yo lo que mayoritariamente hago es buscar comida, al ser una criatura de tamaño considerablemente pequeño puedo escabullirme entre los basureros para arreglármelas y conseguir de comer, además de que más de una vez pasando en frente de las tiendas de mascotas me han tendido comida en un acto generoso.
Los humanos son una mierda
Ensucian las calles con sus porquerías, derrochan comida sin considerar que incluso algunos de su misma especie la necesitan. Hay humanos que están tirados en las calles, rogando por algo de ese papel verde para poder conseguir su comida, aunque muchas veces he visto esos tipos usando eso que tanto les costó recolectar para obtener envases extraños de vidrio o cilindros de papel que tiran humo ¿Por qué no buscan comida?
Eren es la pequeña chispa de felicidad en el infierno que son las calles de las grandes ciudades.
Aunque sabe en la situación que vivimos, él siempre está enérgico y se muestra afectuoso conmigo, aunque se vuelve un lobo feroz cuando se trata de proteger el territorio y a mí.
Por eso no me molesta que él sea el que invade mi espacio personal cada noche para hacerse un ovillo conmigo en su vientre, calentándome aunque muchas veces el sufra frío. No importa ya que es Eren.
¿Cómo lo conocí? Lo encontré un monótono día más en las calles, en un callejón. Estaba en una caja, abandonado y tiritando del frío que hacía, ya que solo era un pequeño cachorro de tan solo unos meses, aunque según la mentalidad de los humanos, la edad promedio de un perro es lo que ha vivido multiplicado por siete, comparado con el tiempo de vida de ellos. Tendría unos 4 años humanos.
"-Hey, mocoso.
-¿Q-Quien habla?-. Preguntó balbuceando y girándose hacia mí. Me metí en su caja, ya que era un buen refugio. Quizás hacerme amigo de este cachorro tembloroso me convenga.
-¿Qué te paso? ¿Qué haces aquí?
-N-No lo sé, hoy en la mañana estaba con mi humana, y entonces su padre me trajo aquí y me dejo, alejándome de mi madre y mis hermanos, y yo… yo estoy asustado…. Tengo miedo…-. Balbuceó. Me acerqué a él y frote mi cabeza contra su cuerpo, en un acto de consuelo.
-Eso es feo, pero no hay que temer. Las calles intimidan, pero ya te acostumbrarás. No hay nada de lo que no te puedas defender, total eres un perro ¿Verdad? Si quieres le saltas al cuello de cualquier persona y la degollas.
-Tú eres un gato ¿Verdad?-. Preguntó receloso.- Papá decía que no hay que ser muy amistosos con los gatos, que son egoístas y fanfarrones.
-Si hablas de los gatos caseros, tienes razón, pero dime mocoso, ¿Acaso ves algo con lo que pueda ser egoísta? No tengo nada al igual que tú, y no compartir la nada es estúpido e imposible. Soy un gato callejero que viene y te habla para que no te coma vivo el primer animal que te vea así ¿Y me llamas egoísta? Eres un maleducado.
-L-Lo siento-. Balbuceó, girándose para encararme.- Aunque mi papá era así, mi madre siempre me dijo que cada criatura es diferente. Creo que es mejor creerle a ella.
-En todo caso, tu mama es inteligente.
-¿Y la tuya? ¿Dónde está?
-Quien sabe.
-¿No la extrañas?
-No puedo extrañar a alguien que nunca conocí. Ahora hazme espacio que hace frío, mocoso-. Dije mientras me acercaba y trataba de escurrirme entre su pelaje, para acomodarme como un ovillo. El se avergonzó pero no rechazó mi compañía, más bien me protegió aún más.- ¿Cómo te llamas?
-No tengo nombre, no alcanzaron a ponérmelo.
-Eren.
-¿Perdón?
-Tienes cara de Eren, así que cállate y duérmete, Eren.
-¿Y cuál es el tuyo?-. Me revolvió el cabello con su hocico.
-Puedes decirme Levi.
-Gracias por tu compañía, Levi"
Eso fue lo que paso, y así comenzamos nuestra travesía y nuestro eterno juego de supervivencia. Eren ahora tiene dos años y medio, por lo que es realmente enorme. Al final, el haberme relacionado con él no fue tan malo, ya que intimida a todo callejero matón que trate de lastimarme, aunque no quiere decir que cuando no esté cerca no pueda defenderme por mi cuenta.
Un nuevo día.
