Hola hola, pues este inicio de año la verdad eh regresado a Fanfiction con muchas ideas nuevas y me eh actualizado un muchísimo en cuanto a historias se refiere, encontrando que a parte de la HERMOSISIMA pareja Ron/Hermione, la pareja Scorpius Rose se ha convertido en otra de mis grandes favoritas… entonces vagando por el fandom me eh encontrado con esta maravillosa historia que si bien es corta (solamente 4 capítulos), es realmente buena.
Originalmente está en inglés por lo que me di a la tarea de pedirle permiso a la autora (tal y como debe ser, porque siempre hay que respetar el maravilloso trabajo de los autores de los fics) y muy amablemente me dio permiso de traducir su obra.
Entonces sin más preámbulos les dejo con este maravilloso Fanfiction titulado
Excuses de la autoría de GraeLiars
A continuación la nota original de la autora del Fanfiction.
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Ahoy hoy! Esta es la primera de una historia en cuatro partes acerca de una pareja deliciosamente destinada a estar juntos. Realmente no me gusta esta primera parte, pero es algo así como la parte que le da forma al resto de la historia. ¡POR FAVOR NO LA DESECHEN TAN PRONTO!, prometo que las cosas se pondrán mucho más interesantes, así que por favor no deserten de ella a la primera. :)
Esta primera parte es desde la perspectiva de Rose, pero irá cambiando entre la perspectiva de ella y la de Scorpius en cada capítulo.
NOTA: Cuando digo que son Excusas que ellos mismos se dan para dormir juntos, me refiero a solo dormir… al menos por ahora…
Bueno, Creo que eso es todo. Por favor dejen un review- Adoraría saber que es lo que piensan.
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Excusa 1: El me necesitaba…
Rose no podía creer su suerte. O la severa falta de ella. No solamente tendría que ir al lanzamiento de la más nueva exhibición de Historia de la Magia que se llevaría a cabo en Londres, sino que tendría que hacerlo con uno de sus colegas menos favoritos. En una noche de viernes.
Genial.
Rose había escuchado historias de los miembros de su familia desde que nació, por lo que ahora (a pesar que tenía un gran respeto por cada una de ellas), resultaban un poco viejas después de haber sido contadas tantas veces. Y a sus 23 años, Rose ciertamente las había escuchado infinidad de veces.
Originalmente vendría (involuntariamente) como una representante del ministerio con su colega, pero tan pronto como los organizadores habían descubierto que asistiría, la habían ascendido al rango de 'Invitada' con un invitado extra. Esto simplemente había puesto el dedo en la llaga, ya que además se veía obligada a escuchar una breve reseña de los heroicos cuentos de sus seres queridos (claramente exagerados al punto de resultar bastante embarazosos). Realmente siempre que alguna historia venía de la pluma de Rita Skeeter, era una garantía de rayar en la ridiculez excesiva.
Y la cereza en el pastel era el hecho de que había tenido que asistir con Scorpius Malfoy, dicho sea: el colega menos favorito de Rose.
Pero el hecho de que no fuera su colega favorito, no quería decir que fueran enemigos; por el contrario, él era el mejor amigo de su primo Albus desde que estaban en tercer año en Hogwarts. Aun dando por sentado que en realidad él y Albus no se habían vuelto súper unidos desde un principio, y de hecho al principio actuaban como si fueran archienemigos —Rivalidad que para asombro de muchos, fue iniciada por Albus y no por Malfoy. Albus y Malfoy estuvieron durante los primeros años envueltos en una exagerada competencia para demostrar sus habilidades tanto en el Quidditch como en las clases.
Hasta que en tercer año habían tenido una acalorada pelea que había terminado en golpes después del primer partido del Sábado, enviándolos a ambos directamente a detención con el Profesor Longbottom. Para sorpresa de todos, cuando salieron de su castigo actuaban como si fueran amigos de toda la vida. Aun mantenían esa rivalidad Slytherin-Gryffindor, pero ahora era algo más fraternal. De alguna manera, Albus había sacado ese lado relajado de Malfoy, y las bromas 'anonimas' que ocurrían en Hogwarts se habían vuelto más retorcidas y astutas desde que Malfoy se había unido al grupo de amigos de Albus.
