Disclaimer: Los personajes del Potterverso son de J.K Rowling. Esta historia participa en el Reto Temático de Febrero de La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Este fic ha sido beteado por Adhy Rosier Moon.


"Una inteligencia sin límites es el mayor tesoro de los hombres". Ravenclaw. Pero, ¿qué significa realmente ser Ravenclaw?

Podría parecer que la inteligencia era su insignia. Ser sabio y tener una mente despierta y dispuesta a aprender, sus señas de identidad. Pero de ser así, gente como Hermione Granger sería Ravenclaw.

También podría decirse que hay que ser creativo y lógico para pertenecer a esa casa. Cierto es, pero tampoco basta con eso para pertenecer a la casa azul y bronce.

Sobre todo esto reflexionaba Padma Patil en la orilla del lago. No entendía por qué ella había sido seleccionada para la casa de las águilas y su hermana gemela para la casa de los leones.

Oh, sí, Parvati era una auténtica Gryffindor. Era la menos tímida de las dos gemelas. La que menos miedo tenía de todo, la que primero entablaba conversación con extraños. Padma jamás había tenido necesidad de salir de su caparazón, iba a remolque de su gemela en ese sentido. Su hermana era una auténtica leona.

Pero ella, ¿era una auténtica águila? Le gustaba leer y sentía curiosidad por saber cómo funcionaban las cosas. Era inteligente y mucho más intuitiva que Parvati para los hechizos. Era de las que reflexionaba antes de actuar, evaluaba la situación antes de decidir qué era lo que había que hacer. Usaba la lógica, antes que las corazonadas. Pero, ¿la definía eso como una auténtica Ravenclaw?

Se sentó mirando al lago. Jamás había tenido problemas con sus clases y sus notas eran mejores que las de su hermana. Pero seguía sintiendo que había algo más por lo que el sombrero la había enviado a la casa de la sabiduría. Suspirando, volvió al colegio.

A lo lejos, vio el fantasma de su casa. Helena Ravenclaw, la dama gris. Sabía su historia. Sabía que en el colegio nadie se había preocupado por saber la verdadera historia de Helena, pero ella sí. Sintió afinidad por ella desde el primer momento, pero sin saber por qué.

- Hola, joven Patil- la voz de Helena era suave y calmada.

- Buenas tardes, Helena- Padma jamás se refería a ella como Dama Gris, usaba su nombre.

- Hay algo que te atormenta.

No le preguntó cómo lo sabía. Aunque fuera un fantasma, Helena era la hija de Rowena, era sumamente inteligente y percibía bastante bien los estados de ánimo de la gente.

- No sé…- se mordió el labio. ¿Cómo explicar que no sabía por qué estaba en la casa en la que estaba?

- No sabes por qué perteneces a la casa de Ravenclaw.

Padma solo asintió.

- Reflexiona sobre ello, joven Patil. En el fondo de ti misma, lo sabes.

Helena desapareció y Padma subió a la torre de Astronomía, para ver atardecer. Se sumergió en sus recuerdos, de su infancia, de sus primeros años en el colegio. Parvati siempre rodeada de niños, ella de libros. Solo salía a jugar cuando su hermana la obligaba.

"Parvati 2" era como se la conocía. Eso la hizo sonreír. En su casa no era "Parvati 2" ni la gemela de Parvati. Era Padma. Era eso, por eso el sombrero seleccionador la había puesto en Ravenclaw. Porque ella ya estaba preparada y dispuesta a averiguar quién era. Parvati estaba muy cómoda en su identidad gemelar, pero Padma no.

Padma tenía curiosidad por saber qué se sentía siendo ella sola. No es que quisiera renunciar a su vínculo gemelar, pero sí que quería sentir que era ella y no un apéndice de Parvati.

Era una verdadera Ravenclaw porque aparte de ser inteligente y lógica, aparte de tener una mente despierta, Padma era curiosa y le gustaba experimentar. Y sobre todo, estaba dispuesta a ir más allá de sus propios límites para descubrir que se sentía siendo Padma Patil.