Me levanté perezoso, desperezándome como todo felino recién levantado y bostecé. Eren dormía plácidamente, así que casi me pareció un pecado el tener que moverlo para que se levantara. Se movió y se paró, desperezándose y bostezando en el proceso, para luego clavar sus llamativos ojos verdosos en los míos grises. Si hay algo que nos caracteriza, son nuestros ojos de peculiares colores
-Buenos días, Levi-san-. Dijo mientras se sentaba recto, demostrando respeto y aceptando mi superioridad.
-Buenos días, Eren.
-¿A dónde vamos a ir hoy?-. Me preguntó curioso. Todos los días cambiamos de posición en busca de nuevos lugares para conseguir comida, aunque tenemos algunos puntos clave.
-Vamos a ese callejón de la casa del tejado rojo. Por contactos supe que abrieron una nueva tienda de mascotas y hay una puerta trasera, quizás consigamos algo.
-¡Si, Vamos!-. Se levantó y se agachó. Era una manera mucho más rápida de movernos, ya que mis patas son más cortas, me subo a su lomo y el corre por los callejones. Se guio por las callejuelas hasta llegar al renombrado callejón de la casa del tejado rojo, ya que es lo que más destaca entre todo lo gris del lugar.- ¿Aquí?
-Sí, espera por allí-. Se marchó a esconderse, ya que generalmente cuando la gente ve un perro grande se asusta y huye, por lo que es mejor que yo sea el que llama la atención y persuada para conseguir alimento.
Comencé a maullar sonoramente, subiéndome a una ventana, y rápidamente se escucharon sonidos provenir desde dentro por el alboroto. Me baje y me senté frente a la puerta, que luego fue abierta por una mujer castaña de lentes.
-Vaya, pero si me pareció escuchar maullidos aquí…
-Meow-. Ella bajo la vista hacia mí e inmediatamente se hincó. Las cosas van bastante bien y se puso a acariciar detrás de mi oreja, lo que me hizo ronronear inconscientemente, esta humana sí que sabe donde tocar.
-¿Tienes hambre? Pareces de la calle-. Oh, no me digas, es que tengo dueño pero vine aquí porque tengo hambre, humana estúpida.- Te recogeré-. ¿Qué? Trate de quejarme pero ya me tenía en sus brazos, a lo que forcejee lanzando bufidos molesto. Algunas veces ya me había pasado, gente tratando de recogerme, pero me niego a irme, por lo menos sin Eren. No sería tan cruel de dejarlo en la calle.
Mis maullidos desesperados me lograron liberar de los brazos de esa extraña, así que corrí lejos de ella, pero llamaron la atención de unos perros enormes al final del callejón, los cuales no dudaron en lanzarse al ataque contra mí. Trate de volver entre las piernas de esa mujer pero estos eran mucho más rápidos, por lo cual antes de que siquiera pudiera mover una pata ya estaban a segundos de devorarme de un bocado.
-Eren…-. Fue lo único que susurré, esperando el impacto, pero lo que se escucho fue un gran estruendo, y pude ver como mi cachorro saltaba encima de esos perros, gruñéndoles y mordiéndolos salvajemente. Corrí entre las piernas de esa mujer, para que cualquier cosa saltara sobre ella. Trató de tomarme en brazos pero me zafé nuevamente. Cuando Eren termino con todos los problemas, se acercó a mí asustado y preocupado.
-¿Levi? ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? ¿Te lastimaron? Si siquiera te tocaron un pelo les arrancare la garganta.
-Estoy bien, Eren-. Frote mi cabeza y mi cuerpo en sus patas, indicándole que estaba bien. El gimoteó un poco y me lamió.- No me lamas, es asqueroso.
-Lo siento…
-¡Vaya, un pastor alemán!-. Recordamos que esa mujer nos observaba, y aunque Eren se mostró renuente ante las caricias, se dejó llevar.- Siéntate-. Obedeció inmediatamente sin dejar de mirarla.- Eres un perro valiente por proteger a este gatito, deben ser amigos ¿A que si? Eres un buen chico-. Comenzó a acariciarlo y Eren parecía extremadamente feliz con los toques detrás de su oreja, ella llevo su otra mano a mi cabeza y lomo.
-¿Conoces a esta humana, Levi?
-No, pero parece loca.
-Me agrada-. Se recostó sobre su vientre cuando ella dio la orden.
-¡Ya lo decidí!-. Exclamo ella de repente.- ¡Los recogeré a los dos! Serán buenos sujetos de prueba, ya que se quieren tanto, será interesante-. Un brillo raro salió de sus ojos. Abrió la puerta y me cargo en sus brazos, indicándole a Eren que nos siguiera.- ¿Cuáles son sus nombres? Bueno, ya tendrán tiempo para contármelos, por ahora entremos.