De hecho, ahora que realmente pensaba en ello, Rose llevaba casi la mitad de su vida de conocerlo. Y aun así no lo consideraría como un amigo.
La relación entre Rose y Scorpius siempre fue tensa. Nunca habían sido particularmente amigables el uno con el otro. Él a menudo se comportaba de manera sumamente educada con ella, y siempre la trataba con sumo respeto. La felicitaba por sus logros, pero siempre de manera superficial, como si fuera algo que estaba programado para decir. Cuando solía mirarla, lo hacía con tanta indiferencia que Rose ni siquiera sabía para que se tomaba la molestia. Algunas veces murmuraba comentarios algo severos hacia ella, pero en otras ocasiones se comportaba como todo un caballero, e incluso la hacía reírse. El año pasado le compró flores para su cumpleaños, pero cuando se las entregó lo hizo con tanto desinterés que Rose no supo cómo tomarlo.
Recordaba perfectamente como él había caminado hacia su oficina, y tocado la puerta educadamente con aquel ramo en la mano. Dejó caer la tarjeta sobre el escritorio, y le entregó las flores directamente.
—Feliz cumpleaños Weasley—le dijo mientras ella tomaba las flores, y después salió abruptamente. Apenas le había dedicado una mirada y su voz definitivamente había sonado sin emoción alguna.
Ni siquiera le había llamado Rose.
Aquella fue una experiencia desconcertante. Era verdad que ella una vez le había regalado algo para su cumpleaños (una linda corbata de seda que jamás le había visto puesta) pero eso era porque ella le daba regalos a todos en la oficina por sus cumpleaños. Malfoy en cambio, quien era un hombre bastante bien económicamente, nunca gastaba un sickle en el regalo de nadie.
Así que en lugar del 'Feliz cumpleaños' que se suponía que debería tener, había tenido uno absolutamente confuso que de tanto pensarlo la dejó en un estado tan agotado y precario que ni siquiera tuvo ganas de salir con las chicas por unos tragos. Y todo por las malditas flores de el hombre más impasible que haya pisado la faz de la tierra.
Pero su indiferencia y su desinterés no eran las cosas más frustrantes de la personalidad de Malfoy. No, la cosa más insufrible que Malfoy tenía el hábito de hacer era esa sonrisa de autosuficiencia.
Esa exasperante sonrisa de autosuficiencia que él le dedicaba cuando ella hacía algún comentario. Era una visión tan indescifrable que la desarmaba. Realmente no sabía si eso era lo más cercano a una sonrisa que era capaz de exhibir (a fin de cuentas era un Malfoy), o tal vez encontraba todo lo que ella comentaba estúpido o de alguna manera auto incriminatorio. Pero algo que Rose tenía por seguro, era que él la hacía frustrarse más allá de lo imaginable. Parecía capaz de leerla completamente sin siquiera realmente conocerla. Ella, por el contrario, ni siquiera podía interpretar si sus saludos eran sinceros o no.
Si, Scorpius Malfoy era su colega menos favorito porque a ella no le gustaba estar cerca de gente que no podía leer. Especialmente cuando tenían cabello rubio, ojos grises y una mala reputación. Y él estaba anotado en la lista como su 'invitado extra'.
Su.
Invitado.
Extra.
Esto era verdaderamente vergonzoso.
Entonces, aquí estaba ella, junto con Scorpius Malfoy (Su Invitado Extra), mientras él tan indiferente como siempre, le traía una copa de champagne. El único punto mediamente satisfactorio, era que él lucía aun más reacio a estar en ese lugar de lo que ella estaba.
—Toma Weasley—le dijo cuando le entregó la copa, antes de revisar su reloj plateado de bolsillo de una manera no muy discreta—¿Cuánto tiempo falta para que esto termine?
—Ni siquiera ha iniciado propiamente—le respondió en voz baja, mirando a su alrededor el salón lleno de obras de arte inspiradas en eventos de la Gran Guerra. La mayoría de ellas era tan interesantes como cualquier retrato de metro y medio 'no autorizado' sobre tu Tío y tu Papá lo podrían ser. Y algunos retratos de su madre eran, bueno, algo que rayaba en lo desagradable (Realmente dudaba que su madre—La verdadera Hermione Wesaley—alguna vez haya usado una falda así de corta, o una blusa así de corta y… ajustada). Rose comenzaba a arrepentirse de haberse registrado oficialmente en la lista de invitados. Esto era humillante.
