¡Hey! Hola ¿como están? Espero que estupendamente, disfrutando sus vacaciones ;D, heheh en fin, esta es una loca idea que andaba rondando mi cabecilla desde hace un par de madrugadas, por dios, la idea vino a mi cuando estaba apunto de dormir y no pare de escribir hasta que mi idea fue plasmada, lo cierto es que era una situación un tanto peculiar, pero bueno, espero que la disfruten ;D

Este fic es un AU o Universo alterno, heheeh por lo tanto, no es el mundo ninja, es un mundo medio normal xD

Aclaraciones: Naruto, ni ninguno de sus personajes me pertenece, le pertenecen a la envidiada mente de Masashi Kishimoto, el resto es cosa mia ;D.

Advertencia: este fic contiene una pareja hermosamente fictiosa, osea HinataXSasuhina.

Habiendo dicho eso. . . . .

A leer se ha dicho


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Un chillido constante, agotador, e irritante, si definitivamente esa era la palabra adecuada para describir al insufrible aparato, que para su pesar, dictaba la hora en la que la jornada de cada día, iniciaba. Abrió lo ojos con lentitud como si al hacerlo de ese modo, pudiera permanecer un poco mas dormida. De manera monótona se dirigió con lentitud al baño, abrió el grifo y espero quedamente a que la tina se llenara un poco más de la mitad con agua tibia, tanteo la temperatura con su mano, y se dispuso a bañarse, dejo que el agua se llevara toda pereza, o dolor que su cuerpo tuviera.

Esa era su rutina, despertarse irremediablemente temprano para poder bañarse con tranquilidad. Ya que si no lo hacia de ese modo, tendría que lidiar con un torbellino rubio furioso, o simplemente llegar tarde a sus clases, ya que una vez que aquel "torbellino" entrara a bañarse, no había fuerza conocida en esa tierra que la hiciera salir en menos de una hora.

Desde que había rentado ese departamento, la renta le pareció un poco cara, y la zona en que se localizaba era buena, así que decidió por buscar una compañera, la situación lo ameritaba y, su vivienda le hacia justicia, contaba dos habitaciones, un baño, cocina, comedor, sala de estar y una confortable terraza privada, después de todo su piso era el último.

Luego de unas cuantas entrevistas de posibles compañeras de departamento, supervisadas por su tutora. La mayoría de ellas eran estudiantes de preparatoria, más o menos de su edad, que al igual que ella, muchas estudiaban y, trabajaban medio tiempo, finalmente solucionaron el problema y la eligieron; Ino Yamanaka.

Una chica rubia, con una belleza radiante, piel levemente bronceada, unos intuitivos ojos azules, esbelta, con una personalidad sobresaliente, enérgica, alegre, de presencia imponente, era esa clase de contadas personas que verías en la calle, que de manera imposible podrías NO voltear a verlas. Se encontraba en proceso del ingreso a la industria del modelaje, hasta ahora solo llevaba algunos promocionales de productos de belleza, y una que otra foto en revistas de moda.

Aparentemente, ella venia de una familia de buena economía, pero quería tener un poco de mas privacidad e independencia, de modo que el único requisito de sus padres para ello, era no vivir del todo sola.

Lo cierto era que se conocían ya bastante bien, era hasta cierto punto extraño, claro a la opinión de la mayoría de las personas que las veían. Pero para Hinata, eso no se le hacia raro en lo absoluto, después de todo, desde que la vio cruzar la puerta principal, lo supo, ellas serian grandes amigas.

Llevaban dos años de convivencia, pero pareciera fuera de toda la vida, eran un tanto opuestas, aquello parecía favorecer y fortalecer su amistad.

Después de haber vaciado el agua sucia volvió a llenar la tina con agua, se sumergió en la tina, inhalo aire profundamente, cerro los ojos, dejando que el agua hiciera su trabajo, divago un par de minutos, pero no después de mucho fue interrumpida por los insistentes golpeteos en la puerta, para que saliera del baño, suspiro resignada, se enredo una toalla en el cuerpo y otra mas pequeña en el cabello, nuevamente jalo el tapón de la tina, dejando que su relajación acuática se fuera por las tuberías.

En cuanto Hinata abrió la puerta su compañera entro disparada, resbalándose de una manera un tanto cómica, la pelinegra soltó una risita ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse, mientras que la rubia le mando una mirada asesina, pero aun así termino aceptando la ayuda.

— ¿Sabes? siempre supuse que tu utilizarías los lentes para dormir, pero nunca, para bañarte. —Agrego divertida, olvidando completamente la situación de hasta hace un par de segundos.

La pelinegra toco su cara y se sorprendió así misma, realmente se había puesto aquellas gafas, sonrojándose ligeramente.