-¿A qué se refiere, Levi? ¿Los humanos siempre son así de extraños?
-No, pero no creo que ella sea mala. Si no nos hubiera corrido con una escoba desde un principio.
-Cualquier cosa que pase, te protegeré-. Dijo con determinación, siguiendo a Hanji por los corredores.
-¡MOBLIT!~ ¡TENGO DOS HERMOSOS SUJETOS DE PRUEBA!~-. Llamó. Entonces, sucedió lo más extraño en mi vida. Apareció un chico joven, de cabello rubio ceniza, pero tenía algo extraño.
¿Y que era? NADA MÁS QUE UNA PUTA COLA DE ZORRO, ADEMAS DE OREJAS.
Luego de eso, él se acercó a mí, y todo se volvió negro.
.
.
.
¿Dónde estoy?
Me siento adolorido, mis músculos y huesos duelen, además de que no quiero abrir los párpados. La loca esa… ¿Qué mierda nos hizo? ¿Dónde está Eren?
Sentí un fuerte golpe proveniente de una habitación continua, y abrí los ojos abruptamente. Al mirar a mí alrededor, me hallaba en una superficie elevada del suelo y suave, mullida y cálida. Mire a mi alrededor y me incorpore, pero algo era distinto. Esa mujer estúpida de lentes me miraba con una sonrisa en su rostro.
-Al fin despertaste.
-Tu, loca desquiciada de mierda…
-Vaya, que mal vocabulario que tienes…
-Espera… ¿Qué? ¿Cómo es qué…? ¿¡Por qué mi voz es humana!? ¿¡Que mierda me hiciste!?-. Con desesperación mire a mi alrededor buscando respuestas, pero al mirar abajo me horroricé.- ¿¡P-P-Por qué mierda tengo manos!? ¿¡Q-Que!?-. Comencé a balbucear. Se sintió otro golpe y nuevamente me puse alerta, temblequeando levemente. Tocaron la puerta y lancé un bufido.
-Pase-. Indico ella
-¿Dónde está Eren?-. Pregunté serio. No dejaría que hirieran a mi cachorro.
-¿Eren? ¿Así se llama el perro que estaba contigo?-. No pude contestar ya que la puerta fue abierta, dejando ver así a ese zorro, que traía atada una persona a una superficie mullida a la mía pero en vertical, simulando que este parado, aunque claramente el humano estaba dormido.
-Señorita Hanji, tuvimos que sedarlo porque se puso muy violento, gritando y reclamando ver a "Levi" aunque no sabemos quién es…-. Me estremecí al escuchar mi nombre.
-T-Tu, loca de mierda… ¿Qué nos hiciste? ¿¡DONDE ESTÁ EREN!?
-Tranquilo minino. Verás, hace bastante que trabajo en un proyecto para poder mutar el cuerpo de un animal sin modificar los recuerdos del cerebro…
-Me importa una mierda. ¿Dónde está Eren?
-¡Si me dejaras terminar de hablar sabrías que este chico de aquí es el cachorro que tanto buscas, Imbécil!-. Grito enojada y frustrada ella. Yo gire mi vista al chico que yacía inconsciente, y no me había percatado de que tenía un par de orejas café.
-Eren…-. Susurre para luego dirigirme a ella.- ¿Por qué somos así? ¿Por qué nos has vuelto huma…?-. No pude terminar la frase ya que un gruñido gutural se escuchó resonar en la sala, y es que Eren estaba despertando. Aún desconcertado, miro a sus alrededores, tratando de reconocer un poco el lugar. Entonces, el desastre se desató cuando olisqueó el aire, captando un Aroma. Mi aroma.
-Levi… ¡LEVI! ¿¡DONDE ESTA LEVI!?-. Y como si de un detonante se tratara, comenzó a forcejear, gritar y patalear con desesperación. Intentaron acallarlo y calmarlo, pero nada servía.
-EREN-. Se escuchó mi voz resonar, y él dejo su desesperación de lado para clavar su vista en mi figura. Se quedó estático, pero luego miró hacia abajo y se dio cuenta del estado en el que estaba, pero inmediatamente comenzó a gimotear y forcejear para tratar de liberarse de las amarras. Me miraba fijamente, suplicante, estaba totalmente aterrado.
-Levi, Levi, Levi-. Me llamaba constantemente, hasta que llego un punto donde los forcejeos eran tan intensos que se hacía daño a sí mismo.
-Suéltenlo-. Dijo la tal "Hanji" e inmediatamente soltaron las correas que lo mantenían atado a esa cosa. Apenas se vio liberado vino corriendo hacia mí, abrazándome con desesperación. Estaba hincado al borde de donde yo estaba sentado, y por la diferencia de tamaño él podía abrazarme por la cintura.