Repentinamente fue sacada de sus cavilaciones por una corta risa nasal proveniente de su acompañante. Al principio pensó que era un comportamiento muy poco propio de Scorpius, y se preguntaba porque cosa en el planeta tierra Scorpius se había reído por la nariz. Entonces dirigió la vista hacia lo que él había estado observando. Era una enorme pintura de dos metros veinte de su tío Harry peleando contra Voldemort.
Enfundado en una armadura.
Con palomas volando detrás de él.
Mientras él defendía a los desamparados alumnos de Hogwarts.
En un Unicornio.
Rose no pudo resistirse una carcajada, pero rápidamente se cubrió la boca para evitar que continuaran mirándola de manera extraña. Sonrió a la gente disculpándose antes de regresar a su apreciación artística de la pintura. Era algo atroz. De nueva cuenta se le escapó un sonido estrangulado de la carcajada que se estaba obligando a reprimir, debido a que no quería entrar en un ataque de risa. Miró hacia Malfoy que tenía una ceja levantada, con aquella expresión que reservaba para cosas que consideraba patéticas. La verdad en esta ocasión ella estaba de acuerdo: la pintura era extremadamente patética.
—Me pregunto cuanto habrá costado—dijo la pelirroja intentnado entablar una conversación con el hombre que estaba parado junto a ella. Y funcionó.
—¿Y se puede saber por que te importa?—preguntó él sonando soprendido y disgustado—¿No estarás realmente considerando comprarla, verdad?
—No lo sé—dijo Rose encogiéndose los hombros y entonces examinó la mirada en el rostro de tío Harry nuevamente (Era una mirada de determinación pura, con una pizca de heroísmo romántico de las novelas baratas)—Casi valdría la pena pagar su extravagante precio sólo para presenciar la cara de mi tío cuando la vea.
Scorpius pareció compartir su visión y entonces esbozó una sonrisa de autosuficiencia—si, su característica sonrisa de autosuficiencia— y dejó escapar un sonido estrangulado debido a que evidentemente se estaba conteniendo la risa. Sin embargo simplemente le dio un sorbo a su copa, negó levemente dándole una ultima mirada al cuadro y siguió con el recorrido. Rose se quedó un poco más observando la obra. Era como observar un choque de autos, horrible, pero extrañamente hipnotizante. Sacudiéndose los bizarros pensamientos dio también una última mirada y siguió con el recorrido.
La mayoría de lo que restaba de la exhibición era tanto graciosa como insultante. Fotografías de la madre de Rose en los brazos de su padre mientras se defendían de varios mortífagos—Rose estaba segura que su madre estaría indignada ante esta imagen, después de todo, Hermione Weasley era más que capaz de cuidarse a sí misma. Otros de los miembros de su familia, incluidos sus abuelos, tíos, tías, y el Profesor Longbottom, estaban presentes en las obras. Sin embargo notó que ahí no había ni una sola pintura de los Malfoy. De hecho, ahí no había ninguna pintura de los integrantes del bando de Voldemort —sólo uno que otro que estaba de ambientación en el fondo de los cuadros de tío Harry y los otro héroes de guerra.
O al menos fue lo que ella pensó, hasta que llegó al 'Cuarto Oscuro'.
Al fondo del salon, cubierta de una dramática cortina llena de telarañas, estaba el 'Cuarto Oscuro', nombrado así porque estaba lleno de cuadros de aquellos que plearon por y para el señor tenebroso. De hecho, aunque Voldemort no era muy representado en las pinturas (La gente aun tenía miedo de presentar su imagen en público), había un abundante número de cuadros dedicados a sus Mortífagos. Por supuesto ninguno de ellos particularmente alagador.
Rose pasó frente a uno de Bellatrix Lestrange que parecía completamente trastornada, con los ojos completamente abiertos en una mirada demente. Los dedos los tenía largos y retorcidos con largas y afiladas uñas. Estaba parada sobre un campo lleno de cuerpos sin vida, en su rostro había una amplia y salvaje sonrisa que permitía ver sus monstruosos dientes. Rose pudo ver porque su padre prohibido mencionar el nombre Bellatrix o el apellido Lestrange en casa—verdaderamente se trataba de una mujer aterradora.
