Welcome to whatever this is...

Ni Harry Potter, ni El Mensajero de Corazones Rotos me pertenece.

He decidido empezar con este pequeño. Una clara interacción entre Harry y Draco. Tenía uno listo para comenzar pero este me pareció mejor idea. Lamentablemente, para los que no han leído The Heartbreak Messenger, esto será raro. No completamente loco, pero raro. Así que si no lo has leído te invito a hacerlo. Para los que estaban esperando este... ¡Hey! Lo prometido es deuda. Actualmente estoy trabajando en otro fanfic, de Naruto ni más ni menos, lo cual es un gran cambio. Espero que les agrade este bebé.

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De cómo confiar en alguien:

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Harry suspiró, jugando con sus dedos mientras sus manos descansaban sobre la mesa. Draco, frente a él, se apoyaba en el respaldo de la silla con los brazos cruzados, en una posición que gritaba a los cuatro vientos estoy aquí a la fuerza. A su alrededor, otros estudiantes los miraban con algo parecido a la expectación acompañada de un poco de miedo. Factible, teniendo en cuenta su historial. Pero vamos, era un poco exagerado, ellos nunca habían hecho una escena en público. Harry no quería que lo vetaran de ningún establecimiento de Hogsmeade.

-¿Recuérdame de nuevo por qué estamos aquí?

-Es sábado.- contestó simplemente, provocando que Draco girara los ojos.

-Tienes una gran habilidad para remarcar lo obvio.- dijo el rubio, Harry casi puso palpar el sarcasmo.- En todo caso ¿Qué te detuvo de traer a la comadreja y… su noviecita en vez de a mí?

-Ron y Hermione no están saliendo.- negó mirando fijamente a Draco, sin pasar por alto que el rubio evito llamar a la castaña "sangre sucia", pero logrando ocultar su sorpresa.- Están en la biblioteca haciendo los deberes de Historia de la Magia.

-¿Y tú no los estás haciendo porque…?- Harry solo sonrió ante la pregunta no terminada, lo que provocó que el rubio se quejara.- Es cierto, olvidé que rompiste con las gemelas la semana pasada… Por cierto, Slytherin se volvió un ajetreo esa noche, esas chicas son raras, pero pusieron cierto énfasis en la manera en que hiciste tu… trabajo.

Se sonrojó furiosamente, esperando lo que venía. El Slytherin se movió hacia adelante, inclinándose sobre la mesa.

-Debería darte vergüenza Potter. Jugando así con el corazón de dos pequeñas chicas.- dijo el rubio, apoyando una de sus manos en la frente, en un gesto dramático.

-¡Nunca había hablado con ellas!

-En todo caso.- interrumpió Draco.- ¿Cómo le haces con los Weasleys? Son tan parecidos-Harry iba a responderle que era la costumbre la que lo hacía diferenciarlos, pero Draco se adelantó.

-Es decir, son demasiados. No podría aprenderme tantos nombres.

-Eres increíble.- dijo, después de entender el mal chiste. Ya lo sé, le contestó Draco, y él no se enfadó porque sabía que el rubio lo había dicho como una broma y sin intención de insultar, como lo hubiera hecho años atrás.- No te recomiendo hacer ese tipo de bromas frente a Ron…

-¿Cuál broma?- preguntó Draco, con seriedad tal, que Harry estuvo a punto de creerle.

Lo miró por un segundo y sin poder evitarlo se echó a reír, siendo acompañado segundos después.

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-Entonces esto fue a lo que venimos

-¡Cállate!

-Y yo que pensé que al fin te habías rendido ante mis encantos…

Harry solo se sonrojó furiosamente, mirando a escondidas dentro de la tienda, a su última misión. Tras él, Draco seguía burlándose de la situación. Haciendo particular mofa de la manera en que Harry parecía aterrorizado con la situación. La nieve caía sobre ellos haciendo que el rubio se quejara y que el moreno se preguntara si valía la pena después de todo.

-Vamos, ya terminaste con uno de séptimo.- declaró el rubio, quitándole importancia.

-Una chica de séptimo, es diferente.- a lo que el Slytherin alzó una ceja.