-Levi, Levi, Levi…-. Gimoteaba constantemente.- ¿E-Eres tú? ¿Qué pasa? ¿Qué nos pasó?
-No lo sé. De todas maneras ¿Cómo me reconoces?
-Por tu aroma, y porque aún tienes tus lindas orejas negras y tu cola-. Me di cuenta de que efectivamente tenía mi cola, y Eren también, solo que él entre las patas, señal clara de miedo. Las orejas gachas, estaba completamente sumiso.
-¿Me dejaran explicarles la razón de su nuevo estado?-. Esa fue la voz de Hanji, pero apenas Eren se dio cuenta de que estábamos acompañados, me lanzó de la cama al piso, con él. Se sentó y me acuno en su pecho, rodeándome con sus brazos y gruñéndole a la gente. Estaba protegiéndome totalmente.- Calma muchacho, no les haré nada. Es más, deben tener hambre. Vamos a comer.
-Si piensas que comeré de la mano de una puta loca que de la nada me convirtió en un asqueroso humano, además de loca, eres retrasada mental-. Eren gruñía constantemente, mostrando los dientes donde antes debería haber colmillos, aunque aún se notaban que estaban ahí. Estaba hasta perdiendo la cordura, y con cada pestañeo de las personas me apretaba aún más contra su cuerpo, en un acto posesivo.- Eren, cálmate.
-Pero…-. No despegaba la vista de Hanji.
-Que te calmes, cachorro de mierda.
-Si…-. Volvió a su estado sumiso, bajando las orejas, pero sin despegarme de su pecho.
-Con que Eren y Levi ¿Eh? Un pastor alemán de cruce labrador, y un gato cruce de Bombay y algunas otras indescifrables, aunque creo que tienes bastante de American Shorthair…
-Soy un puto gato callejero sin raza, no jodas.
-Todos tienen raza, de algún lado vienes pequeñín…
-Me vuelves a llamar pequeñín y te arrancaré el rostro.
-¡Pero si eres un enano! Mides 1 metro 60.
-¿Metro…?-. Preguntó Eren, ladeando la cabeza.
-Es una medida. En este caso, tu altura-. Explicó ella.
-¿Un metro sesenta es mucho o poco?
-Para la edad que estimamos que tiene, y el hecho de que es hombre, es poco.
"El pecho de Eren es cálido y grande" Es lo único que pensaba mientras poco a poco iba dormitando, moviendo la cola levemente en señal de gusto.
-¿Y yo?-. Volvió a preguntar Eren, moviendo la cola.
-Tu eres bastante alto, Erencito. Mides 20 centímetros más que Levi. Centímetros es una medida más pequeña. Si te paras te puedo mostrar.
-No jodas-. Refunfuñé yo, acurrucándome aún más en el pecho de Eren. Él comenzó a mover la cola frenéticamente al tenerme así.- Tengo sueño.
-¿No prefieren comer?
-¡Sí!-. Dijo él eufórico. Después de todo, sigue siendo un cachorro impulsivo.
-Por cierto ¿Qué es esto?-. Pregunté tocando el retazo de material que usan los humanos para cubrirse "Ropa" según ellos.
-Es para que no anden desnudos por ahí. Ya no tienen pelaje, y no son animales, así que deben usar ropa para que no veamos sus partes bajas-. Iba a decir algo pero un gruñido proveniente de mi estómago me gano.
-Levi ¿Tiene hambre?-. Me preguntó Eren apretándome un poco a su pecho.
-No, es que mi estómago está tratando de entablar una conversación con esa loca de cuatro ojos, cachorro estúpido-. Ironicé.
-¡Es cruel!-. Chilló él. Nos separamos y se paró, para luego tenderme una mano que rechacé de mala gana. Me levanté y, oh jodido dios, tal como dijo esa puta loca, Eren era mucho más alto que yo. Aunque es normal ya que somos animales de distintos tamaños.- Hehe, Levi es pequeñito-. Dijo mientras movía la cola y hacía la diferencia de tamaño con las manos. Se ganó un buen rodillazo en el vientre.
-Oh~ algo bueno, ahora puedo golpearte.
-P-pero…-. Se quejó desde el suelo.
-Cállate.
-Si…
-Bueno, ahora sabemos quién es el dominante-. Se rió Hanji.- Sé que tienen hambre ¿Qué quieren comer?
-Da igual mientras sea nutritivo y comestible.
-Está bien, preparare algo especial para ustedes porque son nuevos es esto-. Sonrió sádicamente.