Rose caminó a través del resto de los cuadros mirando de vez en cuando hacia alguno, pero realmente perdió el interés al darse cuenta que habían más pinturas con crudas imágenes de gente tan exageradamente demente, de las que sus ojos podían soportar. Entonces dio una mirada al lugar buscando a Malfoy, y lo entontró de pie a unos metros de donde ella estaba. Rose pensó que lo mejor era iniciar una conversación con él, aun si el muy arrogante solamente le dedicaba una sonrisa de suficiencia y refunfuñaba sobre lo que sea que fuera. Realmente era algo más estimulante que continuar soportando aquellas estúpidas pinturas.
Mientras se acercaba, Rose notó algo extraño en Malfoy—su rostro estaba más pálido de lo usual, su cuerpo había perdido su elegancia casual y en su lugar se mostraba rígido y tenso; Rose notó también que sus ojos se encontraban clavados en la pintura que tenía en frente. A Rose le pareció algo sumamente extraño, ya que se la había pasado ridiculizando a todas las otras pinturas de la otra sala, ¿Qué era lo que lo había dejado tan perplejo y perturbado? Rose se paró junto a él y procuró no sentirse insultada cuando él no se mostró conciente de su presencia. Rodó los ojos confastidio, pero entonces notó porque repentinamente se habia convertido en algo invisible. Se giró completamente hacia la pared que Scorpius observaba paralizado.
Ahí, justo frente a ellos, estaba una pintura de dos metros que retrataba a la familia Malfoy.
Scorpius, obviamente no estaba incluido debido a que hanía nacido mucho tiempo después de la guerra, pero su padre y sus abuelos si. Lucius Malfoy estaba en el centro de la pintura, sosteniendo un bastón con el mango de plata. Su mano era de apariencia tan bestial como la de Bellatix. Sus ojos tenían apariencia salvaje, y una sonrisa maniaca le atravesaba el rostro, cuyas puntiagudas cejas se encontraban fruncidas. Su nariz había sido exagerada y sus dientes estaban manchados de sangre. Una mujer, que Rose asumió era Narcisa Malfoy, estaba de pie junto a él, su rostro alargado era cubierto por su cabello rubio platino que caía de manera descontrolada sobre él. Uno de sus ojos era visible entre la maraña de cabello, y parecía mirar directamente hacia Rose con tanta ferocidad que casi la traspasaba. Entonces, al fondo, estaba Draco Malfoy, el padre de Scorpius, lamiéndose la sangre de las puntas de sus dedos con una mirada demente que parecían observarla. Él tenía una pariencia más esquelética, frágil, y casi tan patética como el hecho de que lamía los restos de sangre con desesperación digna de un carroñero. Aquel cuadro no era únicamente irrespetuoso; era algo horripilante. Y Scorpius no tenía porque presenciar como sus padres y sus abuelos eran representados de esta manera.
Fue solo entonces cuando la realidad golpeó a Rose— así como en el otro cuarto habían muchísimos cuadros de miembros de su familia, la mayoría de los retratos en este cuarto eran de integrantes de la familia de Scorpius. Entonces todas la preguntas sobre porque no podía simplemente apartar la vista de las horribles pinturas desaparecieron.
Junto a ella, Scorpius repentinamente comenzó a jalarse el cuello de su camisa. Al principio lo hacía de manera sutil, pero rápidamente fue subiendo de intensidad hasta convertirse en un desesperado intento de arrancarselo.
—Malfoy—lo llamó Rose con curiosidad, intentando evitar una escena—¿Qué estas…?
Sus gruñidos nerviosos la interrumpieron mientras le entregaba su copa para que ella la sostuviera; entonces continuó jalándose el cuello de la camisa con ambas manos.
—¿Qué?—preguntó ella acercándose un poco más a él, que parecía completamente absorbido por un repentino ataque de histeria. Él la miró con el miedo y la furia reflejados en sus ojos. Entonces comenzó a romperse la ropa.
