Estimados lectores, este Fic tiene un poco de cada historia que he leído. Espero que les guste y dejen Reviews. Es mi primera historia así que sean buenos, se aceptan críticas que sean con respeto o ideas y sugerencias, me interesa mucho que entre todos vayamos construyendo esta historia. ¡Disfruten!
La mayoría de los personajes son de E. L. James
15 de agosto de 2016
Punto de vista de Christian
Hoy comienza mi último año de preparatoria en la Escuela Privada de Bellevue, normalmente nada nuevo ocurre, la mayoría de los estudiantes vivimos en el área y nos hemos conocido en reuniones sociales a las que asistimos con nuestros padres, es decir, por doce años hemos visto prácticamente las mismas caras.
Soy un chico bastante introvertido, no me gusta hablar de mí, fui adoptado a los 4 años y, por las pesadillas y las marcas que tengo en mi cuerpo, no fueron los primeros mejores años, debido a ese trauma sufro de hafefobia. Para un joven hormonal de 18 años no es algo bueno, prefiero mi mundo privado a que alguien me toque por accidente. ¡Moriré virgen!
Mis padres son Carrick y Grace. Tengo un hermano mayor, Elliot, que está por terminar su carrera en MIT y una hermana menor, Mía, que está en segundo año de preparatoria. Mis hermanos también son adoptados, pero ellos eran recién nacidos, así que solo tienen buenos recuerdos. A pesar de todo me siento afortunado, los Grey me acogieron desde pequeño y no han hecho nada más que comprenderme y darme cariño, incluso cuando yo creía que no lo merecía.
Pasé por un estado de depresión cuando tenía entre 14 y 15 años, descubrí la bebida y algunas otras drogas ilícitas y por un tiempo me dieron un respiro al olvidar las horribles pesadillas y pensamientos que tenía, hasta que mis padres descubrieron que se perdían botellas de alcohol en casa y que mi mesada la estaba gastando en eso; me quitaron todo tipo de recursos, incluso estuve dos meses en una clínica de rehabilitación. Fue ahí que comprendí que no debía enfocarme en el pasado si no en el presente, en esta familia que me ama y respeta mis límites y me ayuda cada vez que los necesito. Gracias a mi familia salí de la depresión y la autodestrucción, estaba casi todo bien, excepto mi fobia, pero ya no me preocupaba, asumí que era algo con lo que tenía que vivir.
Cuando estaba por cumplir 16 años, tuve otro trauma. Mi madre me pidió que pasara a recoger unas cosas que estaban en casa de su "amiga" Elena Lincoln, a mi me quedaba cerca de la escuela, así que obedeciendo a mi madre fui. Cuando llegué a casa de la señora Lincoln ella solo llevaba puesta una bata de baño, se me hizo muy raro, me dijo que la acompañara a buscar las cosas que tenía en otra habitación, grande fue mi sorpresa cuando me llevó a una habitación roja, llena de látigos e instrumentos de tortura -aún se me enfría la sangre al recordarlo-, en ese momento se quitó la bata, pude ver todo su cuerpo desnudo, se me acercó para besarme. "No me toque… no me toque, por favor", fue todo lo que pude decir y salí corriendo a mi auto.
Al llegar a casa le conté a mis padres, mi papá llamó al señor Lincoln, fuimos a su casa y les mostré la habitación, llamaron a la policía y requisaron todo el lugar y encontraron fotos y videos de la señora Lincoln con jóvenes de más o menos mi edad. Yo no ví las fotos, pero mi padre dijo que la señora Elena torturaba adolescentes y que eso le daba placer.
La señora Lincoln sigue en prisión, tiene una condena de 50 años por pedofilia y mi padre, que es abogado, se las arregló para que no pudiera reducir la condena bajo ninguna circunstancia. Mi madre, que es pediatra buscó a cada uno de los niños de las fotos para hacerles un chequeo médico. Desde entonces mis padres y el señor Lincoln iniciaron una fundación llamada "Coping Together", que ofrece terapia a jóvenes víctimas de abusos sexuales y ayuda a padres con problemas de droga y alcohol -como mi madre biológica- para que se rehabiliten y ofrecerles un futuro mejor. Lo malo que todo eso no hizo más que aumentar mi fobia a ser tocado.