-¿Dónde puedo asearme?-. Dije mientras pasaba mi lengua por mi mano, limpiando esa zona. Tardaría mucho considerando mi tamaño actual.
-Yo también necesito un baño…-. Dijo Eren oliéndose a sí mismo. Acerqué mi nariz y la fruncí, asintiendo y dándole la razón.
-Pueden usar la bañera…
-¿bañera?
-Es un artefacto creado para llenarse de agua limpia, y allí te aseas.
-¡Recuerdo haber tomado un baño cuando aún vivía en mi casa!-. Recodó Eren.- ¡Levi, venga, le va a encantar! ¡El agua es tibia!
-Eren, no creo que a Levi le guste el agua, es un gato….-. Comentó ese zorro. Al parecer, le hicieron lo mismo que a nosotros
-¿Dónde? Quiero un baño-. Me quejé.
Luego de eso, nos llevaron a un lugar blanco y limpio, lo que me agradó. Eren lo reconoció como "Baño" y lo que había como un gran cuenco de cerámica era la "Bañera". Abrieron las llaves para nosotros y la prepararon como se debía.
-Am… ¿No deberían bañarse separados?-. Preguntó el zorro, que por lo que veo se llama Moblit.
-¿Por qué?-. Cuestionó Eren. Ya les había tomado confianza suficiente.
-Bueno, ahora ya no son animales, sus cuerpos son distintos ¿No tienen algo de pudor a estar desnudos frente al otro?
-No jodas, llevo por lo menos 2 años con este cachorro estúpido, no tiene nada que no conozca.
-Justamente, lo tiene, al igual que tú.
-Ni que fuéramos a morir. Ahora largo-. Gruñí yo, para que nos dejaran solos. Comencé a quitarme la ropa medio forcejeando ¿Qué clase de cosa demoníaca es esa? Y cuando quede completamente desnudo junto a Eren en el mismo estado, nos metimos en esa cosa. Él se sentó y yo me metí entre sus piernas, ya que era una costumbre siempre estar juntos de esa manera.
-Esto es Shampoo-. Señaló él.- Es para lavarse el cabello, aunque los humanos solo lo usan en el de la cabeza, porque allí tienen…
-Ok, solo dámelo.
-¿Puedo lavarle la cabeza?-. Me preguntó algo esperanzado, quería lavarme a toda costa. No tenía ganas de discutir, así que cedí. El comenzó a acariciármela suavemente con ese producto, generando una espuma limpia que olía bien. Comencé a dormitar por la relajante sensación de Eren acariciando detrás de mis orejas.- ¿Le gusta cómo se siente aquí?
-Hm…-. Solo cerré los ojos y me dejé hacer.
-¿Quiere que le lave el cuerpo?
-Está bien…-. Accedí. El con timidez comenzó a pasar jabón por toda mi extensión de piel, acariciándome en el proceso, lo que hacía que me relajara de sobremanera.
-Levi se convirtió en un humano muy guapo. Además de que huele bien…
-¿Qué estupideces dices? ¿¡Que haces!?-. Reaccioné al sentir que Eren había tocado mi parte baja, lanzándome un correntazo por la sensación. Él comenzó a tocarme allí, acariciando, haciendo que poco a poco me fuera endureciendo.- Nggh… Ahg… -. Gemía suavemente.- Basta… ¿Q-Que mierda…Anhg… haces?
-¿Le gusta cómo se siente aquí?-. Recargo su barbilla en mi hombro y comenzó a masturbarme con constancia, haciendo que me retorciera entre su cuerpo. Continuó con su tortura por un largo rato, yo me había quedado sin fuerzas y trataba ridículamente separarme de él, pero no lo lograba. Mi cola se había enrollado en una de sus piernas que estaba flexionada.
-B-Basta… Eren, e-esto está m-al… ngh…-. Hablaba entrecortado y jadeante por la sensación. Llego un punto donde el placer era insoportable y gemía descontroladamente, pudiendo sentir como un bulto presionaba mi espalda baja. Gemí estruendosamente y me vine en su mano, quedando jadeante entre sus brazos. Me apoye contra su pecho y me permití descansar ahí.- Pedazo de mierda…
-Se sintió bien ¿Verdad? Ahora que tengo manos puedo acariciarlo donde yo quiera…
-No te creas que puedes acariciarme así porque así cuando quieras-. Le recalqué, moviendo mis caderas en un intento vano de levantarme, ganándome un gemido de su parte.- ¿Oh?-. Me di cuenta de que estaba sentado sobre su erección, y con ese movimiento le había hecho reaccionar. Moví un poco más mis caderas para escuchar sus jadeos suplicantes, hasta que me aburrí y me separé de él, metiéndome entre sus piernas, esta vez cara a cara con su entrepierna.