—¡No puedo respirar!—exclamó antes de emprender la huida a través de la gente para bajar hacia el corredor. Algunos invitados siguieron con la mirada el camino que Scorpius había tomado, entonces miraron nuevamente hacia Rose. Ella sonrió amablemente disculpándose, dejó ambas copas en la charola de un camarero que pasaba y salió detrás de él, siguiendo el camino que había abierto la gente anteriormente para permitirle pasar.
Después de revisar varios cuartos, Rose se encontró en un corredor que estaba lleno de puertas, ninguna de las cuales reconocía. Rose continuó su camino sin importarle—Malfoy lucía bastante alterado cuando salió huyendo, por lo cual sentía que no debía dejarlo por ahí solo.
Entonces comenzó a preguntarse que había sido lo que lo obligó a salir huyendo de la manera en la que lo hizo. ¿Tal vez lo habían hechizado? O talvez simplemente estaba comportándose como un estúpido arrogante que tiene ese tipo de reacciones alérgicas a su indudablemente costosa loción para después de afeitarse. De cualquier manera, la reacción de Malfoy le había dado una razón para escapar de esa endemoniadamente ridícula exhibición.
Continuó caminando por el pasillo hasta que escuchó el inconfundible sonido de cristales al romperse. El sonido provenía de la puerta a su izquierda. Se detuvo un momento analizando si realmente era lo que creía haber escuchado. Entonces el sonido se hizo presente nuevamente, seguido por un golpe seco—definitivamente había algo detrás de esa puerta. Y Rose tenía la fuerte sospecha de que se trataba de Malfoy. Se aproximó a la puerta lentamente y golpeo de manera tentativa. No hubo respuesta.
—¿Malfoy?—dijo suavemente cuando tocó de nuevo. Entonces hubo un grito gutural lleno de dolor que fue seguido por más vidrios rotos. Eso definitivamente no era nada bueno.
—¡Malfoy!—lo llamó a través de la puerta, pero sólo hubieron más gritos y sonidos de vidrios impactando contra el suelo. Abrió la puerta y entró al lugar, justo al tiempo que jarrón volaba hacia a un lado de su cabeza, para terminar impactando contra la pared. Rose frunció en ceño en su mejor cara de enojo dispuesta a regañarlo porque estaba segura que no se trataba más que de una rabieta.
Entonces lo vio.
De pie junto a la mesa, que Rose asumía era donde antes descansaba el jarrón que ahora yacía en pedazos sobre el suelo tras de ella, se encontraba la espalda inflamada de Malfoy, que a primera vista no había notado.
Se había arrancado la ropa y dechado en algún lugar del piso, marcas de rasguños se podían notar claramente alrededor de su cuello, donde minutos antes había intentado deshacerse del cuello de su camisa. Su caja toráxica se contraía y se expendía con rapidez debido a que respiraba de manera entrecortada, mientras las marcas de lo que ella esperaba fuera simplemente una rabieta que lo había alterado cubrían su espalda. Su cabello caía completamente desaliñado sobre su rostro, sus músculos se encontraban tensos y a punto de reventar. Estaba completamente rígido—su piel pálida parecía ser la única cosa que lo mantenía en una pieza.
Era aterrador.
Otro repentino ataque debido a algo que nuevamente lo lastimaba, lo forzó a gritar dolorosamente desde lo más profundo de su ser, rasgándose la garganta. Levantó su cabeza al aire y lo dejó salir, aferrándose a la mesita de su costado, sólo para aventarla hacia la pared más cercana en un desesperado intento de liberar lo que sea que lo estuviera destruyendo por dentro.
—Scorpius—gritó Rose, finalmente encontrando su voz pero no siendo lo suficientemente valiente para acercarse.
Él giró el rostro violentamente para mirarla, sus ojos estaban rojos y su rostro estaba contorsionado en un expresión de dolor y miedo. Ahora que él la miraba, pudo notar que algunos rasguños en su cuello eran verdaderamente profundos, y la sangre aun fluía por su cuello, sus dedos estaban también rojos, llenos de su propia sangre. La miró fijamente a los ojos con la desesperación comenzando a invadir su rostro.
—¡Haz que se detenga!—gritó de manera desesperada, mientras las lágrimas amenazaban con escapar de sus ojo grises. Su cuerpo entero temblaba.
—¿Qué quieres que se detenga?—preguntó ella, pegándose a la puerta más cercana con la intención de poner la mayor distancia posible entre los dos.
