Masterpiece.
Bubbles soltó todo el aire que estaba conteniendo en ése momento. Estaba frustrada, terriblemente frustrada. Y no sólo era el hecho de que su profesora favorita la estaba regañando, no, desde que se levantó ésa mañana y su pie se atascó en la orilla de la cama y una de sus mejores amigas se había acabado la pasta de dientes, supo que ése iba a ser un mal día.
─¿Entiendes lo qué digo, Bubbles?─ la señora Stark dijo. ─ Sé que muchas veces, para un artista es difícil encontrar la inspiración para poder trabajar. Lo he vivido. Pero por favor, éste es el último proyecto, y es importante.─ hizo un ademán con las manos.─ ¿No me fallarás, cierto?
Bubbles casi deseó que la tierra la tragara. Había obtenido As en la mayoría de los proyectos, pero éste, éste simplemente era demasiado para ella. Pero, tan sólo el hecho de decepcionar a la señora Stark, hacia que un sentimiento de culpa se instalara en su estómago.
Sólo pudo asentir rápidamente, y sin decir una palabra más, salió del aula de Artes, que se encontraría vacía, si no fuera por ella y la profesora.
Había tratado de todo para conseguir siquiera un poco de inspiración. Con sólo un poco le bastaba para ponerse a trabajar, no es que fuera presumida, pero desde siempre había podido dibujar. Desde niña, y luego de haber hecho mucho más de doscientos bocetos, y haber llenado las paredes de su habitación, la rubia decidió que quería ser artista.
El proyecto final, como muchos lo llamaban, era, exactamente eso, el último proyecto de todo el semestre, y tenía que ser suficientemente bueno. Bubbles no se quedaría a averiguar qué les pasaba a los que no aprobaban.
─¿Por qué no nos dibujas a Buttercup o a mí?─ una de sus mejores amigas, Blossom, sugirió por el otro lado del teléfono.
Bubbles negó con la cabeza, como si la pelirroja pudiese verla.
─No, ya lo hice para un proyecto antes.─ suspiró.─ Esto tiene que ser mejor, mucho mejor.
─Tal vez debas ir a algún lugar algo alejado y sin tanto ruido y presión. Podría ocurrir algo.─ la rubia decidió darle la razón a Blossom y sin más comenzó a caminar, y caminó, y caminó, y caminó.
Justo cuando pensó que sus pies no tendrían descanso, se encontró de cara con la entrada del parque al que el profesor solía llevarla y a sus hermanas.
Se sentó en un banco sola. Sacó lápices y luego su cuaderno.
─Disculpa.─ levantó la vista, enfocando sus ojos azules en la persona que había interrumpido sus acciones. Un chico rubio de su edad, tal vez mayor, se encontraba parado en frente de ella.
─¿Si?
─Me preguntaba si me podría sentar aquí.─ ladeó la cabeza, lo que provocó que algunos mechones rebeldes, rubios, se movieran de un lado a otro.─ Los otros asientos están ocupados y en serio debo hacer éste trabajo.
─Claro.─ luego de regalarle una pequeña sonrisa, se corrió y le dejó el espacio suficiente al chico para que se sentase.
Ninguno volvió a cruzar palabra, el chico parecía absorto en su cuaderno y Bubbles miraba a todos lados, tratando de encontrar ése algo.
Sin darse cuenta, se encontró mirando el perfil del chico, ni siquiera sabía su nombre, pero aún así lo miraba, ¿Eso estaba bien?
Bubbles dejó de cuestionarse a sí misma cuando sin saber cómo, su lápiz comenzó a moverse, y ella ya había empezado a hacer el cabello del chico sentado junto a ella.
(…)
Sonrió con las mejillas bastante sonrojadas al ver la calificación que su dibujo tenía, una gran y azul "A", se encontraba ocupando casi la mayoría de la parte blanca de la hoja.
Parecía una acosadora, y ella lo sabía.
Pero había valido la pena.
Porque ése chico, había sido su obra de arte.