-¿Q-Que haces?-. Preguntó nervioso.
-La revancha-. Le dije sonriente y luego pase mi lengua por su erección, haciendo que gimiera sonoramente
-A-Agh, ngh, es á-áspera… S-Se siente b-bien… ¡Ah!-. Gimoteaba levemente mientras yo pasaba mi lengua, hasta que en un momento termine metiéndola en mi boca. Había visto por las ventanas de algunos de esos lugares sucios que las mujeres humanas hacían esto para complacer a los hombres. No paso mucho rato hasta que Eren se vino en mi boca.
-Ahora déjate de estupideces sucias y lávate, perro calenturiento.
-Si…-. Dijo con las orejas bajas. Esta vez me senté frete a él, ya que la bañera no era muy grande, sus piernas estaban en mis costados y las mías igual. Él comenzó a lavarse el cuerpo y el cabello, mientras yo también terminaba de pasarme jabón. Lleve mis manos a mi cabeza y limpié un poco mis orejas. Aproveché la desnudez para explorar mi nuevo cuerpo, y me di cuenta de que el rabo salía desde la espalda baja. La acaricie un poco, causándome una sensación de regocijo, e involuntariamente ronronee.- ¿Qué hace?-. Joder, me notó.- ¿Le gusta acariciarse la cola? Por lo que yo sabía es que no les gusta que les toquen su cola…
-No es que me guste, solo que al acariciarla me gusto la sensación, nada más que eso. Ahora termina de bañarte rápido, nos van a dar de comer, además de que quiero moler a golpes a la puta loca que nos hizo esto.
-Si…-. Sumiso como estaba terminó de bañarse. Salimos de la "bañera" y con ayuda mutua secamos nuestro cuerpo. Yo teniendo cuidado de que Eren no deslizara su mano a mi entrepierna "accidentalmente". No sé qué tanto le había gustado, los dos somos machos. Con el cabello húmedo nos envolvimos la entrepierna con una "toalla". Hanji tocó la puerta preguntando si podía entrar, y luego de la afirmativa paso dejándonos algo de ropa a cada uno.
Para Eren había un par de pantalones blancos, unas zapatillas negras, una camiseta verde de mangas largas, nada fuera de lo común. Para mí un par de pantalones y zapatos negros. Una camisa blanca y un…. ¿Pañuelo?
-¿Oh?-. Dije mirando el accesorio. Me puse la camisa y el resto de los ropajes, y anude el pañuelo en el cuello. Eren se acercó y comenzó a mover la cola.
-Se le ve bien, además de que siempre quiere estar limpio-. Al mirarlo por el reflejo del espejo me centré más en sus facciones. Era obvio que por ser un humano, si no fuera por las orejas y el aroma, es irreconocible, pero si hay algo que conservó muy bien son sus ojos. Esos expresivos ojos color verde aguamarina son simplemente perfectos, y eso que yo no suelo elogiar características de la gente.- ¿Sabe? Además de su pelaje negro, sus orejas y su cola, lo que sigue sin cambiar son sus ojos grises, podría reconocerlos donde sea-. ¿¡Acaso este perro estúpido lee mentes!?
-Como sea, vamos-. Salimos del lugar y el tal Moblit nos guio hasta el comedor, donde estaban servidas esas cosas llamadas platos y cubiertos. Me acerqué y me senté en la silla, Eren me siguió y se sentó al lado mío, tratando de estar lo más cerca posible. Con los años que llevo encima de conocerlo, se que la cercanía es porque aún desconfía, y aunque su orgullo nunca se lo permita decir abiertamente, se siente seguro conmigo.
-Muy bien, no sé exactamente que les gusta comer…-. Dijo Hanji trayendo dos bandejas con comida. Huele bien.- Así que les traje lo que generalmente les gusta a los perros y los gatos.
-¿Qué es?-. Pregunté cuando dejo lo que me correspondía en frente. Eren se acercó y lo olisqueó curioso, sin invadir mi espacio. Ya sabe que si lo hace se va a ganar un buen y merecido golpe.
-Pruébalo y dime~-. Dejo lo de Eren en frente de él.- Usa la cuchara, se agarra así-. Tuve que dejar mi orgullo de lado, y deje que esa loca me instruyera como usar ese utensilio tan particular. Ya con un poco de intuición, supe como tomarlo y me llevé un poco de esa comida a mi boca. Al probarla me sentí en la gloria, sabía jodidamente bien, tanto que comencé a ronronear y olisquearlo.- ¿Esta bueno, verdad?
