Kurt buscaba dentro de su bolso la llave de la casa. Es en estos momentos cuando odia tener tantas cosas todas son necesarias: sus libros, su kit de maquillaje y peinado, un cambio de ropa en caso de cualquier Slushie que halla rebotado mas allá de su rostro, cosas imprescindibles para un día común y corriente en la vida de Kurt Hummel.
Para su sorpresa no fue necesario. La puerta se abrió por si sola, dejando a la vista los cabellos castaños que giraban en el aire, perteneciente a una chica desconocida para él.
- Oh, valla- La castaña se giro sorprendida cuando noto su presencia- hola Kurt.- dijo con una sonrisa falsa.
Kurt la conocía, ella era Emily. Una de tercer grado. Pero tan pronto como la muchacha apareció, se fue. Kurt solo sostuvo la mirada en ella unos pasos más allá fuera de su casa.
Dejo salir un suspiro. Olvidando el hecho de su presencia decidió entrar cerrando la puerta tras el.
Acomodo su abrigo en el perchero cuidando de no arrugar la ropa que llevaba debajo de el. Y luego se quedo mirando a Blaine. Quien le sonrío con satisfacción, como de costumbre cada vez que hacia algo que a Kurt le molestaba y estaba a punto de regañarlo.
-Hola hermanito- Dijo mientras apoya su hombro en una de las murallas, raspando la cuchara en el fondo de algún postre que había sacado del refrigerador.
- Por favor dime que no la subiste a nuestra habitación- Se acerco hacia el moreno.
- Nop- paso su lengua con entusiasmo por sobre la cuchara – todo lo que teníamos que hacer lo terminamos justo aquí- le guiñó un ojo. Tenía todo el cabello desordenado. Y Kurt no tenía intensiones de preguntar que estaban haciendo, por que simplemente no quería saber.
- ¿Dónde están papá y mamá?- Hablo aun con tono molesto. Dejo caer los brazos que mantenía cruzados para ponerlos sobre la mesa.
- Burt esta trabajando, y Carole salió a almorzar con unas amigas de su trabajo, así que dijo que llegaría tarde- esa mala costumbre que tenia Blaine de llamar a sus padres por sus nombres de pila. Kurt no recuerda en que momento exacto comenzó, solo que cuando se dio cuenta ya era algo recurrente- Tú y yo solos hoy lindura. – le volvió a sonreír. Jugando con el piercing de su lengua, haciendo sonar contra sus dientes.
- No me llames así- Dijo cortante. Blaine fue la primera persona que supo que Kurt era gay, el no entendía ese afán que tenia por molestarlo, como si las burlas en la escuela no fueran suficientes- Además, ¿por que siempre tienes que traerlas cuando estamos solos? ¿Por qué no cuando nuestros padres están en casa?- Blaine se rascaba la cabeza mostrando poco interés acerca de lo que estaban hablando.
- Por que las cosas que hago con ellas, no son exactamente algo que Burt y Caroline querrían ver- Kurt a veces odiaba esa forma descriteriada que Blaine tenia de ser. Levanto las cejas coqueteándole.- ¿celoso hermanito?-Blaine inquirió acercándose peligrosamente a su rostro violando cualquier espacio personal- No tienes por que. Ya sabes que tengo ojos solo para ti- le susurro al oído, mirándolo directo a los ojos.
- No quiero volver a toparme con ninguna de ellas nunca mas- Hablo Kurt. Combatiendo a los ojos marrones con la severidad de sus perlas azules. Blaine lo tomo posesivamente por la parte trasera de su cuello.
- Perdón. No volverá a suceder - Agarro con firmeza parte de los cabellos de su nuca y le dio un beso, duro sobre la piel de su mejilla casi tocando la comisura de sus labios. Y emprendió camino escalera arriba hacia su habitación, sin siquiera molestarse en mirarlo.
Kurt dejo salir un que quejido doloroso que ni él sabía que tenía guardado. Cada día era más difícil tratar con Blaine.
El no lo recuerda, pero sus padres le contaron que la primera persona que vio cuando abrió los ojos al momento de nacer fue Blaine. Con dos años de edad, era un chico lo suficientemente inquieto como para burlar a todos los medico y enfermeras que le impidieron el paso. Hasta llegar donde Carole que lo sostenía entre los brazos mientras lloraba. Y Blaine quedo asombrado desde el principió.
"Ella es linda mamá." -
"Lindo, Blaine. Tu hermano es un chico"
Blaine extendió su mano para tocar la del menor y de inmediato Kurt reacciono atrapando su dedo con fuerza entre sus pequeñas manitas. Blaine miro entusiasmado a Carole quien le sonrío con ternura al ver los primeros movimientos del bebe. Kurt abrió pesadamente los ojos dejando a la vista sus hermosos iris de color claro, que miraron directamente a Blaine.
"¡Mira mamá! ¡El tiene los ojos color cielo!...oh no espera- color mar- no no-tienen ese color tan lindo de aquel vestido tuyo... ¡Mi hermano tiene los ojos mas lindos de todo el mundo!"
