Me animas cuando más lo necesito.

Piers no está seguro, pero, cada vez que las fuerzas le fallan, bastan unos segundos para que su capitán se le acerque corriendo y, tras una punzada, su vista deje de estar emborronada.


Somos compañeros hasta el final.

Sheva no puede dejar solo a Chris, si bien ha demostrado ser el mejor compañero y agente de todos (a diferencia del equipo Delta, él no la subestima y protege a cada momento), también hay cierta debilidad en sus ojos de superhéroe.


Fuimos compañeros.

Cuando Wesker estuvo a punto de romperle las costillas a Chris, Jill no lo pensó ni dos veces, se arrojó hacia su antiguo capitán y contra todo pronóstico, les salvó.


¡Bienvenida a bordo, forastera!

Leon ha sido llamado "forastero" un millón de veces, todas y cada una de ellas con desagrado y odio. Pero él sonríe mientras se lo dice a Helena, intenta que se sienta como en casa cuando no son más que un par de intrusos atrapados.


Estoy acostumbrada a estar sola.

Abrazando sus rodillas, Sherry se muerde el labio. Ninguno de sus padres pudo pasar mucho tiempo con ella, pero William le regaló un collar con su amado virus-G (el trabajo de toda su vida), y Annette le otorgó la vacuna. Sherry, sin embargo, solloza en silencio mientras observa su foto familiar. Apretándose el cuerpo lleno de anticuerpos.


Eres el único que puede salvar el mundo.

Jake rueda los ojos por enésima vez en el día, ¡salvar el mundo! Grandioso. Como si quisiera hacerlo. ¿Y quién lo salvará a él? ¿Lo salvará su súperchica? Las cosas que se han de hacer para ser romántico hoy en día...


Nadie me podía superar, hasta que llegaste tú.

Wesker aprieta los dientes, ¡no tiene ningún sentido que un mocoso de dieciséis años lo supere! Es desordenado y descuidado, ¿cómo puede ser mejor que él? Le mira con semblante enojado hasta que nota algo que le gusta del joven Birkin: su sonrisa ambiciosa.


No es una amenaza.

El color rojo, de la buena suerte en China, le cubre las piernas y remarca sus curvas. Mientras se va a acercando a Leon, Ada siente como el aire se le escapa, pero no tiene miedo. El policía nunca será una amenaza para ella.


Soy Claire Redfield.

La pelirroja carga su apellido con orgullo. Lo pronuncia enfrente de cada persona que conoce. Es la promesa no verbal de que su hermano siempre estará con ella. Es la palabra grabada en su piel que le recuerda que son ellos dos contra el mundo.


Es una reacción natural.

Aunque el capitán de los S.T.A.R.S. intentó sonar agresivo, no funcionó. Se limitó a estirar la mano para recibir de vuelta sus gafas, alegando que las lágrimas eran una reacción natural. Sin sus lentes de sol no sentía ganas de fruncir el ceño ante Redfield.