-¿Qué es?-. Dije tratando de ocultar mi regocijo.- Sabe delicioso-. Ella sonrió socarronamente.
-Gatito gusta pescadito~
-¿Pescado?-. Dios, las veces que lo probé no sabía así, aunque debe influir el que era de la basura.
-¿Puedo probar?-. Me preguntó Eren mirándome de reojo. Asentí y le di un poco en la boca, Hanji rió con tal acción. Eren lo probo y luego hizo una cara de asco, para apartarse.- ¡Sabe horrible!
-No sabes apreciar la buena comida-. Le dije yo gruñendo.- Mejor, más para mí.
-¡HAHAHAHAHAHA! Eren, es algo normal que no te guste el pescado, después de todo eres un perro, prefieres otras cosas, por eso te servimos carne.
-¿Carne?-. Él comenzó a mover la cola.- No puedo comerme esto de un bocado-. Frunció el entrecejo al ver el filete de un tamaño considerablemente grande.
-Debes usar el cuchillo y el tenedor, se usan así-. Hanji le instruyó por un buen rato a usarlos, ya que Eren era demasiado torpe. Decidieron dejarlo allí y se lo cortaron, dejándole a él la labor de pincharlo con el tenedor y llevárselo a la boca, aunque lo tomaba mal.
-¡Es delicioso!-. Dijo cuando probó un bocado. Me acerqué curioso.- ¿Quiere probar?
-Hm…-. Tome mi propio cubierto y probé algo de esa carne.- No está mal, pero prefiero el pescado-. Eren hizo una mueca de asco cuando mencione la palabra. Yo fruncí el entrecejo.- No hagas cara de asco, es una actitud de un puto niño de 5 años.
-Lo siento…-. Dijo bajando la cabeza, para luego centrarse nuevamente en la labor de comer. Movía la cola con cada bocado, y era demasiado descuidado con la comida, tal que se manchó toda la comisura de la boca.
-Deja de comer como salvaje-. Le dije molesto, tomando una servilleta y limpiándole el rostro. El sonrió y se dejo hacer, moviendo la cola frenéticamente por el contacto.- Y agarra bien el cubierto.
-Pero me olvido como-. Dijo mirando nuevamente el utensilio y bajando las orejas.
-Así-. Le indiqué como y recién allí pareció comprender.
-Bueno, por lo que veo, tu capacidad de aprender y adaptarte es mucho mayor Levi, aunque es común ya que los gatos son animales calculadores-. Dijo Hanji, anotando algunas cosas en su libreta.
-Influye que Eren es un imbécil-. Recalqué yo.
-¡Oiga! Eso es cruel-. Lloriqueó un poco.
-Además de sentimental-. Agregué.
-Yo se que en el fondo me quiere-. Refunfuñó bajito Eren. Decidí ignorarlo.
-Para ser un perro bastante impulsivo por naturaleza y un gato, se llevan bastante bien-. Dijo ese zorro, que estaba totalmente acostumbrado a comer de esta manera.- ¿Cómo se conocieron?
-Levi me llevó consigo la vez que me abandonaron en un callejón-. Dijo él bajando las orejas por el recuerdo. Pareció perder el apetito.- Yo estaba asustado, ya que había nacido con mis hermanos en una casa acogedora con un montón de comodidades, pero me dejaron en la calle por haber roto algunos objetos.
-Ya veo…-. Dijo entristecida Hanji.- ¿Ellos te pusieron el nombre?
-Nop, cuando conocí a Levi hacía frío, entonces se metió en mi caja sin mi permiso y se acurrucó en mi pelaje, entonces me dijo que me llamaría Eren-. Dijo sonriente.
-Tiene cara de Eren-. Dije yo sin dejar de comer mi pescado.
-Qué raro, un gato rescatando a un perro ¡Pero qué cosa más extraña! ¡Además de que justo te tocó convivir con uno totalmente gruñón! Me lamento por todos los años que soportaste con este pequeño de aquí-. Dijo riendo ella. Le aventé el primero objeto contundente de gran tamaño que tuve: Plato.
-Mas allá de su personalidad hostil Levi es bueno, creo que si no lo fuera no me habría prestado atención y hubiera seguido su camino. Por haberme permitido estar a su lado le estoy totalmente agradecido, así que a cambio y aprovechando mi gran tamaño, si alguien trata de lastimarlo…-. Paso de estar sonriente y emocionado a poner una cara seria y asesina-. Le arrancaré la garganta-. Sonreí complacido por la buena educación que le había dado a mi cachorro.