-¿Éstas insinuando que las chicas son menos peligrosas?- Harry pensó en Marietta y pronunció un rotundo No.

-Entonces anda ve, no tengo todo el día.- el rubio comenzó a empujarlo para que entrara. Pero Harry no se la estaba dejando fácil. Suspirando derrotado, dejó sus intentos.- yo esperaré afuera si necesitas ayuda, lo cual pienso que sería absolutamente ridículo…- anunció mirando al ojiverde.

Harry, más confiado después de esa promesa, asintió y entró a la tienda. El Slytherin se quedó en su lugar, mirando con sorpresa la espalda del otro mientras se aproximaba al distraído estudiante, intentando adivinar lo que sus acciones significaban.

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Resultó que no solo las chicas estaban locas.

El chico en cuestión empezó a arrojarle objetos de la tienda al pelinegro, quién en un momento de incredulidad solo pudo cubrirse. Draco pensó de debería haber empezado a reírse, sin embargo, estaba tan confundido que hizo lo opuesto. Entró al establecimiento, le arrojó un Petrificus al chico en cuestión, tomó la solapa de la túnica del pelinegro y lo arrastró fuera de la tienda.

Cuando estuvieron lo suficientemente alejados, tan alejados como para que el dueño encontrara a un solo culpable, el rubio lo soltó. Harry, como era de esperarse, cayó pesadamente en la nieve, soltando un chillido por lo frío de la misma, a lo que Draco si pudo reír un buen rato.

El pelinegro pudo notar la tensión entre ellos mientras caminaban de regreso a Hogwarts, no queriendo ello decir que sabía el porqué. Observó al rubio, quién miraba al frente. Tenía una extraña mueca en la cara y el ceño un tanto fruncido. Harry se preguntó si se habría arrepentido de ayudarlo. Regresó su vista al frente, con el pequeño sentimiento de felicidad que había obtenido, muriendo lentamente en su estómago.

Ya podían ver los terrenos del castillo cuando el rubio se decidió a hablar.

-Potter… tu, um.- fue lo único que pudo pronunciar, antes de arrepentirse en el último instante, pero Harry no se lo iba a dejar tan fácil.

-¿Qué?- lo animó el pelinegro. Esperando que esa sensación de extrañeza se esfumara. El rubio lo intentó unas cuantas veces, para finalmente gruñir.

-¿Cómo… sabías que iba a quedarme?- Harry frunció el ceño ante la pregunta ¿Eso era lo que molestaba al rubio? Que él hubiera… Oh.

-No lo sabía.- se encogió de hombros, recibiendo una mirada extraña del ojigris.- Supe que te quedarías a ayudarme si era necesario y así fue.-la sorpresa en los ojos de Draco se le hizo un tanto cómica.

-Pero ¿por qué…? Después de todo…

-No lo sé, Malfoy.- Fue lo único que dijo, a lo que el otro solo regresó su mirada al camino frente a ambos.- Así es como funciona supongo.

-¿El qué?

-La confianza.- Harry lo miró.- Confié en ti, confío en ti.- dijo, y no pudo ver la pequeña sonrisa en la cara del rubio, porque Malfoy no lo estaba mirando.

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He aquí el primer drabble, espero no queden completamente horribles.

Quiero agradecer a MeimiCaro-chan, jess Granger s, Kamishiro Yuki, Emil K, Yumeatelier, mESTEFANIAb, sinideas, chiquita05, Xyori Nadeshiko y Kokoa Kirkland, que han dejado sus comentarios en The Heartbreak Messenger. ¡GRACIAS! De verdad aprecio mucho que se tomen la molestia de comentar y de verdad espero que les gusten estos drabbles, son para ustedes. Tambien gracias a los follows y favoritos, me hacen TAN feliz que puedo morir.

Si tienen alguna idea de lo que podría pasarle a Harry o desean verlo en una situación incómoda en particular, no duden en decirle, ya saben: dudas, sugerencias y críticas bienvenidas.

Estoy trabajando en el próximo drabble, les adelanto el nombre: De guardianes de la castidad.

Uh, espérenlo.

Donot:)