—¡EL DOLOR!—gritó él doblando sobre sí con las manos sobre su abdomen mientras dejaba escapar otro grito gutural. Rose caminó hacia él con cautela, pero titubeó por un instante cuando él nuevamente se irguió y gritó hacia el techo.
—Bueno, donde—se detuvo cuando él lanzó lo primero que estuvo a su alcance—en este caso una lámpara. Rose se escudó los ojos y apartó la mirada mientras el gritaba nuevamente rasgándose el cuello.
—¿Dónde te duele?—le preguntó intentando ella misma no llorar.
—¡POR TODAS PARTES!—gritó él mirándola nuevamente. Se continuó rasgando el cuello antes de dejarse caer sobre la pared—todo lo que ahora Rose veía era su espalda.
Lanzó un par de puñetazos a la pared y gritó nuevamente con un dolor incontrolable. Había algo en su interior que necesitaba salir. Que lo estaba sofocando. Y él no podía detenerlo. Estaba por todas partes. Y lo estaba matando.
Él no estaba acostumbrado a esto—no podía lidiar con esto. Toda esta… emoción. Era demasiado. No podía con ello.
Ella sabía lo que él buscaba—quería que ella le tomara la muñeca y le dijera que todo iba a estar bien. Pero después de todo lo que ella había visto pasar a su familia, sabía que este no era el caso. Sabía que no existían palabras que lo pudieran ayudar, y tampoco existía algún medicamento muggle o hechizo que puedira contra ello. Lo observó respirando frenéticamente, con sus brazos abrazados a su cuerpo mientras se dejaba caer sobre la pared.
No podría decir que fue lo que la impulso a hacerlo, pero en lugar de únicamente mantenerse mirando a Scorpius lentamente destruirse, Rose caminó hacia él y lo envolvió en un abrazo.
El cuerpo de Scorpius paró de temblar y se volvió inmediatamente rígido mientras contenía el aliento, los músculos de su estómago contrayendo lo más posible para alejarse de las manos de ella tanto como pudiera. Ella simplemente lo abrazó más fuerte y apretó su pecho contra su espalda.
—¿Qué?—su voz se quebró cuando tartamudeó—¿Qué haces?—le preguntó sorprendido.
—Haciendo que se vaya—le susurró, su respiración cayendo lentamente sobre la piel de él. Hizo su mejor esfuerzo por no estar asustada—por lo que había observado sabía que en cualquier momento él podría tener otro ataque y tal vez podría herirla. O tal vez sólo la atacaría como Scorpius Malfoy solía hacerlo—la mayoría de la gente encontraba aquello lo suficientemente aterrador.
Pero para su sorpresa, y estaba segura que de él también, sus hombros comenzaron a relajarse mientras su respiración se acompasaba. Después de un momento o dos, Rose sintió su cuerpo volver a temblar, pero esta vez estaba segura que no era por una creciente rabia u odio.
Con las manos aun contra la pared y la cabeza mirando al piso, Scorpius Malfoy comenzó a llorar. Y Rose Weasley se mantuvo cerca todo el tiempo, abrazándolo en silencio y forzándose a no llorar también.
No podría asegurar cuando tiempo estuvieron de esa manera, pero estaba bastante segura que se había quedado dormida por un momento con el rostro recostado en su espalda.
Después de un tiempo que el llanto ceso (Rose aun se mantenía con los brazos alrededor de el), Scorpius comenzó a caer desfallecido. Su cuerpo completo se había vuelto inherte y él comenzó a desmoronarse. De alguna manera ambos terminaron recostados en un espacio del suelo libre de madera rota y vidrios rotos de todas las cosas que él había lanzado contra la pared, aun estaban conectados por el abrazo de Rose, y Scorpius aun luchaba por mantenerse respirando con naturalidad.
Cuando yacían en el suelo, Rose hizo un intento por retirar sus brazos, pero los brazos de Scorpius cobraron vida y la obligaron a mantenerlos aferrados a su torso mientras respiraba profundamente. Si no lo conociera mejor, Rose tal vez habría considerado aquello como un desesperado intento de mantenerla cerca. Y entonces la realidad la golpeó nuevamente—
Él la necesitaba.