Estoy llegando a la escuela, mientras me estaciono veo a Ethan y a Kate. Ethan es el mejor amigo de mi hermano y su hermana es su amor platónico, es guapa, pero nada mi tipo, lo cual es bueno para la fraternidad entre hermanos. Durante la secundaria, por petición de Elliot, Ethan ha sido un escudo humano para mí. Va siempre atento a que nadie me toque por accidente o intencionadamente.
Bajo del auto y voy hacia ellos.
-Hola Kate, Ethan -hago un gesto con la mano, ellos saben de mi fobia y siempre han respetado los límites.
-Hola Christian -dicen al mismo tiempo, la diferencia es que Ethan no dicen nada más y Kate sigue hablando-. Puedes creer que este sea nuestro último año, por cierto ¿cómo está Mía?, ojalá pronto pueda venir a clases-. Mi hermana está con influenza, así que se perderá los primeros días de escuela.
-Sí -digo- en lo que se recupera soy su esclavo, así que mientras antes mejor.
Mientras vamos de camino a la oficina principal Kate muy emocionada le grita a una chica que está por entrar también.
-¡Ana!, ¡Ana!, por acá.
La chica se acerca con la cara enrojecida por la vergüenza de haber llamado la atención y noto que es guapísima con su melena café y unos ojos azules hermosos y saluda a Kate y a Ethan con un beso en la mejilla y un abrazo afectuoso. No puedo si no sentir celos de Ethan en este momento, que besó y abrazó a la chica como si nada.
-Christian, esta es nuestra amiga Anastasia Steele. Su padre está renovando todos los muebles en nuestra casa y luego seguirá con la boutique de mamá, se están quedando con nosotros ya que son de Montesano, así que Ana se transfirió a nuestra escuela, también es su último año. Ana, este es Christian Grey, nuestro amigo de Bellevue del que te hablé-. ¿Le habló de mí, qué le habrá dicho?
-Hola Anastasia, mucho gusto -y es todo lo que puedo hacer, como quisiera darle la mano a esta chica tan guapa, pero no puedo.
-Hola Christian -dice ella con una sonrisa sincera- por favor, llámame Ana, también es un gusto conocerte -nos quedamos mirando unos momentos, yo con ganas de no olvidar nunca su rostro hermoso y ella… ella me mira como si yo fuera un enigma, vaya, si supiera.
-Bueno, vamos por nuestros horarios -interrumpe Ethan- no queremos llegar tarde el primer día.
Entramos en la oficina principal y comparamos nuestros horarios. La primera clase es de Precálculo con Ana e Ethan, luego Literatura Inglesa con Ana. El tercer periodo es de Computación Avanzada con los tres y luego Ethan y yo tenemos Teoría de la Música. Tenemos una hora para almorzar y luego tenemos Ana y yo clase de Salud juntos, el sexto periodo tengo Fundamento a los Negocios Avanzado y la última hora es otra vez con los tres clase de Deportes.
Nos despedimos de Kate y nos vamos a nuestra clase de Precálculo. Me doy cuenta que Ana es igual de callada que Ethan y yo, eso me agrada, no es un silencio incómodo. Llegamos a la sala y yo como siempre me voy al fondo del salón y me siento en el asiento del rincón, es mi mecanismo de defensa para que nadie me toque de manera desprevenida por la espalda. Ethan y Ana me siguen, como siempre Ethan se sienta al lado mío y por primera vez, quiero que sea otra persona que se siente a mi lado. -Vamos Christian, no te hagas ilusiones, ni siquiera le puedes dar la mano para saludarla- pienso mientras Ana toma el asiento delante de mí.
Tocan el timbre y entra el profesor. Nos entrega los libros con los que vamos a trabajar, explica un ejercicio y nos da la hora para que resolvamos 10 ejercicios más, el que termina los entrega y queda libre el resto de la clase. Mientras el profesor explicaba yo resolví 5 de los ejercicios, y terminé de los primeros, siempre se me dio bien todo lo relacionado con números. Además, me apuré de más esta vez para observar a la pequeña chica sentada frente mí. En toda mi vida nunca me había pasado esto, querer sentir el tacto de alguien de verdad solo para ver qué se siente, menos observarla de esta manera, no entiendo qué me pasa, siento un cosquilleo raro en el estomago cuando la miro.
Disfruto de la vista cuando Ethan me interrumpe.
-Christian, ¿Qué resultado te dio la 3?
-23.
-Maldición, me da 25.
-Deja revisar -compruebo mi ejercicio y estoy seguro de mi respuesta- deja ver el tuyo -le digo y me doy cuenta de su error. Le explico qué hizo mal y corregimos el ejercicio.