"Lo se Blaine, Lo se"
De ese día, Kurt y Blaine tuvieron una conexión que iba aun mas allá de todo lo normal. Aunque sus padres no se dieran cuenta en ese entonces.
Kurt no podía aguantar un día sin Blaine; ni un día, ni una hora, ni siquiera un segundo sin romper a llorar, ellos tenían una necesidad tan intensa de estar juntos siempre, que Burt no sabia que hacer. Desde que tiene memoria que recuerda a Blaine, junto a él.
La primer palabra de Kurt fue Blaine, después de semanas de que él pequeño estuvo tratando de enseñarle a pesar de los regaños de sus padres, por forzar a Kurt para hablar, pero Blaine solo respondía diciendo que Kurt quería hablar, por que el lo sentía así. Los primeros pasos de Kurt fueron a comienzo de los días de verano, cuando la escuela de Blaine comenzaba las clases, y Kurt se rehusaba a dejarlo ir. La familia pensaba que eso era enternecedor.
Pero Blaine era muy celoso, cuando Kurt entro a primaria, era técnicamente su guardaespaldas. Lo acompañaba durante los recreos o al baño, en las excursiones se las arreglaba para escapar de su curso e irse con el de su hermano. Incluso, de vez en cuando, veía sus rizos rebeldes asomarse por las ventanas del salón, asegurándose que todo estuviera en orden. Y Kurt se reía, por que el no amaba nada mas que pasar tiempo con Blaine. Pero al parecer para sus padres no era tan gracioso, ellos tuvieron que explicarle que tenia que dejar que Kurt compartiera con otros niños, por que cada vez que algún otro pequeño de la escuela hablaba con él, Blaine inmediatamente se ponía a la defensiva, amenazándolo para que no se atreviera a acercársele de nuevo.
Blaine no entendía por que tenía que compartir a Kurt, si Kurt era suyo. Sus padres pensaron que eran celos normales, celos de hermanos.
Aunque Blaine no a cambiado mucho en ese aspecto en la actualidad. Cada vez que camina por los pasillos de McKinley el puede sentir aquella mirada penetrante de los ojos de Blaine sobre si. Generalmente lo ve conversando con su pandilla – a la que Blaine llama amigos- mientras fumaban a escondidas debajo de las gradas del patio, de inmediato el moreno se gira para verlo pasar, mientras Kurt caminaba con Mercedes conversando sobre la moda que se acercaba para este otoño. Pero por alguna razón la mirada de Blaine es diferente ahora. Pero el no sabría explicarlo. Solo que a veces desearía que dejara de observarlo con tanto fervor.
Como si el fuera la cosa mas hermosa que allá visto en toda su vida –cosa que no es así, a su parecer-
Kurt extraña esos tiempos cuando eran niños. Cuando era fácil comunicarse con él, cuando parecía que el destino los había creado el uno para el otro, cuando se entendían con tanta facilidad. Cuando a Blaine le gustaba gritarle a todo el mundo que él era su príncipe. Por que ahora…ahora Blaine era tan ajeno a él.
Inclusive aun compartiendo la misma habitación. Blaine parece un extraño que duerme junto a su cama. Kurt quisiera saber que pasa por la mente de Blaine, ¿Qué fue lo que hizo tan mal para que todo terminara así? En que momento Blaine dejo de hablarle –y a toda sus familia- ¿Cuando comenzó a comportase de forma tan irresponsable e inmadura, a hablar de forma tan directa y tajante, a juntarse con aquellas personas, a molestar a Kurt por lo que vestía o veía? ¿En que momento Blaine dejo de ser Blaine?
- x es igual a 5 -
- …Perdón ¿que? -
- Que x es igual a 5. Ahí. En el ejercicio 3.- Blaine le apunto el libro.
Kurt no sabe en que momento su hermano había dejado su cama, donde estaba escuchado música hace un rato, a pararse justo tras el. Apoderándose de él con los brazos en cada costado y su pecho caliento sobre su espalda. Kurt miro el ejercicio – al cual en realidad ni siquiera había estado tomando atención- y volteo las paginas en busca de las respuestas dudando del conocimiento de Blaine. El menor abrió los ojos asombrado. Correcto.
- ¿Como es posible que sepas tanto si ni siquiera vas a las clases?- Kurt se giro. Y Blaine río con altanería
- Tu hermano mayor tiene sus secretos –
- ¡Dime! – Kurt exigió. Si había alguna técnica secreta para aprender a resolverlos estos estúpidos problemas de matemática- bien puesto el nombre, por que eran puros problemas- necesitaba que se lo dijera ya. Blaine negó con la cabeza
- Te lo diré solo si me das un beso.- El mayor puso su dedo sobre la mejilla, guiando a Kurt exactamente donde quería que sus labios estuvieran.
El castaño inflo sus mejillas molesto, pero al ver que Blaine no se retractaría de su postura se apresuro a besar la mejilla de su hermano. Blaine dio un movimiento repentino, girando la cabeza, de modo que sus labios se tocaran. Al sentir la boca de su hermano contra la suya Kurt de inmediato retrocedió
- ¡BLAINE!- Kurt golpeo la cara del mayor sin brusquedad – ¡Cuantas veces te he dicho que no hagas eso!- El moreno se alejo entre risas, dejándose caer sobre su cama.