Hizo un mohín un sus hombros, restándole importancia, cerrando la puerta tras si.

Al llegar a su habitación se vistió rápidamente, se coloco su uniforme, 4 tallas más grandes a la suya, nunca le había gustado mucho usar la ropa pegada.

Peino su cabello en una gran trenza la cual le llegaba hasta las caderas, limpio sus lentes, que estaban un poco empañadas, se puso sus zapatos.

Tomo un delantal y dirigiéndose a la cocina, comenzó a preparar el desayuno, cuatro Hot cakes volaban por encima del sartén, mientras el agua calentaba y también un poco de arroz, sirvió el agua caliente en dos tazas, las puso en la mesa junto con tarro de miel, y un paquete que traía al menos seis diferentes tipos de té, sirvió el arroz y los hot cakes en platos.

—¡Hina! ¿Me odias cierto? Siempre tienes que añadir cosas tan. . . llenas de calorías, ¿Sabes todas las horas que me cuesta deshacerme de las calorías de más? —Se lamento Ino tomando un bocado de Hot cake —¿Por qué tienes que cocinar tan bien?, dime ¿Por qué no mejor me lo dejas a mi?

—Mmm s-supongo que es por que la última vez q-que tú cocinaste. . . b-bueno casi tuvimos que llamar a los bomberos. —Hinata argumento tranquila, bebiendo un sorbo a su té, Ino hizo una mueca horrorizada recordando el incidente, y tenia que admitir que la cocina y ella no sentaban bien en una sola frase.

Las tareas del hogar estaban divididas, mientras Hinata cocinaba y preparaba los refrigerios para ambas, Ino se dedica al mantener todo aseado, en orden, era un tanto peculiar el verla limpiar, ya que ese era el único día en que la veía de una forma tan. . . poco femenina, se ponía guantes gigantescos y un traje que pareciera que fuera a meterse a algún lugar radioactivo, a diferencia claro de que todo lo que vestía estaba en colores naranja combinados con rosa.

—Hina ¿hoy tienes doble turno?

—S-si ¿Por q-que?

Su rubia amiga se mostraba pensativa, pero rápidamente cambio, mostrando una sonrisa radiante, algo se traía entre manos.

—No es nada —Contesto con una fingida sonrisa inocente.

Ambas terminaron su desayuno, Hinata se apresuró para marcharse a la escuela, no sin antes decirle a Ino donde estaba su refrigerio y otras cosas.

—¡Suerte en tus exámenes! —Añadió Ino con una enorme sonrisa en sus labios.

—¡ Gracias ! —Murmuro Hinata correspondiéndole la sonrisa.

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A diferencia de Ino, ella asistía a una escuela pública, las cuotas se reducían visiblemente, de modo que no tuvo que pensárselo dos veces, a sus 17 años, ya se encontraba en el ultimo año de la preparatoria, corrió por los pasillos, esquivando a varios alumnos, abrió la puerta de su salón, había pocos alumnos, que ni siquiera se inmutaron ante su presencia, se coloco en su asiento, el ultimo con vista hacia la ventana, a decir verdad le gustaba ese asiento, no era muy participe a ser la primera de la clase, la mas elocuente, o la mas coqueta.

Prefería pasar inadvertida, lo cierto es que, simplemente, no era su entorno, pero, lo prefería mil veces a regresar a su antigua vida, en donde era sumamente conocida, pero por ello mismo estaba llena de obligaciones, de falsas sonrisas, por lo mismo falsas amistades, había comprendido lo amargo que era ser una custodia .

La chicharra sonó, nuevamente se había perdido en sus pensamientos, al voltear disimuladamente a su entorno hallo con sorpresa, que todos los pupitres estaban ocupados, y que el profesor ya estaba explicando la forma de contestar su examen. Se le había presentado cierta dificultad al responderlo. Pero lo logro.

El almuerzo había dado inicio, y con ello un respiro para el cuerpo estudiantil, pero se encontraba agitado, aparentemente no era por los exámenes, la causa tenia nombre; Sasuke Uchiha.

Un chico popular, de fisonomía atractiva, aire misterioso, que provocaba el exceso de feromonas por parte de la población femenina por él, que de no ser por que cada vez que se aproximaba sus fans chillaban su nombre, Hinata no habría visto la peculiaridad que él poseía, su hilo era mas oscuro que el de todos lo demás, casi aproximándose a un color negro.

Ese detalle le presento curiosidad y asombro, mas no fue mas allá de mirarlo de reojo aquella vez, para no volver a verlo el resto del tiempo que llevaba en esa escuela. Era extraño debía admitirlo, en todos los años que llevaba conviviendo con humanos, nunca había visto un caso así.