-Gracias, Christian, esto de los números no se me da nada bien -me dice avergonzado.
-De nada, cuando quieras -respondo con una sonrisa. En eso Ana se da vuelta.
-Disculpa no quiero molestarte, pero veo que eres bueno con los números, ¿me puedes explicar una vez más el ejercicio 3?
-Sí, claro -contesto quizás demasiado pronto y con un entusiasmo mayor al necesario ya que sus mejillas se enrojecen. Tal vez ella también siente ese cosquilleo raro en el estomago, me pregunto.
Así transcurre la hora, explicándole a Ana y a Ethan, logramos terminar sus ejercicios justo antes de que termine la clase. Suena el timbre y salimos de la sala.
-¿Quieres que te vaya a dejar a tu otra clase, Christian? -pregunta Ethan. Siento mis mejillas un poco rojas, Ana va a pensar que no puedo caminar solo.
-No, estoy bien gracias, voy con Ana y así no te atrasas -digo mirando al techo avergonzado, sé que Ethan no lo hace con mala intención.
-Está bien -responde-, nos vemos luego, ve con cuidado -vaya, parece como si fuera un niño pequeño a punto de cruzar la calle solo por primera vez.
-¿Vamos? -le digo a Ana- yo me sé el camino.
-Sí, te sigo -dice tímidamente. Vamos Grey, aprovecha el tiempo, están solos.
-Si necesitas tutorías en precálculo yo puedo ayudarte, si quieres.
-No quiero ser una molestia.
-Sería un placer -digo casi sin pensar.
-Gracias -me dice una vez más con las mejillas enrojecidas- te aviso cuando podemos reunirnos. No quiero incomodar a los Kavanagh.
-Puede ser en mi casa.
En eso llegamos al salón y tocan el timbre, una vez más me voy al fondo, al rincón, Ana me sigue y esta vez se sienta a mi lado.
-Si a tus padres no les molesta, acepto tu ayuda -me dice aún más roja. Qué color más bonito el de sus mejillas pienso. Cálmate Christian pienso una vez más.
Entra la profesora y nos entrega el listado de libros que tendremos que leer durante el primer cuarto, conozco la mayoría de los libros por nombre, pero no los he leído.
-¿Te gusta la Literatura Inglesa? -me pregunta.
-No mucho la verdad, pero me falta este crédito para terminar con Inglés -veo que sonríe, qué sonrisa más bella.
-A mí me pasa eso con Precálculo- dice riendo. En eso habla la maestra.
-Para esta clase quiero que en esta hoja que les entregaré marquen los libros que han leído y luego abajo en el espacio en blanco, escriban un pequeño ensayo sobre cualquier tema que les haya llamado la atención en cualquier libro que hayan leído, no tiene que estar necesariamente en la lista. Deben comenzarlo ahora y entregarlo mañana. Además deben comenzar a leer el primer libro de la hoja que les entregué primero, dentro de dos semana haremos una actividad relacionada con la lectura.
Vaya, hay de todo en el listado, desde el Dr. Seuss a Shakespeare. Del listado de 25 marco 8, cuando miró a Ana, veo que ha dejado solo 2 sin marcar.
-Wow, esta vez creo que yo necesitaré ayuda- digo impresionado. Mira mi hoja y se ríe.
-Cuando quieras te enseño a leer, Grey -me dice en broma. Yo también me río, vaya que dulce sentido del humor.
Comenzamos a escribir nuestro ensayo hasta que termina la hora, tendré que terminarlo en casa, porque no me convence del todo, veo que Ana suspira mientras guarda sus cosas. ¿Qué la hará suspirar?
El resto de clases antes del almuerzo son más de lo mismo, pequeñas conversaciones entre medio, nada relevante, aunque se me hace difícil concentrarme pensando en esos ojos azules. Llega la hora del almuerzo, Ethan y yo nos vamos al casino, compramos nuestro almuerzo y buscamos a Kate y a Ana que tenían clase juntas.
-¿Qué tal si este fin de semana vamos al cine, el sábado?- dice Kate.
-Bien por mí -dice Ethan-, siempre que no veamos nada romántico -se me viene a la mente la imagen de Ana y yo sentados juntos, yo abrazándola mientras vemos la película y compartimos palomitas.
-Sí, vamos al cine -digo entusiasmado- Elliot viene este fin de semana y de seguro Mía ya está recuperada.
