Hola a todos, aquí estoy nuevamente con la traducción de otro estupendo fic de la gran autora ZaKai. Este fic será actualizado a veces a diario, a veces cada dos días, terminándose de publicar el día de Nochebuena (24 de diciembre). Un adelanto… a todos los románticos les va a encantar, se los aseguro.
Disclaimer: Ni Fullmetal Alchemist ni este fic me pertenecen, yo sólo lo traduzco y publico para su deleite.
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The Gift (El Regalo)
1
Autumn (Otoño)
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4 de Noviembre – (Sábado)
Ed colocó sus manos en los bolsillos y miró alrededor. Había estado fuera de Central por un mes y en aquel momento las hojas de los árboles estaban cambiando ligeramente del fresco color verde del verano a los vibrantes rojos, amarillos y naranjas del otoño.
Ahora sin embargo, los árboles se cubrían de ricos tallos color tierra. Una hoja empezó a caer de uno de los árboles cercanos a su cabeza. Ed suspiró.
No tardaría mucho. Era el inicio de Noviembre y pronto todas las hojas caerían y vendría la nieve…
El fin de otro año sin ninguna suerte en encontrar la forma de devolverle a Al su cuerpo…
Cuando el adolescente se acercó, la hoja ya había caído, él la pateó, pero sólo hizo que flotara sobre su bota.
Repentinamente, el ruido de un auto retumbó tras él y escuchó, "Hey, jefe ¿quiere un aventón?"
Ed se volteó e inspeccionó la avenida para encontrarse a Havoc conduciendo uno de los autos que usaban los militares de la oficina de Mustang, luego echó un vistazo hacia donde se elevaba el cuartel general por sobre todos los demás edificios.
"Claro," dijo, dejando la acera y corriendo hacia el vehículo.
Luego que entró al auto, Havoc preguntó, "¿Cómo estuvo el Sur?"
"Caluroso," Ed contestó con una sonrisa. "El Sur es siempre el mejor lugar adonde ir cuando el clima se torna helado." Luego añadió con una sonrisa maliciosa, "Hasta los pájaros saben eso, Havoc."
El teniente soltó la carcajada ante el azote verbal y respondió, "Sí, y los pájaros son también lo bastante listos como para no regresar al norte hasta que el clima se torne nuevamente caluroso."
"Ajá, bueno, pero los pájaros no tienen que reportarse con su comandante en jefe," Gruñó Ed, pero sabía que Havoc lo había superado con la afirmación anterior.
El más alto sonrió y dijo, "Tú no me engañas. Sé que lo extrañaste." Havoc negó con la cabeza. "Sinceramente, ese hombre no es para nada divertido si tú no estás cerca. Todo lo que hace es trabajar, trabajar, trabajar, y se pone de mal humor. Seguramente por la falta de se…"
"¡Havoc!" Gritó Ed avergonzado, y el otro rió. El adolescente negó con la cabeza y miró irritado por la ventana. Algunas veces pensaba que era mejor antes, cuando los oficiales no sabían de lo suyo con Mustang.
Las relaciones entre los militares eran asuntos complicados. Normalmente, no eran alentadas las relaciones entre un oficial superior y su subordinado, pero ocurría de vez en cuando. Usualmente se mantenía a escondidas porque, por lo que Ed había escuchado, era un verdadero infierno tratar de convencer al Fuhrer para que éste le dé su aprobación.
Por lo tanto, él y Mustang habían intentado llevarla en secreto, pero por supuesto eso se vino al agua cuando el hombre le había hablado de tener sexo sobre su escritorio durante el refrigerio, cuando todos estaban fuera…
Ed meneó la cabeza.
Por supuesto tú asumirías que el hombre se había asegurado que su eficientísima teniente primera no estuviese trabajando en su hora de refrigerio antes de sugerir algo como eso…
El suspiró. Una vez que ella lo supo, era sólo cuestión de tiempo antes que los otros oficiales del área también lo supieran. Ellos eran demasiado inseparables como para que no terminaran enterándose. Por supuesto no le dirían nada a nadie, pero eso no los detenía de bromear sobre aquello.
