NA.- Intente hacer que está sea la pareja o planteacion de una pareja estudiante/profesor. De antemano esto podría ser ligeramente confuso.

Advertencia.- AU. Drabble.

"Esta historia participa en el Reto: Contexto, luego personajes. Del foro "La academia de Konoha"

Naruto no me pertenece.

Palabras.- 450 sin contar nada de lo anterior.


Aquello que no era posible.

Miro el techo, de un pulcro color blanco, sintiendo ardor a la hora de mover ligeramente sus piernas, específicamente en sus rodillas, y su cabeza palpitar al ver el foco de la habitación parpadear. Busco su celular, encontrándolo justo en la mesita de al lado. Extendió la mano con la intención de tomarlo sin embargo una voz, ligeramente distante, le distrajo. – Son las 3:36 de la tarde, estas en la enfermería, tus hermanos llamaron, vendrán por ti en unos minutos. – le oyó lejano, por lo que intento sentarse sin embargo fracaso, sintiéndose débil solo atinó a distinguir su silueta por detrás de las cortinas que rodeaban la cama en la que se encontraba. Sabiendo casi de inmediato con quién hablaba, cosa que la hizo enrojecer.

– ¿Por que? – preguntó, sintiendo su garganta áspera.

– Te desmayaste de repente en el patio y tus rodillas sangraban, Yamanaka me llamó y pidió que te trajera aqui. La enfermera te atendió pero dijo que deberías descansar por tu alta temperatura.

– Lo siento – se disculpó en cuanto termino. Sin duda debió de haber parecido una idiota estando desmayada frente a él.

– No hay problema, me tengo que ir, tu hermano llegará pronto a por ti. Debes tomar las pastillas que tienes a un lado y está bien si faltas unos días.– le oyó inhalar para, tras unos segundos, exhalar, seguramente estaba fumando. – Nos vemos en clase, Sabaku no.

– Si...– miro sus manos, oyendo como la puerta se abría para el final esperar a que nuevamente se cerrará.

– Me gustas. – susurró, espero unos segundos más, mientras oía los pasos alejarse cada vez más, sabiendo que él se alegaba de ella indirectamente. Espero unos segundos por una respuesta inexistente.

– Me gustas, sensei. – repitió, sintiendo la ultima palabra atorarse en su garganta. Por qué él era mayor. Específicamente su profesor.

– Tu me gustas. – miro el techo y sintió que se caía sobre ella. Él podría fácilmente doblarle la edad. Él era un hombre.

– Te quiero sensei. – Y ella solo era una niña. Se dijo por última vez antes de llorar, volviendo a repetirse que aquello que ella pedía era imposible, pues estaba aquella diferencia de edad, estupida de ella, por tan siquiera esperar una respuesta de la nada, estupida de ella, por tan siquiera permitirse quererle cuando él claramente ni siquiera le dirigía la mirada a no ser que fuera estrictamente necesario.

Quiso pensar que él no la miraba de aquella manera por qué pensaba que no la merecía, si, quizás así aceptaría el rechazo. Sin duda alguna si al día le contaba lo sucedido a Shikamaru, este le respondería con un desinteresado. – Te lo dije – Solamente ella se podría enamorar del padre de su mejor amigo.