Scorpius Malfoy la necesitaba a su lado, abrazándolo fuertemente, para poder lidiar con esos demonios que repentinamente habían cobrado vida al ver aquellas pinturas. Por primera vez en la vida, Rose pudo ver un lado diferente de Scorpius, uno que no era indiferente y desconfiable— en este momento estaba completamente vulnerable y sin protección.
Y él la necesitaba.
Rose accedió a su silenciosa petición y se mantuvo junto a él, con sus brazos alrededor de su cuerpo, entonces, después de unos minutos cayeron dormidos.
Ella vagamente recordaba haberlo sentido mover su brazo, pero no era un recuerdo lo suficientemente sólido para que su mente lo tomara en cuenta. No fue sino hasta que despertó y se encontró con la cara pálida de Scorpius Malfoy a centímetros de la suya, que se dio cuenta de lo que había ocurrido. Fue entonces cuando registró aquel peso sobre su cintura. Dirigió la mirada hacia ahí, y se encontró con el brazo de él envolviéndola, mientras su mano estaba casualmente posada sobre su cadera.
Esta definitivamente no era la clase de posición en la que le gustaría ser encontrada—abrazando a Malfoy mientras él la sujetaba por la cintura, ambos durmiendo pacíficamente en el suelo del lugar que ahora estaba hecho un desastre debido la explosión de emociones que Scorpius había tenido antes.
La explosión de emociones.
Rose estaba segura de que nunca antes había escuchado algo tan descorazonador como el sonido de un hombre adulto gritando de dolor.
Entonces recordó que lo había escuchado llorar.
Rose pensaba que el sonido del llanto de Scorpius Malfoy no era únicamente descorazonador, si no también, por alguna extraña razón, uno de los sonidos más aterradores del mundo. ¿Cómo podía alguien tan frío e inamovible, sentir tanto y llorar abiertamente frente a ella? La enorme cantidad de dolor y enojo que se habían alzado en su interior eran demasiado complejas como para que ella intentara comprenderlas.
Los ojos de Rose de situaron nuevamente en el rostro de Scorpius. Y entonces cayó en cuenta de que era un hombre realmente bello. Jamen y Albus siempre lo fastidiaban con que era un 'niño bonito', y ella estaba al tanto de las muchas admiradoras que tenía en la escuela (al menos estaba segura de que cada niña en su curso había fantaseado con él en algún punto… exceptuándola a ella por supuesto) pero no fue sino hasta este momento que ella realmente se había tomado la molestia de mirarlo por encima de toda esa propaganda, y darse cuenta de que si, era un hombre muy atractivo. 'Sexo en carne viva' probablemente sería el término que Lily utilizaría. Rose no tenía duda que la única razón por la que repentinamente le parecía atractivo era porque lo había visto perder el control, en vuelto en dolor y llorando. Lo había hecho una persona real—comprobando que, debajo de toda la apariencia, él realmente era sólo un ser humano después de todo.
Recordando que esta situación podría ser vista como algo sospechoso a cualquiera que vagara sin querer por este cuarto, Rose retiró gentilmente su brazo del cuerpo de él y se dispuso a remover la mano de él que descansaba en su cintura, cuando él la detuvo una vez más. La mano que descansaba sobre su cadera, ahora estaba firmemente ubicada contra su espalda baja mientras él la apretaba más cerca de su cuerpo. Entre sueños murmuró una especie de protesta mientras continuaba apretándola más fuertemente contra él. Rose trató de no respirar muy profundamente cuando él se acomodaba, ahora aparentemente satisfecho por la proximidad. A pesar de no poder verlo, porque no podía mover su cabeza, pudo sentir como él entrelazaba sus piernas entre las suyas, mientras su mano derecha se mantenía firmemente colocada en su espalda baja y su otro brazo se aseguraba de que ella no se moviera de su sitio, dejando la mano derecha de ella en una extraña posición entre los dos. Él movió ligeramente su cabeza y soltó un suspiro profundo, provocando que sus frentes se encontraran.
Esto era muchísimo más que incómodo. Ella, Rose Weasley, oficialmente estaba acurrucada con un inconsciente Scorpius Malfoy y, para su gran horror, realmente lo estaba disfrutando.
Esto era simplemente ridículo.
