¡Hola! ¡Estoy acá con una nueva historia! (para quién me conoce)

Me presento para los que no saben quien soy: soy Jeffy Iha, no soy nueva en FanFiction ni tampoco en el fandom, aunque antes acostumbraba a escribir SasuHina, hoy vengo con un SasuSaku, algo tristón.

Disclairmer: Naruto no me pertenece.

Notas: este One-Shot está escrito en un mundo alterno y lo hice pensando en la personalidad de Sasuke durante la saga de La Cumbre de los Kages (o algo así) donde, todos pudimos notarlo, no tenía todos lo caramelos dentro del tarro.

Ahora sin hacerlos esperar más, ¡a leer!

/

Las cosas no iban bien, para nada.

Él se iba siempre muy temprano –sin saludarla- pero ahora volvía cada vez más tarde.

Ella no lo notaba irse pero lo esperaba a la vuelta, despierta, aunque fuese de madrugada.

Él trabajaba todo el día (o eso ella quería creer), trayendo sustento para la casa.

Ella sólo se concentraba en ser una buena esposa y una excelente ama de casa, manteniendo su hogar limpio y ordenado para cuando su marido volviese.

Un día, él, acostándose con una compañera de trabajo, creyó verla ahí a su mujer en vez de la otra.

Otro día, ella, limpiando su casa como de costumbre, tiró por error una fotografía en la que salían los dos y sintió lástima por el marco, que era muy bonito pero se había roto.

De repente a él le dieron ganas de abrazarla durante la noche, mientras dormían. Y lo hizo, sin pensarlo mucho más. Cuando ella sintió que era rodeada por los brazos de él, por acto de reflejo se alejó, como si su tacto quemar; y pensó que hasta hace no mucho tiempo había deseado dormir así siempre.

Ellos estaban extrañados, sorprendidos y hasta aterrorizados por su propio comportamiento.

Él porque nunca la había querido, ni como amiga. Se puede decir que se casó con ella porque su padre lo estaba presionando para que continuara con el legado familiar y entonces la eligió, ya que era más fácil conseguirla a ella que a otro (aunque podía), y porque tampoco le interesaba la idea del matrimonio.

Ella porque desde que tenía memoria lo había amado profundamente, y cuando se casó con él se sintió la mujer más feliz del mundo. Y aunque sabía que era por cumplir el capricho de su suegro, lo había dado todo. Y dejado también. Recordaba que su sueño (además de casarse con él) era ser médica, pero lo abandonó.

Él cada día sentía que pensaba más en ella. Y ella creía que cada vez le importaba menos él.

Se suponía que eran marido y mujer, pero él de marido no tenía nada y ella de mujer nada más podía dar.

/

Pasado un tiempo, a él se le cruzó por la cabeza una idea, una extraña idea, que posiblemente sería la respuesta al por qué de su reciente cambio de comportamiento para con ella. La respuesta de por qué ahora quería llegar a su hogar más rápido y saludarla al entrar, o por qué quería abrazarla de noche.

Sin embargo, lo dejó pasar, se dijo que era una estupidez y se concentró en otra cosa.

Pero no pasó lo mismo con ella, a quién también se le había cruzado una idea parecida que podía resolverle todos lo problemas. Como por ejemplo, por qué ahora no quiere ni verlo, o por qué cuando él intentaba acercársele lo rechazaba y además, deseaba decirles unas cuantas palabritas que antes ni las hubiera pensado.

Y entonces ella tomó una decisión.

/

Cuando él llegó a casa esa noche ella no estaba, pero en su lugar había una nota, escrita a mano, que se despedía, para siempre. Y en ese instante sintió un gran vacío, cosa que nunca padeció antes.

Porque ella se dio cuenta de que lo odiaba.

Y él había aprendido a amarla.

Fin.

/

Gracias por haberlo leído, espero que les haya gustado.

¡Nos vemos en otra!

Atte:

Jeffy Iha