-Sí, ojalá -dice, Kate-. ¿Qué dices Ana?
-Este fin de semana viene un amigo de Montesano, si no les molesta que venga con nosotros no tengo problema -me tenso, ¿qué amigo?, quizás es algo más, pero me doy cuenta que no se puso roja cuando habló de él, en cambio cada vez que nuestros ojos se encuentran se sonroja. Me da un poco de esperanza.
-Claro que no es problema -dice Kate-. Bien todo arreglado, durante la semana nos ponemos de acuerdo.
Nos vamos a la siguiente clase, la tengo con Ana. Mientras vamos de camino al salón no puedo evitarlo y le pregunto.
-¿Quién es ese amigo que viene a visitarte? -lo digo quizás en un tono más brusco de lo que quería.
-Oh, José -dice sonriendo tiernamente, me tenso-. Es mi amigo de la infancia, nuestros padres son viejos amigos y José y yo pasamos mucho tiempo juntos, es mi mejor amigo -no digo nada más y no quiero escuchar más, qué rayos me pasa. Vamos Grey, recién la conoces, no esperes ser el centro de su universo.
-¿Ethan es tu mejor amigo? -me pregunta.
-No, bueno, sí -titubeo- es el mejor amigo de mi hermano, lo conozco hace tiempo, pero yo soy un poco reservado, él me ayuda… con algo -digo avergonzado-, es un buen amigo en todo caso.
-Ya veo, no puedo esperar a conocer a tus hermanos el sábado, Kate habla muy bien de los hermanos Grey -dice sonriendo.
No aguanto más y mientras entramos al salón y me dirijo al fondo, como siempre, le pregunto.
-¿Es tu novio, verdad? José -digo casi indignado.
-¿¡Qué!? No, él es como mi hermano, además… -no dice nada, algo iba a decir y cambió de idea- nada, no importa, ya lo verás tú mismo el sábado -luce avergonzada.
-Lo siento -le digo- no sé por qué pregunté de esa manera, no es de mi incumbencia.
-No pasa nada.
Entra la enfermera que da la clase de salud con una caja en la mano, la deja sobre su escritorio y vuelve a salir, vuelve rápidamente con otra caja.
-Bien clase, los primero que vamos a hacer en este periodo es hablar de reproducción -vaya mi suerte, pienso, justo con la primera chica que encuentro atractiva me pasa esto, miro de reojo a Ana y está más roja de lo que la he visto en toda la mañana, bueno, por lo menos es incómodo para ambos-. Hoy veremos cómo se hacen los bebés.
La siguiente hora la pasamos viendo un video de cómo Pepito y Pepita se conocen, se van a la cama y luego un espermatozoide se va nadando al óvulo… blah, blah, blah…. Cuando termina el video la enfermera nos dice que mañana empezaremos a tomar conciencia de la reproducción.
Tocan el timbre y salimos de la sala. Ana y yo nos miramos y ambos nos reímos con una risa nerviosa, vaya que incómodo.
-Nos vemos en Deporte -le digo- ¿sabes llegar a tu próxima clase?
-Sí, Kate me marcó cómo llegar en el mapa de la escuela.
- Bien, nos vemos.
La siguiente hora pasa lentamente, muy lentamente, me gustan los negocios, eso quiero hacer en el futuro, adquirir empresas y mejorarlas para sacar ganancias, pero hoy, lo que más quiero es ver a Ana, aún no entiendo qué me pasa este día, y la manera que reaccioné al escuchar de su amigo. Creo que llamaré a Elliot apenas pueda, necesito un consejo.
Cuando al fin termina esta hora me voy a los vestidores a ponerme mi ropa deportiva, Ethan ya está ahí a medio vestir. Me espera y salimos juntos al gimnasio. La veo entrando por la puerta y contengo la respiración, lleva unos shorts y una camiseta ajustada de deporte, puedo ver sus piernas delicadas y la forma de sus pechos, no puedo apartar la vista. Afortunadamente me distrae el silbato del profesor.
-Chicos, a la pista de correr. Darán cuatro vueltas, cuando terminen harán 40 abdominales, al terminar pueden descansar.
Comenzamos a correr los cuatro juntos, yo soy un poco más rápido que ellos pero trato de ir más lento para observar a Ana y su figura esbelta, sus caderas son perfectas, ¿cómo se sentirá su piel suave en mi mano...?, y esta vez siento cómo se endurece mi entrepierna. Vaya, ¡cálmate Grey!. No puedo concentrarme.