Poniendo su mejor esfuerzo en enfocar su atención en otra cosa que no fuera la cara de Scorpius, su mirada fue a parar hacia su —aun desnudo—pecho. Sus ojos inmediatamente comenzaron a recorrer las marcas de su cuello y parte alta de su pecho. A pesar de haber sido creadas por las propias manos de Scorpius, Rose no podía creer lo profundas que eran. La sangre ya estaba seca, pero aun estaba esparcida por su pecho, e incluso sobre su estómago donde la sangre había ido a parar cuando él se abrazó transfiriendo la que había entre sus dedos hacia su abdomen.
Utilizando la mano que estaba un poco libre, Rose esbozó delicadamente las formas de las marcas con sus dedos, siguiendo el rastro de sangre hacia la herida original. Sus ojos comenzaron a arderle mientras recordaba la mirada que había en el rostro de Scorpius mientras se hacía las marcas—que tan brutalmente cruda lucía.
Casi alcanzaba una herida particularmente profunda, cuando el cuerpo junto a ella repentinamente tomó aire en un suspiro abrupto.
Dirigió rápidamente su mirada hacia arriba para encontrarse con aquellos ojos grises mirándola fijamente, pareció despertar completamente y repentinamente notó alerta en ellos… algo andaba mal. No parecía intentar adoptar su usual indiferencia (que ella podría reconocer a una milla de distancia), si no que mostraba una expresión que al principio no pudo descifrar, pero que notó como inmediatamente se transformaba en aprehensión y miedo. Sintió como su pulgar se restregaba sobre la mano que él le sostenía. ¿Por qué aun le tomaba la mano?
Tal y como si estuviera conciente de lo que pasaba por la mente de ella, detuvo sus movimentos, y adoptó nuevamente su postura indiferente. Retiró con delicadeza sus brazos del cuerpo de ella, desenredó sus piernas que anteriormente de encontraban entrelazadas, y se apartó de ella. Apartó la mirada y se giró antes de sentarse. Rose también se giró para sentarse mientras mantenía la mirada fija en algún punto en particular de la pared que estaba frente a ella.
Ambos se pusieron de pie. Scorpius maldijo por lo bajo cuando vio su ropa echa pedazos apilada en la esquina del lugar. Las reparó con un rápido movimiento de varita antes de colocárselas nuevamente. Rose se limpió el polvo que había en su falda acomodándose nuevamente y se reajustó un poco el cabello, haciendo todo el esfuerzo posible por no permitir que su linea de visión coincidiera con la anatomía de Scorpius.
Cuando hubo terminado, Scorpius se irguió y caminó a través del lugar hacia donde ella estaba, su mirada extrañamente no estaba posada en ella como siempre.
—No…—se detuvo y dio un rápido suspiro—No le digas a nadie—pidió aun evitando mirarla.
Soprendentemente Scorpius había sonado algo avergonzado y extrañamente falto de toda esa confianza que ella le conocía bien. Rose simplemente asintió, sin siquiera mirarlo por miedo a decir algo totalmente inapropiado.
Salieron del cuarto en silencio, y siguienron su camino hacia la entrada del lugar, para inmediatamente salir e irse cada quien por su lado sin intercambiar palabra alguna.
El siguiente lunes en el trabajo, Rose no pudo evitar notar que Scorpius se había puesto la corbata de seda que le dio el año pasado como regalo de cumpleaños. Sonrió para sí y cuando llegó a su escritorio, encontró una pequeña nota. No esta dirigida directamente a ella, y no estaba firmada, pero pudo reconocer aquella pulcra letra cursiva de la nota de las flores que había recibido en su cumpleaños. Todo lo que decía era una palabra— gracias.
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Nota de la autora:
Please review :)
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Nota de la traductora:
jejeje considero que no hay que dar mayor traducción a la petición de la autora original…
Me gustaría saber que opinan de la historia (y por supuesto si hay alguna queja sobre la traducción :D).
Muchos saludos y trataré de traducir el siguiente capítulo lo antes posible.
En caso de que alguien quiera leer la versión en inglés, a continuación dejo el link, haré llegar sus reviews a la autora.
Link de la Historia en Inglés: www. Fanfiction s / 7512990 / 1 /
Profile de GraeLiars: www. Fanfiction u / 2801658 / (ya conocen la dinámica, borren los espacios.