-Eren… cuando haces eso das miedo… Al parecer Levi te educó para defenderlo ¿Eh?
-Más o menos sí, y me instruyó a los golpes e insultos, pero valió la pena porque puedo estar con él.
-Eres masoquista-. Dijo ella algo graciosa.- Eres un buen perro guardián.
-Es mi perro guardián-. Recalqué yo.- No te lo presto.
-Bien, dejando la posesividad de Levi sobre su cachorrito amado, charlemos sobre sus cambios, creo que es lo más importante aquí-. Dijo ella. Le aventé un cubierto por haber dicho una cosa tan estúpida como esa.- Como ven, sus cuerpos cambiaron totalmente a excepción de la cola y las orejas, es un fallo que no logré arreglar con respecto al suero anterior, pero es lo de menos. Al ser humanos, su sistema es más complejo, pero conservaron sus instintos y sentidos desarrollados. Al tener un sistema nervioso más grande y desarrollado, comenzaran a sentir emociones más humanas y se acostumbrarán a costumbres, además de la diferencia de tamaño y musculatura.
-Tardaran un poco, pero se acostumbraran en unos días o semanas-. Dijo sonriente Moblit.- Además, la señorita Hanji no es mala persona, solo un poco desquiciada.
-Les enseñaré lo correspondiente con respecto a la anatomía humana y otros conocimientos básicos, como las medidas, el vocabulario general, como escribir y leer. Ese tipo de pequeñeces.
-¿Y por qué crees que accederemos a vivir contigo para ser tus conejillos de indias?
-Porque ya lo son-. Dijo ella ocultando sus ojos bajo sus lentes. Eren gruño con desconfianza y me apretó un poco en un abrazo protector. Con un ademán le indique que todo estaba bien y que me soltara, pero hizo caso omiso.- ¿Y bien? ¿Prefieren quedarse conmigo o que los largue a la calle en este estado? Mi intención no es lastimarlos ni nada por el estilo, al contrario, les daré todas las comodidades que necesiten. Trabajo como veterinaria para cubrir los gastos que implican mis investigaciones, y poco a poco voy avanzando. Les daré comida, refugio, calefacción, un lugar donde dormir e higiene.
-No suena tan mal-. Dije yo cruzándome de brazos.- Pero todo eso tiene que ser al precio de algo ¿Verdad?
-Eres bastante inteligente-. Dijo ella sonriente.- No les pido mucho, el gran cambio ya lo sufrieron. Simplemente les pido que se queden conmigo para que pueda estudiar sus reacciones de su mente y cuerpo con respecto al entorno. Les haré estudios.
- Y la otra opción es…
-Bueno, como todavía no hice un suero que los devuelva a su forma original, si no aceptan los dejaría en la calle así como están ahora. Se convertirían en vagabundos de la calle, pero esta vez humanos, lo cual empeoraría la situación.
-O sea que no nos queda otra opción más que quedarnos aquí-. Dijo Eren frunciendo el ceño.
-Exacto.
-Loca de mierda.
-Mañana podremos seguir hablando, por ahora vamos a dormir.
-¿Eh? Pero si hace unas horas nos levantamos por la mañana…-. Dijo confundido Eren.
-Durmieron dos días, mis queridos-. Si hubiera estado bebiendo algo, lo hubiera escupido.- Es casi media noche, ya les preparamos una habitación a cada uno.
-Me niego a dormir en habitaciones separadas-. Dije yo serio y cortante.
-¿Prefieres dormir con Eren?-. Preguntó algo confundida ella.- Pensé que preferirían cada uno tener su espacio.
-No dejaré a mi cachorro solo en una habitación a la merced de locas cuatro ojos-. Dije acariciando la oreja de Eren, el cual movía la cola frenético.- Siempre hemos dormido juntos, que ahora seamos repugnantes humanos no cambia el hecho.
-Está bien, pero por estos días deberán dormir en una cama de una sola plaza.
-Me da completamente igual-. Dije yo. Así, Moblit nos guió hasta una de las habitaciones donde dormiríamos. Él se acomodó en la cama y esperó por mí. No había dificultad alguna de estar con las luces apagadas ya que yo podía ver bien en esta. Fui con él y tímidamente me acomode entre sus brazos, acurrucándome en su pecho dejando que él me abrazara. Comencé a ronronear por la sensación de calidez que me embargaba hasta que me dormí plácidamente.
Bueno... ¿Les gustó? ¿Tomates? ¿Ladrillos?
HAHAHAH Nada que decir
Dejen review o mueran
Patatapandicornio