-Voy a apurarme un poco -digo a Ethan para distraerme y no me vean excitado.
-Okay, trataré de seguirte.
Mientras me apuro trato de ajustarme un poco la erección, con pantalones deportivos se nota mucho, vaya, nunca me había pasado algo así, en un par de oportunidades chicas se me han insinuado y no eran feas, pero nunca me llamaron la atención y siempre Ethan ha estado para que no se me acerquen mucho, no puedo creer cómo he reaccionado.
Termino las 4 vuelta y hago los 40 abdominales, cuando voy terminando llega Ethan.
-Hey Christian, volaste, no pude alcanzarte -dice jadeando.
-Lo siento, olvidé que venías detrás. ¿Las chicas? -pregunto.
-Les debe quedar una vuelta aún, ya sabes que Kate no le gusta correr y seguro Ana la espera.
Ethan hace sus abdominales y nos vamos a sentar a las gradas, en eso vemos que llegan las chicas y hacen sus abdominales. Una vez listas se dirigen a las gradas con nosotros.
-Ethan -dice Kate con cara pícara cuando están cerca- recuerdas el año pasado cuando teníamos salud y nos tocó juntos y la enfermera repartió condones para todos.
-Desgraciadamente sí recuerdo Kate, no hay nada peor que ver un video de cómo se hacen los bebés con tu hermana menor- dice Ethan mirándome con asco. Ana y yo nos reímos.
-¡Hey! Menor por 3 minutos solamente, pero sí que asco -seguimos riéndonos Ana y yo, recordando lo incómodo de la clase de enfermería.
El profesor toca el silbato una vez más y da por terminada la clase. Nos vamos a los vestidores y nos cambiamos de ropa. Salimos al pasillo a esperar a las chicas. Cuando por fin salen nos dirigimos a los estacionamientos. Me despido de los tres con un gesto de la mano y me subo a mi auto. Veo que Ana sube al auto con Kate e Ethan, enciendo mi auto y me voy. Debo conducir 20 minutos aproximadamente para llegar a mi casa, para utilizar el tiempo pongo mi celular en manos libres y marco a mi hermano.
-Hola hermanito, ¿qué tal el primer día? -dice mi siempre entusiasta hermano mayor.
-Bien Lelliot -nos reímos. Cuando pequeño no diferenciaba entre Elliot y Lelliot y lo llamaba así-. Te llamo porque hoy me pasó algo…
-¿Qué pasó, Ethan dejó que te tocara alguien? Él sabe que no, ya hablaré con él, no te preocupes -vaya que alterado, Ethan debe tenerle miedo, por eso me cuida tanto.
-No Elliot, escucha, conocí a una chica, es amiga de "tu Kate" e Ethan.
-Bien y, qué pasa.
Silencio de mi lado…
-Christian qué pasa, me estás asustando.
-Elliot, creo que me gusta.
Silencio por su lado...
-Hermano estás ahí, no me dejes hablando solo.
-Aquí estoy, a ver, dime, ¿por qué crees que te gusta?
-Porque no dejé de pensar en ella en todo el día y cuando estaba con ella, no podía apartarle la vista y luego en Deporte…- bacilo un poco antes de seguir- ella llevaba unos shorts y una polera ajustada y bueno… ya sabes, lo que le pasa a un chico… -maldición, espero que mi hermano me tome enserio y no se burle.
-Bueno Christian, si te gusta y quieres progresar con ella quizás deberías empezar por decirle lo de tu fobia e ir avanzando de a poco, ya sabes que a las chicas les gustan los abrazos y esas cosas y a la edad de ustedes ya están grandes para tener intimidad, lo mejor es que seas sincero.
-¿Y si encuentra que estoy loco? -digo con miedo.
-Bueno hermano, debes correr el riesgo si de verdad te gusta, nada nos haría más felices que verte compartir tu vida con alguien.
-¿Vendrás el fin de semana verdad? -pregunto antes de que diga algo más incómodo y es que mi familia también piensa que tendré una vida célibe-, si vienes la conocerás, Kate está planeando una ida al cine.
-Si mi Kate está planeando una ida al cine, no me lo pierdo por nada, hermanito. Nos vemos el viernes por la noche y hablamos, ya sabes que puedes llamarme siempre.
-Gracias Lelliot, nos vemos. Hablamos.