La única con quien habían tenido algún problema al respecto era Hawkeye. No por los rangos ni por el hecho de que Ed y Mustang fueran hombres – tener relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no era poco usual en Amestris – lo que le molestaba a Hawkeye era la abismal diferencia de edad. Les había tomado algún tiempo a ambos para convencerla de que Ed podía manejar la relación, y de que esto no era sólo una aventura para Mustang.
A pesar de haber tenido que defender su edad, Ed se sentía agradecido de que la estricta teniente haya estado preocupada por su bienestar.
"Bueno pues, ya llegamos, jefe." Dijo Havoc al tiempo que se estacionaba cerca del edificio militar. "Tengo algunas cosas más por hacer, por eso lo dejo aquí nomás."
Ed asintió y salió del auto. "Gracias por el aventón," dijo y cerró la puerta.
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Cuando Ed entró a la oficina de Mustang, sonrió ante el desastre de papeles dispersos por sobre su escritorio. Resultaba difícil no pensar que era divertido el hecho que, a pesar que el coronel era meticuloso en cuanto a su apariencia, lo mismo no aplicaba para lo que lo rodeaba.
"No, usted no entiende," decía Mustang al teléfono. El hombre estaba parado dándole la espalda a Ed y tenía un papel presionado contra la pared con un bolígrafo en su otra mano. "Sí… sí, yo sé que usted dijo eso antes, pero…"
El hombre giró y quedó paralizado cuando vio a Ed parado ahí. En cuanto se percató de ello, el adolescente le regaló una sonrisa y un pequeño saludo con la mano.
"Mire, voy a tener que llamarlo más tarde." Una pausa. "O quizás mejor deba hablar con otra persona de su departamento; ¡tal vez alguien que realmente pueda hacer algo!" Y con eso, el coronel colgó estrepitosamente el auricular del teléfono.
"¿Quién era ése?" preguntó divertido.
El hombre de cabello oscuro dejó escapar un sonido exasperado, y dijo con voz ronca, "Un idiota." Mustang lo miró por un segundo y luego dijo arrugando el ceño, "Pensé que regresabas mañana…"
Ed frunció el ceño. Este no era exactamente el tipo de saludo que él había esperado… "Bueno, pues, puedo irme y regresar mañana…" murmuró, girando para dirigirse hacia la puerta.
"No, espera…" dijo el coronel y cruzó la habitación. El hombre lo tomó por los hombros, lo hizo girar, y lo abrazó por un instante antes de inclinarse y presionar sus labios con los de Ed.
"No lo dije para que pareciese que no te quería aquí. Sólo he estado…" Un suspiro exasperado. "No es nada. Estoy contento que estés aquí, pero…"
"¿Pero?" Preguntó Ed.
"Lo siento, te esperaba mañana, y tengo planes esta noche que no puedo cancelar."
Los hombros del rubio cayeron ligeramente. El había esperado pasar el final de la tarde – y quizás toda la noche – con el coronel.
"Te recompensaré, te lo prometo," dijo Mustang, desprendiéndose del abrazo y dirigiéndose hacia su escritorio.
Ed sabía que el trabajo estaba antes que él, del mismo modo como el coronel sabía que encontrar una forma de hacer las cosas bien con Al estaba antes que él, pero ¿qué clase de trabajo podía estar haciendo el coronel en la noche?
"Bueno… que te parece después…" él comenzó, pero el coronel lo interrumpió.
"Lo siento, Ed. Esta noche es imposible."
"¿Ni siquiera después?" preguntó, medio esperanzado, medio desilusionado.
"Lo siento," dijo el hombre disculpándose. "Es verdad, estaba pensando que regresarías mañana, y quería tener todo listo para poder pasar más tiempo contigo mañana."
Ed asintió con el ceño fruncido. "Okay… bueno, creo que pasaré el día con Al," dijo y salió de la oficina.
Una vez en el pasillo, suspiró pesadamente. El adolescente había pensando sorprender al coronel llegando un día antes, pero las cosas no salieron de la forma como se las imaginó. Entendía perfectamente el hecho de que el hombre necesitara tener las cosas listas, pero… tenía el presentimiento que Mustang le estaba ocultando algo.
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Nota de la Traductora: Este fic fue escrito el año 2006, por lo tanto la mención de las fechas (día + mes) no corresponden al calendario actual. Aclaro esto en caso alguien revise su calendario y las fechas que se indican no coincidan.
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¿Comentarios?... ¿ninguno? Entonces hasta mañana.
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