- Hey, yo solo quiero un beso de mi hermanito- Kurt se preguntaba si es normal que cosas como estas ocurrieran entre hermanos.- Cuando éramos pequeños, rogabas que "matara al dragón rápido" solo por que querías que te besara- El menor se ruborizo al recordarlo.
- Eso fue cuando éramos pequeños. No ahora.- Blaine frunció el ceño ante las palabras de Kurt.
- Solo quiero ayudarte.- Blaine contesto con apuro- que va a pasar cuando tengas un novio- hizo una mueca- y el quisiera besarte, y de pronto recuerdes que ¡ups! No sabes como hacerlo.- Kurt no supo responder.
Digamos que el no tenia una lista de espera llena de chicos queriendo besarlo, tomando en cuenta que era el único chico fuera del closet en McKinley y quizás en todo el estado de Ohio, el realmente no tenia pensado en una relación seria por lo menos hasta que llegara a la universidad en Nueva York. Por lo que no había pensado en eso. Pero cierto. Sus labios eran condenadamente vírgenes aun a sus dieciséis años de edad.
- Ah si- levanto las cejas- ¿Y que le hace pensar señorito que yo no he besado a nadie?- cruzo las piernas.
- Por que si fuera así- inhalo- se lo habrías dicho a Mercedes, que se lo habría contado a Rachel, que se lo habría comentando a Finn, que se lo habría soltado a Puck, que me lo habría dicho a mi.- Blaine hacia gestos con las manos mientras hablaba. Odiaba que fura tan listo.
- Da igual- se volteo tratando de concentrarse nuevamente en su tarea de matemáticas- como si fuera algo que podría pasar este año…o este milenio.- Escucho la respiración pesada de Blaine tras de si.
El moreno lanzo su cabeza hacia las almohadas, dudo unos momentos antes de lanzarse a preguntar.
- Yo podría enseñarte…-miro la espalda de Kurt- a dar besos quiero decir.
Kurt dejo caer el lápiz sobre su cuaderno. El no podía creer lo que Blaine le acaba de ofrecer. Esta tenia que ser otra de las cientos de bromas que le hacia durante el día... ¿Por que estaba bromeando cierto? El no podía estar hablando en serio.
- Blaine, te das cuenta que tu y yo somos hermanos…¿cierto?- se volteo para hablarle.
- Si, y también me doy cuenta que soy una persona que te esta ofreciendo ayudarte para que cuando des tu primer beso no seas un completo fiasco, dhu.- Blaine ahora estaba sentado sobre su cama. Kurt no entendía como podía tratar este tema con tanta facilidad.
-No.- Por una fracción de segundo pensó en la idea de el y Blaine besándose en el cuarto mientras sus padres no estaban. Y a pesar de que la idea le excitaba –por lo legal y moralmente prohibido de la situación, como en las mejores películas románticas.- de inmediato la desecho, volviendo a la realidad- No es así como se supone que debería ser un primer beso.- argumento. Se supone que debería estar completamente enamorado y entonces nos miraríamos a los ojos, y el acariciara mi brazo, luego tomaría mi rostro entre sus manos, y me diría cuanto me ama. Y de pronto. Solo. Sucedería… - su voz decayó hasta convertirse casi en un susurro. Sintió los pasos de Blaine acercarse. Y el no podía hacer nada mas que pegar su mirada al suelo.
- Te amo Kurt. ¿Tu me amas?- Blaine tomo la silla que estaba a un costado y moviendo las rueditas la posiciono en frente del menor, se sentó apoyando su pecho en el respaldo. Mirándolo fijamente.
-C-claro. Te amo también- El lo hacia, el estaba seguro de eso.
- Entonces, no hay nada de malo en esto- Blaine apoyo la barbilla en el respaldo y de pronto su mano se deslizaba de arriba hacia abajo por el brazo de Kurt, apenas tocándolo con la llama de los dedos, como si temiería que tocarlo con demasiada brusquedad llegaría a romperse.- ...Como cuando éramos niños- ahora su mano subió hasta tocar su majilla con seguridad, con suavidad trato de que levantara la vista para mirarlo a los ojos- es un beso inocente- acerco su rostro.
Pero no lo beso. Solo se quedo ahí. Con su respiración revoloteando en el rostro. Arrastro sus labios por sobre los de Kurt. Haciendo que temblara. Pero aun así no lo beso. Esperando a su autorización.
-E-Esta bien- Kurt no sabia en que momento había cerrado los ojos, pero el no tenia la intención de abrirlos pronto. Se sentía tan avergonzado de pronto. Cuando los pelos de sus brazos se erizaron con el contacto de las manos de Blaine sobre su piel. No se supone que debería sentirse así. Tan bien.
Esas palabras era todo lo que Blaine necesitaba saber. Con una sonrisa entre los labios. Movió su cabeza más cerca de Kurt. Después, de todo, el siempre tenia lo que quería.