Creo que mi hermano tiene razón, seré sincero con Ana, se ve que es una chica inteligente, no creo que me juzgue.
Llego a casa a eso de las 2:30, mamá y papá están trabajando así que me voy directo a ver a mi hermana, entro a su cuarto y veo que está dormida, salgo sin meter ruido para no despertarla. Me voy a mi dormitorio y enciendo mi computador, busco en Facebook Anastasia Steele y ahí está sonriendo en su foto de perfil y sale abrazando a un hombre de unos 40 años, seguramente es su padre. Me armo de valor y le envío una solicitud de amistad. Apago el computador y comienzo a hacer mis tareas. Cuando termino voy a ver a Mía.
Mi hermanita está viendo una película en Netflix y llora como si fuera un funeral, sonrío tiernamente cuando la veo en ese estado.
-¿Cómo estás pequeña? -le digo.
-Mejor, hoy solo me duele un poco el cuerpo y tengo mucho sueño -dice mientras se limpia las lágrimas.
-¿Qué ves?
-Home, de Rihanna y James Parson, vela conmigo.
Me tiro al lado de ella en la cama. Estoy más concentrado en no pensar en Ana que en la película, que es de monitos por cierto.
-Oye Mía, el sábado Kate quiere ir al cine, irá ella, Ethan, Elliot, Ana, José, tú y yo, ¿qué te parece?
-Sí, me mandó un mensaje para contarme, Lily también va -no me gusta Lily, siempre me come con la mirada y me intimida, además no es guapa- ¿Quiénes son Ana y José? -interrumpe Mía mis pensamientos.
-Ana es amiga de Kate e Ethan, la transfirieron de Montesano y es su último año. Cuando vuelvas a la escuela la conocerás, es muy simpática tenemos varias clases juntos, -trato de decir indiferente-. Y José es amigo de Ana -digo un poco resentido.
-Que bien, espero que mamá me deje ir pronto a clases llevo una semana sin ver el sol.
-Mía, ¿puedo preguntarte algo?
-Sí, claro.
-Si le gustaras a un chico, cómo te gustaría que se acercara a ti.
-Me gustaría que fuera él mismo cuando este conmigo y que tuviera detalles como abrirme la puerta, etc, y quizás que me lleve regalos peluches, flores, chocolates, ya sabes, cosas que me hagan recordarlo, que sea atento conmigo.
-Atento, detallista, ser tú mismo, bien. Gracias Mía.
-¿Por qué preguntas, te gusta un chico?
-Mía, que no soy gay.
-Solo me aseguraba -ríe.
-Pero por qué preguntas.
-Solo curiosidad, hermanita.
Nuestra madre se asoma por la puerta para ver cómo estamos y me dice que la cena está casi lista y que papá está por llegar, así que voy a lavarme las manos, luego bajo a buscar una bandeja con la cena para mi hermana y vuelvo a sentarme a la mesa. Recuerdo las tutorías de Precálculo.
-Mamá, papá, hay una chica que necesita ayuda en Precálculo, yo me ofrecí a ayudarla, ¿puede venir aquí? -Ambos se miran incrédulos, mamá habla primero.
-Claro hijo, qué bien que ayudes a tus compañeros -dice con entusiasmo-, ¿cuándo vendrá?
-No lo sé aún, apenas empezamos así que puede que sea la otra semana o no lo sé, les aviso.
Seguimos hablando de cosas pequeñas, un poco del trabajo de ambos, cuando estamos por levantarnos de la mesa, me acuerdo de lo que dijo Mía.
-Mamá, te molesta si mañana corto unas flores del jardín, son para un proyecto -le digo esperando sonar convincente.
-Claro, cariño, las que quieras.
-Gracias mamá. Iré a correr un poco y luego me iré a dormir.
Me gusta correr en las tardes cuando el sol comienza a esconderse, así me siento cansado y puedo dormir un poco más en la noche, que generalmente es muy corta, suelo tener pesadillas horribles que no me dejan dormir, normalmente me voy al cuarto de Mía y me acuesto en el suelo para seguir durmiendo un poco más, sabiendo que hay alguien más en la habitación, y si está Elliot me voy a su dormitorio.
Termino de correr, me doy una ducha, me pongo pijama y reviso el computador antes de acostarme, Ana aún no acepta mi solicitud de amistad. Me acuesto, lo último que recuerdo antes de dormirme son unos ojos azules que me miran y que ven mi alma llena de miedo.