Todavía recordaba que en su infancia, ella le preguntaba a su tutora, casi madre, Kurenai, el por que todas las personas tenia enredadas Hilos rojos en sus dedos meñiques, Inclusive Kurenai. Y ella no.

Hinata, escúchame muy bien, puede que no lo comprendas ahora, pero tu eres diferente de todos ellos, son simples humanos —Atisbo con detenimiento la cara asustada de Hinata—tu padre es un dios, y el me designo a tu cuidado.

El silencio sepulcral se mantuvo, después de todo, las veces que las veían en su "lugar natal" las miraban, con respeto, celos, resentimiento, y conveniencia, a pesar de todo Hinata le había suplicado salir de ahí lo mas pronto posible.

¿Q-qué hay de los h-hilos que v-veo?

Kurenai volteo a verla sorprendida no imagino que la tímida chiquilla pudiera insistirle. Sin notarlo sonrió

Son Hilos espirituales, nadie excepto tu pueden verlos —Hinata abrió los ojos perpleja, con un ligero brillo de duda, Kurenai se adelanto previniendo su pregunta—Ni siquiera yo soy capaz de verlos. Pero, lo cierto es que, esos les brindan felicidad a las personas.

¿C-cómo?

Pues cada humano, antes de que nace, se dice que es partido en dos, de modo que, queda incompleto—Kurenai miro de reojo a Hinata, sus ojos perlados, únicos, la miraban expectantes —Así que lo que hace ese hilo es mantenerlos juntos, claro no desde el inicio, pero ese hilo les da la seguridad de juntarlos, ya sea tarde o temprano.

La mirada de Kurenai se entristeció, cosa que no paso desapercibida por Hinata.

Kurenai sabia que una vez que su don fuera descubierto por los dioses, su tarea tendría que ser ejecutada, quisiese o no.

Lo que Kurenai había predicho se hizo realidad tres años mas tarde, en el onceavo cumpleaños de Hinata, su tarea había sido designada, a pesar de que ellas se habían ocultado de ellos, las habían descubierto, de modo que le impusieron reglas a Hinata, si ella las cumplía, podría ser libre de estar en el mundo de los humanos, en caso de que fallara, Hinata debería acatar el castigo que le fuera impuesto.

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Posteriormente de almorzar se levanto de su asiento, y se encamino a la biblioteca, tal vez podría estudiar un poco mas antes del siguiente examen. Camino con parsimonia, mirando hacia el exterior que la ventana le mostraba.

A los alrededores, no muy lejos escucho gritos estruendosos, vio como con una impresionante velocidad, una figura anaranjada se aproximaba hacia el lugar en donde estaba, la figura en cuestión no era nadie mas que Naruto Uzumaki, conocido por todas la escuela y sus alrededores, Hinata inclusive podría apostar que en otras escuelas también era conocido. Se detuvo junto a ella, abrió la ventana y no sin antes de giñarle el ojo de modo cómplice dio un salto, ella miro hacia abajo, por suerte para el rubio, estaban en el primer piso.

No tardo mas de escasos segundos para que otra figura apareciera frente a ella, farfullando molesto, el menor de los Uchiha hizo acto de presencia, maldiciendo al rubio por lo bajo. Hinata decidió que lo mejor seria alejarse de allí, no tenia nada que ver, pero al alzar la vista se encontró con un par de orbes negras, frías, un escalofrió recorrió toda su columna vertebral, se disculpo y comenzó a andar hacia su aula.

El pelinegro continuo observando a la peculiar chica irse, bufo molesto por su actitud, y comenzó a correr hacia la bodega, muy seguramente el futuro difunto Uzumaki se había escondido ahí, ya se vengaría por lo que le había hecho.

Pero lo que ninguno de ellos habría imaginado es que los engranes del destino había comenzado a trabajar, haciendo que la historia de un infortunado amor, comenzaba a repetirse tal y como lo había hecho desde hace dos milenios atrás.

Hay unas condiciones primordiales que debes cumplir;

La primera. Nunca revelar tu verdadera identidad y, por lo mismo tu "don".

La segunda. Una vez que el hilo de Rojo, haya consumado su fin, tú deber desprenderlo.

Y por ultimo la tercera, pero la más substancial. Por nada del mundo debes sucumbir ante el sentimiento más peligroso del mundo de los mortales;

Amor.

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Buenas noches ;D yo aquí, trayéndoles otra loca historia, hehehe solo les pido atentamente que me den su opinión con respecto a este fic, espero que les guste, y que le tengan paciencia a esta escritora principiante.

Se aceptan criticas, comentarios, dudas, abucheos, criticas constructivas, vales de despensa (heheeh no se crean!) pero los cinco anteriores si :D

Espero sus Reviews! 3

Estudios han comprobado que 8 de cada 10 escritores actualizan mas rápido, si le llegan reviews ;D